Ruta en coche con amigas en Gales
- Viajar con amigas Estilo de vida Ocio
- Se lee en 7 minutos
Castillos, valles, playas, acantilados, pueblos coquetos y una capital, Cardiff, elegida como la ‘más sociable’ de Gran Bretaña, hacen de Gales un destino perfecto para viajar en coche con amigas.

Que su nombre signifique ‘país de los forasteros’ es una prueba de la buena acogida de los galeses a sus huéspedes. La costumbre de recibir gente no es nueva, se remonta a cuando la bahía de Cardiff, antaño bahía del Tigre, era uno de los puertos más relevantes del mundo. No te pierdas este bonito rincón de Gran Bretaña y planea una ruta en coche por Gales con tus mejores amigas.
Descubrir Cardiff
Gracias a su excelente situación costera, de sus muelles salía la mayoría del carbón exportado en el siglo XIX. Durante esa época de bonanza, su benefactor, John Crichton, tercer marqués de Bute, edificó muelles y levantó empresas, ganándose el apodo de ‘Creador de la moderna Cardiff’.
No duró mucho la dicha. A finales del siglo XIX, cuando abrieron los muelles de Barry, que contaban con una empresa de ferrocarriles, la bahía del Tigre pasó a un segundo plano y acabó en el olvido tras los estragos sufridos en la Segunda Guerra Mundial. Un olvido temporal, ya que dos de los edificios más impresionantes del Reino Unido han venido a sustituir su grandeza pasada en el Mermaid Quay (muelle de la Sirena), en plena bahía.

El que más llama la atención es el Millenium Centre, obra de Jonathan Adams, que hoy alberga ocho instituciones culturales galesas. Su estructura de bronce oxidado emula un armadillo perforado por citas que en galés rezan ‘Creando verdad como el cristal en el horno de la inspiración’ y en inglés ‘En estas piedras cantan los horizontes’.
El Parlamento le acompaña en situación y prestancia con su alegoría de una gigantesca ola y un árbol gigante en su interior. Es de madera flexible canadiense y bajo el mismo, en las entrañas de sus raíces, se reúne el Parlamento en el afán de que lo que allí se decida emane de lo más profundo.
Un paseo en barco
La mejor manera de empezar a disfrutar de los atractivos de Cardiff es subir a bordo de uno de los barcos turísticos de la bahía de Bristol, frente al hotel cinco estrellas de St. David´s, todo un clásico de acero y vidrio, remodelado en un lujoso alojamiento con spa de primera y un cotizado restaurante, The Admiral.

Durante la navegación se contempla, a orillas del río Taff ,el estadio Principality, la catedral del rugby galés, donde el Real Madrid ganó la Liga de Campeones 2017.
El pasaje desembarca en el parque de Bute donde están los jardines del extravagante y didáctico Castillo de Cardiff, donación de los descendientes del tercer marqués de Bute a la ciudad para su disfrute público. Entre otras maravillas se encuentran una biblioteca, con citas del marqués en algunas de las lenguas arcaicas que dominaba; un saloncito de fumadores, con inquietantes figuras del horóscopo matizando las esquinas; y un cuarto de niños, con mosaicos de personajes de cuentos infantiles, casa de muñecas y un caballito balancín. Jardines árabes y patios escondidos también aparecen en cada recoveco de la fortaleza.

Al salir del castillo, con solo cruzar la calle, se entra en Queen St., adornada con los estandartes del dragón galés y centro de reunión de la capital, lleno de cafés, tiendas y restaurantes.
En Queen St. nacen muchos de los arcos que han bautizado a Cardiff como ‘Ciudad de las arcadas’, donde se esconden cautivadores comercios, mercados y anticuarios.
Museo Nacional de Cardiff
Para conocer la trayectoria del país galés es ineludible la visita al Museo Nacional de Cardiff en Cathays Park, que guarda también una maravillosa muestra de pintura impresionista con cuadros de Van Gogh, Cézanne, Monet… y El Beso de Rodin. Vecinos del museo, sin salir del parque, son la Universidad y el Ayuntamiento, que aseguran que es el más bello del Reino Unido.

