Los Indianos, cuando La Palma se disfraza de Cuba
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Un día al año, Santa Cruz de La Palma baila al son de La Habana, sus vecinos fuman puros, beben más ron del que acostumbran y entrenan un falso acento caribeño. ‘¿Cómo está, mi amol?’, repiten mientras lanzan al aire polvos de talco y billetes. Todo forma parte de la pantomima de Carnaval de los Indianos. Es la forma que tienen de reírse de un fenómeno social que vivió La Palma a finales del siglo XIX, cuando sus emigrantes retornados de Cuba presumían de una riqueza que no tenían.

Mientras el foco mediático se dirige a Cádiz y Tenerife durante el carnaval, La Palma –‘La Isla Bonita’, pero no la de Madonna como alguna gente cree– celebra una peculiar la fiesta de Los Indianos, un evento que cada año recibe mayor atención de los viajeros peninsulares. Por eso, los palmeros repiten hoy más que nunca un mantra: que nadie altere la esencia de Los Indianos.
Te contamos todos los secretos de Los Indianos para que la disfrutes con amigas, en familia o sola. ¿Calará en ti el misterioso ‘efecto La Palma’?

Los Palma, una mezcla explosiva
Descifrar el alma de la isla pasa por entender que los palmeros han heredado el carácter pacífico de sus indígenas auaritas, aunque eso no impide que también sean buscavidas por su pasado marinero y pirata. La elegancia de Santa Cruz, su capital, refleja el importante papel que desempeñó La Palma en la era colonial. A este cóctel hay que añadir que la isla vive, como todo el archipiélago canario, en una eterna primavera. En Etheria Magazine ya te advertimos del peligro adictivo que tiene Por qué no olvidarás jamás La Palma, la isla más adictiva y alternativa de Canarias .

Los Indianos. Cronología de una parodia
Miles de palmeros se embarcaron allende los mares a finales del siglo XIX para buscar un futuro mejor al otro lado del Atlántico. Muchos volvieron de Cuba con un gran patrimonio, trajeron semillas de tabaco cubano –de ahí la calidad de los puros palmeros– y llenaron sus campos de plantaciones y de pequeñas fábricas de ron que dinamizaron la economía de la isla.
Sin embargo, otros vecinos volvieron de su exilio caribeño con una mano delante y otra detrás.

Aquellos palmeros que no triunfaron económicamente al otro lado del Charco prefirieron disfrazar su ‘fracaso’ vistiendo elegantes ropajes de lino blanco, luciendo ostentosas joyas y fumando carísimos puros habanos. Un ‘dime de qué presumes y te diré de qué careces’ en toda regla. El clásico del cine español ‘Vente para Alemania, Pepe’ (1971) refleja muy bien esa necesidad del emigrante de aparentar éxito al retornar a su patria. Este fenómeno social fue motivo de representaciones teatrales cómicas en La Palma desde los años veinte, pero no fue hasta el año 1966 cuando la imitación del indiano aparentón se llevó a cabo, por primera vez y por iniciativa de los vecinos Yolanda Cabrera y Alfredo Pérez Díaz, durante el carnaval.

A partir de entonces, cada lunes de carnaval, los palmeros se disfrazan de Indianos para recordar jocosamente a aquellos emigrantes retornados.

Por la mañana, ‘La Espera’
El empedrado de la Calle Real de Santa Cruz de la La Palma comienza a recibir Indianos desde primera hora de la mañana, cuando el pop, el rock y el reggaetón actual se olvidan para cantar y bailar Guantanamera, Chan Chan, Al carnaval palmero me voy… El ritmo de las guajiras nace de la Plaza de España, en pleno casco histórico de Santa Cruz, donde desde el año 1992 se celebra ‘La Espera’, el momento más emocionante del día.
Los palmeros aguardan al desembarco de ‘La Negra Tomasa’, el personaje que inaugura la fiesta.
A mediodía, el palmero Víctor Lorenzo Díaz Molina, apodado cariñosamente ‘Sosó’, descubre ante el público una placa que anuncia ‘Plaza de La Habana’ mientras menea su pompis postizo al son de una banda que interpreta habaneras carnavalescas junto a la iglesia de El Salvador. Sosó, año tras año, no puede contener su emoción. Lleva veintisiete carnavales encarnando con orgullo el papel de ‘La Negra Tomasa’, que simboliza la inmigración de cubanos que vivió la isla.

