Cantabria y sus valles guardan muchos secretos, lugares poco conocidos en los que aún no hay que hacer cola para tomarse un selfi. Compartimos contigo ocho de ellos… pero no le digas a nadie que allí puede encontrar un Partenón, una calzada romana, un bosque de secuoyas, ermitas rupestres, un inmenso laberinto o un palacio de ensueño.
Bosque de secuoyas. © Manuel Charlón Es cierto que Cantabria se identifica con montes y playa, con pueblos encantadores y buen comer, pero también tiene otra etiqueta de la que no se habla tanto, y esa es su capacidad para sorprender. En sólo ocho visitas os vamos a demostrar que también merece un galardón por saber guardar tantos secretos de una forma tan discreta.
Es habitual encontrar artículos en los que abundan el “sabías que…” pero en este no lo utilizaremos porque lo que nos gustaría de verdad conocer es cuantos de estos lugares has visitado ya. Algunos puede que te suenen de haberlos visto en imágenes o vídeos de viajes pero, créenos, nada se puede comparar a una experiencia en vivo en cada uno de estos rincones.
Bosque de Secuoyas del Monte Cabezón No hace falta ir a California para ver secuoyas porque en Cantabria puedes encontrar todo un bosque de estos gigantescos árboles, que además está catalogado como Monumento Natural. En sus 2,5 hectáreas se pueden contar más de 800 secuoyas que se elevan una media de 50 metros. Además de la curiosidad que despiertan los esbeltos troncos de estos árboles, que pueden llegar a vivir más de dos mil años, también es interesante saber cómo llegaron aquí.
Paseando en el bosque de secuoyas de Cantabria. © Alfredo G. Reyes La historia se remonta a 1940, cuando la industria maderera estaba en pleno auge. En ese momento se decide que estos árboles tan grandes serían un negocio redondo por su rápido crecimiento. Y se plantan 848 secuoyas de la variedad ‘Sempervirens ’, autóctona de California. Hasta ahí todo correcto, pero este tipo de industria dejó de ser rentable… y los árboles, ajenos al mercado, siguieron creciendo y creciendo. Y gracias a eso, ahora es un lugar perfecto para pasear, hacer fotos y darnos la terapia de moda, ‘baños de bosque’, de forma gratuita.
Para acceder hay que seguir la A-8 hasta la salida 249 (Comillas). El coche se deja al lado de la carretera y luego sólo hay que cruzar una pasarela de madera.
Partenón cántabro o iglesia parroquial de San Jorge (Las Fraguas, Arenas de Iguña). El Partenón cántabro Esta maravilla de impronta grecorromana fue mandada edificar en 1890, sobre una ermita medieval, por Mariano Fernández de Henestrosa, Duque de Santo Mauro y de IV Conde de Estradas, para donarla como iglesia parroquial al pueblo de Las Fraguas. Las directrices que este noble marcó eran que se debía «inspirar» en el templo parisino de la Madeleine, el cual a su vez se había basado en el Partenón de Atenas. A simple vista se puede observar que la capilla es de estilo neoclásico y de planta rectangular, rodeada de 40 columnas de orden corintio.
Se cuenta que este lugar funcionó durante la guerra civil como cárcel, y que la imagen de San Jorge a caballo, santo al que está dedicada, fue localizada, tras su robo, en el Rastro madrileño en 2006 cuando iba a ser vendida (El Diario Montañés ). Es una talla muy valiosa anterior al siglo XIII.
Para visitar el conocido Partenón cántabro se debe seguir la A-67 y luego tomar carretera que lleva a Arenas de Iguña, la 159. Hay que fijarse bien porque puede pasar desapercibida entre el paisaje. Y ya que te detienes para ver el templo, aprovecha para observar –aunque sea desde la verja– el palacio de Hornillos , donde se rodó la película ‘Los Otros’ , del director español Alejandro Amenábar.
