Si te gusta la naturaleza, sientes pasión por la belleza de las mariposas monarca y eres un enamorada de México, este es tu viaje. Al estado de Michoacán, situado en la costa oeste, llegan en invierno, cada año, millones de estos lepidópteros para hibernar y aparearse. ¿Preparada para esta explosión de color y de vida que da paz y mucha calma? Las mariposas monarca cuando están inmóviles se mimetizan con el entorno. Imagínate un bosque de pinos y oyameles alfombrado de serpentinas naranjas, negras y blancas. Según salen los primeros rayos del sol esas ficticias hojas otoñales cobran vida, revolotean y empiezan a colgarse de las ramas de los árboles. Ese es el maravilloso espectáculo que las mariposas monarca ofrecen en los santuarios mexicanos entre noviembre y marzo, concretamente en el Estado de Michoacán. ¡No te podrás resistir subir alguna foto a Instagram!
Es difícil imaginar a un insecto de escasos centímetros y de apariencia tan frágil recorriendo más de cuatro mil kilómetros desde Canadá y Estados Unidos hasta llegar a los bosques mexicanos de oyameles. Pero la mariposa monarca es capaz de hacerlo. De hecho, es la única de su especie capaz de emigrar distancias tan largas y de vivir 9 meses (sus congéneres tienen ciclos vitales de 24 días). Quizás por eso nos resulta tan fascinante, como ya lo fue para los sabios prehispánicos. Nos conquista por su belleza, colorido y por contribuir al equilibrio ecológico.
Mariposas monarca. Si te estás planteando si es un viaje para hacer con niños, no lo dudes. Es una maravillosa forma de educarles en el respeto y cuidado del medio ambiente en un entorno natural.
Para verlas en todo su esplendor lo mejor es visitar alguno de los santuarios de la mariposa monarca que se encuentran en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca , ubicada entre los estados de México y Michoacán. Hasta aquí llegan cada año alrededor de 60 millones de estos lepidópteros.
Visitantes en Michoacán rodeados de mariposas. Inmersión total en Michoacán Para vivir esta experiencia de inmersión en un mariposario salvaje nosotras elegimos Michoacán. De los cinco santuarios que hay en este estado sólo dos están abiertos al turismo: Sierra Chincua , cerca del pueblo mágico de Angangueo, y El Rosario , en el municipio de Ocampo. Hay otro más reciente en el municipio de Senguio, que funciona como Centro Ecoturístico, pero no siempre organizan visitas, depende de como se ubiquen las colonias.
Fuimos a lo seguro, al santuario más visitado: El Rosario . Debido a la afluencia de viajeros hay que registrarse y visitarlo acompañado de un guía local del Ejido (comunidad de personas propietarias de parte del territorio). Tras la obligada subida desde el centro de visitantes hasta las colonias –un poco empinada, pero de dificultad baja– espera una gran recompensa. Asistir a la función que cada día realizan las monarca. Unas revolotean, otras se posan en el suelo y las hay que forman un tapiz sobre los árboles, amontonándose unas sobre otras. Y todo ello en un absoluto silencio. Esa ausencia de ruidos y la belleza de la estampa que ofrecen las mariposas es reparadora. Lo sé, no hay evidencia científica, pero a mi se me olvidó el disgusto de que me hubiesen perdido las maletas en el vuelo. ¡Terapia de naturaleza de las buenas!
Michoacán, mucho más que mariposas Después de esa visión inolvidable toca reponer fuerzas. A la salida del santuario hay varios restaurantes en la plaza donde probar las corundas (un tamal típico michoacano), la barbacoa de res, el mole, el pescado empapelado y las zarzamoras.
Arquitectura de Morelia (México) Pero no sólo puede Michoacán presumir de mariposas a raudales. Ni de haber servido de inspiración para crear algunos escenarios que aparecen en la película Coco de Disney-Pixar . Este estado, considerado por los locales como el “Alma de México”, tiene muchos más atractivos turísticos que se pueden descubrir en sus pueblos típicos multicolores y hermosas ciudades como Pátzcuaro , Tlalpujahua , Tzintzuntzan y Morelia (Patrimonio de Humanidad desde 1991). Su extraordinaria riqueza en zonas arqueológicas, iglesias coloniales, ruinas mineras, lagos, balnearios, fiestas, tradiciones (como la noche de muertos), gastronomía y artesanía no puede pasar inadvertida. Pero este viaje forma parte de otra hoja de ruta. ¡En breve te damos más detalles!
Catedral de Morelia. © Josue Soto CONSEJOS ETHERIA Una buena opción para explorar los santuarios michoacanos es volar a la capital del estado, Morelia, y alojarse en alguno de sus hoteles. Desde ahí es fácil organizar la excursión a El Rosario y todos los puntos de interés de Michoacán.
Para visitar los santuarios es aconsejable llegar temprano.
Se recomienda tener buena forma física (los santuarios están por encima de los 2 mil y 3 mil metros de altura).
Hay que llevar calzado cómodo para caminar.
Más información en Turismo de Michoacán y Turismo de México.