Lo dejó todo atrás para recorrer el mundo. Isabel Vázquez, higienista dental y diseñadora web, ha recorrido 15.000 kilómetros en bicicleta, desde México hasta Ushuaia. A su lado, el fotógrafo Pablo García ha capturado y grabado con su cámara cada momento de este viaje transformador. Ahora les podéis seguir en Bici Salvaje y también escuchar su relato en vivo el próximo 20 de mayo en las Jornadas iati de los grandes viajes de Madrid.
Isabel Vázquez en el salar de Surire (Chile). Como todas las mujeres que pasan por nuestra sección de Mujeres que inspiran , Isabel Vázquez Evuy tiene mucho que compartir con las lectoras de Etheria Magazine. A continuación podréis leer sus reflexiones más personales, sus anhelos y proyectos. Como en todas las grandes decisiones de la vida, su iniciativa estuvo envuelta en dudas que con el transcurrir de los días se fueron despejando. No os perdáis su diario de viaje.
Cómo quiero vivir Cuando decidí emprender este viaje, mis expectativas estaban llenas de fantasías sobre los paisajes que descubriría, las culturas que conocería y la libertad que experimentaría, y así fue. Sin embargo, la verdadera esencia de un viaje de este tipo no está sólo en el destino sino en las historias que surgen en el camino: las conexiones humanas, los desafíos inesperados y, por supuesto, las lecciones que la naturaleza y la vida nos enseñan a medida que pedaleamos hacia lo desconocido.
Ahora sí, ¿por qué lo dejé todo y me fui? Lo que me impulsó fue como quien dice un llamamiento interno . Siempre había soñado con viajar durante meses por otros países o incluso trabajar y vivir en el extranjero, pero siempre había alguna excusa que me ataba. Hasta que apareció «la pregunta»: ¿Me sentiría feliz conmigo misma si muriera mañana? La respuesta estaba clara y era no. Después de aquella respuesta me empezó a invadir el miedo: algún día mi vida terminaría y no quería verme en mis últimos días con la nostalgia de lo que podría haber hecho y nunca hice. Así fue como terminé cogiendo mi mochila para irme al otro lado del mundo.
La planificación del equipaje es esencial. Así nace Bici Salvaje Unos meses antes de irme conocí a Pablo, quien me animó a seguir con mi decisión y me enseñó a tatuar para tener una fuente de ingresos en mi viaje. Unos meses más tarde quiso unirse al viaje con una condición: hacerlo en bicicleta.
Tras unos meses de preparación, cada uno en una punta del mundo, nació Bici Salvaje . Bici Salvaje no sería solo un viaje, tendría un propósito claro: documentar a través de videos y relatos los proyectos que protegen y dan soluciones a las problemáticas medioambientales y también las amenazas y los desafíos que sufren los bosques tropicales. Con esto y un par de bicis nos vimos en México, donde comenzó el viaje.
Isabel Vázquez y Pablo rodando por las tres cordilleras de Perú. Muchos kilómetros por delante Me gusta dividir el viaje en dos: Centroamérica y Sudámerica porque todo fue muy diferente. En Centroamérica descubrimos el arte de viajar e involucrarte con los locales, de ganarnos la vida, de hacernos a lo que había. Cada vez que llegábamos a un pueblo nos dábamos cuenta de que no sólo nos hacíamos preguntas nosotros, ellos también. Y así empezó una manera de viajar que realmente recomendamos. La llegada a los pueblos suponía preguntar y encontrar a la máxima autoridad, presentarnos, conocernos, hablar, contar nuestro propósito, nuestro viaje y, finalmente, preguntarles por un lugar para poner la carpa. De esta manera ellos se quedaban igual de tranquilos que nosotros.
Nuestras cámaras nos ayudaron a conseguir una cama y ducha caliente a través del trueque: durante el viaje hicimos contenido para hostales y hoteles a cambio de pasar la noche, o incluso en alguna ocasión, semanas; aprender a tatuar nos sirvió para ganar dinero cuando teníamos paradas largas en sitios turísticos y la bici nos ayudó a desplazarnos a nuestro ritmo. Vivíamos en completa libertad. Y tuvimos la suerte de conocer el amor del pueblo y conocer las culturas a través de todos los hogares que en algún momento nos acogieron, que no fueron pocos.
Parada en Ushuaia, Argentina. Más allá del Amazonas Después de un año pedaleando y grabando proyectos llegamos hasta el Amazonas. Una vez allí pensamos: ¿Y si seguimos? Y así fue, un año más tarde estaríamos llegando al fin del mundo. Continuar el viaje por los Andes puede sonar a locura, en este caso necesaria. Pedalear por climas extremos, vivir otras experiencias, paisajes, superar nuevos retos, puertos de montaña y estar lejos de la humanidad por caminos olvidados se volvieron nuestra realidad. Las nuevas rutas nos exigían mucho más que subir montañas, nos exigían climas extremos, lugares alejados, inhóspitos y autosuficiencia.
Tuve que mentalizarme fuertemente antes de empezar mi nueva ruta por las montañas, ya que en ese primer año de bicicleta no habíamos cruzado muchas. Amé las montañas, la soledad, la vida en la naturaleza alejada de lo demás. Conocí cicloviajeras viajando solas en bicicleta, parejas y gente que compartía mis mismos gustos y me hicieron sentir, una vez más, en casa.
Viajar te cambia a todos los niveles. Viajar te cambia profundamente El viaje, aunque físico, me había cambiado profundamente a nivel personal. Con todo lo que había vivido, había algo más profundo que se había transformado: la forma en que veía el mundo, las relaciones humanas y el significado de la libertad que sólo un viaje como éste puede proporcionar. Me gusta decir que este viaje me ha ayudado a entenderme y escucharme, a responder al malestar que sentía por llevar una vida que parecía mía pero que no me hacía del todo feliz.
No lleguéis a ancianas con la nostalgia de lo que pudisteis haber hecho y nunca hicisteis, con el remordimiento de pensar: ¿Por qué no me atreví a más cosas? Pero, sobre todo, no os vayáis de este mundo sin intentar, sin al menos intentar, perseguir lo que os hace realmente felices.
Autora del texto: Isabel Vázquez
En el Amazonas ecuatoriano. En la edición 2025 de las Jornadas iati de los grandes viajes os espera un programa muy completo: dos charlas presenciales gratuitas en la inauguración del 20 de mayo (Paseo de la Chopera, 6. Metro Legazpi)y 8 más durante el evento principal del 24 de mayo (Espacio Rastro) todas disponibles para ver en streaming. Y el 25 de mayo será la clausura en El Almacén de Viajes , en un ambiente distendido que todos los viajeros disfrutarán. Se puede adquirir la entrada online .
También en Etheria Magazine María Perles, la vuelta al mundo sin subir a un avión .
Marta Insausti: «Cuando me atreví a soñar sin miedo» .
Viajar sola a Taiwán, un planazo de Sania Jelic
.