Con un ritmo pausado, una arquitectura palaciega que invita a revivir el pasado, barriadas marineras que mantienen su esencia y un entorno natural donde vivir mil experiencias, Getxo es un destino perfecto para disfrutar de una escapada romántica en versión premium. Hoteles exclusivos, restaurantes con firmas de autor y brindis al atardecer con vistas al mar son experiencias que redondearán este viaje a la costa vasca.
Desde el Puente Bizkaia las vistas son sorprendentes. Hay ciudades que se pueden recorrer en modo turista, siguiendo las indicaciones de cualquier navegador, pero cuando se desea una escapada especial en la que la experiencia sea memorable, hay que dedicarle algo más de tiempo. En esa categoría se encuentran los viajes románticos, que suelen marcar hitos no sólo en el presente sino también en el futuro, ya que formarán parte de nuestros recuerdos durante toda la vida. Por este motivo, hemos seleccionado a Getxo como un destino perfecto para una escapada en pareja , tanto si hay algo que celebrar como si, simplemente, queréis compartir un paréntesis para disfrutar y reconectar en la costa vasca.
La ubicación de Getxo, a pocos kilómetros de Bilbao, justo donde la ría se abre paso hacia el Cantábrico, no puede ser más privilegiada, ya que permite sentir el rumor de las olas, pasear de la mano junto a palacetes y gozar de atardeceres que tiñen de oro los acantilados. En este entorno mágico, pero lo suficientemente cercano como para escaparse cualquier fin de semana, os invitamos a descubrir un abanico de experiencias exclusivas que podéis encajar en vuestro viaje según sean vuestros gustos y la época del año en que viajéis. Estos planes para dos os enamorarán aún más.
Puente Bizkaia, protegido por la Unesco desde 2006. Para amantes del romanticismo Llegar a Getxo es dejar atrás el bullicio urbano para adentrarse en una auténtica postal que comienza cruzando el Puente Bizkaia,  que fue declarado Patrimonio de la Humanidad hace casi dos décadas y que cuenta con el primer transbordador de hierro del mundo. Ascender a su pasarela superior al atardecer es un ritual que cuando se hace en pareja es aún más emocionante: desde allí, los colores parecen desvanecerse sobre la ría y el horizonte marino.
En esa primera panorámica se adivinan lugares como el Puerto Viejo de Algorta , una propuesta tentadora con sus casas encaladas, macetas con flores de vivos colores y escaleras que descienden hacia el mar y recuerdan su antigua esencia humilde y marinera. Pasear por sus callejuelas, detenerse en una taberna para brindar con un txakoli y tomar un pintxo o dejarse llevar por el ritmo pausado de los vecinos son algunas de las experiencias que ofrece Getxo con naturalidad.
También en el litoral se encuentran las Galerías Punta Begoña , uno de los espacios más singulares de la ciudad. Construidas por el arquitecto Ricardo Bastida, por encargo del empresario Horacio Echevarrieta (1870-1963), este proyecto inicial de muro de contención del acantilado se convirtió en un espacio privilegiado para disfrutar del paisaje y en lugar de encuentro de la élite local. Pero para conocer su historia y amplio anecdotario no hay nada como apuntarse a las visitas teatralizadas que organiza la Fundación Punta Begoña, y que tienen lugar los fines de semana (viernes, sábados y domingos) y festivos.
Puerto Viejo de Algorta. Comprobaréis que esas anécdotas están alineadas con otras que pudieron suceder en otro de los rincones que enamoran en Getxo: el Paseo de las Grandes Villas , cuyas particularidades se descubren caminando y sin prisa. Por el Muelle de Las Arenas y el Muelle de Arriluze se levantan antiguas residencias veraniegas de la burguesía bilbaína, con jardines frente al mar y detalles arquitectónicos que invitan a imaginar vidas pasadas. Para conocer las historias de estos bonitos palacetes de la Belle Époque, que reflejan aquella época de opulencia, sólo hay que consultar los paneles interpretativos situados frente a las casas. Algunas de estas construcciones, convertidas en hoteles y restaurantes, permiten incluso conocer sus interiores.
El recorrido puede seguir más allá del entramado urbano por el Paseo de La Galea , que regala panorámicas sobre los acantilados más imponentes de la costa vizcaína, y que os llevará a descubrir los Lugares de Interés Geológico que forman parte del Flysch Bizkaia . El sendero, paralelo al mar, invita al silencio o a las confidencias mientras vuestros pasos se acercan hasta el Molino de Aixerrota , un auténtico símbolo de Getxo que tras ser restaurado luce su mejor cara. Si acudís a última hora del día, los atardeceres desde ese punto son magníficos.
