La Toscana, ubicada en el corazón de Italia, no es simplemente un lugar de bellos paisajes y ciudades históricas; es también una región que demuestra poseer un alma profundamente femenina. Este es el nuevo enfoque turístico que presenta este territorio para conquistar a aquellas viajeras amantes de la belleza, del arte, la naturaleza y el buen comer. Si estáis entre ellas, este destino no os defraudará.
Crete Senesi, un buen photocall de la Toscana. © Elena Rota La Toscana, esta región que ya nos ha enamorado en la gran pantalla con infinidad de películas, como “Bajo el sol de la Toscana”, “Una habitación con vistas” o “Cartas a Julieta”, está dispuesta a seguir conquistando el corazón femenino a través de nuevas propuestas enfocadas directamente a ellas. Y es que esta conexión con las mujeres no es algo que se haya inventado ahora, sino que se remonta varios siglos atrás. Ya las mujeres del Grand Tour en el siglo XVIII rompieron las barreras sociales de su tiempo y hallaron en estas tierras un espacio para la libertad.
Hoy día, esa tradición perdura y evoluciona, presentando a las viajeras una experiencia diseñada en torno a valores como la autenticidad, la seguridad, el bienestar y la sostenibilidad. La Toscana sigue siendo un destino ideal para aquellas mujeres que buscan algo más que un simple viaje: un espacio de conexión con la naturaleza, el arte, y, sobre todo, consigo mismas. Algo tan necesario en estos tiempos.
Figura de mármol. © Enrico Caracciolo La esencia femenina de la Toscana Desde sus colinas suaves hasta sus ciudades donde reina el arte renacentista, este lugar encarna una feminidad armónica y, al mismo tiempo, poderosa. Como aquellas mujeres etruscas que alguna vez habitaron estas tierras, la región desprende un carácter fuerte pero a la vez acogedor. No hay que olvidar que su trayectoria cultural está marcada por la presencia de damas que han dejado su huella en el arte, la política y el conocimiento, desde las mecenas del Renacimiento hasta las anfitrionas de los salones literarios de la Florencia del siglo XVIII. Quienes visiten hoy día este rincón encontrarán un proyecto turístico que sitúa a las viajeras en el centro, garantizando un entorno que escucha y acoge sus deseos, necesidades y aspiraciones.
“El turismo femenino en la Toscana no solo pretender ofrecer un destino italiano más, sino crear una experiencia profundamente conectada con los valores esenciales de sus pueblos y sus gentes”
Via Francigena, etapa Tappa- Abbadia -Isola -Monteriggioni. © Ciclica Por qué es un buen destino para mujeres Lo que hace que la Toscana sea un destino especialmente atractivo para las mujeres es la profunda conexión entre su naturaleza y la sensibilidad femenina. Refleja un atractivo natural que se manifiesta en su cultura, arte y paisajes, despertando en las viajeras un sentido de maravilla y admiración por la belleza. Esta sensibilidad, combinada con un compromiso hacia el turismo consciente, se traduce en una oferta donde ellas pueden explorar no solo los lugares, sino también a sí mismas en un entorno seguro, ideal para quienes viajan solas o con sus hijos .
“Las anfitrionas y las viajeras se encuentran en este lugar en un mismo nivel, compartiendo historias, cultura y emociones”
Vignoni Alta, en Via Francigena. © Enrico Caracciolo Un proyecto con valores y promesas En esta nueva campaña turística de la Toscana cuyo lema es «Bienvenidas a una tierra femenina extremadamente singular» nos ha gustado especialmente su “carta de valores”, un compromiso que se concreta en seis promesas en torno a la autenticidad, seguridad, acogida y empatía, bienestar, encuentro y sostenibilidad. Cada uno de estos valores se ha inspirado en mujeres históricas de la región, quienes, con sus vidas y acciones, personificaron el espíritu de la Toscana.
1. La autenticidad de Fortunata Sulgher Fantastici La Toscana promete ser fiel a sus raíces y compartir su identidad con las viajeras, invitándolas a sumergirse en la cultura y estilo de vida local. Esta autenticidad encuentra su inspiración en Fortunata Sulgher Fantastici , poetisa toscana del siglo XVIII, que fue aclamada por su capacidad para conectar con la élite cultural europea de su tiempo. Al igual que ella, esta región invita a las visitantes a participar en su vibrante vida cultural.
Una buena forma de recorrer la Toscana es sobre dos ruedas. © Andrea Tonti 2. La seguridad de Florence Nightingale La seguridad es un valor esencial para las viajeras, y la Toscana se compromete a ofrecer un entorno donde el respeto y la protección son primordiales. Florence Nightingale , la madre de la enfermería moderna, simboliza este valor. Nacida en Florencia, Nightingale dedicó su vida a cuidar de los demás y a garantizar que cada persona se sintiera segura y protegida. Hoy, su legado vive en la promesa de la Toscana de ofrecer un entorno donde las mujeres puedan viajar con confianza.
Montepulciano. © Alfredo Falvo 3. La acogida y empatía de Catalina de Médici La hospitalidad toscana está marcada por la empatía y el deseo de compartir experiencias. La figura de Catalina de Médici , reina de Francia y mediadora de conflictos religiosos, representa este valor. Toscana, al igual que Catalina, se abre al mundo con empatía, creando un espacio donde las mujeres de diferentes culturas se sienten acogidas y comprendidas.
Terma Etrusca, en Venturina. © Enrico Caracciolo 4. El bienestar de Simonetta Vespucci El bienestar, entendido como una conexión profunda con uno mismo y con el entorno, es otro pilar del turismo femenino en Toscana. La armonía de los paisajes, la rica herencia artística y la naturaleza invitan a la relajación y la introspección. Simonetta Vespucci , símbolo de belleza y musa del Renacimiento, encarna este valor, inspirando a las viajeras a descubrir la gracia y la serenidad que ofrece la región.
Yoga sobre el agua en Garfagnana. © Toscana Promozione Turistica 5. La colaboración de Luisa de Stolberg-Gedern Toscana fomenta el encuentro entre viajeras y mujeres locales, creando oportunidades para compartir saberes, tradiciones y experiencias. Luisa de Stolberg-Gedern , noble francesa que organizó salones literarios en Florencia, es el símbolo de este valor. Al igual que ella, la Toscana ofrece un espacio para la colaboración, donde las viajeras pueden conectarse con la cultura local de manera significativa.
Val Tiberina. © Alice Russolo 6. Las buenas prácticas de Ana María Luisa de Médici Finalmente, se compromete con la sostenibilidad , promoviendo un turismo responsable y respetuoso con el medio ambiente y las comunidades locales. Ana María Luisa de Médici , última de su dinastía, personifica este compromiso al garantizar la conservación del patrimonio artístico y cultural de Toscana. Su legado inspira el enfoque sostenible que la región adopta hoy para preservar su identidad y recursos.
Crete Senesi. © Elena Rota Un destino para mujeres del mundo Ya sea caminando por las colinas de Chianti, admirando las obras maestras del Renacimiento en Florencia, disfrutando de un baño en alguna de sus muchas termas naturales o de la hospitalidad de las mujeres locales, Toscana es un destino donde cada viajera puede sentirse como en casa (o incluso mejor).
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