Benicàssim es sinónimo de vacaciones en la playa, en ese Mediterráneo que tanto nos gusta y que da forma a la imagen más icónica del verano. Pero, en este caso, vamos más allá y os contamos qué se cuece en el festival Benicàssim Belle Époque que se celebra en septiembre. Un broche inmejorable para el verano en el que, ya os adelantamos, los trajes de los «felices años 20» son bienvenidos.
Cartel del Benicássim Belle Époque. © Turismo de Benicàssim. Que Benicàssim es uno de los principales destinos estivales en España por sus estupendas playas y por sus festivales de música no es ningún secreto. Pero, lo que a lo mejor no conoces es que esta localidad castellonense alberga un curioso y divertido festival para cerrar el verano: el Benicàssim Belle Époque . Este singular evento tiene lugar entre el 6 y el 8 de septiembre y traslada a esta fotogénica localidad a los felices años 20 con planes y actividades para toda la familia.
Qué es Benicàssim Belle Époque La arquitectura modernista que esta localidad mediterránea exhibe en las villas de su paseo marítimo es el escenario perfecto para un evento como el Benicàssim Belle Époque que traslada directamente a los dorados años 20 del pasado siglo.
En la edición de 2024, la decimotercera de este evento, se va a poner el foco en el cine de principio del siglo XX y se hace por un motivo: el 70 aniversario de la filmación de ‘Novio a la fuga ‘, una película de Luis García Berlanga que dio a conocer las preciosas mansiones modernistas que jalonan el paseo marítimo de esta localidad.
Puesto del Benicàssim Belle Époque. © Turismo de Benicàssim. Qué ver y hacer en el Benicàssim Belle Époque Lo mejor para disfrutar de este evento es recorrer (varias veces) el Paseo Bernat Artola , entre la playa Almadraba y la playa Voramar, para conocer su mercadillo y estar al tanto de los eventos culturales que rodean el evento. Durante estos tres días se sucederán recreaciones históricas, concursos de fotografía y pintura y actuaciones en directo, todo envuelto en una maravillosa ambientación.
Plano del Benicássim Belle Époque. © Turismo de Benicássim. Las villas modernistas de Benicàssim La época dorada del Benicàssim de principios del siglo XX se comprende al instante cuando se recorre su Paseo Marítimo, al que se asoman las 52 villas que se conservan de esta época y que eran las residencias de verano de la burguesía valenciana. Es muy curiosa la distribución que se hace de las mismas para recorrerlas en dos itinerarios diferenciados, pero consecutivos: la Corte Celestial (frente a la playa de la Torre de San Vicent) y la Ruta del Infierno (frente a la playa de Voramar). La primera, la zona de calles tranquilas y la segunda ocupada por villas famosas por las fiestas que en ellas se celebraban. Las dos zonas están separadas por los Jardines de Comín , conocidos como “El Limbo” y situados frente a la playa Almadraba.
Villa María, Villa Torre, Villa Victoria y Villa Pons (de arriba a abajo, izq. a dcha.). Algunas de las destacadas son Villa Victoria, de 1911, una de las más importantes de la zona del Infierno y conocida por sus multitudinarias fiestas; la enorme y preciosa Villa María, con entrada para carruajes, pérgola y cenador; o Villa Amparo, una de las más antiguas, conocida por sus perfiles verdes. Merece una mención especial Villa Elisa, una preciosa construcción que ha sido reconvertida como centro cultural. En el recorrido hay que tener en cuenta que casi todas las villas son de propiedad privada, por lo que solo pueden admirarse desde el exterior, aunque es suficiente para contemplar su arquitectura y sus jardines.
Otros lugares que visitar en Benicàssim Las bonitas playas copan toda la atención en una escapada a esta localidad de Castellón, pero hay que hacer un esfuerzo y dedicar algo de las vacaciones a conocer parte de su legado histórico y artístico. La Torre de San Vicent es uno de los lugares que hay que visitar, una torre vigía del siglo XVI que formaba parte del sistema de defensa contra los ataques de piratas berberiscos, frecuentes durante aquella época. Entre los edificios religiosos, el más destacado es la iglesia de Santo Tomás de Villanueva , en el casco histórico, construida en el siglo XVIII en estilo neoclásico y de la que no hay que perderse las obras de arte de su interior.
Torre de Sant Vicent. Para disfrutar de otro tipo de naturaleza más allá de las playas, merece la pena hacer una excursión hasta el Parque Natural del Desierto de las Palmas , ubicado a diez kilómetros de Benicàssim. Este espacio natural ofrece unas preciosas vistas panorámicas y una interesante fauna y flora mediterránea que se pueden conocer a través de sus rutas de senderismo. Además, también guarda parte del patrimonio histórico de la zona en la ermita de Les Santes y en el monasterio de los Carmelitas Descalzos, fundado en el siglo XVII, ubicado en un bonito escenario natural.
Más información:
Turismo de Benicàssim.
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