Guangxi es la otra China, la del ‘Gran Sur’, famosa en todo el mundo por sus paisajes kársticos de montañas y sus idílicos ríos con cormoranes que pescan plácidamente. Un lugar que aún está muy cerca de la naturaleza y que se ha librado de los abusos de la modernidad. En Etheria Magazine te mostramos la otra cara de la Nueva China.
Pescando con cormoranes en el río Li (Xing Ping). © David Santiago Las quietas aguas matinales del río Li reflejan el cielo y las verdes montañas. Desde mi barca, remonto el Lijiang –jiang significa río–, que atraviesa durante su escaso centenar de kilómetros uno de los paisajes más fascinantes de China y del planeta. Un mar de macizos kársticos de caprichosas formas se yergue en sus serpenteantes orillas. Estos farallones con nombres tan poéticos como ‘dragones jugando en el agua’, ‘la colina del loto verde’ o ‘joven venerando a Buda’ han sido pintados, caligrafiados y cantados por poetas de todos los tiempos.
Guilin, capital de Guangxi El río Li atraviesa Guilin , la capital de la provincia de Guangxi. El nombre de Guilin significa ‘bosque de osmantos’, que son unos bonitos árboles de flores rojas y blancas que florecen en otoño. Su fragancia, junto con la belleza natural del entorno, me hace olvidar nuestro mundo occidental de pensamiento único y pragmático, para adentrarme en ese otro que habla de olores, colores, formas diferentes y de magia. La belleza del lugar ha despertado la admiración de los viajeros desde tiempos inmemoriales, que viajaban desde regiones lejanas para contemplar con sus propios ojos estos panoramas poéticos.
Un refrán chino dice que “El paisaje de Guilin es el primero bajo el cielo”.
Entre Guilin y Yangshou se concentran las mejores vistas. Los cruceros de lujo por el río Li que parten de Guilin, acogen a un gran número de turistas chinos. Así que si buscas tranquilidad, mejor dirígete directamente a la encantadora población de Yangshuo , o a las pequeñas aldeas de Xingping o Yangdi , y piérdete entre los arrozales y los tramos del río a los que no llegan los autocares de los turistas.
Los niños juegan en la orilla del río Li. © D.S. El ocaso, el mejor momento del día El atardecer, cuando solo las pequeñas barcas tienen permiso para surcar las aguas del río, es el mejor momento para disfrutar de las escenas de la vida campesina: niños bañándose en las orillas, mujeres haciendo la colada, granjeros regando sus plantaciones de arroz, bueyes jugueteando en el agua… y lo mejor, los pescadores atrapando sus capturas con ayuda de sus cormoranes . Desde una sencilla barca hecha con cuatro troncos de bambú, el paisano con el que me he embarcado –que lleva encendida una lámpara de petróleo– emite un sonido muy peculiar para que los cormoranes se sumerjan en el agua y pesquen. Las esbeltas aves buceadoras, que tiene el cuello apretado por una cuerda para que no puedan tragarse los peces, parecen entender al pescador, y capturan y entregan las presas enteras a su dueño.
Una subida épica En Xingping se pueden atisbar gran cantidad de cuevas y también subir los 1.159 escalones que llevan a la cima de la colina Lao Zhai , cuyas vistas del río con la sucesión de verdes montañas, hacen que tengas un momento mágico e incomparable. Existe una enciclopedia entera de leyendas surgidas en las poblaciones locales en sus intentos de explicar la apariencia de estos mogotes que forman el paisaje cotidiano. Pero los geólogos dicen que las caprichosas formas de sus colinas se deben a que hace 300 millones de años esa región era parte del fondo marino.
Viviendas tradicionales de la aldea de pescadores de Xingping. © D.S. Espectáculos nocturnos Chin Yu , un músico local con el que comparto el atardecer desde la cima, me anima a presenciar en Yangshuo un espectáculo nocturno llamado ‘Impression Sanjie Liu’, ideado por el mejor escenógrafo de China: el director de cine Zhang Yimou, que organizó las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos de Pekín en el 2008. Setecientos artistas participan en la representación teatral y musical –que tiene como escenario el río Li y doce colinas de fondo– basada en una antigua película china ‘Sanjie Liu’, que describe la vida cotidiana de los pescadores y lugareños de la región. ¡No te lo pierdas!
Senderistas en los bancales de arroz de la Columna del Dragón. © D.S. El arroz de la Columna del Dragón Otro de los tesoros que esconde Guangxi son los arrozales cultivados en terrazas de Longji . Los chinos, tan aficionados a ensalzar sus paisajes más destacados con la magia de las palabras, han bautizado este valle como la Columna del Dragón –que es el significado de la palabra Longji–. Los bancales del Espinazo del Dragón son una proeza de la ingeniería agrícola, pues llegan hasta lo más alto de una serie de picos de 800 metros. Construidas durante la dinastía Yuan, hace 700 años, representan un ejemplo de la sabiduría y el trabajo conjunto de las minorías étnicas Zhuang y Yao, que supieron adaptar estos terrenos montañosos y agrestes para el cultivo de arroz mediante el sistema de terrazas.
