Combinar la diversión y el aprendizaje en un viaje puede ser muy sencillo si encontramos un destino cuya infraestructura y personal esté preparado para ello. En Etheria Magazine viajamos a Cataluña para conocer parte de su extenso patrimonio industrial y su adaptación al turismo familiar y educativo. Os contamos nuestros hallazgos… Interior de la Mina Eugenia. ©P.G. El turismo educativo se suele asociar a viajes de fin de curso y a campamentos de idiomas; sin embargo, nuestra propuesta es que aprovechemos nuestros viajes con niños para que toda la familia aprenda divirtiéndose. Y en Cataluña hemos encontrado un destino que se presta especialmente a ello.
El desarrollo del Turismo Industrial en esta comunidad, impulsado por la XATIC y apoyado por la Agencia Catalana de Turismo, cuenta con un amplio abanico de propuestas apropiadas para viajes familiares. Os detallamos a continuación algunas opciones para que organicéis la próxima escapada sin ninguna dificultad.
Planes originales con niños en Cataluña 1. Museo de las Minas de Bellmunt del Priorat Encontrar un espacio auténtico –y tan bien adaptado a las visitas familiares– como las Minas de Bellmunt del Priorat es todo un privilegio. Este museo ocupa parte de las centenarias instalaciones del complejo industrial de la Mina Eugenia . En este lugar se ha situado un centro de interpretación de la minería del plomo que cuenta con una sala de exposiciones, situada en el antiguo taller mecánico, se puede ver un audiovisual y se finaliza con una historia narrada a través de proyecciones holográficas. Pero no sólo se asiste de espectador a este complejo, sino que se tiene la posibilidad de visitar la primera planta de la mina Eugenia, a 35 metros de profundidad, para recorrer 700 metros de galerías. Recordemos que esta mina tiene unos 14 km de galerías subterráneas y que alcancan hasta 620 metros de profundidad.
Minas de Bellmunt del Priorat. ©P.G. En la visita, siempre guiada, se incide en la características del yacimiento, los métodos de búsqueda y extracción del mineral, y las tareas de los mineros (muy creíbles porque existen figuras representadas). Aunque a los mayores nos sorprenda, hay muchos niños que al salir de esta visita querrán ser mineros. También es cierto, que el mineral que ellos querrían encontrar no sería plomo sino oro… (tontos no son).
📍¿Dónde están las Minas de Bellmunt del Priorat ? Ctra. de la Mina, s/n. Bellmunt del Priorat. Tarragona.
Museo del Ferrocarril en Móra la Nova. ©P.G. 2. Museo del Ferrocarril en Móra la Nova Tras este momento de reflexión sobre el valor del esfuerzo y las duras condiciones de trabajo de profesiones como la minera, pasamos a escuchar el alegre silbido del tren en el Museo del Ferrocarril de Móra la Nova . Aquí los ojos les brillarán de principio a fin.
La ubicación de este centro de interpretación dedicado a los trenes en una antigua estación no es casualidad, ya que Móra la Nova fue una de las instalaciones ferroviarias de más envergadura de Cataluña. Enlazaba Barcelona y Madrid. En este lugar se pueden conocer las antiguas instalaciones, ver algunas exposiciones, maquinaria, el puente giratorio e, incluso, dar un paseo en ‘el Tro’ (la vagoneta) que va enganchada a Memé , la locomotora.
Cochera de trenes turísticos históricos. © P.G. Asimismo, cuenta con una cochera de trenes turísticos históricos donde se reforman colosales locomotoras y trenes traídos desde puntos lejanos. Es una visita sorprendente, guiada por entusiastas voluntarios de la ‘Associació per a la Preservació del Patrimoni Ferroviari i Industrial’ que lo gestiona. Subir y bajar de los trenes gustará tanto a los niños como a los padres.
📍¿Dónde? Estación de Móra la Nova. Móra la Nova
Tienda de la Fábrica de chocolate Simon Coll. ©P.G. 3. Fábrica de chocolate Simon Coll ¿Has visto la película ‘Charlie y la fábrica de Chocolate’ ? Dejando a un lado el trasfondo de este filme, sólo podemos decirte que la emoción de ganar el boleto de oro es comparable a la cara de felicidad de los niños cuando esperan a entrar en la sala y la mirada se les va para la tienda situada junto a la entrada.
