Polifenoles. Es la palabra mágica. Estos componentes naturales de la uva son una de las armas más utilizadas en la lucha contra los temibles radicales libres. Ellos ha convertido a la viña y sus “derivados” en una de las bases más potentes del enoturismo de salud y de toda una cosmética antiaging con el vino, la uva, e incluso la vid, como protagonistas. Os recomendamos diez hoteles, bodegas y spas donde disfrutar de una escapada con amigas en torno a la vinoterapia. Tratamiento con uvas heladas en el hotel La Guardia. Escudo frente a los problemas de corazón, poderoso activo anticancerígeno, freno antiarrugas… Tantos beneficios se nos prometen que puede llegar a sonarnos a la misma cantinela de siempre, a una de esas panaceas de teletienda en horario de madrugada. Yo soy una enamorada del vino y su cultura y creo firmemente que, como ya expusiera el sabio griego Alcibíades durante un simposio –palabra que literalmente significa reunión para beber–, “en el vino está la verdad”, pero ¿qué verdad?
Una historia “saludable” En Sumeria y Egipto, en la Antigua Grecia y el Imperio Romano, en la Antigua China y en la Edad Media, en el Renacimiento y en la Revolución Industrial…, en toda época y lugar, el vino ha formado parte del maletín de todo buen galeno, suavizando más de una operación “en vivo y en directo” y salvando de la gangrena a más de uno. Y es que su poder antibacteriológico y desinfectante está reconocido. Que el vino es “un alimento precioso, siempre que no se sobrepase la dosis de un gramo de alcohol por kilo de peso y día” ya lo señaló a principios del siglo pasado el médico francés Gautier.
Ese consumo moderado de vino nos protege de la arteriosclerosis, sube los niveles del colesterol bueno y disminuye el malo, rebaja el nivel de insulina y aumenta el de los estrógenos, entre otras propiedades benéficas para la salud (la famosa «paradoja francesa» lo sacó a la luz).
Racimos de uva antes de la vendimia. Los superpoderes de la uva La vinoterapia como la conocemos actualmente nace en Francia, uno de los países con más tradición vinícola del mundo, más concretamente en Graves , región con alguna de las bodegas más antiguas y prestigiosas de Europa. Matilde Cathiard y Bertrand Thomas crean en Burdeos, a finales del siglo pasado, el primer centro dedicado al aprovechamiento de varios componentes del vino, como las semillas o pepitas de la uva, para sus tratamientos, lanzando a mediados de los noventa su propia línea de productos cosméticos elaborados con derivados de la uva. Aquellos que alaban los beneficios terapéuticos del vino en su forma cosmética aseguran que gracias a ellos se mantiene la piel tersa y tonificada, ayudando activamente a su regeneración y desintoxicación. Además, mejoran la circulación (calambres musculares, varices, hemorroides…) y neutralizan los radicales libres, responsables del envejecimiento de la piel.
El componente mágico de la uva es el resveratrol, un compuesto de la familia de los polifenoles, presente en las uvas y en el vino tinto, que es un magnífico antioxidante. Es 50 veces más potente que la vitamina E y 30 veces más que la C, y las uvas lo fabrican para protegerse frente a las infecciones y los radicales libres.
Este compuesto, que se concentra sobre todo en el hollejo y las pepitas de la uva, se encuentra también en otros frutos, como arándanos, cacahuetes y granadas. El resveratrol activa la producción de sirtuinas, las proteínas celulares de la longevidad. Los polifenoles previenen el envejecimiento de la piel, la hidratan y la reafirman, estimulan la producción de colágeno, favorecen la microcirculación y tonifican los músculos.
Tratamiento en el hotel Peralada. La cosmética del vino Para que el resveratrol fuese realmente efectivo tendríamos que consumir nada menos que unos 100 litros de vino al día. Sin comentarios. La cosmética del vino asegura que sus cremas y preparados han conseguido esas proporciones necesarias para que el resveratrol funcione, aunque algunos estudios científicos alertan de que es casi imposible que se disuelva en un PH inferior a 8.8, que es precisamente cuando el resveratrol deja de funcionar.
Sea como fuere, haciéndonos o no más jóvenes, de lo que sí puedo dar fe es de que nos hace más felices. Es la mejor manera de sumergirnos en una experiencia “de la cepa a la copa”, una “inmersión” para sentirnos partícipes de una tierra, de sus frutos y de sus tradiciones. En mi opinión ese es el mayor poder de la vinoterapia: hacernos disfrutar de un momento de armonía total con el entorno. Esa sensación donde mejor va a conseguirse, sin duda, es en alguno de los Hoteles del Vino , enclavados a pie de viña. Y el otoño es un momento maravilloso para descubrirlos.
Los viñedos en otoño son un espectáculo de color. Top ten de hoteles con vinoterapia Todos cuentan con una zona de Wine Spa , donde podremos relajarnos y disfrutar, copa de vino en mano, de algunos de sus tratamientos a base de uva y vino. La vinculación con el vino desde que se llega es total, comenzando con la ambientación, el aroma a esencias vínicas… lo que contribuye a imaginarnos allí afuera, en el viñedo. De entre todos los tratamientos posibles, mi favorito es la exfoliación (realmente efectiva), a base de pepitas de uva, y algún masaje con aceites esenciales de uva, que dejan la piel firme y bien hidratada. Por supuesto, los jacuzzis y baños termales tampoco sobran, sobre todo para relajarse al completo.
