Una escapada a Jerez es mucho más que pasar unos días con amigas en una ciudad cualquiera, representa adentrarse en ‘el arte de vivir’, enamorarse de una tierra que sabe a vino y suena a bulería. Y si piensas que Jerez no es para el verano tienes que saber que Puerto Sherry está a 10 km y no renunciarás a un buen baño ni a la brisa del Atlántico. Disfruta de la belleza de Jerez con amigas. © Manu López Iglesias Dicen que Lola Flores era nuestra Frida Khalo. La esencia de la Faraona la podríamos resumir en una sola frase: el arte de vivir . De esto saben mucho los jerezanos. La luz que tienen, sus vinos internacionales, la proximidad del mar –a solo 10 km del Puerto de Santa María–… tienen mucho que ver en todo esto. Ay la luz del puerto… Pero ¡cuidado! porque esa alegría engancha desde la primera vez y ese retrogusto que dejan los vinos generosos en el paladar no lo podrás olvidar nunca. Al final, querrás quedarte a vivir. Aquí van unas cuantas ideas para sacar todo el partido a un viaje con amigas a Jerez.
Porque Jerez es una de esas ciudades antídoto: perfecta para recuperarse de un desatino amoroso, perfecta para sacarse un nivel elevado de estrés de encima, perfecta para volver a creer en una misma, ideal para ir sin niños y con amigas … En definitiva, Jerez es el sitio adecuado para volver a hacer aquello que nos urge: vivir.
Cartel del 25 Aniversario de la muerte de Lola Flores. Jerez, una ciudad antídoto No por casualidad nació aquí la bulería , el palo más alegre y bullicioso del flamenco que interpretaba como pocas otra jerezana de aúpa: la Paquera de Jerez , también nacida, al igual que Lola Flores, en el barrio de San Miguel, que junto con el barrio de Santiago son los barrios gitanos por excelencia de la ciudad.
Llevaba mucho tiempo sin pisar esta ciudad donde el Arte se escribe con mayúsculas –tal vez demasiado–: la he vivido en la feria (del caballo), durante el mundial de motociclismo, en la tradicional zambomba prenavideña y hasta en el Festival Flamenco de Jerez (apoteósico)… Pero a mí, cuando más me gusta Jerez es cuando es simplemente Jerez : un ramillete de iglesias y palacetes góticos, renacentistas, barrocos, neoclásicos y decimonónicos de la época de esplendor bodeguera.
Iglesia de San Miguel vista desde el Alcázar. Pero además, si no estás estos días para visitas, su buen comer y su buen beber (su muy muy buen beber) serán más que suficientes. De paso, Jerez también te regalará sus rincones, sus aromas, sus calles y sus placitas, la sonrisa de su gente, el tañir de las campanas de la espectacular iglesia de San Miguel … y todas esas cositas de pueblo que, a pesar de ser la quinta ciudad más grande de Andalucía (200.000 habitantes), no se han perdido.
Salpimenta todo esto con la mejor compañía, un grupo de amigas, y tendrás como resultado un planazo de fin de semana redondo. Por eso, en este redescubrir destinos próximos para este verano, pusimos el dedo en Jerez. Y no nos equivocamos. En vez de elegir primera línea de playa (en 10 minutos estarás, si lo deseas, con los pies en la arena) optamos por la “primera línea de la catedral”, porque es este entorno el lugar más auténtico para alojarse.
Las bodegas, auténticos templos del vino de Jerez. Manual básico para una noche de verano Partiendo de que las noches de verano en Andalucía son una bendición, el simple hecho de pasear por el casco histórico, sentarse en un tabanco –antiguos estancos donde se vendía y se vende vino– y ver un espectáculo flamenco espontáneo para ir dejándose llevar por los acontecimientos es… liberador.
Pero antes de lanzarte a callejearla y a disfrutar de sus gloriosos tabancos en tu viaje con amigas a Jerez, hay que manejar un vocabulario “de guerrilla” básico para que no te vayas sin hacerte un mini máster en vinos generosos, que aquí hay verdaderas joyas. La variedad de este terruño recoge: manzanilla, fino, amontillado, oloroso, palo cortado, y luego están los VOS (vinos con más de 20 años) y los VORS (más de 30 años), también está el brandy…. Un poco de teoría la encontrarás en la página sherry.wine/es (del consejo regulador de la denominación de origen).
