Con un directo apabullante y dos discos muy maduros en la mochila, la cantante ilicitana Alba Reche ha cerrado su gira ‘La Pequeña Tour’ con un público rendido a golpe de emociones. Esta artista confirma que la ternura puede convertirse en una fortaleza y en una filosofía de vida. Por Mariano Velasco Fotografías: Silvia Peydró @photopey_
Alba Reche en la Sala La Riviera de Madrid. En el arte, como en el amor, la ternura es lo que da la fuerza”. Es una frase demasiado buena para ser obra de un simple cronista como quien suscribe. Pertenece nada menos que a Oscar Wilde, no me la pensaba agenciar. Pero me viene al pelo utilizarla como inicio de esta crónica pensando en lo que a uno le da vueltas y más vueltas en la cabeza cuando escucha cantar a Alba Reche: el poder que tiene la ternura.
La letra de ‘El desarme ‘, el tema con el que Alba Reche cierra sus conciertos, dice cosas como esta: “quédate, no quiero que te vayas, te di todas mis armas…” Y parecería con ello que esta mujer, de apariencia tierna y frágil pero que se crece como pocas encima de un escenario, anduviera por la vida desarmada, sufre que te sufre, la pobre. Nada más lejos de la realidad.
¡Ojito con Alba Reche! Porque guarda bajo el brazo el arma poderosísima de la ternura.
Alba Reche abrió su gira 2021 en Madrid. Lleva la ternura por bandera, y así lo ha demostrado en esta corta pero intensa gira que ha sido La Pequeña Tour , con la que ha recorrido Madrid, Barcelona, Benicassim, Benidorm, Canarias y, finalmente, Valencia, donde el jueves 30 de septiembre cerró la gira en la que ha repasado los temas de sus dos trabajos, Quimera y La pequeña semilla , en los que es posible explorar mil y una formas de ternura.
Ternura, sororidad y ‘soft power’ “Qué manía tengo con irme con temas tristes, macho”, soltó con gracia en Valencia antes de despedirse de su público con “El desarme”. Alba Reche demuestra que haríamos muy mal en despreciar o infravalorar la ternura y que esta no ha de ser siempre sinónimo de melancolía, y menos de fragilidad. ‘La Culpa ‘, una canción que define a la perfección a esta joven artista, es la mejor prueba del soft power que se gasta Alba Reche. Por su contenido y por la manera en que la canta. “La culpa es mía” dice con tono tan tierno y apesadumbrado que te dan ganitas de abrazarla. Pero a continuación te suelta la jodía un “te recuerdo que dormías en mi cama” con toda la rabia de la que es capaz, y uno va y piensa en quitarse de en medio por si acaso, no vaya a ser que.
Alba Reche en el concierto de Benidorm. Alba Reche echa mano sin tapujos de esa ternura que la caracteriza cada vez que se dirige en sus conciertos a quienes ella gusta llamar “mis mujeres”. Su discurso de sororidad , que repite en todas y cada una de sus actuaciones, se viene bien arriba con semejante armamento.
Prueba de ello es ‘Lux ‘, uno de los temas de Quimera que mantiene intocable en su gira y que habla de aquella mujer maltratada, una más de tantas, que “era tan bonita, que cayó al alba”.
Y lo mismo cuando generosamente se presta a dar una oportunidad a otros artistas emergentes, como hizo en Valencia al presentar a Jimena Amarillo. O al compartir escenario y canción con figuras ya consagradas, como Danny Ocean en Madrid (‘Me rehúso’ ) y Natalia Lacunza en el Share Festival de Barcelona (‘Aura’) . “Espero verte feliz aunque sea sin mí”, se cantaron la una a la otra.
Concierto de Alba Reche en Madrid. Sensualidad, amor, diversidad La versión más beligerante de su ternura empoderada aparece en el ‘A cuchillo pero con amor ‘ de “Medusa” o en el ‘Si me vas a matar más te vale que muera, si me vas a morder más te vale que duela ‘ de “Eco”, ambos de su primer disco. Y nos la volvemos a encontrar en su faceta más “desarmada” en otros dos temas que no han dejado de sonar durante la gira: ‘Niña ‘, una entrañable mirada a su propia infancia, y ‘Escúchala ‘, concebida para dos voces (en el disco con los Çantamarta), pero con la que Alba Reche hace en sus directos literalmente lo que le da la gana.
No se le olvida a Alba Reche sacar a relucir otra faceta de la ternura tan importante o más que las anteriores, aquella que tiene que ver con la sensualidad o, por qué no, con el erotismo. Fijas son en sus conciertos ‘Moonlight’ (“la luna llena nos alumbra cuando hay que pecar”) y, por fin, ‘La posada’ («se queda muerta, conmigo le tiemblan las piernas”). Juntas conforman una verdadera explosión de placeres y canto al amor y a la diversidad, de las más aclamadas por el público que la ha seguido en esta gira y que se ve que agradece tanta y tan necesaria ternura.
Alba Reche en el concierto de Benicassim. También te puede interesar… Lee Krasner, artista y esposa de Pollock, una reivindicación necesaria .
Meet Vincent van Gogh: la exhibición que te acerca la vida del genial pintor en Madrid .
¿Qué hay de nuevo en Berlín este 2021?