Si en verano tu mejor plan pasa por estar todo el día en la playa, estos chiringuitos te esperan dispuestos a hacer de tus vacaciones junto al mar algo emocionante.
© Beach Club Oli ba ba, en Oliva.
Admitámoslo. En verano a casi todas nos gusta desconectar, pasar unos días frente al mar, tocando la arena de la playa, relajadas, felices y tranquilas. En eso deberían consistir unas vacaciones. Puede que aproveches las tuyas para viajar a lugares lejanos o puede que, por el contrario, prefieras el escenario que te hemos descrito. Puedes apostar por el plan de cargar el coche hasta los topes con neverita, bebida fresca, tortilla de patata… o puedes dejar que los mejores chiringuitos del país lo hagan por ti. De este a oeste y de norte a sur, en las playas españolas hay cientos de chiringuitos. Más sofisticados, informales, para comer con los pies en la arena o para bailar hasta el amanecer. Hay de todo y para todos los gustos. Estos son nuestros favoritos.
Oli Ba Ba, Oliva
Dos Moái se alzan en la playa de Oliva. Y no, no estamos en la Isla de Pascua, sino en uno de los chiringuitos más longevos de la costa valenciana, el Oli Ba Ba que abrió sus puertas en 1984. Abre todo el día y dispone de servicio de playa con hamacas y pérgolas, la posibilidad de pedir paellas por encargo para disfrutarlas allí mismo, así como poder probar alguna de las novedades de su carta, como el pollo al curry satay o el wrap de cochinita pibil, y sus vasos de fruta fresca recién cortada. Por la tarde, es el enclave perfecto para tomar un Agua de Valencia o el ya célebre cóctel Oli-Ba-Ba a base de absenta, licor de manzana, vodka y maracuyá.
© El Refugio, chiringuito de Zahara de los Atunes.
El Refugio, Zahara de los Atunes
Aquí hemos venido a comer, y es que en el chiringuito El Refugio, en la impresionante playa natural de Zahara de los Atunes, lo que manda es la cocina de la zona. No hay cócteles fashion, no hay postureo, tan solo ganas de disfrutar alrededor de la mesa. Se ubica sobre las dunas de la playa y el espacio se integra a modo de patio andaluz con una higuera centenaria que proporciona la muy codiciada sombra veraniega. Su carta ofrece cocina de calidad basada en los platos tradicionales gaditanos: tortillitas de camarones, atún rojo de almadraba, papas con melva, ortiguillas, chocos… y originales creaciones como ‘el malígimo’ y ‘el güenígimo’. El primero se sirve como un montadito de atún rojo en manteca con mermelada de pimiento y el segundo con atún rojo con mermelada de cebolla. Se nos hace la boca agua solo de contártelo….
El Bigotes. © Inside Lifestyle
El Bigotes, Ibiza
La isla blanca bien puede jactarse de ser uno de los destinos más codiciados del verano. Lejos de la imagen a la que muchos se han acostumbrado de fiesta y discotecas, hay otra Ibiza posible, la de los ibicencos. No te hablaremos de restaurantes de moda con precios desorbitados, sino de un chiringuito de toda la vida, El Bigotes. Ubicado en cala Mastella y justo a la orilla del mar, desde hace años Juan Ferrer, su creador, ha consagrado este lugar de pescadores como casi un restaurante de culto en la isla. ¿El menú? Plato único, un bullit de peix, acompañado de su arroz a banda, preparados con la pesca del día. ¿Necesitas algo más?
© Tumbao, chiringuito de Tarifa.
Tumbao, Tarifa
Un clásico entre los clásicos, y también el chiringuito más famoso de la playa de Valdevaqueros. El Tumbao es uno de los lugares de encuentro de surfistas que viajan a Tarifa en busca de sus vientos. El ambiente es rabiosamente joven y este espacio, obra de los hermanos Whaley, hace honor a su nombre porque la mayoría de gente que lo visita, acaba tumbado al aire libre con las cometas de kite-surf como telón de fondo. Eso sí, mientras degustan una cerveza fría o un mojito, comen una de las mejores hamburguesas a la parrilla de la costa gaditana y disfrutan de música en directo. Este año, además, han abierto un espacio de zumería, Panama en Tarifa, donde preparan zumos y cócteles con fruta fresca.
© Montgo di Bongo, en Jávea.
Montgo di Bongo, Jávea
Si hay un veterano en la Costa Blanca, es el el Montgo di Bongo que abría sus puertas allá por 1982 a modo de bar para windsurfers. El tiempo evolucionó y también lo hizo el chiringuito, que ahora se sitúa entre uno de los más deseados de la costa alicantina, con su vecino La Siesta. Lo encontrarás sobre las piedras de la playa que une el puerto con el icónico Parador de Jávea. Aquí no hay arena, pero sí el mar a tiro de piedra. ¿Su lema? Celebrar las pequeñas cosas que alegran la vida. Podrás comer, tomar algo o alargar la noche bailando al son de la música. Este verano acogen todos los sábados y domingos el Zoco Mercado de Colón, un mercadillo de moda, complementos, decoración…
© La Milla, chiringuito de Marbella.
La Milla, Marbella
El chef Luis Miguel Menor lo tenía claro, un chiringuito de playa no tenía que estar reñido con comer de maravilla y así, desde su apertura en 2015, La Milla se ha convertido en un referente gastronómico de Andalucía. Ubicado en la playa entre los míticos Marbella Club y Puente Romano, este restaurante apuesta por llevar a la mesa la más pura esencia mediterránea. Para ello, se sirve de los mejores productos llegados de las costas de Cádiz, Tarifa, Almería o Málaga, entre otras. Pescado y marisco del bueno, que se traducen en platos como sus langostinos pil-pil, chirlas malagueñas al ajillo con vino de Jerez, un refrescante salpicón de pulpo y otros como el ceviche de carabineros, boquerones de la bahía de Málaga o los pescados al espeto, que preparan con las capturas del día y al momento.
© Galifornia, chiringuito de Galicia.
Galifornia, Galicia
Ya lo dice su nombre, la belleza de las playas de Galicia no tiene nada que envidiar a las de California y precisamente este paralelismo entre ambas, fue el elegido para denominar uno de los chiringuitos preferidos por los gallegos, Galifornia. Ubicado en la playa de Tuia, en Breu, abrió sus puertas hace apenas cuatro veranos. ¿Las razones para visitarlo? Que es sencillo, que el buen ambiente es una de sus grandes cualidades y que preparan mojitos para recordar. ¡Ah! Y que desde allí se divisan unos atardeceres de impresión. Este año, además, la Xunta ha aprobado una ley por la que los chiringuitos podrán abrir durante todo el año y no solo en temporada estival.
© Salt, chiringuito de Barcelona.
Salt Beach Club, Barcelona
El verano junto al mar es perfecto y así lo es también en Salt, el club playero del icónico W Barcelona, también conocido como el hotel ‘vela’. Y su enclave no puede ser más fabuloso, ya que está situado sobre la arena de la playa de la Barceloneta. Salt Beach Club se considera como una propia extensión del hotel, en el que reina el estilo contemporáneo del mismo y la música como leitmotiv. Abre desde la hora de comer y cuentan con una carta de cocina informal e internacional y con hamburguesas como plato estrella. De buey gallego, Black Angus, salmón, pollo, cerdo ibérico, pato… Y para acompañar, sus cócteles signature, ideados por y para este espacio en exclusiva.