- Pepa G. Marín
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Elige uno de estos 10 motivos para viajar a La Siberia extremeña
- Viajar en familia
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Once pueblos rodeados de montañas, bosques, dehesas, embalses, ríos y olivares, una declaración de Reserva de la Biosfera, tradiciones arraigadas, una cocina exquisita, un cielo limpio donde brillan las estrellas y muchos motivos más justifican una visita a La Siberia extremeña. Elige tu razón favorita y sube al coche porque nos vamos a la provincia de Badajoz.
La geografía española es tan rica que espacios como la comarca de La Siberia extremeña pueden llegar a pasar desapercibidos para el viajero. Pero eso es sólo un aliciente más para hacer las maletas y poner dirección Badajoz cualquier fin de semana. Conocer la Reserva de la Biosfera de La Siberia, con sus 155.000 hectáreas de superficie protegida, y todo el entorno que la rodea es un planazo tanto si se viaja en familia como si se hace en pareja o con amigos. Amantes de las rutas naturales, del deporte, de las tradiciones, de “ir de pueblos”, y de comer bien son más que bienvenidos. Aquellos que vivan en la zona central de la Península, tardarán sólo unas dos horas en llegar. Es una excursión ideal desde Madrid, Toledo, Ávila, Salamanca o Sevilla.
Elige tu motivo para viajar a La Siberia extremeña:
1. Dar un paseo en kayak o tomar unas chuletas de lechal (o los dos)
Si te niegas a alejarte del agua incluso cuando se queda atrás el verano, tenemos una buena noticia: en La Siberia extremeña podrás seguir practicando kayak y piragua, o yendo tan ricamente en lancha. De esta manera descubrirás el embalse García Sola y llegarás hasta el dolmen de Valdecaballeros. Un plus adicional a esta salida activa es la comilona que podrás hacer después en La barca del tío Vito (Ctra. Puerto Peña, Km. 3, Peloche, Tel. 659 650 706), un restaurante donde saborear el tradicional escarapuche de Peloche (ensalada de carne asada) o unas chuletas de lechal siberiano con vistas al mar (de interior).
2. Hacer una ruta senderista
Las caminatas están aseguradas en esta comarca de Badajoz, y además rodeados de vegetación muy diversa, desde la exuberancia que muestra la Senda de la Garganta de los Acebos (SL-BA 243) hasta el monte bajo de la Senda de la Raña de los Lobos (PR-BA 174), o el camino que conduce al mirador en Pretura del Benazaire. Consulta la guía de rutas porque existen 34 rutas senderistas y seguro que encuentras una que se adapte a tus gustos y a tu capacidad física.
3. Identificar estrellas en La Siberia
Las condiciones en La Siberia extremeña para observar las estrellas son óptimas dada su poca contaminación lumínica y sus habituales buenas condiciones meteorológicas. Si viajas por libre, un buen lugar para disfrutar del firmamento por la noche es el mirador celeste de Helechosa de los Montes. Nuestra recomendación es que contrates una actividad de astroturismo o te unas a alguna porque es mucho más enriquecedor, a no ser que seas muy entendido. Si vas en otoño, existe un plus añadido, el sonido de la berrea como banda sonora. Y, para completar la escapada, puedes dormir en Las Tres Peñas (Helechosa de los Montes, apartamentoshelechosa.es) y desayunar a la mañana siguiente unas contundentes migas siberianas con tasajo, pimientos secos fritos y miel de la comarca.
4. Observar aves
¿Qué necesitas para hacer este plan en La Siberia extremeña? Mucha curiosidad, unos prismáticos y una guía de aves. La Reserva de la Biosfera de La Siberia es un lugar espectacular para observar aves dado que cuenta con numerosos hábitats. Es un placer encontrar algunas de sus 170 especies, ya sea en humedales, bosques o entornos rocosos. La ayuda de algún especialista siempre viene bien, pero si no lo más fácil es ver las grullas que acuden juntas a comederos y dormideros, gansos, etc. Este lugar acoge aves migratorias que llegan del norte de Europa buscando un clima menos extremo.
5. Salir a por setas
Que te envíen a “por setas” en La Siberia extremeña puede convertirse en una experiencia muy divertida y suculenta. En esta Reserva de la Biosfera abundan e, incluso, se organizan jornadas micológicas tan interesantes como MYCOSFERA, en torno al níscalo, en el pueblo de Castilblanco. Consulta su programa porque hay un montón de actividades, además de cocina en vivo, rutas y senderismo micológico, etc.