Ruta por los tabancos Y ya para la clase práctica (esa es la más divertida) no hay que perderse la ruta por los tabancos de la ciudad . Los encontrarás todos concentrados en el centro. Pero si buscas uno que tenga espectáculo asegurado todos los días ese es el tabanco del Pasaje . Aquí bailaban Lola Flores y Terremoto de niños, y es el más antiguo de todos.
En el tabanco El Pasaje, el más antiguo de Jerez, bailaban Lola Flores y la Terremoto de niños. Verás que allí se junta desde el abuelo de Jerez de toda la vida, que está acostumbrado al vino y al ambiente de taberna, con la gente joven de Jerez copa de vino de su tierra en mano, en un ambiente distendido donde las tapas de chicharrones, de queso payoyo, de carne mechá, de papas aliñás, tortillitas de camarones… son las protagonistas y, últimamente, mucha conserva de calidad: latas de anchoas, de mejillones…
Un disfrutar con los cinco sentidos que se puede continuar en otros tabancos como El Guitarrón, la Abacería Cruz Vieja, Plateros, la Casa Cristo o La Banderilla, uno de los sacrosantos lugares del tapeo de la ciudad. Otro local muy jerezano y muy divertido es La Moderna , en la mítica Calle Larga.
Bodegas y palacetes para dejarse llevar Sería un delito marcharse de Jerez sin conocer alguna de sus bodegas vinculadas a las grandes familias de Jerez. Existen más de una docena de ellas alrededor o en la misma ciudad con nombres tan legendarios como González Byass, Sandeman, Pedro Domecq, Garvey…
Ruta en 4×4 por los viñedos jerezanos. Pero antes de decidirnos por alguna, resolvamos algún que otro enigma para que partamos de una mínima base. ¿Existió o no existió el omnipresente Tío Pepe ? Pues sí, existió. El economista que montó la centenaria bodega González Byass, Juan Manuel María González Byass, no tenía ni idea de vino. Lo que tenía era dinero para invertir. Asesorado por varios miembros de su familia, quien más le ayudó en esta empresa fue su tío José María. De ahí que al mejor primer vino que obtuvo le llamara Tío Pepe, convertido ya en todo un icono.
Una ruta por las bodegas Y aunque el Callejón de los Ciegos , ubicado en el corazón de la bodega González Byass, sea una de esas imágenes de Jerez que hay que llevarse puestas, optamos por visitar entre las grandes bodegas jerezanas las de Lustau , fundada en 1896. Su gama de vinos es una de las más amplias de las que se pueden encontrar en el Marco de Jerez. Su cata de 9 vinos seleccionados de las 3 ciudades del Triángulo del Sherry (Jerez, Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda) es muy completa.
Bonita pinacoteca de Bodegas Tradición. Pero si buscas solo una bodega para visitar, la bodega con más encanto es Bodegas Tradición , en la calle Cordobeses, en el casco antiguo de Jerez y adosada a la muralla antigua. Cuenta con una pinacoteca privada que es un auténtico lujo, como lo son sus vinos y su archivo documental, que recoge documentos del vino de Jerez desde 1650.
¿Alguna experiencia divertida a pie de viñas y en contacto con el campo en tu viaje con amigas a Jerez? Entonces hay que poner rumbo a Bodegas Viña La Constancia donde cuentan con experiencias relajantes y diferentes como la de vinoterapia entre botas (es el nombre que reciben aquí los barriles), que incluye siesta con aromas y frescor bodeguero, una sensación memorable.
Interior del magnífico Palacio del Virrey Laserna, en Jerez. Por los palacios de Jerez Otro punto fuerte de la ciudad son sus palacios. El Palacio del Virrey Laserna se ha transmitido de padres a hijos desde los tiempos de Alfonso X. No se solo se puede visitar, sino que ofrecen catas e incluso, la posibilidad de alojamiento. Además, el marqués de Mortara será tu guía por la ciudad. Y otro clásico jerezano es el barroco Palacio Domecq, del siglo XVIII, el hogar desde 1885 de una de las familias de mayor tradición bodeguera de España, la familia Domecq.
Y además, como los palacios van saliendo a tu paso por la ciudad podrás ir tomando el aperitivo en las plazas cercanas.
