Atenas es uno de esos lugares que hay que visitar al menos una vez en la vida. Caótica y mística, lejana y familiar a la vez, permite disfrutar tanto del plan cultural más interesante como de una tarde relajada en una terraza. Por sus múltiples caras y porque es imposible aburrirse en ella nos encanta proponerte un viaje a Atenas con amigas. Lo vais a pasar de cine.
Entrada a la Acrópolis a través del Propileos. © Susana García Hay ciudades que son capaces de entretejer historia, arte y diversión de una forma tan sutil que no te das cuenta de lo fácil que ha sido disfrutar intensamente de una escapada con amigas. Atenas se encuentra entre ellas por muchos motivos. Es bastante obvio que es un destino cultural por excelencia, donde la historia antigua está presente en cada rincón de la ciudad sólo con levantar la vista y mirar la colina de la siempre presente Acrópolis. Pero, además, en Atenas acompaña la vida en la calle, la deliciosa gastronomía, el ambiente a todas horas en ese centro caótico y encantador a partes iguales que se puede recorrer caminando.
Si buscas una ciudad para pasar tres o cuatro días con tus amigas ten muy en cuenta Atenas por todo lo que te vamos a contar a continuación. Y si vais a realizar un viaje más largo, podrás siempre combinarla con los paisajes y yacimientos arqueológicos del Peloponeso, con las iglesias de Meteora o con un crucero por las siempre apetecibles Islas Griegas.
Terraza en el barrio de Plaka. © Susana García Plaka y Anafiotika, el centro de todo En un viaje a Atenas con amigas lo más probable es que recorráis el barrio de Plaka varias veces, en las idas y venidas de las visitas que hagáis. Y es que Plaka es el centro de todo, ese corazón de la ciudad que muestra su lado más abierto y también más turístico. Donde se concentran los restaurantes, terrazas, azoteas con vistas a la Acrópolis y también tiendas de artesanía, joyería y souvenirs. Cuenta también con un mercado de segunda mano y antigüedades que sale de la plaza de Monastiraki y pequeñas tiendas en las calles Ermou y Kolonaki.
Antigüedades cerca de la plaza de Monastiraki. © Susana García Pegado a esta zona está el pintoresco barrio de Anafiotika , famoso por sus casas blancas y puertas azules que recuerdan a un pueblo de las islas Cícladas . Aquí os podréis hacer las mejores fotos de día y de noche disfrutar en sus numerosos restaurantes con terraza y música en directo.
La siempre presente Acrópolis En Atenas todo mira a la Acrópolis. La colina donde se ubica domina la ciudad y tanto de día como con la iluminación de noche es una imagen que os acompañará durante toda la estancia. Y no es para menos, porque la historia y los mitos que la acompañan llenan de contenido un viaje.
El Museo de la Acrópolis Es una buena idea comenzar la visita por este museo de cristal y acero inaugurado en 2008 con la firme voluntad de recuperar los dos tercios de las esculturas que adornaban el Partenón y que fueron sustraídas el embajador británico entre 1800 y 1803. Hoy en día se exponen, en su mayor parte, en el Museo Británico de Londres.
Relieves originales del Partenón en el Museo de la Acrópolis. © Susana García Mientras los espera una sala que se mantiene vacía, este museo merece mucho la pena tanto por su sorprendente arquitectura como por su contenido. Dedicado a preservar y exhibir los tesoros arqueológicos hallados en la colina de la Acrópolis y sus alrededores, su colección abarca más de 4.000 piezas que recorren la historia de la antigua Atenas desde la Edad de Bronce hasta la época romana y bizantina. Entre sus joyas más emblemáticas destacan las majestuosas Cariátides , estatuas femeninas que originalmente sostenían el pórtico del Erecteión. No os perdáis las esculturas arcaicas de la primera planta, como las coloridas Korai y estatuas de la diosa Atenea; y la última planta, orientada hacia la Acrópolis, que exhibe los relieves originales del Partenón y reconstrucciones de sus frontones, representando episodios míticos como el nacimiento de Atenea y la disputa entre la diosa y Poseidón.