Laberinto de Villapresente. © Javier Rosend El laberinto de Villapresente Ríete de los laberintos de los jardines a los que estás acostumbrado y en los que, desde fuera, vigilas a los niños. El laberinto de Villapresente (laberintodevillapresente.es) se ha inspirado en los laberintos ingleses de los siglos XVIII y XIX que las clases pudientes instalaban en sus jardines, con todo tipo de esculturas mitológicas, para entretenerse con sus amistades en verano. Aquí no encontraréis estatuas pero sí un gran reto para pequeños y mayores. Tiene una superficie de 5.625 m2, es el mayor de España y para dividir el trazado se han empleado más de 4.000 cipreses Leylandi .
El tiempo medio que se emplea para recorrerlo –y encontrar la salida– es entre media y una hora, aunque también te diremos que muchos (ejem) deben recurrir a amables vigilantes que indican el camino en caso de agobio. Los setos tienen una altura de 2,5 metros, así que olvida la posibilidad de hacer trampa y mirar por encima.
Se encuentra en Villapresente, una pequeña población de Reocín (a 5,5 km de Santillana del Mar). El precio es de 3 € (niños de 7 a 12 años) y 4 € (adultos).
Ruta senderista por la calzada romana. © Etheria Magazine Calzada romana del Besaya ¿Qué tal un paseo sobre una auténtica calzada romana del siglo Ia.C.? Esta vía fue construida durante las Guerras Cántabras para facilitar los desplazamientos de las legiones romanas. Nuestra propuesta es que recorras el tramo mejor conservado de la antigua calzada que unía Pisoraca (Herrera de Pisuerga) y Portus Blendium (Suances). Es un trayecto de 5,5 km, que tiene unos 3 o 4 metros de ancho, y que transcurre entre Somaconcha (cerca de Pesquera) y Pie de Concha . En gran parte del mismo se pueden ver las grandes losas que formaban el camino siguiendo la técnica constructiva romana, de mayor tamaño en la zona lateral exterior, más pequeño en la parte interna para que los carros pudiesen circular, y gravillas.
El trayecto es muy agradable, transcurre por zonas de mucha vegetación y bosques, y finaliza en Pie de Concha . Tras la caminata, aprovecha para visitar esta población, con una bonita iglesia del siglo XVI y un rollo del siglo XVII, y las otras localidades que configuran el municipio de Bárcena de Pie de Concha.
Iglesia de Santa Maria de Valverde, en Valderredible. Ermitas rupestres de Valderredible No por poco conocidas tienen menos valor las ermitas rupestres de Valderredible, uno de los grandes secretos de Cantabria. Estos templos perforados en las montañas, ocultos a la vista, fueron creados precisamente para eso, para pasar desapercibidos ante el avance musulmán. No te pierdas el Centro de Interpretación de la Arquitectura Rupestre , para comprender mejor toda su dimensión, ni el templo de Santa María de Valverde, con una gran espadaña románica.
✅ Valderredible concentra un gran abanico de propuestas turísticas de las que ya os hablamos en el artículo 10 poderosas razones para visitar Valderredible , cuya lectura es muy recomendable si visitas la comarca.
Fachada del Palacio de Soñanes. © Etheria Magazine Palacio de Soñanes De este palacio con una profusa ornamentación churrigueresca y plateresca no sabemos si sorprende más su estilo o su ubicación en el pequeño pueblo de Villacarriedo , de unos 500 habitantes, y capital del valle de Carriedo.
El palacio de Soñanes fue mandado edificar por Juan Antonio Díaz de Arce y Pérez del Camino, que fue diplomático de Felipe V y que llegó a ser Intendente General de Aragón (1718 y 1722). Su estilo arquitectónico, vinculado con la escuela barroca salmantina, se atribuye al arquitecto italiano Cossimo Fontanelli, aunque hay quien opta por la influencia del arquitecto montañés D. Francisco La Riva Ladrón de Guevara.
