La Costa Amalfitana es un destino que va más allá de la postal perfecta. Es un viaje para saborear en pareja, con calma, entre la brisa del mar y el aroma de los limoneros, donde cada parada se convertirá en un recuerdo para toda la vida.
Villa de Positano. © Sander Crombach/ Unsplash Cada curva de la carretera que serpentea la Costa Amalfitana esconde una postal de ensueño. Villas encaramadas en acantilados, terrazas de limoneros y un mar que resplandece bajo el sol. Un paisaje tan abrumadoramente bello que, según dice el escritor Renato Fucini, para los amalfitanos el Juicio Final no supondría un cambio, ya que viven en el paraíso. Recorrer la mítica Strada Statale 163, más conocida como la nastro azzurro (cinta azul), regala una experiencia panorámica única. Esta carretera excavada en la roca, de apenas 36 kilómetros, bordea la costa desde Positano hasta Vietri sul Mare. Aunque su trazado estrecho y sinuoso exige concentración a la hora de conducir, el viaje se convierte en un espectáculo constante para los afortunados copilotos, que ven desfilar ante sus ojos el azul infinito del mar Tirreno (parte del Mediterráneo), pueblos colgados de los acantilados y laderas cultivadas con viñedos y limoneros en terrazas.
El zigzagueo de la carretera regala sorpresas en cada recodo. © Christopher Chan/ Unsplash Positano, esencia de la Dolce Vita Positano es, sin duda, la joya más fotogénica de esta costa y la primera parada si llegas desde Nápoles. Sus casas en tonos pastel se deslizan por la ladera hasta toparse con la playa. Es un laberinto de calles empinadas y boutiques irresistibles donde la moda local, Made in Positano , invita a llevarse a casa un pedacito de este romántico lugar. En el centro, la iglesia de Santa Maria dell’Assunta , con su icónica cúpula de azulejos, vigila el ir y venir de los viajeros.
El glamour de Positano atrajo desde mediados del siglo XX a personajes como John Steinbeck , Jackie Kennedy y Elizabeth Taylor . Aunque ha pasado el tiempo, la ciudad sigue siendo un destino amado por el turista que busca exclusividad y lujo, con hoteles boutique de ensueño, restaurantes de autor y playas privadas donde se sirven cócteles con vistas al atardecer.
Una forma especial de disfrutar Positano es tomar una barca hasta Da Adolfo (daadolfo.com), un pequeño restaurante en la apartada Laurito Beach. En solo diez minutos, el bullicio queda atrás y la calma se instala frente a un plato de pescado fresco y una copa de vino blanco.
De Positano te enamoras a cada paso. © Nella N/ Unsplash Amalfi, historia y mar Amalfi, la que fuera antaño una próspera república marinera, conserva en sus calles el eco de su pasado glorioso. La catedral de San Andrés , cuya fachada que mezcla influencias árabes y normandas, es su gran emblema. Desde la plaza, una maraña de callejuelas y escalinatas conduce hasta miradores ocultos, y rincones donde la historia y el presente se entrelazan con tal armonía que uno nunca sabe si algo es nuevo o siempre estuvo allí.
La grandeza que se percibe en muchos detalles tiene una explicación lógica: en la Edad Media, Amalfi fue una de las cuatro repúblicas marítimas de Italia, junto a Venecia, Pisa y Génova. Su dominio del comercio mediterráneo le permitió florecer y dejar un legado arquitectónico y cultural que enamora en cada rincón.
Amalfi vista desde el mar. © Tom Podmore/ Unsplash Pero si hay un sabor que define a Amalfi, ese es el del limoncello . El cultivo de limones en la Costa Amalfitana se remonta a más de mil años, y continúan siendo el alma de este licor, imprescindible en cualquier sobremesa italiana. Las plantaciones de limoneros de la zona producen los famosos sfusato amalfitano , un tipo de limón alargado y de intenso aroma, considerado uno de los mejores del mundo. Estamos seguros de que nadie vuelve de la Costa Amalfitana sin un recuerdo con estampado de limón: ya sea un mantel, una pieza de cerámica (las vajillas son toda una tentación), un pañuelo o un delantal.
Ravello, el balcón de la Costa Amalfitana Para realizar la tercera visita de esta escapada romántica por la Costa Amalfitana hay que adentrarse un poco en el interior, ya que a diferencia de sus vecinas costeras, Ravello se alza en la montaña. Aunque el mar no se llega a olvidar, ya que sigue presente en el horizonte. Las vistas desde aquí son quizás las más espectaculares de toda la costa. Este refugio de artistas y escritores ha inspirado a figuras como Wagner , quien encontró en los jardines de Villa Rufolo la escena perfecta para su Parsifal .