Vinoterapia en la DO. CA. Rioja 1. Marqués de Riscal (El Ciego) El top de los tops, el mayor de los lujos. Al menos deberías alojarte una noche en tu vida en este maravilloso hotel , diseñado por Frank Gehry, y disfrutar de su Spa, en manos de Caudalie, la “madre” de la vinoterapia. Caudalie ofrece tratamientos exclusivos como el famoso Baño en Barrica, el Gommage Crushed Cabernet, el Modelaje Pulp Friction con uva fresca… Un paso más es alojarte en alguna de sus escasas habitaciones del ala de Spa.
2. Finca Los Arandinos (Entrena) Diseñado por David Delfín y Javier Arizcuren, la Finca los Arandinos fue galardonada como el Mejor Hotel Enoturístico de 2018 por la International Wine Challenge y no es de extrañar. Es un espacio integrador de hotel, bodega y restaurante entre olivos y viñas. Situado en un paraje realmente especial, en plena Sierra del Moncalvillo, merece la pena acercarse y disfrutar de este lugar al margen de las prisas.
Viñedos y exterior del Spa en la Finca Los Arandinos. 3. Hotel Villa de La Guardia (La Guardia) En el hotel Villa de La Guardia al vino se le añade el aceite, ya que también cuentan con olivos y elaboran su propio AOVE con las aceitunas de la variedad local Arróniz. Os recomiendo lo que ellos llaman Taste of Beauty de la Viña , que consiste en una exfoliación a base de pepita de uva, hollejo y uva natural aromatizada con frutos rojos; seguido de un masaje lomi-lomi con manteca corporal de uva y aceite de pepita de uva y, para terminar, una copa de vino blanco y un pintxo a base de caviar de vino y foie. Me encanta que todo sea muy natural y artesano: congelan sus propias uvas para hacer masajes relajantes, elaboran sus propias pindas a base de hollejos, pepitas y aceite…
Masaje exfoliante en el hotel La Guardia. D.O. Ribera del Duero (Valladolid) 4. Hotel y Spa Arzuaga (Quintanilla de Onésimo) Arzuaga es una de las bodegas más prestigiosas de la conocida como “milla de oro” de Ribera de Duero y alojarse en su hotel es, sin duda alguna, una buena manera de tomarle el pulso a la denominación. Tienen numerosas experiencias de vinoterapia, por ejemplo una en pareja que incluye masaje con aceite de pepita de uva para aliviar lesiones, exfoliación al extracto de este fruto para que nuestra piel luzca libre de impurezas, envoltura en vino para hidratar y jacuzzi privado a la uva negra.
Tratamientos de vinoterapia en el hotel-bodega Arzuaga. 5. Hotel Spa La Vida (Aldeayuso) Ubicados en esta población vallisoletana, a pocos kilómetros de Peñafiel, las habitaciones del Hotel Spa La Vida siguen los parámetros de la filosofía Feng Shui . Son uno de los pocos hoteles en Valladolid que permiten el acceso privado a la zona de spa. Cuentan con diferentes propuestas de vinoterapia y he de decir que, aunque no son bodega, sí preparan experiencias que incluyen visita a alguna de las más prestigiosas.
Spa del hotel La Vida. Vinoterapia en la D.O. Arribes de Duero (Salamanca) 6. Hacienda Zorita (Salamanca) Ubicada sobre el río Tormes, en un antiguo molino, la Hacienda Zorita es una impresionante hacienda agrícola de lujo, donde poder alejarte del ruido y del ajetreo. Cuenta con muchos tratamientos con vino, desde peelings hasta envolturas, masajes, etc.
Vinoterapia en la D.O. Penedès/ Cava (Barcelona) 7. Cava y hotel Mastinell (Villafranca del Penedés) De moderna y llamativa arquitectura, la bodega es una de las más prestigiosas dedicadas a la elaboración de cava. Está situada a los pies de la montaña de Sant Pau y en la cava y hotel Mastinell realizan numerosos tratamientos con uva verde y tinta , en unas luminosas instalaciones a pie de viñas.
8. Can Bonastre Wine Resort (Masquefa) Situado en una finca del siglo XVI, de este hotel hay que destacar sus maravillosas vistas al macizo de Montserrat, con las viñas en primer término. La parte dedicada al agua y a la vinoterapia se denomina ACBUA , y en ella cuentan con numerosos tratamientos y opciones, tanto con uva blanca y cava como con uva tinta y vinos tranquilos.
Vinoterapia en la D.O. Empordá/ Costa Brava (Girona) 9. Hotel Peralada Wine Spa & Golf (Peralada, Girona) Este impresionante hotel de cinco estrellas fue el pionero en España en vinoterapia , y cuenta con su propia línea cosmética de vino. El Peralada Wine & Spa propone experiencias individuales, para grupos o en pareja.
Spa del hotel Peralada. Vinoterapia en la D.O. Ribeiro 10. Monasterio de San Clodio (Leiro, Ourense) Alojarse en un monasterio cistenciense ya es de por sí una maravilla, pero este es aún más sorprendente porque cuenta con una zona de Spa impresionante y tratamientos a base tanto de vino como de aceite.
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