El yacimiento arqueológico de la Acrópolis Tras visitar el Museo se accede directamente a pie a través de los Propileos (una monumental puerta de mármol) al yacimiento arqueológico, el más importante de Grecia y probablemente de la civilización occidental. La función de esta antigua ciudadela, que se construyó principalmente en el siglo V a.C. bajo el mandato de Pericles, era tanto defensiva como religiosa.
Columnas del Partenón. © Susana Garcia Enseguida cautiva la imagen del Partenón, ese majestuoso templo dórico dedicado a Atenea Pártenos, patrona de la ciudad, cuyas columnas y relieves aún asombran por su perfección matemática. A la izquierda, el Erecteión destaca por su famosa tribuna de las Cariátides (aquí están unas réplicas de las cinco originales del Museo de la Acrópolis y de la sexta, que se expone en el Museo Británico). Completan el conjunto el pequeño Templo de Atenea Niké y, en la ladera sur, el Teatro de Dioniso, cuna del teatro clásico griego. Una curiosidad: este yacimiento presenta su estado actual no por el paso del tiempo, fueron las bombas de los venecianos contra el Imperio Otomano (que utilizaba además el Partenón como polvorín) los que la destruyeron dejando el complejo en ruinas en el siglo XVII.
Un consejo: no hagáis esta visita a la carrera. Dedicadle el tiempo que merece, pasead, contemplad con calma las altas columnas y tratad de imaginad cómo transcurría aquí la vida en la Grecia clásica. Es muy difícil que os encontréis en otro momento en un lugar con tanto peso simbólico como éste.
Erecteión con la tribuna de las cariátides. © Susana Garcia El Ágora y el Foro Romano Cómo en el resto de las ciudades griegas, el Ágora era el corazón de la vida pública, un lugar donde se concentraban tanto templos como edificios públicos y se celebraba, además del mercado, debates políticos, juicios y celebraciones religiosas. Os podéis imaginar la importancia que tenía el de Atenas, donde enseñaron algunos filósofos como Sócrates y se sentaron las bases de esa incipiente democracia que tomó forma en esta ciudad. Algunos de sus monumentos más importantes son el Templo de Hefesto, la Estoa de Átalo, el Odeón de Agripa o el Altar de los Doce Dioses.
La Torre de los Vientos del Foro Romano. © Susana Garcia Muy cerca se encuentra el Foro Romano , muestra de la otra gran cultura clásica de la Antigüedad occidental. Se construyó en la época imperial y tomó el relevo como centro comercial y administrativo. Su elemento más famoso es la Torre de los Vientos, un curioso reloj hidráulico y meteorológico.
De Monastiraki a la plaza Syntagma Es muy probable que en esta zona del barrio de Plaka transcurra la mayor parte de vuestro viaje. El punto de partida puede ser la delicada iglesia de Panagia Kapnikarea , del siglo, XI, una de esas joyas que esconde Atenas sin darle la importancia que merece y que irrumpe en medio de la comercial calle Ermou , con tiendas de todo tipo, incluidas las marcas habituales de moda internacionales.
Paralela transcurre la calle Mitropoleos , donde os encontraréis con Mitropoli , la catedral ortodoxa de Atenas que se comenzó a construir a mediados del siglo XIX con el mármol de setenta y dos iglesias demolidas y que presenta ese interior colorido característico de las iglesias de esta religión. Junto a ella, la delicada y preciosa Mikrí Mitrópoli (Pequeña Catedral), del siglo XII, aparece como otro pequeño tesoro arquitectónico y artístico.
Mikrí Mitrópoli. © Susana García Estas dos calles desembocan en la plaza Syntagma , siempre bulliciosa y llena de historia, ya que fue aquí donde el pueblo griego obligó al rey Otón en 1843 a aceptar la primera Constitución, que marcó el inicio de la democracia moderna tras la independencia del país. Famosa también por estar presidida por el Parlamento, es famosa la Tumba del Soldado Desconocido y, sobre todo, el cambio de guardia de los evzones (soldados que la custodian) y que se produce cada hora.