6. Platos y productos con sabor y tradición
Los platos y productos de La Siberia extremeña son un aliciente tan importante que incluso este punto justificaría por sí solo una visita a este lugar. ¿Qué encontrarás allí? Caldereta de cordero, migas, ajoblanco, guiso de liebre y escarapuche, entre otros platos “ligeros”. Además, tiene productos exquisitos como quesos, miel y repostería típica de sus once municipios.
📌 Restaurantes y direcciones de interés: en Herrera del Duque se encuentra La Marina (con un solete Repsol), el Mesón la Quinta Rueda con un rico escarapuche, el menú del día del restaurante Carlos I y los churros “regordos” de la churrerría Since 1996. No te marches sin probar las sepulturas, magdalenas de cajón o chaquetías de La Casa de los Dulces y las canelillas de La Extremeña. Llévate a casa también un queso de la Quesería artesanal Los Nogales; y el pan artesano que se hace en el municipio y que te durará varios días en casa.
En Puebla de Alcocer puedes comer en La Huerta después de comprar un queso de vaca Utrero (único en Extremadura). De Tamurejo no puedes volver sin los bodigos o el pan de la hermana Antonia. En Villarta de los Montes te esperan los platos tradicionales de El Andaluz; y los mejores bollos de chicharrón y candelillas en El Chorro. Las mermeladas artesanas Glasai las elabora Victoria en Valdecaballeros…
7. Historia al cuadrado
Si te gusta la historia, vas a disfrutar, ¡y mucho! En La Siberia extremeña encontrarás pinturas y dólmenes prehistóricos, castros, necrópolis, castillos… Algunos lugares que tienes que apuntar en la agenda son el dolmen y castro de Valdecaballeros, y las pinturas rupestres de Risco, Peloche o Fuenlabrada de los Montes. No dejes de pasarte por la ciudad romana de Lacimurga o de observar los dos castillos de Herrera del Duque y Puebla de Alcocer. En el resto de pueblos existen exponentes mudéjares en forma de templos y ermitas, así que tendrás que ir bajando y subiendo del coche a cada momento.
8. Adrenalina a tope
Las actividades de piragua, paddle surf o barco en La Siberia extremeña están fenomenal, pero si necesitas algo más “fuerte” puede que te interesen las rutas en todoterreno, BTT o un itinerario a caballo. No tendrás problema para encontrar alguna empresa que te proporcione todo el material u organice la actividad.
9. Vistas desde las alturas: 16 miradores
Si a ras del suelo o desde el agua La Siberia extremeña impresiona, imagina lo que es realizar la ruta de los 16 miradores que proporciona otras tantas panorámicas inusuales. Además, se puede recorrer en coche o moto siguiendo las carreteras N-502 y la N-430. Si acudes en otoño, existen dos miradores naturales donde escuchar la berrea del ciervo.
10. Fiesta de la Trasterminancia
Terminamos con uno de los planes más divertidos de La Siberia extremeña: participar en la Fiesta de la Trasterminancia. Se celebra en noviembre y trata de promover la ganadería autóctona extensiva tradicional dando a conocer los senderos que transcurren por las cañadas reales entre Tamurejo y Siruela. Además del paseo, también se organizan comidas pastoriles, se degustan dulces autóctonos y se escuchan canciones antiguas.
El itinerario de la Cañada Real de las Merinas tiene 9,5 kilómetros y cruza distintos espacios naturales. Además del paisaje, el recorrido es muy interesante porque vas acompañado de los ganaderos y de sus animales: ovejas merinas negras, y cabras veratas o cabras retintas extremeñas. Si en lugar de ir en otoño a La Siberia extremeña la visitas en otro momento, también existen otros festejos tan lucidos como la Fiesta de La Jara en Flor (abril), Los Diablucos de Helechosa de los Montes, Los Danzantes de Peloche o Los Danzaores de Garbayuela.
¿Necesitas algún motivo más para viajar a la Reserva de la Biosfera de La Siberia extremeña? Su amplia agenda festiva te proporcionará cuantas excusas precises para viajar hasta allí.
Fotos cedidas por La Siberia.
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