Viajar nos gusta en todas sus formas, incluso en las que no implican desplazamientos y se pueden realizar con la imaginación. Una herramienta poderosa para soñar y trasladarnos con la mente a lugares lejanos e, incluso, a otros momentos históricos es la Literatura. En este artículo te proponemos diez libros para viajar a través de sus páginas, otra forma estupenda de descubrir el mundo.   
Leer es otra forma más de viajar, en este caso con la imaginación. © Matias North La literatura tiene muchos poderes, el principal es entretener y, en el mundo digitalizado y frenético en el que vivimos, ofrecernos un espacio de calma y reflexión. Otro de sus superpoderes es poder viajar en el espacio y en el tiempo y, así, llevarnos a paisajes lejanos en alguno de los momentos claves de su historia. En este artículo hemos hecho una selección totalmente personal de diez novelas que evocan otros lugares y otros tiempos porque hay tantos libros que te llevan de viaje sin moverte del sofá que no tendríamos artículos en Etheria Magazine para contároslos.
Dublín en ‘Ulises’ de James Joyce Si hay una ciudad retratada al detalle en una novela esa es Dublín en el célebre ‘Ulises’  de James Joyce. La historia, que se desarrolla en un único día, el 16 de junio de 1904 (conmemorado con varios eventos año tras año en la ciudad), sigue los pasos de sus tres protagonistas, Leopold Bloom, Stephen Dedalus y Molly Bloom, por las calles, puentes, tabernas e iglesias de esta ciudad en un recorrido preciso y minucioso.
Completa edición de ‘Ulises’ de Lumen publicada con motivo del centenario de la novela. Tal y como está estructurada la novela, cada barrio de la ciudad representa una faceta diferente del alma de Dublín, desde la vida popular y el humor de las tabernas hasta la tradición de los espacios religiosos. Y hay que tener en cuenta que Joyce escribió esta novela en el extranjero, en la lejanía, desde donde el recuerdo de su ciudad está tan presente que siente la necesidad de hacer de ella el centro de su obra más célebre.  
Tokio en ‘Tokio Blues’ de Haruki Murakami La novela ‘Tokio Blues’  (cuyo título original es, sorprendentemente, Norwegian Wood ) tiene a Tokio no sólo como el marco de la trama, sino también como el elemento que da forma a la historia, a sus personajes y crea el tono emocional de la novela. El Tokio que crea Murakami es ambiguo, solitario, deshumanizado y vibrante; también es reflejo del protagonista, Toru Watanabe, y de la generación que encarna.
‘Tokio Blues’ editada por Tusquets y disponible en Amazon. Con la lectura de esta novela viajamos a ese Tokio moderno, lleno de ruido y movimiento, de finales de los sesenta del siglo pasado que contrasta con algunos de los espacios interiores, como el campus universitario, donde la rutina y el anonimato de los estudiantes representan la soledad del protagonista.
Alejandría en ‘La vieja sirena’ de José Luis Sampedro La Alejandría en decadencia del siglo III es el escenario perfecto para esta fabulosa historia de amor y mitología de una sirena que se convierte en mujer por amor. Leyendo ‘La vieja sirena’  se viaja a las intrigas, las costumbres y las diferencias sociales de una Alejandría que en ese momento histórico era la capital de una de las provincias del Imperio Romano.
‘La vieja sirena’ es una historia de amor y mitología en el Egipto romano. Esta importante ciudad portuaria aparece como un auténtico crisol de culturas donde se mezclan religiones y filosofías, pero también el antiguo esplendor de la etapa helenística, ya en decadencia, con los nuevos modelos que trajo la administración romana. Y en medio de esta ciudad en crisis que ha perdido su identidad, surge el espacio ideal para el desarrollo de la parte mítica de la historia en el maravilloso personaje de Glauka, la sirena protagonista.
Kerala en ‘El pacto del agua’ de Abraham Verghese El estado de Kerala y sus canales son igual de protagonistas en la novela ‘El pacto del agua’  como la saga de cristianos de Santo Tomás (una comunidad histórica de Kerala) que se retrata a través de tres generaciones. A través de esta familia se viaja al sur de la India entre 1900 y 1977, unas décadas clave en la historia del país.
‘El pacto del agua’ traslada a Kerala a lo largo del siglo XX. La atmósfera densa y lírica que envuelve a esta trama familiar se consigue con ese paisaje exuberante que se debe a los monzones y al agua en todas sus formas: en la lluvia, en los canales, en las lagunas… Fluyendo, estancada y deseada en la temporada seca. Y, en ella, el destino y la superstición de esta familia en la que al menos un miembro de cada generación muere ahogado y que se enmarca en esa India que pasa del colonialismo a la independencia, del sistema de castas más intransigente a la modernidad, con referencias a figuras históricas como Gandhi.
Nueva York en ‘La edad de la inocencia’ de Edith Wharton La novela ‘La edad de la inocencia’  nos lleva al Nueva York de la década de 1870, un momento clave en la historia de la ciudad y que marca el paso de la rígida etapa de convenciones sociales y apego a la tradición conocida como The Gilded Age  a la nueva sociedad formada con la llegada de los llamados “nuevos ricos” procedentes del mundo industrial, que transformaron las costumbres y las relaciones sociales.
‘La edad de la inocencia’ editada por Austral y disponible en Amazon. En esta obra la ciudad representa el mundo rígido y opresivo en el que se mueve la élite social, encarnado en sus protagonistas Newland Archer y May Welland, donde los suntuosos hogares de la Quinta Avenida son más una cárcel fría que un hogar. Y el contraste llega con la figura de Ellen Olenska, que representa la libertad y autenticidad, pero también el caos moral de Europa.
