Viajar a los entornos rurales en España es uno de los mejores planes de fin de semana que existen. En esta lista te proponemos 12 pueblos bonitos en Castilla y León, con sus castillos, murallas e iglesias románicas. Unas localidades que añaden al interés artístico el gastronómico y paisajístico formando así escapadas redondas con las que el disfrute está asegurado.
Panorámica de la bella localidad de Sepúveda. © Turismo Diputación de Segovia Hay infinidad de pueblos bonitos en España y muchos de ellos se ubican en la comunidad autónoma de Castilla y León. Lo de “bonito” no deja de ser un criterio subjetivo, con esta lista sólo tratamos de señalar algunos que merecen con creces estar en tu agenda viajera y que son perfectos para una escapada de fin de semana en cualquier época del año. Así que no te ofendas si no hemos incluido el tuyo (o si con el paso del tiempo has elaborado tu propia lista) y echa un vistazo a nuestras propuestas, que te aseguramos no te van a defraudar.
Sepúlveda Sepúlveda es uno de esos pueblos que ofrecen un fin de semana redondo. Su casco histórico medieval es una delicia, y guarda joyas como la iglesia de El Salvador o la de San Bartolomé. Pero además está rodeado del maravilloso entorno de las Hoces del Duratón , que ofrece interesantes visitas en la naturaleza (acércate a la Casa del Parque donde te propondrán diferentes rutas). Y, por si fuera poco, es uno de los mejores lugares para comer el famoso lechazo castellano en cualquiera de los restaurantes de su Plaza Mayor.
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Plaza Mayor de la Villa de Sepúlveda. Ayllón En Ayllón podrás pasar un fin de semana maravilloso paseando por sus calles empedradas de origen medieval, mientras descubres los detalles de sus casas, y haciendo excursiones a la cercana sierra de Ayllón. En el pueblo las visitas imprescindibles son la Plaza Mayor con sus arcadas y balcones de madera, las murallas del siglo XIII, la iglesia gótica de San Miguel, la Casa de los Gaitanes y la Casa de Regidor, éstas dos últimas muestras perfectas de la arquitectura tradicional castellana. También la gastronomía, con el cordero asado y los judiones de la Granja son un suculento aliciente para tu visita.
Plaza Mayor de Ayllón. Covarrubias Covarrubias es otro de esos pueblos que guarda toda la esencia medieval castellana en su estructura y edificios. Como no puede ser de otra forma, lo mejor es comenzar la visita por la Plaza Mayor para seguir por sus lugares más destacados, como la Colegiata de San Cosme y San Damián, del siglo XV; la Casa de Doña Sancha, que se dice que perteneció a la hija de Alfonso VI; y el Puente Románico sobre el río Arlanza. En los alrededores merece la pena hacer una excursión para llegar hasta el Torreón de Fernán González y pasarse por el Monasterio benedictino de San Pedro de Arlanza, del siglo X. Para terminar, el Museo de los Dinosaurios es una parada imprescindible si se viaja con niños para ver su excepcional yacimiento de icnitas (huellas de dinosaurio).
Iglesia de San Cosme y Damián de Covarrubias. Frías Frías es uno de esos pueblos burgaleses de los que te enamoras nada más llegar a su Plaza Mayor. Dominado por su Castillo medieval, es imprescindible subir hasta lo alto para contemplar las bonitas vistas. Y, después del esfuerzo, ya se puede recorrer el resto del pueblo acercándose a la iglesia de San Vicente, a la Calle Mayor con sus casas de piedra y balcones de madera y al Puente Medieval. Frías se encuadra en la bonita zona de las Merindades de Burgos , conocida por sus cascadas y grutas milenarias, por lo que es un punto de partida perfecto para conocerla.
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Frías, uno de los emblemas medievales de Las Merindades. Mogarraz Mogarraz es un pueblo único ya que se ha convertido en un enorme museo gracias al proyecto artístico “El Museo de Mogarraz” por el que el pintor Florencio Maíllo ha ido reproduciendo los retratos de los antiguos habitantes de esta localidad salmantina en el exterior de sus casas. Se inició con un proyecto de 388 cuadros a partir de fotografías de los años sesenta del siglo pasado y hoy en día hay ya más de 800. Pero Mogarraz tiene muchos más alicientes además de este curioso museo al aire libre: su arquitectura de piedra con vigas de madera es típica de la zona y no hay que perderse un paseo por su Calle Mayor y acercarse a la iglesia de San Martín, del siglo XVII. También se pueden hacer excursiones al bonito Parque Natural de Las Batuecas y a los pueblos de La Alberca y Miranda del Castañar, también preciosos.
