El Peloponeso está repleto de nombres míticos de esos que suenan a Historia antigua y leyendas. Pero también hay cabida para lugares deliciosos como Nauplia, una pequeña ciudad de la región de la Argólida griega con un precioso casco histórico lleno de bares y vida en la calle donde se te va a olvidar mirar el reloj. Un rincón perfecto para pasar unos días con tus amigas y realizar desde allí excursiones por los yacimientos y las playas de los alrededores.
La torre del Reloj en Nauplia. © Susana García Los países más visitados suelen guardar tesoros que se salen de las rutas habituales. Son lugares que te conquistan por una luz determinada, por un rincón de piedra del que brotan unas lilas o por la mesa de un café que mira, sin prisa, al mar. Por todo esto te cautiva la ciudad de Nauplia, una localidad que desvela la faceta auténtica y deliciosa de una Grecia que vive a otro ritmo. No se puede negar el valor de una ciudad como Atenas, la maravilla de las iglesias de Meteora o las relucientes y atractivas islas del Egeo. Pero Nauplia es otra cosa. Y te aseguro que te va a enamorar.
Una ciudad en un lugar mítico Para entender a esta ciudad, también conocida como Nafplio en griego, lo primero es ubicarse en el Peloponeso, un lugar repleto de nombres míticos de la Antigüedad. Situada en la región de la Argólida, en la zona oriental de esta península griega, Nauplia mira al mar desde su precioso casco histórico y su imponente fortaleza.
Calle del casco histórico de Nauplia. © Susana García Pero en Grecia la realidad y los mitos se mezclan en cada relato. Aunque la historia sitúa en la zona asentamientos prehistóricos, se cuenta que fue fundada por Náfplios, fruto de la unión del dios Poseidón con Amimone, una de las hijas del rey Dánao de Libia, que se encontraba buscando agua en la árida Argólida y fue salvada por el dios del mar del ataque de un sátiro.
En cualquier caso, Poseidón tenía que estar involucrado, ya que la importancia de Nauplia en la región le llegó por ser un puerto comercial y militar estratégico, primero durante la Antigüedad y después para los imperios bizantino, veneciano y otomano. Y su importancia como enclave histórico culminó al ser nombrada la primera capital de Grecia, entre 1823 y 1834, en los primeros años de su independencia del Imperio Otomano.
Un casco histórico de cuento A Nauplia no le pesa su historia, y su casco antiguo, que va más allá de los edificios históricos de piedra rotunda. Es, sobre todo, una ciudad disfrutona, repleta de bares, restaurantes y tiendas. Y ese carácter extrovertido de los griegos, que nos resulta tan familiar, encuentra aquí un espacio perfecto para vivir en la calle de una ciudad que recibe visitantes mayoritariamente locales durante todo el año.
El centro de todo es la plaza Syntagma que, además del edificio del antiguo Parlamento y el Museo Arqueológico, es un punto de encuentro lleno de terrazas donde tomar algo mientras los niños juegan por la plaza. Después, hay que dejarse llevar sin rumbo por las calles que la rodean, tanto en dirección a la parte conocida como Acronauplia , una zona elevada que fue el lugar de la ciudad medieval y bizantina y que alberga castillos venecianos y la conocida como torre del reloj, como del paseo marítimo, perfecto para ver atardecer.
Fortaleza de Bourtzi al atardecer. © Susana García Desde este paseo se puede ver una de las imágenes icónicas de Nauplia: la fortaleza de Bourtzi , construida por los venecianos en 1473 en medio de la bahía de la ciudad. Puede visitarse en excursiones que se organizan desde el cercano puerto o en una barca-taxi.
La fortaleza de Palamidi No hay duda de que esta enorme fortaleza, encaramada sobre una colina, es la que marca el perfil de la ciudad. Su nombre también es mítico, como casi todo en esta zona de Grecia, y tiene su origen en Palamedes, hijo de Nauplio y Klymene. Se construyó durante la segunda ocupación del Peloponeso por los venecianos, que levantaron entre 1711 y 1714 este fortín en tiempo récord para que cayera tras solo una semana de asedio de los otomanos en 1715, y también fue protagonista en la independencia de Grecia.
Vistas desde la fortaleza de Palamidi. © Susana García Su enorme estructura, es la mayor de Grecia en este tipo de fortificaciones, comprende siete fortalezas y una muralla. La zona que se visita y que ofrece unas vistas increíbles de la bahía de la Argólida y de Nauplia es el fuerte Andréas, un cuartel veneciano que recibe con el escudo del león de San Marcos. Desde aquí sacarás las mejores fotografías de la ciudad.
Las playas de Nauplia En Grecia es muy probable que durante gran parte del año te apetezca un chapuzón o, al menos, un rato de tomar el sol como contrapunto a las visitas a los yacimientos arqueológicos. Nauplia tiene una pequeña playa de cantos rodados, la de Arvanitia, a la que se puede llegar caminando desde el casco histórico. Un poco más retirada está también la playa de Karathona y, si cuentas con coche, lo mejor es acercarse a la extensa playa de Tolo , un centro turístico con todos los servicios necesarios para pasar una agradable jornada al sol.
Playa de Tolo. © Susana García Excursiones imprescindibles desde Nauplia Micenas La historia de Grecia es extensa y llena de detalles, y para conocer algunos de sus capítulos lo mejor es acercarse a los innumerables yacimientos arqueológicos que salpican su territorio. Uno de los imprescindibles en esta zona del Peloponeso es Micenas, la capital de una civilización que dominó el Mediterráneo oriental entre los siglos XVII y XIII a.C. y que ya Homero nombró en su relato sobre la guerra de Troya.
