Entre los secretos que oculta la provincia de Huesca se encuentra Monzón, una localidad que recibe al viajero con los brazos abiertos durante todo el año pero que durante la recreación medieval de la Fiesta del «Homenaje Templario a Jaime I y Guillem de Mont-Rodón» es incluso capaz de hacerle viajar en el tiempo.
Texto y fotos: Laura Crawford
Desfile medieval con el castillo de Monzón al fondo. Puede que no os suene el pueblo de Monzón pero, para que lo ubiquéis, debéis saber que se asienta en la margen izquierda del río Cinca. Y si os gusta viajar en coche, otro dato útil es que se encuentra a 65 kilómetros de Huesca y 50 de Lleida por la autovía A-22 Lleida-Huesca y la carretera N-240 Tarragona-San Sebastián. Pero este trayecto, que apenas durará unos minutos o unas horas –en función de dónde sea la partida–, puede convertirse en un auténtico viaje en el tiempo ya que sus ‘fiestas templarias’ constituyen un viaje al Medievo en el túnel del tiempo.
Templarios por las calles de Monzón. Un poco de historia de Monzón Como en todas las fiestas, éstas también tienen su justificación. Cuando el rey Jaime I tenía 6 años, entre los años 1214 y 1217, Monzón se convirtió en el centro de todas las atenciones del reino, ya que el pequeño rey vivió en su castillo bajo tutela templaria. Allí comenzó la apasionante historia de un niño destinado a convertirse en uno de los reyes más grandes de la Historia de Aragón y de España.
Su infancia no fue fácil. Cuando tenía tres años, el futuro rey quedó bajo la custodia de Simón de Montfort y fue recluido en el castillo de Carcasona. A la muerte de su padre Pedro II el Católico en la batalla de Muret, Montfort se vio obligado a entregarlo a los aragoneses por orden del papa Inocencio III. Cuando fue devuelto, su educación fue puesta en manos de los caballeros templarios del castillo de Monzón, donde estaba la sede general de la Orden del Temple de Cataluña y Aragón y donde el maestre Guillem de Mont-Rodón se convirtió en el tutor del niño. En 1217, Jaime I abandonó Monzón… y se convertiría en el rey Jaime I ‘El Conquistador’.
Personajes de la recreación histórica de Monzón. Por qué celebra se celebran estas Fiestas Medievales El anterior capítulo de la historia de España es recreado en el pueblo de Monzón desde hace 22 años en una fiesta que tiene, además del espectáculo puramente visual, un gran componente sentimental, puesto que los lugareños se integran en la celebración participando vivamente en los actos, tanto en su faceta teatral como en la puramente de comparsa. La fiesta, una de las más importantes de Aragón, y que ha dado en llamarse “Homenaje Templario a Jaime I y Guillem de Mont-Rodón” está considerada de Interés Turístico, y se postula, merecidamente, para que sea declarada Fiesta de Interés Nacional.
Todo el pueblo participa en la recreación histórica. Durante los tres días en los que Monzón revive su mayor acontecimiento festivo, cientos de montisonenses se atavían de guisa templaria ¡que no consiste sólo un disfraz! porque la mayoría de los vecinos del lugar llevan todo el año preparando el atuendo, es decir: los caballeros templarios se vestirán de blanco con la capa y capucha, y con la cruz anconada roja y, para completar el aspecto ad hoc , llevan años dejándose crecer luengas barbas. Las mujeres, harán gala de ricos vestidos de encaje, con tocados medievales incluidos, que llevan confeccionando todo el año.
Pista:
Panorámica desde el castillo de Monzón. ¿Qué más hacer en Monzón? El castillo es la visita obligada, ya que está magníficamente conservado. Pocas fortalezas muestran las transformaciones y cicatrices de sus mil años de historia. A los cimientos de una primera fortaleza musulmana del siglo X, los templarios sumaron, en el siglo XII, otras dependencias y una iglesia. En 1949 fue declarado Monumento Nacional y hoy alberga un Centro de Interpretación Templario. La torre del Homenaje es un espectacular mirador sobre toda la comarca del río Cinca y acoge un pequeño museo de cerámicas y piezas arqueológicas. El itinerario tiene visitas guiadas que nos descubren los ‘secretos de palacio’, como los dormitorios y las galerías subterráneas que aún se conservan.
El castillo forma parte de la llamada Ruta del Temple –Domus Templi–, un itinerario cultural y también turístico, que lo enlaza con las fortificaciones de Peñíscola, Tortosa, Miravet y Lleida, todas ellas rebosantes de huellas templarias.
Otros sitios de interés en el pueblo son la Concatedral de Santa María del Romeral , con su peculiar fusión de estilos románico y mudéjar; la iglesia de San Juan, de estilo gótico tardío; y, como curiosidad, un belén monumental, con siete mil figuras, que instalan todos los años por Navidad.
Justas templarias en el pueblo de Monzón (Huesca). Y… ¿qué hay a la hora de la pitanza en Monzón? La respuesta a cuáles son los mejores lugares donde comer no deja lugar a duda porque cuenta con tres magníficos restaurantes, cada uno en su especialidad. Para disfrutar del tradicional y emblemático ternasco de Aragón, el sitio es el restaurante La Masía (Avda. Lérida, 56).
Si preferís degustar un menú clásico con toques modernos, lo recomendable es visitar el restaurante Masfarré del Hotel Mas Monzón (Paseo San Juan Bosco,10), ya que un entrante (como ‘milhojas de foie’), un primer plato (como ‘canelón de rape y langostinos’), y un principal ( como ‘lingote de ternasco glaseado’) llegarán a la mesa en perfecto estado de revista.
Y para sentir la emoción de un verdadero menú evolución, el lugar es restaurante El Cacao (Joaquín Costa, 28), donde Carlos y Lidia, que ya tienen un merecido Sol Repsol, ofrecen un menú degustación de 7 pasos en el que los productos autóctonos como el tomate rosa, el queso de Fonz o la longaniza de Graus cobran otra dimensión.
Tartar de tomate rosa del restaurante El Cacao. Consejo ETHERIA La Fiesta ‘Homenaje Templario a Jaime I y Guillem de Mont-Rodón’ celebrará su XXIII edición en el fin de semana más cercano al 24 de mayo de 2025.
Más información en www.monzon.es y monzontemplario.com