El epílogo de La edad de la inocencia  da un salto temporal hasta principios del siglo XX, donde se percibe tanto la transformación de sus protagonistas como la de una ciudad que ha roto las barreras de esa élite con la llegada de la New Money,  esos nuevos ricos que simbolizan el fin de esa “edad de la inocencia”.
Cartagena de Indias en ‘El amor en los tiempos del cólera’ de Gabriel García Márquez Este clásico de la literatura universal es capaz de trasladarnos ya desde las primeras páginas a la Cartagena de Indias de finales del siglo XIX y principios del XX sin nombrarla directamente. Pero García Márquez sí la describe, en sus calles coloniales, en el puerto, en las murallas y en los baluartes, además de mostrar sus distintos espacios, tanto en los que se relaciona la nobleza y la burguesía, como en los arrabales y manglares de la periferia, donde se ubica el mundo de los pobres y de los amores clandestinos.
Preciosa edición ilustrada de Random House de ‘El amor en los tiempos del colera’. Cartagena de Indias se presenta en ‘El amor en los tiempos del cólera’  como una ciudad atascada en el tiempo, decadente, que es símbolo de la obstinada espera de Florentino Ariza por Fermina Daza que resiste en esa ciudad detenida en el tiempo incluso en medio de una plaga de cólera. Como en la mayoría de las novelas de García Márquez, el espacio aquí huele a Caribe: al mar, a los manglares y a las flores que todo lo adornan pero que también se pudren con rapidez.
Kenia en ‘Memorias del África’ de Karen Blixen Si hay una novela que nos evoca inmediatamente un lugar esa es ‘Memorias de África’,  de Karen Blixen, gracias en parte a la poderosa influencia de su adaptación cinematográfica. Escrita en primera persona por esta baronesa, que se refugió en el seudónimo de Isak Dinesen, esta obra es un viaje a la Kenia colonial de principios del siglo XX, algo clasista y paternalista, es cierto, pero no hay que olvidar que refleja el sentir de la aristócrata de una época en decadencia.
Alfaguara lleva a la portada de su edición de ‘Memorias de África’ a los protagonistas de la película. En el relato es tan protagonista la historia romántica con Denys como el amor que siente la protagonista por su granja y su relación con la tribu local, los kikuyu. Y, para reflejar esa relación que establece con Kenia, la autora utiliza un lenguaje poético y evocador que romantiza en cierta medida la dureza de trabajar en las praderas africanas en un momento tanto de conflicto internacional (la Primera Guerra Mundial) como social, por la relación entre los colonos ingleses y la población local.
Venecia en ‘La Muerte en Venecia’ de Thomas Mann Viajar a la Venecia decadente de la Belle Époque es posible gracias a la genial novela de Thomas Mann ‘La Muerte en Venecia’,  uno de esos clásicos que no pueden faltar en tu lista de lecturas. En ella, el protagonista, Aschenbach, un artista disciplinado que se ve arrastrado por una pasión irracional, se refleja en esa Venecia que vive volcada a la belleza y al mundo artístico al mismo tiempo que es una ciudad en descomposición, que se muestra en la contaminación de sus canales y en la llegada del cólera, que las autoridades tratan de ocultar y que refuerza la idea de una corrupción que todo lo alcanza. 
Bonita edición de Contempla de ‘La Muerte en Venecia’ con ilustraciones de Ángel Mateo Charris. En la novela, Venecia aparece descrita con gran precisión y el autor nos lleva a pasear por la plaza de San Marcos, por la laguna, por los canales y por la zona del Lido. Es un lugar para la contemplación estética, del mismo modo que Aschenbach se deja llevar irremediablemente por el deseo de la contemplación obsesiva del joven Tadzio.
Transilvania y Londres en ‘Drácula’ de Bram Stoker La imprescindible novela ‘Drácula’  de Bram Stoker (y no, no vale sólo con haber visto la película) nos lleva a dos lugares que aparecen como antagonistas a finales del siglo XIX: Transilvania , como símbolo del Oriente desconocido y anclado en el pasado; y Londres  en su época victoriana tardía, que representa la modernidad y la racionalidad, pero también la tensión entre ciencia y religión y el temor por la pérdida del dominio británico frente a lo extranjero.
Hay numerosas ediciones de ‘Dracula’ disponibles en Amazon, ésta es de Austral. El principio y fin de la novela nos lleva a esa Transilvania supersticiosa y llena de mitos, donde es posible un personaje como el conde Drácula, a través de paisajes oscuros con animales salvajes, niebla y aldeas perdidas. Como contrapunto, el orden victoriano de una Inglaterra de la que se muestran los avances técnicos alcanzados en la época como telegramas, fonógrafos, análisis médicos… Un viaje apasionante por dos culturas que aparecen como diametralmente opuestas.
Los páramos ingleses de Yorkshire en las novelas de las hermanas Brontë Para visitar las enormes planicies de Yorkshire literariamente, se debe hacer referencia a dos libros de las hermanas Brontë. ‘Cumbres Borrascosas’,  de Emily Brontë, enmarca en este lugar la historia de amor entre Heathcliff y Catherine, y son también el escenario del autodescubrimiento de la protagonista de ‘Jane Eyre’,  de Charlotte Brontë. En ambos libros, estos páramos ventosos y algo inhóspitos son símbolo de la naturaleza indomable de los protagonistas de Cumbres Borrascosas  y aportan la soledad que necesita Jane Eyre  para renovar su vida.
Ediciones muy cuidadas de ‘Cumbres borrascosas’ y ‘Jane Eyre’ de Alianza Editorial. Para las hermanas Brontë, que crecieron aisladas en Haworth, los páramos eran fuente de inspiración y refugio, que se plasmó después en la fuerte presencia de este lugar en sus obras y en la conexión que tenían sus personajes con la naturaleza.
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