Esta fortaleza, descubierta en 1874 por el alemán Heinrich Schliemann, era el centro de la vida de las clases dirigentes de esta ciudad-estado y a ella se accede por la imponente Puerta de los Leones. Tras atravesarla, el recorrido te lleva por este yacimiento que conserva parte del círculo funerario, de las casas, del Palacio Real y de las enormes murallas que rodeaban el complejo. Pero, además del yacimiento, uno de los valores de este lugar situado en una colina es el maravilloso paisaje que proporciona de la Argólida.
Yacimiento arqueológico de Micenas. © Susana García Como la mayoría de los yacimientos, cuenta con un museo asociado que guarda algunos de los restos arqueológicos encontrados, además de una reproducción de la famosa máscara de Agamenón que se encontró aquí (la original está en el Museo Arqueológico de Atenas).
Antes de marcharse de la zona merece la pena una parada en el Tesoro de Atreo , en el extremo sur del yacimiento y fuera del recinto amurallado. Es una impresionante tumba abovedada construida hacia el 1250 a.C. y conocida como la tumba de Agamenón, aunque se sabe que no pudo ser de este rey micénico al ser un siglo anterior. Esta tumba, formada por un pasadizo de entrada que lleva hasta una cámara circular de más de 14 metros de diámetro y casi 14 de altura, está cubierta por una falsa cúpula y ha resistido el paso de los siglos sin perder su forma original. Una auténtica joya que muestra la avanzada técnica constructiva de esta civilización.
Epidauro Epidauro fue un famoso centro de curación y religioso entre el siglo VI a.C. y el siglo II. Es un yacimiento enorme, que estuvo dedicado a Asclepio , el dios sanador y que sigue en excavación. En un paseo se pueden ver los restos del santuario, del tholos donde se cree que se guardaban las serpientes sagradas y de la de la Vía Sagrada que llevaba al Epidauro de la costa, entre otros lugares de este complejo al que viajaban cientos de peregrinos buscando la curación de sus enfermedades.
Teatro de Epidauro. © Susana García Lo más famoso del yacimiento arqueológico de Epidauro es su enorme teatro , que se conserva en muy buen estado, donde todavía hoy en día hay programación de representaciones que ponen de relieve su increíble acústica. Fue construido en el siglo IV a.C. y no podrás resistir el subir a su piedra central para comprobar cómo resuena tu voz en este espacio tan majestuoso que fue también utilizado por los romanos, que añadieron las últimas veintiuna gradas.
También es imperdible su pequeño y delicado museo , con algunos de los restos más importantes, además de valiosas inscripciones y estatuas.
Península de la Argólida La mejor forma de conocer el Peloponeso y su región de la Argólida es en coche. Así se pueden recorrer esas maravillosas carreteras secundarias que suben y bajan pequeñas montañas y colinas dejando paisajes de olivos y vides rodeados de flores en primavera. Desde Nauplia, hay que tomar la carretera en dirección sureste y poner rumbo a Porto Heli , una de esas localidades con un puerto marítimo rodeado de terrazas llenas de vida, donde además se puede ver la bonita iglesia de la Anunciación de la Virgen María.
Puerto deportivo de Porto Heli con la iglesia de la Anunciación de la Virgen María al fondo. © Susana García Después, la ruta sigue pegada a la costa hasta Hermione , donde se puede dar un paseo junto al mar transparente y rodeados de pinos por el pequeño cabo que guarda la base del que fue el Templo de Poseidón. Muy cerca está una de esas playas que merecen un viaje: Petrothalassa , un lugar recóndito y precioso para dedicarse uno de esos ratitos de descanso que también deben tener cabida en un viaje. Además, en esta zona se puede cruzar en ferry a la isla de Hydra , muy cerca de la costa, y visitar la zona de Nuevo Epidauro , donde igualmente se encuentran bonitas playas para darse un baño.
Petrothalassa. © Susana García FAQ-Guía práctica de Nauplia ¿Cómo llegar a Nauplia? Lo habitual es llegar en coche de alquiler desde Atenas, que está a unas dos horas. El camino, que discurre en parte de forma muy cómoda gracias a la autopista de peaje que pasa por el canal de Corintio, una gran obra de ingeniería del siglo XIX que permite pasar a barcos pequeños y medianos del mar Egeo al mar Jónico. No dejes de parar para verlo.
¿Cómo moverse en Nauplia? Nauplia es una ciudad para pasear y cuenta con un casco histórico muy manejable. Para las excursiones descritas en el artículo es imprescindible el coche de alquiler o visitar los sitios arqueológicos en excursiones organizadas. Aquí tienes algunas propuetas:
Entradas al yacimiento arqueológico de Micenas .
Entradas al yacimiento arqueológico de Epidauro .
¿Dónde comer en Nauplia? Si hay algo en Nauplia son restaurantes de todo tipo, desde los típicos de pescado en el paseo marítimo como Bounos hasta las tabernas del casco histórico como Colegas , pasando por las animadas terrazas de la plaza Syntagma con sencillas propuestas gastronómicas y mucha cerveza. La oferta es amplia y la gastronomía griega es tan agradecida que es muy fácil encontrar un lugar que te guste.
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