Molino de Aixerrota. Para las parejas más dinámicas y divertidas Aquellos que dicen que Getxo es la playa de Bilbao no van desencaminados, porque su proximidad (20 minutos) permite que cualquier escapada a la capital vizcaína termine con sabor a sal, ya sea cabalgando sobre las olas de las playas de Barinatxe o Ereaga, o navegando en un velero. Si sois de esas parejas que, además de romanticismo, busca un poco de adrenalina, estáis en el lugar indicado porque no os faltarán propuestas activas.
Como experiencia didáctica os recomendamos un curso de vela , aprender a navegar juntos mientras disfrutáis de la imagen de los acantilados desde el mar es algo inolvidable. Tiene una duración de cuatro horas y se imparte durante todo el año. Y si os gustan los retos, ¿qué os parecería poner a prueba vuestra agudeza mental disfrutando de un escape room en un velero ? Tendréis las cuatro horas de navegación en el velero Volans Primero para encontrar el tesoro.
Y si realmente os apasiona el contacto con el mar, os encantará una ruta en piragua  acompañados de un monitor que os contará los pormenores de la costa. Sale del puerto deportivo de Getxo y llega hasta la playa de La Bola. Remar en una piragua doble es siempre una experiencia romántica, además de una auténtica prueba de compatibilidad…
Si sois más de caballos que de barcos, tampoco hay problema porque el club hípico La Galea cuenta con rutas a caballo por los bosques de Azkorri  (1 hora), desde donde también se ve el mar pero no se corre el riesgo de mojarse. No es necesario tener conocimientos previos y puede ser divertido aprender juntos a montar.
Durante todo el año se pueden hacer cursos de vela. Para amantes de la buena vida Tanto si os gustan las experiencias tranquilas como las activas, os agradará de igual manera la exclusividad que ofrecen muchos hoteles y restaurantes de Getxo. El descanso se vive como parte de una experiencia exclusiva en el Palacio Arriluce , un cinco estrellas que encarna el nuevo concepto de lujo sereno que combina confort, historia y una hospitalidad cercana. Sus habitaciones con vistas al Cantábrico, su propuesta de bienestar y su spa son el oasis que se precisa para descubrir cada día un nuevo secreto de esta ciudad. Otro de nuestros favoritos es un cuatro estrellas situado en una casona con mucha clase: el hotel restaurante Embarcadero . Además de brindar vistas al mar, dispone de una completa carta de masajes y de belleza para mimaros en esta escapada. Podéis consultar el listado completo de alojamientos de Getxo , porque también encontraréis otras villas y hoteles que merecen mucho la pena.
Otro de los grandes placeres que se debe conocer es el de la buena cocina, ya sea en formato pintxo o en alta cocina. Getxo ofrece una amplia variedad de locales que se adaptan tanto a una comida ligera después de un paseo como si lo que se busca es un lugar especial donde gozar de una cena a la luz de las velas. En el Puerto Viejo no dejéis de hacer una parada en el bar Arrantzale , el Txomin , el Itxasbide  o el Portu Zaharra  para tomar bocados sencillos, como unas gildas, unas croquetas o unos chipirones que recuerdan que la vida sin artificios puede ser maravillosa.
Palacio Arriluce. Si por la noche os queréis dar un capricho y poneros elegantes, consultad la amplia oferta gastronómica de Getxo . Por mencionar sólo algunas opciones: en el Delaunay , el restaurante del hotel Palacio Arriluce, os esperan las recetas del chef vasco Beñat Ormaetxea que fusiona la tradición vasca con pinceladas creativas. También muy especial es Tamarises Izarra , donde el chef Javier Izarra declara su amor por la cocina vasca sin renunciar a su toque de autor. Allí podréis degustar uno de sus menús gastronómicos maridados y con vistas a la playa de Ereaga. No os perdáis tampoco las propuestas del restaurante del Palacio San Joseren , con interesantes menús para comer rodeados de belleza y detalles con glamour.
Y para alargar el recuerdo en casa tras este fin de semana tan especial, en las tiendas gourmet  y pastelerías encontraréis productos de la tierra como txakoli , sidra, alubias, pimientos, conservas, bollos de mantequilla, pasteles de arroz… Imposible no caer en la tentación.
Si estáis buscando una escapada en pareja donde cada instante merezca la pena y cada detalle sea cuidado con mimo, vuestro próximo destino es Getxo.
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Getxo a bocados, una cita exquisita con el paladar .