Panorámica de los arrozales. ©D.S. Aldea de Ping’an La aldea zhuang de Ping’an –de 600 años de antigüedad–, que se encuentra en el principal cerro de esta espina dorsal, se ha convertido en un centro de viajeros y en una base para explorar los bancales. Aún siento vértigo cuando recuerdo la serpenteante carretera para llegar hasta allí, que salva un desnivel de más de 800 metros de altura en tan solo 6 kilómetros de distancia. La calzada termina en un aparcamiento desde el cual varios senderos de losas de piedra conducen al pueblo.
Ping’an no tiene calles, ni coches, ni bicis, por lo que todo es transportado a la espalda por la población local siguiendo los caminos empedrados.
Mujeres yao recogiéndose el pelo (Guangxi). © D.S. Las mujeres yao y su larguísimo pelo Los miradores ofrecen unas vistas excepcionales de los bancales, el pueblo, el valle y las montañas. Pero aún mejor es perderse por las esculpidas colinas repletas de aldeas yao y zhuang, donde intercambiaremos risas y experiencias con las mujeres yao , conocidas por su larguísimo pelo negro y liso que se recogen sobre la cabeza formando algo parecido a un sombrero. Las casas de madera y bambú, adaptadas perfectamente al terreno, dibujan un panorama de ensueño. Un paisaje armónico que todavía no ha quedado trastocado por el progreso de las ciudades. Confiemos en que los grandes desafíos de la China del siglo XXI no impongan grandes cambios en el remoto y Gran Sur.
Un vecino de Zhong-liu en la puerta de su casa. © D.S. Guía de viaje de Guangxi | Etheria Magazine ¿Por qué visitar Guangxi?
Prepárate para sumergirte en una cultura totalmente diferente. Más allá de la lengua, es su forma de pensar y de ver el mundo lo que hace diferente a los habitantes de China. Ahora que el mundo se ha convertido en el territorio del viajero, ya no hay muchos países que supongan un verdadero cambio de escenario, pero en China, especialmente en el sur, lo encontrarás.
¿Cómo llegar a Guangxi?
No existen vuelos directos desde España a Guilin , la capital de Guangxi. Desde Madrid y desde Barcelona, las compañías aéreas de China Southern y Air China hacen varias escalas.
Hay que valorar la opción de volar desde España a Guangzhou y desde allí comprar un vuelo interno a Guillin –a menos de una hora de trayecto–; puede resultar más barato y hay muchos más vuelos. De Madrid a Guangzhou vuelan China Southern, KLM y Air France. Y desde Barcelona, Air France y Qatar Airways.
¿Cómo moverte en Guangxi?
A pesar de la barrera del idioma, moverse por el sur de China es muy sencillo. Es fundamental llevar una guía en la que aparezca el nombre de cada ciudad o pueblo escrito en chino. Solo tendremos que señalarlo y esbozar una sonrisa para poder llegar a cualquier rincón del país sin ningún intermediario.
Para moverse por el interior de Guangxi lo mejor es el autobús . Las distancias son cortas; de Guillin a Ping’ain hay 3 horas (a veces hacen cambiar de autobús en Longsheng). Y de Guillin a Yangshuo menos de 2 horas.
Documentación y moneda para viajar a China
La entrada en China requiere disponer del pasaporte en regla y que no caduque al menos en 6 meses. Hay que obtener un visado en el Centro de Servicio para Solicitud de Visado Chino de Madrid (calle Agustín de Foxá 29, 4ª, Tel. 913 145 918). También se puede solicitar el visado por correo. Los envíos se realizan a través de un mensajero y hay que abonar las tasas adicionales. Para más información, consulta en la Embajada China en España.
La moneda nacional de China es el renminbi , pero todo el mundo la denomina yuan. 1 euro son 7,80 yuanes. Se puede cambiar euros sin problemas. No vale cualquier banco, tan solo el banco nacional de China (muy extendido) acepta divisa extranjera.
¿Qu´e comer en Guangxi?
En Guangxi la gastronomía constituirá uno de los puntos fuertes de tu viaje. Podrás complacer tu paladar con una cocina elaborada a base de sopas, arroces, fideos, carnes, verduras, tofu o gambas. Casi todo aderezado con el té perfumado a las flores de osmanto . Guilin es famosa por su sopa de serpiente, la rata de bambú, el faisán cornudo o el armadillo; animales todos ellos en peligro de extinción, por lo que, por favor, no los comas.
¿Qué traerte de recuerdo de Guangxi?
Guilin es un buen lugar para adquirir chaquetas de seda, pinturas en pergamino y sellos de piedra para estampar con tinta. También los productos de piel son variados y de muy buen gusto, como las maletas, los zapatos, las carteras y las pulseras. Si quieres, puedes comprar la famosa Radux Isatidis , que es una planta medicinal muy popular en China y que dicen que puede curar gripes y dolores de garganta.
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