Atenas desde las alturas Además de la colina sobre la que se asienta la Acrópolis, hay otras dos colinas en la ciudad que son el lugar perfecto para contemplarla. Una es la colina de Filopapo , un refugio verde en el centro de Atenas que ofrece agradables paseos por sus senderos y que era conocida en la Antigüedad como la colina de las Musas. Guarda además algunos restos arqueológicos y bonitas iglesias.
Vistas de la Acrópolis desde la colina Lykavittós.© Susana Garcia La otra es la empinada colina Lykavittós , a la que se puede subir a pie (unos 45 minutos) o en un cómodo funicular. Arriba se encuentra la iglesia de San Jorge y un teatro donde se celebra un popular festival de verano. Las vistas son espectaculares y cuenta con un bar y un restaurante perfecto para hacer una parada para tomar algo.
Los museos de Atenas Si sois de las que no entienden un viaje sin museos, y no habéis tenido bastante con el Museo de la Acrópolis, os podéis imaginar que en una ciudad con el arte y la historia de Atenas nos os van a faltar opciones. Al norte de la plaza Syntagma se ubica el Museo Arqueológico Nacional , con una muestra de piezas únicas de incalculable valor como la máscara de oro de Agamenón o el famoso Dios de Artemiso.
Y al este de esta plaza se suceden otros museos también llenos de interés. Primero encontraréis el Museo Benaki , que ofrece un completo recorrido por la historia y arte de Grecia desde la Edad de Piedra hasta el siglo XX; y el Museo de Arte Cicládico , con una preciosa colección de arte de las islas Cícladas del tercer milenio a.C. Enfrente se sitúa el Museo Bizantino y Cristiano y, detrás de este último, la Galería Nacional de Arte , con una colección de pintura y escultura griega de los siglos XIX y XX, además de obras de maestros europeos.
Guía práctica de Grecia con amigas Cómo moverse en Atenas El centro y alrededores es muy recomendable recorrerlo a pie para no perderse nada de la ciudad. Si las piernas no pueden más o se quiere visitar zonas algo más alejadas, Atenas cuenta con una eficiente red de transporte público, que incluye metro, autobuses, trolebuses y tranvía. Los billetes son válidos para todos los medios, permiten transbordos durante 90 minutos y se pueden adquirir en máquinas expendedoras o quioscos. También existen abonos de 24 horas y de 3 días, ideales para las viajeras. Además, es muy fácil moverse en taxi.
Cómo visitar Atenas Atenas es una ciudad que se puede visitar muy bien por vuestra cuenta. Es segura, está bien comunicada y no os van a faltar planes. En cualquier caso, siempre es recomendable realizar alguna visita guiada que os dé las claves artísticas e históricas necesarias para disfrutar aún más de la ciudad. Civitatis dispone de algunas como Visita guiada por la Acrópolis , Free tour por Atenas o Tour privado por Atenas .
Qué comer La gastronomía griega es deliciosa en cualquiera de sus formas y perfecta para compartir en las tabernas del barrio de Plaka y Anafiotika. Los aperitivos (meze ) son una sucesión de pequeños platos como el famoso tzatziki (yogur con pepino), hummus o cremas a base de berenjena. Después tenéis que probar la famosa musaka , el pastitsio , la gemista y los famosos y gyros .
Terrazas en el barrio de Anafiotika. © Susana García Salir en Atenas Al atardecer, la vida se traslada a los rooftops con vistas a la Acrópolis como 360° Cocktail Bar, Couleur Locale, o A for Athens, en la plaza de Monastiraki. Para una cena de lo más animada con música en directo, no os perdáis el Café Avissinia y para bailar los mejores clubes están en los barrios de Gazi y Psiri.
Qué llevar Imprescindible ropa y calzado cómodo, además de un chal o pareo para cubrir los hombros y/o piernas si se entra a un templo ortodoxo. En verano hace bastante calor, no pueden faltar gorra, crema solar y botella de agua.
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