El Espai Xocolata – Simón Coll , en Sant Sadurní d’Anoia, organiza unas visitas muy recomendables con fuerte componente educativo y lúdico. Siempre son guiadas, hay muchos horarios posibles y se organizan en grupos. En primer lugar se ve un audiovisual en una pantalla de 180º que recorre los orígenes de la chocolatería de Simón Coll y del cacao en sí mismo. A éste le sigue una amena charla donde se conoce el producto en profundidad y se pueden ver y tocar piñas de cacao, etc. Tras esta introducción se puede observar a través del cristal una de las 11 líneas de producción de la fábrica y se catan distintos tipos de chocolate.
¿A ver si adivinas, qué es lo primero que harás al salir de esta visita guiada? Por supuesto, pasar por la tienda y comprar alguno (o varios) de los productos de chocolate que venden. Hay degustación de casi todo, así que ojo con los niños más golosos…
📍¿Dónde? San Pedro, 37. Sant Sadurní d’Anoia. Barcelona.
Museo Nacional de la Ciencia y la Tecnología. ©P.G. 4. Museu Nacional de la Ciència i la Tècnica Esta visita resulta sorprendente tanto por el continente como por el contenido. Mientras los mayores se fijan en las inmensas instalaciones (22.000 m2) de la antigua fábrica textil Vapor Aymerich, Amat i Jover , un gran ejemplo de arquitectura industrial de comienzos del siglo XX, los pequeños aprenderán de ciencia y tecnología. Dispone de actividades y experiencias para niños desde cero años, así que no hay excusa para divertirse con ellos en el museo.
Para ver el Museo Nacional de la Ciencia y la Técnica con tranquilidad, recorrer las instalaciones donde se pueden ver “las tripas” de la fábrica, sus calderas, chimenea, exposiciones sobre el trabajo y las condiciones de los obreros en aquella época, etc. se precisa de, al menos, una mañana o una tarde completas. Si vais con niños, quizás puedan apuntarse a alguna actividad mientras los demás os dais el gusto de pasear por aquella época fabril que tanto marcó la revolución industrial. En vacaciones escolares suelen ofrecer una programación especial, consúltala en su web.
📍¿Dónde? Rambla d’Ègara, 270. Terrassa, Barcelona.
Masía Freixa, en Terrassa. ©P.G. 5. Masía Freixa, ¿una casa de muñecas? No es una casa de muñecas ni forma parte de un cuento, aunque su estética modernista llena de fantasía lleve a considerarlo a los más pequeños. De hecho, esta maravilla de formas onduladas, puertas y ventanas de formas creativas, un tejado que parece moldeado con plastilina y una torre como la de Rapuncel, fue levantada en un principio para ser una fábrica textil. De locos, ¿verdad? La historia de la Masía Freixa es muy curiosa y os la contarán completa en la visita guiada que organizan desde Turismo de Terrassa, que, además, tiene su oficina en el interior.
Contado de una forma muy resumida, podemos decir que el proyecto inicial de Josep Freixa dejó de ser necesario antes de terminar de construir la fábrica textil, de modo que el empresario prefirió adaptar aquellas instalaciones como vivienda. Para ello, recurrió al arquitecto Lluís Muncunill, que fue quien aportó su genio para darle la apariencia modernista que podemos disfrutar hoy día.
Si os gusta el Modernismo, os recomendamos continuar la ruta por otros exponentes de este estilo en Terrassa, que son muchos y muy llamativos.
📍¿Dónde? Parque de Sant Jordi. Pl. Freixa i Argemí, 11. Terrassa, Barcelona.
Taller de Joan Serra en Sabadell. ©P.G. 6. Taller ‘L’Art del Vitrall’ de Sabadell. En Sabadell, a pocos kilómetros de Terrassa, se encuentra el Taller L’Art del Vitrall . En este espacio es donde Joan Serra, el maestro vidriero, pone su sabiduría al servicio de todo aquel que tenga interés en conocer los secretos de la elaboración de vidrieras. Joan, que ha dedicado toda su vida a los vitrales, tanto como profesional como en el campo pedagódico, transmite su pasión y conocimiento de una forma natural y fluida en su taller. Es una visita muy recomendable, que gustará a los niños, sobre todo, si se solicita como una actividad interactiva.
Para organizarlo de una forma individual, lo mejor es contactar directamente con él que es quien mejor puede aconsejaros sobre la duración adecuada. En su web tenéis toda la información.
