Noruega se identifica con naturaleza pura pero también tiene un triángulo dorado urbano formado por Trondheim, Bergen y Oslo. En Etheria Magazine hemos recorrido estas tres ciudades para que tú misma puedas organizar por libre una escapada a este país.
Casas de colores junto al río Nidelva, a su paso por Trondheim. @ Marina Paul La capital de Noruega no ha estado siempre en la misma ciudad, sino que a lo largo de la historia ha pasado por varias poblaciones: primero, Trondheim ; allá por el siglo XIII se trasladó a Bergen (que ahora se considera la capital de los fiordos noruegos); y, por último, desde 1314, es Oslo.
Nuestra sugerencia para el sector urbanita de Etheria Magazine es recorrer el triángulo dorado de Noruega formado por sus tres mayores ciudades para conocer la esencia del país. Aunque en este artículo seguiremos el orden histórico, también se puede comenzar el viaje en Oslo, una capital sorprendentemente moderna.
Trondheim, primera capital noruega Trondheim se encuentra a poco menos de 1.000 kilómetros de las islas Lofoten, un archipiélago del que ya os hemos hablado anteriormente. Esta ciudad no solo ocupa el centro geográfico del país, si miras el mapa de de norte a sur, sino que, además, fue la primera capital de Noruega.
Esta ciudad, que no siempre aparece en las listas de lugares imprescindibles de Noruega, fue considerada la ciudad universitaria y capital tecnológica por excelencia del país. Hoy en día, todavía esconde magníficos callejones donde perderse, fuertes donde jugar a ser caballero o lugares tan ‘instagramables’ como los antiguos almacenes de colores junto al río Nidelva , que se han convertido en la imagen de la ciudad.
Puente Viejo de Trondheim (Noruega). © M.P. ¿Qué ver y hacer en Trondheim? La catedral de Nidaros (antiguo nombre de la ciudad) es el símbolo de la ciudad y el motivo por el que miles de peregrinos siguen acercándose en busca de la tumba de San Olaf, el rey vikingo que llevó el cristianismo a Noruega y que construyó allí el primer templo religioso.
Otra visita obligada en Trondheim es la del Puente Viejo , que data de 1861 y es conocido por los lugareños como “la puerta de la felicidad”. No se sabe bien si lleva a la felicidad, pero sí que es precioso y que tiene las mejores vistas de las famosas casas de colores sobre el río Nidelva . En 1700 se usaba para algo tan poco glamuroso como descargar mercancía (en muchos casos, pescado) y prepararla para su comercialización.
Catedral de Nidaros, en Trondheim. © Visit Norway El Puente Viejo también sirve de entrada al barrio de Bakklandet , la parte antigua y más pintoresca de Trondheim. Un barrio de coloridas casas convertidas en acogedoras cafeterías, refinados restaurantes y tiendas de souvenirs de todo tipo. Entre sus casas, que en un 80% están construidas con madera, se encuentra una de las residencias de los reyes. De hecho, es la casa de madera más grande de Noruega, pero al estar alineada con las del vecindario, pasa desapercibida para muchos turistas.
Por último, si te gusta disfrutar de las panorámicas de la ciudad desde lo más alto, en tu lista de cosas a hacer en Trondheim deberás incluir el subir hasta la fortaleza de Kristiansten , una estructura defensiva construida en 1684 para ver a los enemigos que llegaban por la zona oriental.
Agradable ambiente del barrio Bakklandet. © Martin Håndlykken/ Visit Norway ¿Cómo llegar y moverse por Trondheim? Como casi todas las ciudades del país, la mejor forma de descubrir Trondheim es a pie. A pesar de que la ciudad cuenta con una extensa red de autobuses públicos, su organización y el reducido tamaño de su casco antiguo hace que sea muy fácil recorrerla caminando o en bicicleta, el transporte favorito de los locales.
Por cierto… ¿sabías que esta ciudad cuenta con el primer remolcador de bicicletas del mundo?
Existen varias formas de llegar a Trondheim. Te las enumeramos:
Por mar . Igual que pasa en las islas Lofoten, el ferry Hurtigruten también hace parada en la ciudad de Trondheim en su recorrido por la costa del país. En tren . La Dovre Railway es la línea ferroviaria que comunica Trondheim con Oslo en 7 horas. El trayecto está considerado uno de los más bonitos del país. Es recomendable reservar los billetes (www.vy.no/en) con antelación, debido a su elevada demanda. Si por el contrario, te diriges al norte, tranquila, Trondheim también está conectada con Bodø en tren. Por aire . Trondheim cuenta con uno de los principales aeropuertos de Noruega, que dispone de vuelos nacionales de las compañías Wideroe, Norwegian y SAS Airlines. Para volar a ciudades como Helsinki, Estocolmo o Amsterdam, consulta las frecuencias de Finnair, KLM o Norwegian Internacional. Actualmente, Norwegian Airlines ofrece vuelos directos a varias ciudades españolas como Málaga, Barcelona o Alicante, un destino veraniego muy popular entre los noruegos. Bryggen, con sus casas de colores alineadas, es la imagen más conocida de Bergen. © M.P. Bergen, capital de los fiordos del sur La primera impresión que produce Bergen responde a lo que el viajero espera de una ciudad nórdica: abierta al mar y rodeada de colinas que hacen de barrera contra los vientos del continente. A pesar de eso, Bergen se considera la ciudad más lluviosa del país, con casi 8 meses de precipitaciones diarias entre los meses de agosto y marzo.
A lo largo de la historia, Bergen ha sido reconstruida, total o parcialmente, en varias ocasiones debido a los incendios que ha sufrido la ciudad. Por esa misma razón, las autoridades prohibieron, hace un siglo, el uso de madera para la construcción de edificios.
