Tras los márgenes de la Ciudad Vieja de Praga se oculta otra ciudad más bohemia y llena de secretos. La majestuosa impronta de la capital checa nunca decepciona pero a pocos minutos del centro histórico se ocultan otros atractivos más esquivos que sería una pena no descubrir en vuestro próximo viaje.
Praga está llena de interesantes detalles. Ciudades como Praga representan un valor seguro en los viajes de amigas, ya que es capaz de satisfacer a las amantes de la historia, con una arquitectura reflejo de la misma; a las apasionadas de la cultura, con sus museos, teatros y óperas; a las más fiesteras, con sus clubes de jazz y discotecas; y a las que no se dejan una receta sin probar en los destinos que visitan. Como será casi imposible que en vuestro grupo de amigas sea la primera vez para todas, os proponemos organizar visitas diferentes, más originales, e incluso más sorprendentes. ¿Qué os parecería conocer lugares que están próximos al centro pero no forman parte de los circuitos habituales? Algunas tienen matices alternativos y a otras acude principalmente la población praguense.
DOX, un museo con un globo aerostático Praga es una ciudad de museos y cualquiera de sus vecindarios oculta alguno que merece la pena. El Museo Nacional, situado en un bello palacio de la plaza de San Wenceslao, es uno de los más conocidos pero no hay que dejar de visitar otros como el DOX ubicado en el barrio de Holešovice y especializado en arte moderno, conceptual y diseño. Tanto su colección permanente como la temporal, hasta septiembre se puede visitar ‘Kafkaesque’ dentro de la programación de actos que recuerdan el aniversario de Franz Kafka. Además de exhibir buenas exposiciones, también funciona como un espacio de debate abierto a las nuevas tendencias. En DOX hay que reservar tiempo para entrar en el globo aerostático situado entre dos de sus edificios. En su interior se suelen realizar proyecciones y celebrar distintos eventos. Una de sus mejores vistas se obtiene desde la terraza de la cafetería, otro rincón ideal para tomar algo y hacer un descanso. Por último, no hay que marcharse sin hacer una parada en su librería y tienda de diseño.
Museo de arte DOX de Praga. © Pepa G. Vnitroblock Nuestra segunda recomendación también se sitúa en Holešovice, se trata de Vnitroblock (vnitroblock.cz), un antiguo espacio industrial reconvertido en un lugar de ocio multifuncional. Allí se puede trabajar en un ambiente distendido en sus mesas compartidas; comer, tomar un café o una limonada en su cafetería Signature; apuntarse a una clase de arte o de baile en alguno de sus estudios; comprar artículos originales en sus boutiques; o incluso ver una película en PidiKine, la sala de proyecciones del sótano. Lo tiene todo, además de un ambiente alternativo que os enganchará. Sin duda, es perfecto para ir en grupo pero también si se viaja sola o en familia. Se encuentra entre las calles Tusarová 31 y Dělnická 32.
Si esta faceta alternativa os motiva, os interesará conocer Cross Club (crossclub.cz), un club nocturno con mucha solera donde se realizan conciertos en directo y se puede acudir a tomar una copa entre esculturas realizadas con piezas de hierro y luces de colores. Si pasáis durante el día por este lugar, la zona de café puede estar abierta, dedicad un rato a observar las esculturas de su patio porque todas tienen algún mensaje oculto.
Taller de pintura en Vnitroblock. © P.G. Torre de Televisión de Žižkov Ha sido considerado uno de los edificios más feos del planeta, concretamente el segundo, pero para gustos los colores… ¡a nosotras nos encanta! Fui construido entre 1985 y 1992 siguiendo el proyecto del arquitecto Václav Aulický y el ingeniero Jiří Kozák. Está casi en el límite de los barrios de Vinohrady y Žižkov, mide 216 metros de altura y es visible desde cualquier lugar de la ciudad. Si subís a su mirador, a 93 metros, obtendréis una panorámica privilegiada de la capital checa. Además de disfrutar de las vistas o columpiaros en sus sillas colgantes, allí también se puede comer en su restaurante y dormir en su hotel, que tiene seis estrellas pero una sola habitación.
