Orben, un rioja neoclásico
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Nuestra experta en enología, Vanesa Viñolo, nos descubre en este artículo un vino rioja perfecto para degustar en estas fechas con los platos contundentes del invierno. Y, por qué no, para acompañar alguna de las comidas o cenas navideñas.
Reconozco que antes de probar este vino ya estaba predispuesta a que me gustase. La razón, Bodegas Orben es la “mamá” de uno de mis vinos favoritos, Malpuesto, un tinto rotundo, complejo, intensísimo, de esos que no se olvidan. Así que cuando llegó a mis manos la nueva añada, la 2016 de su hermano Orben, ya había medio camino hecho. Os cuento un poco de dónde vienen estos vinos tan especiales.
Viñedos en las faldas de la Sierra de Cantabria
Bodegas Orben nació hace ya 13 años con el fin de recuperar unas especialísimas viñas viejas de tempranillo, plantadas hace 75 años en la zona de Villabuena y Laguardia. Situadas en una zona excepcional, en las faldas de la mítica Sierra de Cantabria, su directora técnica, Ruth Rodríguez, ha seleccionado entre estas 74 microparcelas que conforman Orben (y que en total suman 5 escasas hectáreas), las uvas para crear un Rioja al que me gusta definir como “neoclásico”. ¿Y por qué neoclásico? Porque aúna la tradición de la uva más característica de esta denominación histórica (de ahí le viene ese “Calificada” que solo Priorat y ella comparten), con los nuevos aires que desde hace ya unos cuantos años soplan en La Rioja. Y que se traducen en vinos hechos desde la viña, estructurados desde la fruta, profundos y con los pies en el terruño. “Riojas” que les gustan a los de “Ribera”, como me gusta decirles a mis amigos pucelanos.
Orben 2016. Tempranillo. Do Ca Rioja. B. Orben
Mis notas de cata:
Es un tempranillo de viñas viejas que, pese a su complejidad, estructura y persistencia, te lo pone fácil. Pleno de fruta roja y algo de negra, bien madurita, junto a ella encontraremos también las notas propias de su barrica (ha pasado 12 meses en roble francés), que se traducen en aromas balsámicos, de hierbas de monte y de grafito. Al llevarlo a la boca nos encontramos con un tinto bien equilibrado, sabroso, bien estructurado y largo, muy largo, lo que te permite disfrutar en cada trago.
Me lo tomo con: es un tinto perfecto para estos días fríos que nos esperan, ideal para acompañar un guiso de carne, un lechazo o un buen cocido, como hice yo.
Lo que cuesta: 19 euros.