Meda Mládek, coleccionista de arte y fundadora del Museo Kampa, cumplió cien años el 8 de septiembre de 2019. Por la labor realizada durante toda su vida a favor de la cultura y el arte merece un espacio privilegiado entre las mujeres inspiradoras de Etheria Magazine. © Archivo Meda Mládek. Meda Marie Mládková o Meda Mládek (su apellido de casada) nació el 8 de septiembre de 1919 en Zákupy, una pequeña población checa de la región de Liberec. Una gran apasionada del arte durante toda su vida, la Segunda Guerra Mundial y la ocupación nazi la sorprendieron fuera de su país. Debido a la dictadura comunista posterior, bajo el influjo de Stalin, y a la imposibilidad de volver a casa, decidió trasladarse a París , donde estudió Historia del Arte y puso en marcha una pequeña editorial: Edition Sokolová , el primer sello editorial checo en el exilio. Su primer monográfico estuvo dedicado a la pintora checa Toyen.
Gracias a este proyecto, y a la necesidad de financiación, conoció a su futuro marido, el checo- polaco Jan Viktor Mládek . Este economista, que fue el primer director del Fondo Monetario Internacional en Europa, también creía en algo más que en el dinero. Como se puede leer en la entrada del museo de la isla de Kampa (del que hablaremos más adelante), una de sus máximas era: “Si la cultura sobrevive, también lo hace la nación”. Sin duda, Meda Mládek no pudo encontrar mejor aliado.
Fotos de archivo en París y en su casa de Washington. Un objetivo común: alentar la creación de artistas checos Tras contraer matrimonio en 1960, se mudaron a Washington , donde comenzaron una labor de coleccionismo única con el propósito de alentar la creación de los artistas checoslovacos represaliados por el régimen comunista. A este grupo de protegidos también se incorporaron otros artistas europeos. Meda Mládek estuvo viajando, durante muchos años, a los países de la órbita soviética para localizar obras que tuviesen vetada su presencia en museos y galerías de arte y cuya promoción se hubiese prohibido.
Su primer viaje fue en 1967 a Praga , en aquel momento ya llevaba casi dos décadas fuera de su país, e iba detrás de las obras de František Kupka . Este artista, considerado un degenerado por las autoridades comunistas, fue uno de los fundadores de la pintura abstracta moderna. En Polonia, por ejemplo, se interesó por los trabajos experimentales de la escultora polaca Magdalena Abakanowicz . Los países recorridos (Checoslovaquia, Polonia, Hungría, Yugoslavia, etc.) en los años 60 y 70 se pueden comprobar al seguir el itinerario de las obras expuestas en el Museo Kampa.
© Archivo Meda Mládek. En unas declaraciones realizadas a David Granda, el periodista español al que concedió una entrevista en Praga, le comentó –en relación a su labor como coleccionista durante la Guerra Fría– que “Todo se reduce a dinero. Sabían quien era mi marido y quien era yo. El gobierno comunista checoslovaco estaba muy necesitado de moneda extranjera, sobre todo dólares norteamericanos en metálico. Las obras de artistas como Jiří Kolář, Načeradský o Nepraš no podían exhibirse en los museos de Checoslovaquia, pero su venta no estaba prohibida al extranjero . La clave era conocerlos, saber en qué estaban trabajando en ese momento –lo que no resultaba sencillo dentro del país, imagínese en el exterior–, manejar los contactos y, claro, tener los dólares”.
Todo fue bien hasta 1984, cuando sus visitas dejaron de ser tan gratas y le prohibieron el acceso a su país. Hasta la caída del régimen comunista en 1989, se tuvo que apoyar en emisarios de confianza que viajaban allí en su nombre a recoger el material que ella, previamente, había seleccionado en fotografías.
Meda no solo coleccionaba arte o ejercía como mecenas sino que, además, promocionaba a los artistas en el extranjero y les ayudaba a exponer en grandes museos y galerías de Viena, Nueva York o Whasington.
El Museo Kampa celebra el 100º aniversario de Meda Mládek El otro gran proyecto de Meda Mládek fue la creación del Museo Kampa . La ubicación del espacio fue elegida por ella misma: un antiguo molino medieval situado en la ribera del río Moldava, en el aristocrático barrio de Malá Strana de Praga. El estado del molino era ruinoso en 1989 pero, conjuntamente con el ayuntamiento de la capital checa, decidieron restaurarlo para acoger su valiosa colección artística. Desde 2003, fecha de su inauguración, se pueden admirar al mismo tiempo las salas repletas de Arte Moderno junto a las estatuas barrocas del Puente de Carlos. En una visita al museo, no hay que perderse la colección de obras de František Kupka, que aseguran que es la mejor del mundo.
Sala del Museo Kampa. Este otoño de 2019 es un momento perfecto para visitar el ‘Museum Kampa’, ya que se presenta ‘MEDA Embajadora de Arte’ , una muestra comisariada por Pavel Liška y Robin R. Mudry que indaga en la figura de Meda Mládek y en su relación con el arte. En dicha exposición se concede un gran protagonismo a su casa en Georgetown , Washington D.C., que se convirtió en un santuario pagano del arte de Europa Central y Checoslovaquia durante sus años de exilio americano.
Fotografías del archivo de Meda Mladek. La vivienda americana de los Mládek era un lugar frecuente de encuentro de artistas, intelectuales y celebridades, además de una conexión entre Occidente y la cultura de los países del bloque del Este. En sus eventos particulares se producían intercambios de ideas entre políticos, diplomáticos, artistas y escritores, en un marco único: rodeados de obras abstractas de František Kupka y esculturas de gran tamaño de Karel Nepraš.
Escultura de Karel Nepraš. © Museo Kampa. La celebración del aniversario de Meda no se reducirá solo a la exposición del Museo Kampa sino que tendrán lugar conferencias, performances y actividades en otras sedes como la Villa Werich , un centro de arte abierto en la isla de Kampa por Meda Mládek, y la Villa Portheimka , declarada monumento cultural nacional y que alberga el Museo del Vidrio.
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Museum Kampa .Turismo de la República Checa .