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Mogarraz conserva su arquitectura tradicional de piedra y madera. © Etheria Magazine Urueña Si te gusta la literatura y los libros Urueña no puede faltar entre tus próximas escapadas por España. El casco antiguo de este pueblo vallisoletano está lleno de alicientes para un paseo y desde su Plaza Mayor puedes explorar sus bonitas calles para llegar hasta las murallas del siglo XII con las Puertas de la Villa. También te detendrás seguro en la iglesia de Santa María del Azogue (no te pierdas su retablo barroco) y en la Torre del Homenaje, que ofrece unas vistas espectaculares. Pero el atractivo que distingue a Urueña de otros pueblos castellanos es que es una de las “Villas del Libro” que hay en Europa, lo que la ha llenado de interesantes librerías y bibliófilos. No te pierdas tampoco el Centro e-LEA Miguel Delibes y sus curiosos museos.
Panorámica con el castillo de Urueña al fondo. © Pedro Grifol ✅ Conoce Urueña, un pueblo ‘de libro’ en Valladolid
Molinaseca Toda la belleza de la comarca del Bierzo se concentra en la bella localidad leonesa de Molinaseca. Ubicada en el Camino de Santiago , pasear por sus calles empedradas y estrechas es toda una delicia mientras se disfruta de la tranquilidad y de sus casas tradicionales de piedra y madera. Paradas obligadas son el Puente Romano, la iglesia de San Nicolás de Bari y el Museo de los Señores de Bembibre, que exhibe objetos de la comarca y del Camino de Santiago. Y, por supuesto, el viaje se completa con excursiones por El Bierzo y, si es verano, con un baño en la piscina natural del río Meruelo.
Molinaseca. © Los Pueblos Más Bonitos de España. Madrigal de las Altas Torres Hay pueblos de Castilla que han escrito capítulos importantes de su historia. El caso de este pueblo abulense es ser, nada más y nada menos, la cuna de Isabel la Católica y el lugar donde pasó sus primeros años. Para su pequeño tamaño posee un patrimonio artístico y cultural, sobre todo mudéjar, extensísimo. En un paseo por la villa hay que pararse en la muralla (que conserva veinte torres originales), el monasterio de Nuestra Señora de Gracia, donde nació Isabel la Católica; la iglesia de San Nicolás de Bari; y el Palacio de Juan II (con un museo sobre la famosa reina), entre otros monumentos.
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Madrigal de las Altas Torres. © Tatavasco Imágenes. Puebla de Sanabria Este pueblo zamorano es punto de partida para visitar uno de los parajes naturales más espectaculares de Castilla y León: el lago de Sanabria , el lago glaciar más grande de la península. Pero no por ello hay que dejar de prestar atención a los encantos de esta localidad, que son muchos. Su casco antiguo está muy bien conservado y muestra la arquitectura de piedra con balcones de madera llenos de flores. Como lugares destacados, se alzan su castillo, en lo alto de una colina, con un museo y vistas de infarto; y la iglesia de Nuestra Señora del Azogue, del siglo XVI. Y no dejes de hacerte una foto en el bonito Puente de la Reina.
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Puebla de Sanabria. Frómista En la provincia de Palencia se encuentra el pueblo de Frómista, un lugar perfecto para acercarse al arte románico, que forma parte del Camino de Santiago. Destacan la iglesia de San Martín con su elegante claustro y la iglesia de Santa María del Castillo. Además del Puente de Frómista, del siglo XI y que cruza el Pisuerga, y el Museo de Frómista. Para completar un fin de semana, el Canal de Castilla ofrece bonitos recorridos para realizar a pie o en bicicleta y descubrir así este poco conocido entorno natural.
Iglesia de San Martín, en Frómista. Ampudia Otra de las joyas con las que cuenta Palencia es la localidad de Ampudia, en la zona de Tierra de Campos . El castillo se lleva todas las miradas, por su ubicación y por su excelente estado de conservación. Data del siglo XV y la visita del interior es obligada si pasas aquí un fin de semana. Como en la mayoría de los pueblos castellanos, la Plaza Mayor es el corazón de la ciudad, el lugar donde encontrarse, tomar algo y comenzar un paseo que lleva por lugares como la iglesia gótica de San Miguel (con un bonito retablo barroco y una torre que define el perfil de la villa) y el Palacio renacentista de los Barones de Ampudia.
Castillo de Ampudia. Calatañazor El soriano pueblo de Calatañazor no podía faltar en esta lista de pueblos bonitos de Castilla y León tanto por su arquitectura tradicional como por su historia y la belleza del entorno natural. Como otros muchos pueblos castellanos su origen es medieval y destacan las murallas del siglo XII, que conservan algunas puertas como la de la Villa y la de San Miguel, la Plaza Mayor y la iglesia de Nuestra Señora del Castillo, de estilo románico. Calatañazor también tiene castillo, en este caso en ruinas, que ofrece unas vistas espectaculares de los alrededores. Y para dar un paseo, nada como acercarse a la ermita de San Juan para conocerla y disfrutar de la naturaleza que rodea al pueblo.
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