Para este verano te proponemos 11 bodegas donde hacer una parada. Unas son históricas, otras destacan por su diseño y modernidad, algunas producen unas pocas botellas de vino y otras son grandes elaboradoras… Pero todas se han puesto las pilas y han adaptado sus instalaciones y experiencias para que sean 100% seguras.
Vino al atardecer en © Bodegas Mar de Frades Tanto si eres de los que acaban de descubrir el mundo del vino , como si quieres adentrarte más en él, entre todas las opciones que nos depara este verano el enoturismo se presenta como una estupenda oportunidad para que el vino tenga un espacio en tus vacaciones.
Si nos encontramos cerca de una zona de vinos (lo cual es más que probable siendo España el país con más hectáreas de viñedo del mundo) o si directamente hemos decidido apostar por unas “enovacaciones”, nuestra propuesta es una parada en alguna de estas once bodegas.
Enoturismo en Castilla-La Mancha Viñedos de © Finca Antigua. 1. Finca Antigua: la más ecosostenible en la Ruta del Quijote Situada entre las provincias de Cuenca y Toledo, a menos de 150 km de Madrid y otros tantos de Toledo, Finca Antigua se encuentra en un lugar privilegiado de la D.O. La Mancha : una altiplanicie a 900 metros de altitud conocida históricamente por la calidad de sus viñas. De ahí recibe su nombre, heredado de esas viñas antiguas con las que contaba esta propiedad en el momento de su adquisición por los actuales propietarios, los Martínez Bujanda. Esta familia de bodegueros riojanos cuenta con varias bodegas por toda España, entre ellas, Finca Valpiedra , un pago que también merece una visita.
Pero centrémonos en su finca conquense. Es un paraíso natural de más de mil hectáreas, de las que algo más de 450 están dedicadas a viñas. El resto es una colección de encinas, monte bajo y carrascas que te hacen sentir como si estuvieras en mitad de un parque natural.
Su bodega es ecosostenible, sus viñas son de cultivo ecológico y lo que es aún mejor, sus vinos son espectaculares (probad su blanco de viura, os sorprenderá, o el top de la casa, Clavis, una maravilla).
Forman parte de la Ruta del Quijote y se encuentran a un paso de El Toboso y de otras poblaciones como Belmonte, Mota, Villamayor de Santiago o Quintanar de la Orden. Sus visitas incluyen cata en pleno viñedo y, la opción más completa, un almuerzo frío. Más información y reservas, previa cita, en su web: www.fincaantigua.com
Viñas en © Dehesa de Luna 2. Dehesa de Luna: entre viñas y aves rapaces No nos vamos muy lejos, nos quedamos en Toledo y seguimos con nuestra apuesta “eco”. En este caso, a través de una Finca Reserva de la Biodiversidad. En su mayor parte Dehesa de Luna es un bosque habitado por águilas imperiales, avutardas, perdices rojas y azores. Respetan fielmente la naturaleza y por ello la bodega ha diseñado su viñedo respetando el paisaje, esquivando las encinas centenarias para ir plantando sus viñas.
Su cultivo es ecológico y sus vinos, también eco, homenajean a las aves que surcan sus cielos. Una gama muy completa con un perfil tan moderno como las instalaciones, muy respetuosas con el medio ambiente, que os van a encantar. Su visita es muy completa y selecta (aceptan un máximo de 14 visitantes por visita) y merece mucho la pena, ya que su entorno es espectacular. No hay que olvidar los prismáticos. Más información y reservas concertadas a través de su web: www.dehesadeluna.com
Enoturismo en Navarra © Bodegas Otazu 3. Otazu: el diálogo entre el arte y el vino de pago Otazu está enclavado en un paraje idílico tan diferencial que cuenta con su propia denominación de Vino de Pago . A tan solo 8 km de Pamplona , este legendario señorío cuenta con los viñedos de uva tinta más al norte de España y conforma 319 hectáreas en una sola finca circular, enmarcada por las sierras del Perdón y Sarbil y con el río Arga como delimitador natural de la propiedad.
