Si quieres viajar sola por Europa y buscas un destino poco masificado, Montenegro es una opción perfecta. Aquí te proponemos seis paradas obligatorias en un recorrido por la costa del país, en el que combinarás arquitectura y playas. Bahía de Kotor. Estás pensando en hacer un ‘road trip’ y no sabes por donde empezar? ¿Y si te decimos que en Europa existe un país donde evitar el turismo de masas y poder disfrutar a tu aire de sus paisajes naturales que cortan la respiración, de ciudades amuralladas medievales, de aguas cristalinas y de antiguas historias de reyes y reinas? No tengas más dudas y vete pensando en viajar a Montenegro.
Y es que tras su independencia en 2006, los 120 kilómetros de la costa del Adriático de Montenegro se han convertido en el destino perfecto para descubrir sola o con amigas gracias a sus excelentes y económicas conexiones de transporte público y a la gran oferta disponible de alojamientos para todos bolsillos.
Perast. En Etheria Magazine te proponemos el siguiente itinerario de viaje para que no te pierdas lo mejor de ‘La tierra de los cien stari grads’ (cascos antiguos).
Herceg-Novi. Kotor. Perast. Budva. Sveti Stefan. Ulcinj. 1. Herceg-Novi, la ciudad del sol Iniciar el viaje en la desconocida Herceg-Novi, a tan solo 50 kilómetros de Dubrovnik (Croacia), es la mejor forma de empezar a familiarizarse con la historia del país; de los reyes que decidieron construir sus fortalezas en sus fronteras, como el rey de Bosnia Stjepan Tvrko I. Y de comenzar a descubrir las playas de agua cristalina que bañan toda su costa.
Calle del ‘stari grad’ de Herceg Novi. Entre sus atracciones no puedes dejar de visitar el castillo de Forte Mare ; la torre del reloj del siglo XIX; la de Kanli, de herencia turca; y la iglesia serbia de San Miguel Arcángel . Una mezcla de culturas que ha caracterizado y enriquecido Herceg-Novi desde su fundación.
Si, por lo contrario, prefieres empezar el viaje cogiendo fuerzas, Herceg-Novi presume de ser “la ciudad del sol” del país; y el lugar por excelencia donde disfrutar del turismo de belleza y relax. Hay una gran cantidad de spas y centros de salud que ponen a disposición de sus visitantes reconfortantes tratamientos de barro y arcilla, y baños en manantiales de agua natural. ¡Sin lugar a dudas, una ciudad que bien merece una alto en el camino para disfrutarla!
2. Kotor, la mejor ciudad del mundo A tan solo 45 kilómetros de Herceg-Novi se encuentra Kotor, clasificada como el destino número uno en algunos rankings internacionales de 2016. Aunque muchos solo realizan una breve parada para visitar su ‘Stari grad’, el fiordo más meridional de Europa, esconde mil y una actividades que no te puedes perder al visitarlo. Lo convierten en el lugar perfecto donde alojarse durante unos días mientras recorres poblaciones vecinas de la costa del país.
Casco histórico de Kotor. Y es que Kotor es todo lo que te puedes imaginar de una ciudad medieval montenegrina: calles donde caminar sin rumbo y dejarte llevar entre sus edificios de piedra que esconden más de 2.000 años de historia; bellísimas e históricas poblaciones vecinas; senderos que terminan en panorámicas espectaculares sobre la bahía; o relajantes paseos por el puerto.
La llegada de embarcaciones privadas a Kotor, sobre todo de población rusa acomodada, ha ido aumentando significativamente en los últimos años. Muchas compañías de cruceros ya la empiezan a incluir como parada en el recorrido por el Adriático de aquellas rutas que parten de Venecia.
Kotor. Entre las actividades que se pueden hacer en Kotor no te puedes perder: • Caminar sin rumbo por las calles que llevan a su Stari grad. • Ascender 13 km hasta Krsrac y reponer fuerzas en su restaurante, una vez en la cima. • Caminar por el pequeño puerto de Kotor , con sus no tan pequeños yates y cruceros. • Ser muy ambicioso y querer conseguir otra panorámica de la ciudad, esta vez, desde la península de Vmrac . • Visitar Perast y su pintoresca isla de Gospe od Škrpjela .
3. Perast, una ciudad de cuento Perast probablemente se convierta en tu parada favorita de la ruta por la costa del país. Y es que la ciudad parece haber sido sacada de un cuento y sus construcciones, en perfecto estado, invitan a quedarse allí «por siempre jamás».
Se encuentra a pocos kilómetros de Kotor por lo que es perfecta para visitarla como una excursión de un día. Con una sola calle principal, que hace la función de paseo marítimo y que deja a su izquierda las aguas del Boka Kotorska (la bahía de Kotor), y al otro lado, la ciudad y sus palacios, este pequeñísimo pueblo parece haber quedado atrapado en el tiempo.
Terraza junto al mar en Perast. Recorrer sus calles te transportará a la melancolía de tiempos pasados en los que cada uno de sus edificios contaba la historia de la familia aristócrata que la ocupaba. Cuando sus calles servían de escenario para ver y dejarse ver y la ciudad se alzaba como punto neurálgico de la bahía de Kotor debido a su localización estratégica, a medio camino entre la entrada a la bahía y la ciudad amurallada.
Poco queda de aquella ciudad de aire aristocrático. Hoy en día, 16 iglesias católicas y 17 grandes palazzos forman la historia de Perast. La gran mayoría de edificios han sido habilitados como alojamientos turísticos para aquellos que deseen revivir la edad dorada de la ciudad. Uno de ellos es el hotel Iberostar Grand Perast donde merece la pena alojarse.