Es sumamente importante la teatralización de todo el suceso: ‘La Negra Tomasa’ desembarca en el puerto de Santa Cruz y hace ver a todo el mundo que viene de Cuba tras una larga travesía por el Atlántico. Al mismo tiempo, un speaker anuncia en la Plaza de España cuánto tiempo queda para que ‘La Negra Tomasa’ llegue al corazón de la fiesta. A partir de ese momento, Santa Cruz de la Palma se convertirá oficialmente en La Habana.
La música, el acento, el ron, los puros habanos… Todo forma parte de una divertida y gran parodia.

Ármate de provisiones en Los Indianos
En España somos dados a embadurnarnos durante las fiestas patronales con lo que sea, véase vino, agua, espuma o tomates. La fiesta de Los Indianos no es una excepción. Los polvos de talco conforman una parte esencial de esta celebración y, aunque parezca lo contrario, no incordian excesivamente. Los polvos forman una nebulosa en el aire sin la que no puede entenderse este día, por eso, debes tener presentes ciertas precauciones, como forrar con papel film el teléfono móvil para que no sufra daños y dejar la cámara fotográfica en casa para disfrutar ‘analógicamente’ la fiesta, como antaño, sin preocuparte por mostrar al mundo lo bien que te lo estás pasando. Quizá este sea uno de los secretos de la autenticidad de Los Indianos.

El origen del uso de polvos de talco en las fiestas canarias no es baladí, aunque sí un misterio.
Francis Coleman Mac-Gregor, el cónsul británico en Tenerife, escribió a comienzos del siglo XIX: “Jóvenes a pie y a caballo recorren en tropel las calles y empolvan a los que se encuentran a su paso con polvos de tocador”. Otras historias cuentan que un navío repleto de harina apareció varado en el puerto de Santa Cruz y que en él se adentraron multitud de niños para jugar durante días, comenzando así esta tradición.

El desfile de las cinco de la tarde inicia la mayor representación colectiva con la aparición de cañones gigantes que expulsan –cómo no– más polvos de talco y enormes barcos de cartón piedra que ‘navegan’ sobre el empedrado de la Calle Real hacia la Plaza de la Alameda.

La previa: Los Indianitos
Ese olor tan característico a polvos de talco está presente en las calles de Santa Cruz desde el día anterior a la gran fiesta, cuando las batucadas recorren la Calle Real hasta la Calle Lemus y los más pequeños de la casa lanzan sus primeros polvos de talco. Talleres temáticos y mucha percusión –¡siempre hay música!– forman parte del ritual de Los Indianitos, una versión mini de Los Indianos, pero pensada y adaptada para el público infantil.

Una propuesta
Si no llegas a tiempo para acudir a la cita carnavalesca, la isla celebrará a principios de julio otra gran fiesta –radicalmente diferente– que se conmemora una vez cada cinco años: La Bajada de la Virgen de las Nieves y la Danza de los Enanos. La festividad dura dos semanas en las que Santa Cruz de la Palma se transforma por completo. Los actos religiosos se alternan con los paganos y todos los vecinos se involucran en la organización de estos históricos festejos.
Reserva cuanto antes alojamiento y vuelos para no perderte el carnaval más entrañable de España. Iberia Express opera entre Madrid y La Palma de forma directa y diaria.
En la web oficial de Visit La Palma encontrarás todo tipo de información práctica para organizar tu próximo viaje a la isla.
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