Su apuesta por el enoturismo es completísima, contando con un programa de experiencias que abarca, además de la consabida visita a bodega y cata, recorridos por el histórico Señorío (con una iglesia románica del siglo XII, una torre palomar de defensa del siglo XIV, el palacio del siglo XVI, huerta y patio del señorío), visitas a su museo del vino y a la Fundación Otazu , galardonada con el Premio “A” al Coleccionismo 2020 que otorga a la Fundación ARCO. También ofrecen la opción de completar la visita con un picnic al atardecer o con una noche en el Hotel Alma Pamplona Muga de Beloso. Más información y reservas, previa cita, en su web: www.otazu.com/visitas/visitas
Enoturismo en La Rioja 4. Franco Españolas: la bodega centenaria más activa Visita a © Bodegas Franco-Españolas Ubicadas en el casco urbano de Logroño, a orillas del río Ebro y a solo 5 minutos caminando del centro histórico de la ciudad, las bodegas Franco-Españolas superaron el año pasado las 60.000 visitas y son una de las más activas a nivel enoturístico. De momento, reducen sus experiencias a dos: un servicio “estándar” de visita y cata (para todos los públicos) y un servicio premium con una oferta de vinos edición limitada (sólo para adultos). En cualquiera de los casos, el aforo es reducido y siempre que sea posible se apostará por realizar la cata al aire libre.
Se prevé próximamente la celebración de su Cine de Verano y, antes de terminar el año, quieren retomar su experiencia “Teatro con Diamante” , que quedó suspendido el pasado mes de abril. Esta bodega familiar (ya es la 3ª generación de la familia Eguizábal al frente) tiene 128 años de historia a sus espaldas y nace de la unión de los Anglade de Burdeos con sus socios españoles, a raíz de la filoxera que atacaba el viñedo francés. Sus vinos son fieles representantes del clasicismo, con ese Bordón y Diamante cuyas primeras añadas se remontan a 1892. Historia de La Rioja embotellada. Todos los modelos de visita que tienen habilitados en este momento están en su web: www.francoespanolas.com/visitas
5. Roda: el barrio de la Estación más top Un vino en © Bodegas Roda Esta bodega boutique es una de las más prestigiosas de La Rioja y sus vinos siempre se encuentran en el top ten de las mejores guías de vino. Está ubicada a la vera del río Ebro, en un balcón del emblemático Barrio de La Estación de Haro. Aunque Roda se fundó en 1987 y las instalaciones se construyeron en el 2001, la bodega se levanta sobre el calado del siglo XIX que los viticultores usaban para almacenar las cosechas en la época de la filoxera, antes de que se enviaran a Burdeos por ferrocarril para mitigar los daños provocados por la enfermedad en el país vecino.
Ofrecen muchas experiencias diferentes, desde la más básica, con visita a la bodega y cata de dos de sus vinos, o la opción de simplemente tomarse una copa en su winebar, hasta catas para “winelovers” de su gama completa, de añadas históricas, comparativas con sus vinos de Ribera… Otras opciones son un picnic en el Balcón del Ebro, paseo en calesa por sus viñedos o un paseo caminando hasta su viñedo El Perdigón, con cata entre las viñas. Toda la información y la posibilidad de reservar en su web.
Sala de barricas de © Bodegas Campo Viejo 6. Campo Viejo: la sala de barricas más espectacular La bodega Campo Viejo se encuentra en un paraje maravilloso a las afueras de Logroño (a 5 kilómetros, exactamente) y cuenta con una de las salas de barricas más espectaculares que he tenido el placer de visitar: 70.000 barricas de roble descansando en un mismo espacio. Su arquitectura no deja de sorprender, ya que desde afuera apenas rompe la continuidad del paisaje, pero subterráneamente ocupa más de 45.000 metros cuadrados.
Durante la visita podremos recorrer, como si fuéramos un racimo de sus uvas, todo el proceso desde la recepción hasta el embotellado.
Presentes en más de 60 países, son muy activos y originales en sus actividades de enoturismo. Tienen, por ejemplo, un taller de pintura sobre botella, un taller de aromas, un curso de iniciación a la cata o una actividad al aire libre en torno a su proyecto de Biodiversidad, además de visitas más convencionales con catas de sus vinos, aperitivos, etc. Cuentan con un sistema propio de gestión de las reservas online, donde se puede ver al detalle cada una de estas experiencias.
Enoturismo en Jerez Una copa por la noche en las © Bodegas González Byass 7. González Byass te invita a veranear en su bodega González Byass ha trasladado al próximo año la VII edición de Tío Pepe Festival pero no quieren dejar de ofrecer una propuesta de alta calidad durante estos calurosos meses. Por ello, durante julio y agosto, importantes restauradores de la comarca ofrecerán exclusivas experiencias gastronómicas en los patios, jardines, bodegas y calles emparradas de González Byass.
Esta vivencia, innovadora y diferente, permitirá alargar las noches con catas magistrales, visitas especiales y música en directo.
El programa completo, que se anunciará próximamente, ofrecerá el disfrute de todos los amplios, históricos y bonitos espacios del conjunto monumental de la bodega. Además, abrirá el único Sherry Hotel del mundo, el Hotel Bodega Tío Pepe, que cuenta con impresionantes vistas a la Catedral, al casco histórico de la ciudad y al Alcázar. Apetecible, ¿verdad? En el artículo ‘Jerez, el arte de vivir’ , encontrarás un bonito recorrido por la ciudad.