En el exterior de la torre, no pasan desapercibidos los diez bebés gigantes del artista David Černý que gatean por sus paredes lisas. Para conocer en profundidad la obra de este controvertido escultore se puede hacer una ruta temática por la ciudad o visitar Musoleum , su nuevo museo ubicado en una antigua destilería del barrio de Smíchov.
Por último, a los pies de la torre de televisión se sitúa un antiguo cementerio judío que alberga los restos de judíos praguenses fallecidos entre finales del siglo XVII y mediados del siglo XVIII. Con el tiempo parte del recinto se fue reduciendo y usando para construir parques o la misma la torre. Por este motivo, las lápidas fueron retiradas y muchas de ellas se convirtieron en adoquines de la calle “28 Října” (28 de octubre), una artería situada entre la plaza de Wenceslao y la avenida Nacional (Národni). La entrada es libre.
Torre de Televisión de Žižkov El encanto de Nuevo Mundo (Nový Svět) A sólo unos minutos a pie del Castillo de Praga se sitúa otra pequeña gran sorpresa ya que es una barriada que suele pasar desapercibida pero que supone un shock por su arquitectura y la calma que transmite. Su nombre es Nový Svět (Nuevo Mundo) y se compone de un laberinto de callejuelas y casas medievales de diferentes tipos.
Muchas de sus viviendas conservan su nombre original, que aunque suele estar relacionado con el oro realmente en el siglo XVI pertenecía a las familias más pobres, ya que el barrio estaba ubicado en la parte exterior de las murallas del Castillo de Praga.
El Barrio de Nuevo Mundo, uno de los lugares menos visitados del centro histórico. El Metrónomo y sus vistas Es muy fácil encontrar buenos miradores que regalen vistas sorprendentes de Praga en el centro histórico pero también en los alrededores os llevaréis muchas sorpresas. Uno de los mejores y menos masificados es el situado en el Metrónomo, que es un curioso elemento situado en el parque Letna. Esta figura sustituye a otra anterior erigida en honor a JV Stalin y que fue dinamitada. La escultura actual, instalada en 1991, pesa siete toneladas y fue diseñada por Vratislav Novák para simbolizar el imparable paso del tiempo. Desde su base se puede admirar una preciosa vista de la ciudad con los puentes alineados uno tras otro. Además, desde aquí se puede iniciar un paseo por este bellísimo parque que es perfecto para pasear o para disfrutar de un agradable pícnic. Cuenta con pequeños lagos con nenúfares y algunas construcciones palaciegas.
Vistas desde el mirador del Metrónomo de Praga. Náplavka, mercado y cafés Si vuestro viaje coindice con el fin de semana, ya tenéis plan. Todos los sábados se celebra en Náplavka (Praga 2) un mercado de productores de 8 a 14 horas donde no faltan las mejores delicias gastronómicas checas. Allí podréis comprar ricos quesos, frutas, panes, dulces… todo lo necesario para daros el capricho de comer de pícnic en la isla Střelecký, un pequeño oasis en mitad del Moldava, menos popular que Kampa y bastante más tranquilo.
Y si no estáis allí el sábado, pasaros de todos modos por la zona porque allí se encuentra un buen número de bares y galerías de arte en los antiguos almacenes de la ribera del río y barcos varados donde tomar una bebida o incluso cenar algo rápido. Los atardeceres desde allí son espectaculares.
El ambiente alrededor de los bares de Náplavka es joven y agradable. Os podemos asegurar que hay vida más allá de la Ciudad Vieja y el Castillo de Praga, y eso lo comprobaréis vosotras mismas en vuestro viaje de amigas a la capital checa. Si necesitáis más recomendaciones no dejéis de escribirnos.
Uno de los rincones de la isla Střelecký. © P.G. También en Etheria Magazine
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