Pasear por Ravello es dejarse envolver por un ambiente sereno, lejos del bullicio y más allá de cualquier problema terrenal. Sus terrazas, como las de Villa Cimbrone , parecen suspendidas en el vacío, con el mar Tirreno como telón de fondo. En verano, la música clásica invade todos sus rincones durante el famoso Festival de Ravello , un encuentro que mantiene viva la esencia cultural de la ciudad.
Ravello ha sido el refugio de grandes intelectuales y artistas como Virginia Woolf , Gore Vidal y Truman Capote . Aún hoy, la tranquilidad y belleza de sus calles y jardines siguen cautivando a quienes buscan inspiración o un remanso de paz.
Las mejores panorámicas de la Costa Amalfitana se obtienen desde Ravello. © Nella N/ Unsplash Gastronomía: delicias del mar Cuando mencionamos que visitar la Costa Amalfitana en pareja es un placer, no solo nos referimos al disfrute que se obtiene del arte, la arquitectura o la imagen de postal de sus pueblos, sino a los sabores que brindan sus restaurantes. Además del limoncello , que nos suele gustar a casi todas, la cocina local está marcada por el mar y las recetas tradicionales, sin artificios. Los mariscos frescos, la pasta casera, las hortalizas cultivadas en el entorno y los quesos artesanales son los verdaderos protagonistas de cada plato. Algunas especialidades que no hay que perderse son: • Scialatielli ai frutti di mare : un tipo de pasta fresca, similar a los tagliatelle, servida con una mezcla de mariscos y tomates frescos. Un plato exquisito. • Alici di Cetara : anchoas en salazón producidas en el pequeño pueblo de Cetara, consideradas una delicatessen en toda Italia. • Delizia al limone : un postre esponjoso y cremoso que resalta el sabor del limón de Amalfi.
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Receta sencilla de la Delizie al limone, un postre típico de la Costa Amalfitana. Los restaurantes frente al mar, las terrazas escondidas y las trattorias familiares ofrecen experiencias gastronómicas inolvidables, donde cada bocado lleva parte de la historia italiana y de la esencia del Mediterráneo.
Enamorarse de la Costa Amalfitana en solo tres paradas es muy fácil, ya que cada rincón nos transporta a un mundo romántico donde todo es posible. Si os gusta el cine, siempre es un buen plan volver a ver películas como Bajo el sol de la Toscana , aunque su protagonista no encontrara precisamente el amor en Positano; A Good Woman , una adaptación de la obra de Oscar Wilde El abanico de Lady Windermere ; Only You , con Marisa Tomei y Robert Downey Jr.; o Love is all you need , con Pierce Brosnan, filmada en Sorrento y otras zonas de la costa.
Guía Práctica de la Costa Amalfitana Cómo llegar y moverse
Desde España hay vuelos directos a Nápoles con distintas aerolíneas como Iberia, Iberia Exprés y Ryanair. Además, a precios asequibles. Una vez allí, la mejor opción es alquilar un coche para moverse por el litoral. Las carreteras son estrechas y el tráfico es intenso en temporada alta, por lo que es recomendable armarse de paciencia. Otra alternativa es utilizar el transporte público. Durante los meses de verano, hay ferris que conectan Nápoles con Sorrento, Positano y Amalfi, ofreciendo una perspectiva diferente de la costa desde el mar. Los autobuses de la compañía SITA conectan los principales pueblos de la región, aunque pueden estar abarrotados en temporada alta.
Dónde alojarse
Si te planteas visitar la Costa Amalfitana como una escapada de un día, puedes alojarte en un lugar cercano como Sorrento, donde se encuentran hoteles fantásticos como el Grand Hotel La Favorita (hotellafavorita.com), pura elegancia; el Grand Hotel Excelsior Vittoria (excelsiorvittoria.com), con vistas al golfo de Nápoles; o el Hotel Bellevue Syrene (bellevue.it), una villa histórica con el encanto de Relais & Chateaux.
Por otro lado, para disfrutar de cada una de estas poblaciones de la Costa Amalfitana con calma durante varios días, lo más recomendable es optar por hoteles boutique, como el precioso Santa Caterina (hotelsantacaterina.it) en Amalfi; Le Sirenuse, en Positano (sirenuse.it); o el Hotel Villa Cimbrone , en Ravello (hotelvillacimbrone.com). Los tres son maravillosos y muy románticos, os costará elegir uno de ellos.
Más información Turismo de Italia.
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