Mercado del Pescado de Bergen. © CH/ Visit Norway ¿Qué ver y hacer en Bergen? En la céntrica, y abierta al mar, plaza Torget, tiene lugar el Mercado del Pescado todas las mañanas de los días laborables. A pesar de ser esencialmente turístico, Torget conserva el encanto de antaño y ha sabido convertirse en uno de los principales reclamos de la ciudad.
A pocos metros de Torget, Bryggen es la imagen más característica de Bergen. Un conjunto de casas de madera construidas por los alemanes a la orilla del puerto de Vågen. Para la historia de la ciudad es, sin embargo, un mal recuerdo, pues rememora la concesión del monopolio del comercio noruego a la liga hanseática. El barrio, en forma de laberinto de calles estrechas donde no está permitido que circulen los coches, todavía se mantiene en pie en su forma original, puesto que ha sido el único que ha conseguido librarse de todos y cada uno de los incendios de la ciudad.
A pesar de su reducido tamaño, la ciudad de Bergen cuenta con una gran variedad de museos. Entre ellos, se encuentran el Museo Occidental de las Artes Decorativas , el Museo Edvard Grieg , el compositor más famoso de Noruega, y el Museo del Viejo Bergen , donde hay reproducciones de viviendas de todo el país.
Gamle Museum. © Martin Håndlykken/ Visit Norway Si lo que buscas es conseguir las mejores vistas de la ciudad, el Monte Fløyen alcanza una altitud de 320 metros sobre el mar. Desde su cima se puede disfrutar de la mejor panorámica de Bergen. Algunos incluso aseguran que desde allí se puede observar como el golfo perfila una reproducción del mapa de la costa Noruega, tal y como se ve en la cartografía. La pequeña estación funicular de Fløibanen permite alcanzar la cumbre de forma rápida y cómoda en menos de 5 minutos. Para los más deportistas, es posible ascender caminando a través de un bonito y selvático sendero en 1 hora aproximadamente.
Este funicular sube al monte Fløien, desde donde se obtienen bonitas vistas de Bergen. © Pål Hoff/ Visit Norway ¿Cómo llegar y moverse por Bergen? Bergen cuenta con una amplia red de tranvías y autobuses urbanos. Sin embargo, la mejor forma de moverse por la ciudad es, de nuevo, recorriéndola a pie. El corazón de la ciudad se encuentra en la plaza Torget, a pocos metros del Bryggen, de la Catedral y de los verdes jardines del Ayuntamiento en Festplassen, de forma que resulta muy fácil y rápido trasladarse a cualquier extremo de la ciudad caminando.
Para llegar a Bergen, existen varias opciones:
Por mar . De nuevo, Hurtigruten es la mejor opción para descubrir los fiordos del sur desde Bergen, donde inicia su itinerario por el país dirección norte. Llega a Kirkenes, a pocos kilómetros de la frontera rusa, tras una semana de recorrido por la costa. En tren . La red ferroviaria de Bergensbanen (la única que llega a la ciudad) cubre el trayecto entre las dos principales ciudades del país: Bergen y Oslo, y está considerada una de las más bonitas del mundo. Con sus más de 20 paradas y 7 horas de recorrido, el tren atraviesa más de 180 túneles y alcanza una altitud de hasta 1.200 metros. Las reservas se pueden realizar con antelación en VY . Por aire . Bergen cuenta, junto con Oslo, con uno de los principales aeropuertos del país. Compañías como KLM, Norwegian, Scandinavian Airlines (SAS), Wizz Air y Wideroe son las aerolíneas que cubren trayectos tanto a nivel nacional como internacional, incluidos los vuelos directos desde España . Por carretera . La mejor forma de moverse por Noruega en general, y por el sur del país en particular, es en coche. Esto te permitirá descubrir las mil y una carreteras que dirigen a lagos de agua transparente, dormir en pequeñas y pintorescas aldeas a las afueras de cualquier ciudad, o incluso acceder fácilmente a la localidad cercana de Odda , desde donde parte uno de los senderos más famosos del país: un camino de 14 km que finaliza en Trolltunga o Lengua del Troll, no apto para miedosas. No olvides disfrutar del rico salmón noruego en Bergen. © Martin Håndlykken/ Visit Norway Para los más aventureros, una magnífica manera de recorrer el país es alquilando una campervan , algo que nos permitirá ahorrar en alojamiento. Además, la acampada en Noruega es libre: se puede estacionar o colocar la tienda de campaña siempre que no aparezca la señal de prohibido. Si te interesa esta opción, consulta estas empresas: Vans of Norway , Camper Van Norway y Cabin Campers que ofrecen la opción de alquilarlas equipadas en Oslo.
También existe la posibilidad de hacerse con un coche eléctrico, para perjudicar lo mínimo el medio ambiente mientras ahorras en combustible (que en Noruega es caro).
Ópera de Oslo. © M.P. Oslo, una capital chispeante Oslo es una urbe vibrante y moderna que no ha renunciado a sus tradiciones. Una capital que, como la mayoría de ciudades noruegas, aparece enclavada a orillas de uno de los centenares de fiordos del Mar del Norte. Ha debido ganar terreno al agua con construcciones como la moderna península de Sørenga o la zona de Aker Brygge, ambas dedicadas albergar instalaciones culturales como el nuevo Museo Edward Munch o el Museo de Arte Moderno, así como restaurantes de lo más modernos y hipsters . Sin duda alguna, un lugar para ver y dejarse ver.
IMPORTANTE : Continúa leyendo este reportaje haciendo clic en Qué ver y hacer en Oslo.