Perast desde el mar. © Albert Hiseni Por si fuera poco, su principal atracción no reside en sus calles o construcciones, sino que está flotando en el agua: las islas de Sveti Đorđe y Gospe od Škrpjela . O lo que es lo mismo: San Jorge y Nuestra Señora de las Rocas son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y una visita obligatoria al recorrer la bahía de Kotor.
Para llegar a Gospe od Škrpjela (la única a la que se puede acceder y visitar el interior de su iglesia), deberás tomar cualquiera de las pequeñas embarcaciones situadas a lo largo del paseo marítimo. Es en una de las mejores y más relajantes experiencias del viaje. El trayecto de ida y vuelta son 5 €, dejando 30 minutos para su visita
4. Budva, la más vibrante de las ciudades costeras de Montenegro Conocida como la nueva Montecarlo, Budva es, hoy en día, el segundo gran destino turístico del país. La ciudad, que fue fundada por los griegos y amurallada durante la Edad Media, da nombre a la “Riviera de Budva” . Es una extensión de 35 kilómetros de playas por la costa montenegrina desde de Trsteno hasta Buljarica, pasando por las conocidas Sveti Stefan y Petrovac .
Año tras año, Budva ha sido considerada una de las ciudades más vibrantes de Montenegro, gracias a su gran oferta de ocio nocturno, de actividades acuáticas, clubs y resorts en primera línea de playa.
De manera que si lo que buscas es dejar de lado las visitas culturales, este es el lugar perfecto donde disfrutar de chiringuitos de playa, puestas de sol a ritmo de jazz y noches desenfrenadas, o no, disfrutando de los mejores y más cosmopolitas cócteles.
Playa de Budva. Sin embargo, mientras esperas el atardecer, lo mejor es caminar por la muralla que envuelve su Stari grad para contemplar su casco antiguo. Fue construido sobre una antigua isla que, tras años de sedimentación, terminó uniéndose a la ciudad de Budva. Esta actividad es gratuita.
Si todo esto no te convence aún, debes saber que sus playas de agua transparente han sido consideradas como las mejores del país y entre las más bonitas del mundo en varias ocasiones.
5. Sveti Stefan, la foto perfecta Si después de recorrer más de 75 kilómetros de la costa montenegrina, de realizar viajes en barco o de disfrutar de noches de fiesta todavía te quedan fuerzas para seguir tomando fotos, Sveti Stefan es la parada perfecta para conseguir la imagen ideal.
Aunque su herencia proviene de un humilde pueblo de pescadores, hoy en día está considerada la ciudad más ‘instagramable’ y el lugar de encuentro y veraneo de los aristócratas. Si bien, también hay otras opiniones discordantes.
Sveti Stefan. Aunque la primera impresión de su fotogénica silueta desde la carretera que recorre la costa es espectacular, es decepcionante pensar que su acceso y visita está limitado a quienes se alojen en algunos de sus lujosos alojamientos. Y es que, desafortunadamente, su stari grad , construido sobre un pequeño montículo en forma de isla conectada con el continente por un estrecho puente, pertenece a varios alojamientos turísticos privados.
De manera que, un par de horas son suficientes para realizar la visita y la correspondiente foto a la pintoresca Sveti Stefan, a no ser que decidas alojarte en alguna de sus espectaculares habitaciones. ¿Será este el futuro de todos los stari grad de Montenegro?
6. Ulcinj, ciudad multicultural Si pensabas que ya lo habías visto todo, la multiculturalidad y multireligiosidad de Ulcinj se convertirá en la guinda del pastel de este viaje por el país.
Ulcinj. © Albert Hyseni Además de ser considerada la capital de la piratería del mar Adriático , la silueta de las pequeñas mezquitas se cuela entre las antiguas construcciones que forman el centro de la ciudad de herencia romana, bizantina y otomana, convirtiéndola en la mayor ciudad de contrastes del país.
No debe sorprenderte que, encontrándote a pocos kilómetros de la frontera con Albania, más del 70% de sus habitantes sean de religión musulmana y que los minaretes interrumpan su rutina cinco veces al día para hacer sonar sus plegarias.
Como en todas las ciudades costeras, en Ulcinj también puedes disfrutar de su stari grad sobre el mar. Se cuenta que Cervantes fue hecho prisionero por piratas en este lugar y que el nombre del personaje de Dulcinea, de su libro ‘El Quijote’, procede del antiguo nombre la ciudad, llamada entonces Dolcino.
Su principal atractivo lo puedes recorrer descalza y en bikini, ya que son sus largas playas de arena blanca bañadas por las aguas de mar Adriático. Una de ellas, que tiene 12 kilómetros, presume de ser la más larga del país. Disfruta de este paseo con calma, que te lo has ganado después de esta ruta por la costa de Montenegro.
Ulcinj. Sabías que… Montenegro es el único país balcánico donde se utiliza el euro como moneda oficial, a pesar de no pertenecer a la UE.
Montenegro es el segundo país más nuevo del mundo, tras Sudán del Sur, después de que en 2006 se separara de Serbia.
Aunque su lengua oficial es el serbio, sus habitantes también se defienden con el bosnio, albanés y croata debido a su pertenencia la República Federal de Yugoslavia.
Solamente el 45% de sus habitantes son nativos del país. El resto provienen de alguno de los antiguos países yugoslavos, por lo que la mezcla cultural y religiosa está presente a cada paso. Y con ella, la tolerancia de sus habitantes hacia la diversidad.
La mayoría religiosa está formada por cristiano ortodoxos, seguido por musulmanes.
El lago de Skadar, a pocos kilómetro de la costa, es el más grande la región de los Balcanes.
Excursiones organizadas con Civitatis: Excursión a Perast y Nuestra Señora de las Rocas en barco .
Excursión a la Cueva Azul y Nuestra Señora de las Rocas en barco .
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