Enoturismo en Cataluña Restaurante El Celleret de © Bodegas Torres 8. Torres: La importancia de ser sostenibles Muy preocupados por el cambio climático, la familia Torres lleva apostando desde hace muchos años por un turismo ecológico y la búsqueda de la huella cero de carbono en todas sus bodegas, lo que les ha hecho ser galardonados en numerosas ocasiones a nivel internacional. Desde su bodega en Pacs del Penedés , ofrecen explorar el vino en su entorno natural, a través de catas guiadas, talleres sensoriales, menús maridados y otras muchas actividades. Así, por ejemplo, en su experiencia ‘Origen’ se visitan los viñedos para conocer la historia de esta familia de bodegueros y la importancia de la biodiversidad y sostenibilidad, finalizando con una cata de dos vinos en el jardín de El Celleret.
El Celleret es el restaurante con el que cuentan en medio del viñedo Mas La Plana, en un entorno idílico con vistas a Montserrat, donde realizan comidas y cenas maridadas con sus vinos.
Además, participan activamente en la promoción del enoturismo del Penedés con iniciativas como La Carretera del Vino, ruta vinícola que incluye en su recorrido trece bodegas situadas sobre el trazado de una antigua vía de comercio romana que transcurre desde el interior de la comarca hasta la costa del Garraf.
Enoturismo en Rías Baixas Viñedos de © Mar de Frades 9. Mar de Frades: mirando al mar Situada a la orilla de la ría de Arousa, en Pontevedra, Mar de Frades es una atractiva opción de visita si te encuentras veraneando en las Rías Baixas. Cuentan con dos actividades específicas para estas fechas. La primera es la “Visita Mar de Frades”, que incluye conocer las instalaciones de la bodega y culmina con una cata de todos sus vinos y un aperitivo. La segunda es una opción más informal, que tendrá lugar los sábados, y que consiste en, sin visitar la bodega, catar los vinos desde la terraza de Mar Frades.
La terraza de la bodega es una auténtica maravilla, situada junto al viñedo que rodea la bodega y con el Atlántico, la ría y la Finca Valiñas (las viñas de donde sale su albariño más top) como telón de fondo. Reservas por email en info.mardefrades@zamoracompany.com o en el teléfono 637 479 469.
Viñedos en © Bodegas Pazo de Señorans 10. Pazo de Señorans: visitar un pazo gallego histórico Señorans se encuentra en el corazón de las Rías Baixas , a 15 minutos de Vilagarcía de Arousa, y es un magnífico representante de las casas solariegas del siglo XVI. Como bodega también forma parte de la historia de la DO Rías Baixas y Marisol Bueno, su enóloga y propietaria (junto con su esposo e hijos), fue presidenta de la denominación gallega durante la friolera de 21 años. Sus albariños son de los más prestigiosos y se encuentran entre los mejores blancos del mundo. Cuentan, además, con una destilería de aguardientes de uva también de gran calidad. Se puede visitar la bodega y realizar una cata rellenando un formulario o llamando al tel. 986 715 373.
Enoturismo en Ribera del Duero 11. Protos: el diseño más vanguardista Bodegas Protos con el Castillo de Peñafiel al fondo. © Bodegas Protos Es una complicada tarea escoger una sola bodega en la Ribera del Duero . Finalmente, pensando en una bodega que complete una visita no enológica, he optado por esta maravilla arquitectónica, firmada por Richard Rogers , a los pies del histórico castillo de Peñafiel. Así, tras visitar la bodega, solo hay que subir la cuesta hasta el castillo, que actualmente es un completo Museo del Vino . Protos ofrece diferentes opciones de visita, con paseos por su Jardín de Variedades, visita a la bodega o cata de alguno de sus vinos.
Y si la visita se ha quedado corta, en el artículo ‘Ruta del Vino en Ribera del Duero’ se encuentran algunas de mis bodegas favoritas de la Milla de Oro ribereña.
Estas once joyas son solo un ejemplo de la riqueza enoturística de nuestro país. Desde 2008, según datos de la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), se ha triplicado el número de visitantes a bodegas y museos de las Rutas del Vino, llegando a tres millones las personas que optaron el año pasado por este tipo de turismo. Muchas otras propuestas interesantísimas se han quedado en el tintero, otras tantas zonas vitivinícolas y bodegas, sin hablar de los hoteles del vino o de aquellas bodegas que ofrecen vinoterapia en sus instalaciones. Y es que el mundo del vino es uno de nuestros grandes motores y seña de identidad, una forma perfecta de restituir el equilibrio de nuestro cuerpo y alma.