📍¿Dónde? Carrer de Sant Feliu, 1. Sabadell. Barcelona. Precio: en función de la visita guiada y del taller elegido.
Ruta en bicicleta por la carretera del Vino del Penedés. ©P.G. 7. En bicicleta por el Penedés Cualquier actividad donde intervenga una bicicleta se convierte inmediatamente en divertida. En este caso, donde también se incluye vino, es doblemente entretenida. Ya contamos con que los niños no van a beber otra cosa que no sea mosto, pero les resultará toda una aventura recorrer la ‘Carretera del Vi’, que transcurre entre viñedos y bodegas con solera. Hay varias empresas que alquilan bicicletas y podéis parar en el castillo de Sant Martí Sarroca, el VINSEUM, el centro histórico de Vilafranca del Penedès, Santa Maria dels Horts, Museo de Arqueología de Cataluña de Olèrdola, etc.
Esta es la zona más antigua de la bodega Parés Baltà. ©P.G. Y, por supuesto, se finaliza en una bodega. La opción que probamos nosotros fue la bodega familiar Parés Baltà , muy reconocida porque cultiva viñedos de forma ecológica desde 1790 y es biodinámica desde 2012. Las enólogas de la casa, María Elena Jiménez y Marta Casas, se encargan de crear vinos con carácter a la vez que equilibrados. La ruta de, entre 8 y 13 km, tiene una duración de 2 horas y 30 minutos.
¿Dónde? En la estación de tren de Vilafranca del Penedès hay una empresa de alquiler de bicis. Barcelona.
8. Entre vinos, cavas y cervezas La última opción que os proponemos también forma parte de la Ruta Industrial de Cataluña de la XATIC, aunque se trata de industria viva, es decir, centros en activo. Aunque en las tres intervengan bebidas, en casi todas existen actividades alternativas.
Celler Masroig, un gran ejemplo de cooperativismo. ©P.G. • Celler Masroig Es un auténtico símbolo del cooperativismo, además de la bodega más grande de la D.O. Montsant, en la comarca del Priorat. Fue fundada en 1917 con el objetivo de agrupar a los pequeños viticultores y ofrecer una comercialización conjunta en la que todos saliesen ganando. Ofrecen interesantes visitas guiadas por las instalaciones del Celler Masroig que terminan con una cata dirigida de vinos y degustación de aceite de oliva de sus almazaras (excelente, por cierto). Se puede ampliar la actividad con un paseo por los viñedos.
¿Dónde? Passeig de l’Arbre, 3. El Masroig. Tarragona.
Bodega de Cavas Vilarnau. ©P.G. • Caves Vilarnau Esta zona del Penedès, que la comparan –y con razón– con La Toscana, no sólo ofrece unas vistas increíbles de los viñedos, sino que cuenta con bodegas de cava tan interesantes como Vilarnau . Si no conocéis el proceso de creación de un buen cava, allí os lo explicarán convenientemente. Los niños, mientras tanto, pueden apuntarse a visitas alternativas de una hora y media en la que pasearán por el viñedo, catarán mosto y harán un taller de manualidades.
¿Dónde? Ctra. d’Espiells km 1,4. Finca Can Petit. Sant Sadurní d’Anoia. Barcelona.
La Sitgetana, elaboración de cerveza artesanal. ©P.G. • Cervecería La Sitgetana Craft beer. Hemos dejado para el final la cervecería La Sitgetana , especializada en cervezas artesanas donde los niños son bienvenidos pero donde no podrán catar ninguna… A este espacio de apariencia industrial se va a aprender de cerveza, pero sobre todo a probarla de alguno de los 12 tiradores que vienen directamente de la fábrica. ¿Sabes cuánto tiempo debe pasar desde que se hace el mosto hasta que se puede beber? ¿Y sus ingredientes? De lunes a domingo es posible visitar la fábrica y hacer catas. No dejéis de probar la denominada ‘Llucifer’, medalla de oro en el Barcelona Beer Festival de 2019. A lo largo del año, además, organizan eventos, conciertos en directo y pequeños festivales. Estad atentas a su agenda.
Y ya que terminamos este viaje en Sitges, una sugerencia es quedarse unos días en esta población con una completa oferta turística para familias.
¿Dónde? Avinguda del Camí Pla, 29. Sitges (a las afueras). Barcelona.