Cantabria es un destino que se presta a un viaje con amigas por muchas razones: está cerca, es barato y permite disfrutar de experiencias variadas. Estas vivencias, en forma de rutas, visitas o talleres, nos sirven, además, para conocer esta región cantábrica. © Castilla Termal Balneario de Solares. ¡Por fin llegó ese viaje que haces con tus amigas dos veces al año! Esta vez os quedáis en la Península y habéis decidido conocer un poco más el norte de España. Entre todo lo que se puede elegir en la cornisa cantábrica, que es mucho, os sugerimos elegir, en esta ocasión, Cantabria. Puede que en tu grupo de amigas haya de todo –fiesteras, tranquilas, deportistas, culturetas, foodies y las que siempre miran si el hotel tiene spa–, pero no te preocupes, porque habrá experiencias para cada una. Tú, mejor que nadie, sabes las que serán más interesantes para ellas.
Mª Ángeles Sainz y Laura Riva, 2ª y 3ª generación de Joselín. 1. ¿Un curso de sobaos? ¿En serio? Sí, y te va a encantar. Además, nuestra propuesta es que hagas un curso de cocina en el que aprendas a hacer el producto estrella de Cantabria en el mejor lugar posible: Sobaos Joselín . La historia de estos artesanos pasiegos comenzó hace tres generaciones gracias a la iniciativa de Antonia García Mazorra. Su marido era panadero y ella, con su vecina Lucía, amasaban los sobaos con la harina que conseguían de estraperlo. Este comienzo modesto fue el inicio de la historia de Sobaos Joselín. En 1949 se trasladaron a Selaya, y la segunda generación (con María y Mariángeles, dos de las cuatro hijas de Joselín) siguió mejorando el producto con materias primas seleccionadas. No podemos dejar de mencionar que, en 2010, consiguieron el premio de Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales que concede el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Y la última novedad, ya con la tercera generación incorporada al negocio, ha sido la creación del Museo del Sobao, que se ha situado en sus nuevas instalaciones, donde tienen también obrador, cafetería, tienda y talleres.
Taller de sobaos en Joselín. ¿Cuál es nuestra propuesta? Que asistas a un taller con Mariángeles en el que aprendas a elaborar sobaos mientras esta experta repostera te cuenta mil anécdotas. Y mientras se hornean tus creaciones (te saldrán bien, no te preocupes), visita el museo para conocer la historia de la familia y todo lo relacionado con esta actividad en los valles Pasiegos.
Los talleres de sobaos se imparten de jueves a domingo, duran 2 horas, y el precio para los adultos es de 20 € (10 € para los menores de 14 años). Puedes reservar en el teléfono 942 590 268.
Inicio Túnel de la Engaña. 2. Ruta ‘Túnel de la Engaña’ en Vega del Pas Una historia curiosa –y muy «a la española»–, un bonito paisaje entre montañas y la oportunidad de hacer un poco de deporte son motivos suficientes para recorrer la Ruta del túnel de la Engaña, un sendero poco conocido y menos transitado.
Pero, ¿qué es el túnel de la Engaña y por qué da nombre a este recorrido? Este tunel se adentra en las montañas y une el municipio de Vega del Pas (Cantabria) y el de Pedrosa de Valdeporres (en Burgos). Dicho tramo formaba parte del proyecto de una línea ferroviaria de mercancías que tenía intención de unir el puerto de Santander (Cantábrico) con el de Sagunto (Mediterráneo). Esta gran obra, que debía realizarse en menos de 5 años, se prolongó tres veces más, entre 1941 y 1959. Y lo más desconcertante es que nunca llegó a utilizarse. ¿Te suena?
Es una ruta sencilla con muy poco desnivel. Entre los miles de obreros que intervinieron en su construcción, también había 600 presos republicanos. Las malas condiciones de trabajo y la dificultad de la obra hizo que muchos, muchísimos, trabajadores perecieran en tan grande empresa. La historia completa la podéis leer en el libro ‘Túnel de La Engaña’, editado por El Diario Montañés en 2019, y escrito por Teresa Cobo.
Paisaje de la Ruta del Túnel de la Engaña. Ruta del Túnel de la Engaña La ruta del Túnel de la Engaña completa es de unos 7 kilómetros, pasa por cuatro túneles, tres estaciones y un par de poblados, antes de llegar a la boca del túnel. El coche lo podéis dejar en el aparcamiento situado junto a la estación abandonada de Yera, y desde ahí comenzar a caminar para ir disfrutando de las vistas de valles, riachuelos, vacas y pequeñas cascadas. Y también túneles como El Morrito (de 43 metros), El Morro (unos 260 metros), El Empeñadiro (unos 130 metros), el Majoral (de unos 280 metros y que tiene al lado los barracones de los presos que trabajaban en el ferrocarril para rebajar sus penas) y, por último, el de la Engaña. Justo en la entrada se puede leer la placa donde indica su longitud: 6.976 metros.
Los riachuelos corren paralelos a la ruta en algunos tramos. En este punto –y tras hacerte unas bonitas fotos junto a las cascadas del río Yera– ya puedes dar la vuelta si no vas bien equipada con botas, chubasquero y linterna. En el túnel hay muchas filtraciones de agua y poca luz. Esa aventura la puedes dejar para otro momento.