Plaza de Mamelón, en Jerez. El Palacio de Domecq está junto a la plaza del Mamelón ; y en la coqueta plaza de Rafael Rivero te espera la curiosa Casa Petra de la Riva , que aunque no se puede visitar se debe admirar disfrutando de una tapa y un vino en las terraza de la plaza. Si os queda tiempo y ganas de propuestas culturales, La Cartuja de Jerez es otra visita obligada, un monasterio de clausura habitado por las Hermanas de Belén. Sus exteriores son accesibles a pie desde las 7:00 de la mañana hasta las 18:00 de la tarde, momento en que se cierra el portón de la fachada principal.
Cartuja de Jerez. Experiencias gastronómicas para dejarse mimar Lo cierto es que la gastronomía de Jerez se ha venido arriba en los últimos años. Y en poco tiempo la ciudad ha reunido dos restaurantes de estrella Michelin curiosamente en la misma calle, que ya se ha dado en llamar la Milla de Oro de la gastronomía jerezana .
Uno es el restaurante Lú, Cocina y Alma , de Juanlu Fernández , quien se ha convertido en todo un referente de la alta gastronomía de la ciudad. Discípulo de Ángel León, ha conseguido poner Jerez al nivel que le correspondía y define su cocina como un encuentro entre Jerez y Francia. Pero también, el restaurante Mantúa , del chef Israel Ramos , es otra experiencia única, con varios menús de degustación que recorren los clásicos de la tierra revisitados por este chef cuyos reconocimientos ya le llegaron estando en Tragabuches, en Ronda.
Otro restaurante interesante, este sin estrella Michelin pero encantador, es el T22 del gran hotel de la ciudad, el hotel Casa Palacio María Luisa, con una cocina centrada en los productos de la zona en la que rinden homenaje a la gastronomía tradicional gitana.
Casa palacio María Luisa, en Jerez de la Frontera. Las mejores tapas Si se busca un picoteo más informal, o comer muy bien en uno de los locales más afamados de la ciudad, entonces hay que poner rumbo a Taberna Jerez , antiguo El Arenal. Sus productos frescos y su buen hacer son su sello. Otro clásico es el Bar Juanito , donde hay que probar las famosas alcachofas al Jerez. Su patio interior permite cenar al fresco una noche de verano sin prisas. Y esto es un plus.
Otros que también merecen una visita es el El Mesón El Asador , para probar la cola de toro y el chuletón. Divinos; Amar, especializado en arroces y productos del mar, y el restaurante Albores, cuya terraza, junto al ayuntamiento, es el lugar ideal para tomarse un ceviche bien fresco, por no hablar de La Carboná , un lugar acogedor donde los pescados están deliciosos, con menús con maridajes muy recomendables.
Restaurante La Carboná, en Jerez de la Frontera. Y ya para ponerle el broche a la noche, si os apetece tomar algún cóctel (a base o no de vinos de Jerez) o un brandy, el Bliss es una opción interesante. Buena música, una cuidada decoración y el lugar perfecto para rematar la jornada. Es el típico lugar en el que ver y dejarse ver.
La escapada perfecta: Puerto Sherry y un paseo en barco con vinito de Jerez Puerto Sherry es como un pequeño Puerto Banús. Un lugar súper relajante, y una alternativa interesante para pasar el día en la playa: la de la Muralla, desde donde se pueden contemplar vistas espectaculares de la ciudad de Cádiz. Uno de los restaurantes más recomendables es Pantalán G , en el corazón del puerto: buen pescado, buen ambiente y unas vistas fantásticas a la bahía.
Un paseo en barco por la bahía gaditana, el mejor remate a la escapada en Jerez. Ya ya que estáis por la zona, si os apetece cubrir el expediente cultural, una visita al espectacular Monasterio de la Victoria no puede faltar. Fue fundado por el Duque de Medinaceli en el siglo XVI y entregado a la Orden de los Mínimos de San Francisco. Mucho más tarde, se convertiría en una cárcel, el Penal del Puerto, donde estuvieron encerrados presos políticos durante el Franquismo y otros presos míticos como El Lute. Hoy en día se utiliza para actos culturales y su entrada es gratuita.
Pero antes de marcharte de la ciudad, y para llevarte el mejor sabor de boca, ¿qué tal una cata de vinos de Jerez –la penúltima– y unos aperitivos mientras disfrutamos de la brisa en un barco por la bahía de Cádiz? La salida en barco se hace desde el propio Puerto Sherry y la organiza Winable . Y así, igual que te bebes los vinos, te bebes la luz de la Bahía. ¿A que quieres quedarte a vivir?
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