Hall del hotel Palacio de Soñanes, un 4 estrellas superior. © Etheria Magazine Pero, ¿sabes qué es lo mejor del Palacio de Soñanes? Que podemos disfrutarlo alojándonos en el mismo. Desde hace muchos años forma parte de los hoteles Abba y tiene una categoría de 4 estrellas superior. Dormir en sus amplias habitaciones o pasear por sus salones y jardines es todo un privilegio que ya nosotras hemos probado.
No dejes de dar un paseo por esta población, en la que se encuentran las Escuelas Pías de los Padres Escolapios , donde estudiaron personalidades como León Felipe, Emilio Botín o el deportista Carlos Alonso «Santillana», y que cuenta con preciosas viviendas cuyos balcones están a rebosar de flores.
Ermita mozárabe de San Román Moroso. © Etheria Magazine Ermita mozárabe de San Román Moroso Continuamos este pequeño listado con la visita a una ermita que, te aseguramos, no encontrarías por casualidad. Este pequeño templo mozárabe, declarado Bien de Interés Cultural en 1931, se oculta en un lugar apartado al que se puede acceder desde la pequeña población de Bostronizo (Valle de Iguña). Los primeros datos que se tienen de la ermita de San Román Moroso se remontan a 1119, cuando Doña Urraca, reina de Castilla, la dona al monasterio de Santo Domingo de Silos.
Merece la pena acercarse hasta este paraje aunque sólo sea para verla externamente. Es una construcción de piedra de sillería, con tejado a dos aguas, abside, espadaña… donde llama la atención un bonito arco de herradura. Su ubicación, en un claro de un robledal, con el susurro de un pequeño arroyo justo al lado, debió influir a Juan de Herrera, el arquitecto del Escorial, porque lo calificó como «uno de los lugares mágicos de España» . Y cuando lo visites, quizás tú también tengas esa percepción.
Bonito arco de herradura de la ermita de San Román Moroso. © Etheria Magazine También te animamos a que hagas el camino desde Bostronizo hasta la ermita a pie, ya que son solo 2 km (con desnivel, eso sí) y las panorámicas de estos valles son abrumadoras.
Museo de las Amas de Cría Pasiegas y Museo del Sobao Entre los museos más peculiares de Cantabria se encuentra el Museo de las Amas de Cría Pasiegas , situado en la Casa de la Beata, junto al Santuario de Nuestra Señora de Valvanuz (Selaya). La historia que se narra en este lugar es la de las jóvenes de estos valles que, en el siglo XIX, eran contratadas por familias adineradas o nobles como amas de cría. Su situación de necesidad las llevaba a presentarse a los ‘casting de Selaya’ en los que los médicos de la Corte elegían a las más robustas y saludables para llevárselas.
En el museo se exponen fotografías de algunas de las más renombradas por haber criado a los infantes de la familia real. Entre ellas: María Gómez, ama de cría de Alfonso XII, Rosalia Sáinz, nodriza de Don Alfonso de Borbón (Príncipe de Asturias), o Constantina Cañizo, ama de cría de Don Juan, Conde de Barcelona. Sólo abre de julio a septiembre, pero si se quiere visitar en otro momento se puede llamar al ayuntamiento de Selaya.
Museo del Sobao y taller de sobaos en Joselín. © Etheria Magazine Otro espacio que también resulta interesante (y que está cerca de este) es el Museo del Sobao (sobaosjoselin.com/museo), una actividad repostera realizada también mayoritariamente por mujeres, ya que los hombres se encargaban antaño más de las labores del campo.
En este museo, situado en las instalaciones de Sobaos Joselín, se dedica un amplio espacio a desgranar los secretos de los sobaos y quesadas, de los valles y de la historia de la familia. Si no te conformas sólo con observar los utensilios y ver los recursos audiovisuales, también ofrecen la posibilidad de realizar un curso de sobaos , con el que terminar la visita.
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