3. Cata de ginebras y vermú en Siderit La destilería Siderit es el sueño hecho realidad de David Martínez y Rubén Leivas, sus fundadores. Estos dos emprendedores comenzaron esta aventura hace cinco años en un local de poco más de 80 m2 con una producción de 6.000 botellas anuales. Ahora tienen una nave diez veces mayor y venden 250.000 botellas al año en más de 35 países. Aunque estos datos pueden asustar, ellos te reciben y te muestran sus instalaciones como si fuese una ampliación de su casa.
Rubén Leivas, uno de los dos fundadores de Siderit, sirve el vermut. Te sorprenderá ver, sobre todo, sus alambiques de vidrio, como los de los laboratorios, y las muestras de botánicos que podrás ver y oler. Por supuesto, la visita termina con una cata de la ginebra Siderit , que es única y local, porque lleva botánicos endémicos de Picos de Europa como la Syderitis Hissopifolia o té del puerto (que le da nombre). También elaboran vodka destilado, pero no a partir de patata, como es habitual, sino del alcohol obtenido de la fermentación de los azúcares de la leche.
En la visita se conocen los botánicos que intervienen en la ginebra. Tras la cata, podrás llevarte la ginebra que más te haya convencido, o su vermú , sin azúcares añadidos y elaborado a partir de la uva Pedro Ximénez, macerado durante dos meses con flores mielíferas y envejecido en barricas de roble blanco español.
El tour con visita a la exposición y cata se realiza a las 12 y a las 16 horas, y el precio es de 10 €. Dónde: Barrio los Riegos, 5, Calle de las Naves, 1. Arce
4. Paseo por la Costa Quebrada En esta última experiencia cambiamos de tercio, ¡nos vamos a la playa! En principio, la sugerencia no es tanto tumbarse al sol sino visitar algunos miradores que regalan unas fantásticas vistas de la denominada Costa Quebrada (o Parque Natural de las Dunas de Liencres). Oficialmente esta franja de 20 kilómetros de litoral se extiende entre Liencres y la península de la Magdalena. Las imágenes que acompañan en la ruta parecen sacadas de una película, con agujas y fragmentos de formas inverosímiles emergiendo del mar. Estas formas incluso tienen un nombre, se les llama ‘urros’.
Costa Quebrada (Cantabria). Aunque es aconsejable realizar algunos tramos caminando, en coche también puedes llegar a diversos puntos que te regalarán unas bonitas panorámicas. Toma nota de las siguientes playas y no dejes de ver ninguna de ellas: Covachos, La Arnía, Somocuevas y El Madero.
© Castilla Termal Balneario de Solares 5. Tarde de relax en Castilla Termal Balneario de Solares Nos gustan los establecimiento con historia, porque spas hay muchos pero balnearios que lleven funcionando desde hace un siglo, no tantos. El balneario de Solares , gestionado por Castilla Termal, te ofrece la opción de alojarte en alguna de sus 113 habitaciones, disfrutar de su restaurante El Manantial, y también relajarte en una piscina de agua con más de 850.000 litros de agua termal –que llega directamente del manantial de Fuencaliente–. Además de los habituales cuellos de cisne y baños con burbujas puedes pasar un rato divertido en el río para nadar a contracorriente o en sus piscinas de verano (si el tiempo lo permite).
Masajes en el © Castilla Termal Balneario de Solares Lo idóneo es completar la sesión de relax con algún tratamiento específico de su carta termal. El masaje relax total de 55 minutos te sale por 65 €, pero hay muchos más, tanto relajantes como terapéuticos, para elegir.
CONSEJOS ETHERIA Cómo llegar a Cantabria A Santander se puede llegar en avión (desde Madrid con Iberia; y desde Barcelona con Ryanair y Vueling), en tren (con Renfe, desde Madrid el trayecto dura unas 4 horas) o bien en coche, lo más aconsejable porque es necesario disponer de vehículo para moverse por allí.
Dónde dormir Las opciones en Cantabria son muy variadas, desde el hotel balneario Solares (4*) que os recomendamos en el artículo, hasta campings o casas rurales.
Dónde comer En esta región se come bien en casi cualquier sitio, pero si queréis daros un capricho os recomendamos:
• El Cenador de Amós . Este tres estrellas Michelin, cuya cocina dirige el chef Jesús Sánchez, se encuentra en un casona del siglo XVIII y ofrece una carta basada en las raíces locales con un toque creativo. Podrás elegir entre Esencia (115 €), Carta Memoria (87 €) o Experiencia (157 €).
• El Nuevo Molino . Este restaurante con una estrella Michelin está situado en un molino de agua, como se puede deducir de su nombre. Es una maravilla no solo por su jardín, su capilla, sus comedores que transmiten calidez o su cava de puros, sino por la autenticidad de su carta. Si pides su menú tradición (42 €) podrás disfrutar de tres platos y postre; y con el Menú Largo y Estrecho (70 €) de 6 platos y postres. La carta cambia cada tres meses para adecuarse a los productos de temporada.
Más información Turismo de Cantabria .
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