Recorriendo la costa galesa
Es conveniente realizar un alto en el camino en vuestra ruta en coche por Gales para visitar el Jardín Botánico Nacional de Gales, en Carmarthenshire, que cuenta con un invernadero acristalado, obra de Norman Foster. Y a partir de aquí comienza la aventura. Y digo aventura porque las carreteras se convierten en senderos rodeados de arbustos donde solo cabe un coche aunque esté permitido el doble sentido.
Laugharne y alrededores
Este ‘pequeño detalle’ que hace la excursión aún más seductora, se dulcifica cuando al final de la vereda aparece un pueblecito típicamente británico con sus casas de piedra, la gente paseando al perro o tomando el té y, si es domingo, el mercadillo obligatorio de antigüedades.
Es Laugharne, que Dylan Thomas eligió como “su lugar en el mundo” y allí escribió su magna obra Bajo el bosque lácteo, a pesar de juzgarla como la ciudad más extraña de Gales, una ciudad fuera del tiempo, bella y loca.
Pasó más de diez años escribiendo en su ‘boat house’ y bebiendo hasta la saciedad en el hotel Brown acompañado de su esposa Caitlin Thomas; y donde también brindaron a su salud Burton y Taylor, Peter O´Toole e, incluso, el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles, Carlos y Camilla.

Parque Nacional de Pembrokeshire
Déjate sorprender por los catorce encantadores pueblos y cincuenta y ocho playas solitarias del Parque Nacional de Pembrokeshire, bordeadas por acantilados, cuyas vistas alcanzan el pueblo de Tenby.
Llega el tea o’clock y nada como tomarlo en uno de los tea-rooms cercanos a la capilla de St. Govan’s, emparedada entre los acantilados del Parque Nacional de Pembrokeshire, para luego disfrutar del ocaso desde la playa de Broadhaven o Baranfundle Bay. Volviendo a los pueblecitos costeros, Solva tiene un llamativo puerto de yates y casas que parecen de muñecas por lo detallista de sus remates.

St. David’s
El que se precia de ser el asentamiento más pequeño del Reino Unido se presenta casi al final del recorrido de esta ruta en coche por Gales, escondiendo, cual matrioska, un pueblo en otro. El St. David’s actual, galés donde los haya, es recoleto y tranquilo. El antiguo se compone de una imponente catedral y los restos del castillo donde los habitantes celtas se refugiaban de los ataques vikingos.

Para sentir la historia de St. David’s en primera persona hay que alojarse en el Roch Castle Hotel, castillo remozado cuyas seis suites cuentan con objetos históricos genuinos. El arte moderno, por su parte, adorna las zonas comunes con aires minimalistas. Desde sus terrazas se alcanza una amplia panorámica de la costa de Pembrokeshire.
Antes de dar por finalizado el trayecto costero de Gales, es imprescindible asomarse al faro de Stumble Head para contemplar una de sus más espectaculares postales.

CONSEJOS ETHERIA
Cómo llegar y moverse
Puedes llegar a Cardiff desde España con vuelo directo (Ryanair desde Barcelona y Málaga, consulta otros aeropuertos) y con escala, entre otras compañías, con KLM y Air France. La mejor forma de recorrer Gales es por carretera, aunque hay que tener en cuenta que allí se conduce por la izquierda. Avis, con oficina en el aeropuerto, cuenta con buenas ofertas.
Dónde comer
Chapel 1877. Esta capilla victoriana, decorada con candelabros y vidrieras, alberga un restaurante especializado en solomillo y lenguado. Cardiff.
Restaurant Blas at the Twr y Felin Hotel, AA Two Rosette año 2017-18. Hotel hermano de Roch Castle, ofrece un exquisito menú estacional de gastronomía galesa. St. David’s.
Hotel Browns. No se puede dejar Gales sin tomar una espesa pinta brindando por el matrimonio Thomas en el lugar donde tantas veces ellos alzaron la copa. Laugharne.
Excursiones y visitas guiadas
- Free tour en Cardiff y excursiones en Gales desde 0 €.