La película ‘Memorias de África’ acaba cuando Denys (Robert Redford) muere al estrellarse su avioneta, y Karen (Meryl Streep) abandona África. Pero aquella historia de amor también tiene otras «historias» menos conocidas que os contamos a continuación… Coge papel y lápiz para seguir la secuencia de amores, amantes y aventuras épicas. Atardecer en Kenia. © Pedro Grifol A los viajeros decimonónicos el continente africano les atraía por su exotismo. Un mundo repleto de animales salvajes y de etnias desconocidas que también se revelaba a los ojos de los europeos como un lugar con fantásticas posibilidades para los negocios, para iniciar una nueva vida, para tener experiencias… y para dar rienda suelta al morbo de matar animales por placer. En este contexto se enmarca Memorias de África , un libro que dio lugar a una de las películas más emblemáticas de Hollywood.
La protagonista de esta historia, Karen Christence Dinesen –su nombre de soltera–, viajó, en 1914, desde su Dinamarca natal hasta el puerto de Mombasa, en la costa del protectorado de África Oriental Británica, pues así se llamaba Kenia hace más de un siglo. Estaba dispuesta a contraer matrimonio con su primo, el barón Bror Blixen-Finecke , a cuyo contrato había accedido como una especie de ‘premio de consolación’, pues de quien realmente estaba enamorada era de Hans, hermano gemelo de Bror y su amante hasta la víspera de la boda. Con este matrimonio de conveniencia, él conseguía más dinero para seguir dilapidando en lo que le diera la gana y ella el estatus y ‘la libertad’ que quería. El matrimonio, que empezó bajo mínimos, se alargó diez penosos años, pero significó el comienzo de la aventura africana de Karen .
Escena de ‘Memorias de África’. © Mirage Entertainment, Universal Pictures La granja de la baronesa Blixen La idea inicial de Karen, ya convertida en la baronesa Blixen, era montar una granja de productos lácteos, pero su marido la convenció de que una plantación de café sería mucho más rentable. Sin embargo, ni el terreno elegido (a las afueras de Nairobi), ni las condiciones climáticas fueron idóneas para su cultivo, y pronto descubrió que las plantas de café nunca darían buena cosecha. La crisis empresarial, que se agravó por la circunstancia de que su marido era un pésimo gestor y un verdadero sinvergüenza que pasaba el tiempo cazando leones y cazando aventuras sexuales, dio al traste con el negocio. Karen y Bror se divorciaron en 1925.
Karen, enferma de sífilis, arrastró una frágil salud para el resto de su vida, ya que en aquella época la sífilis se trataba con remedios tan nocivos como el mercurio y el arsénico.
La baronesa Blixen (Dcha.) fue interpretada por Meryl Streep. El barón Bror y Denys Finch Hatton, colegas de cacerías El barón Bror, admirado en los círculos sociales de Nairobi, salía de caza con Denys Finch Hatton , un noble británico que procedía también de una familia adinerada y ya con rentas consolidadas en Kenia que le permitían dedicar su tiempo de holganza a lo que más le gustaba: flirtear con las señoritas perfumadas, cazar animales salvajes y volar con su avioneta.
Sucedió que, en sus andurriales por la sabana, Karen también ‘cazó’. Conoció a Denys, el amigo de su ya exmarido. El perfil de Denys y el de Bror no eran muy distintos, si bien Denys era más culto, gozaba del arte de la conversación y era más guapo que el barón , cualidades que sin duda alguna enamoraron a la sufridora Karen.
Denys Finch Hatton fue interpretado por Robert Redford en ‘Memorias de África’. Karen logró que el encantador cazador se instalara en su casa al poco tiempo de comenzar la relación; y allí establecieron la base de su nuevo negocio. Denys comenzó a dirigir safaris para ricos . El indomable aventurero volaba mucho fuera del hogar, pero no en todas sus ausencias de trabajo le acompañaba Karen. Tenía una avioneta… y alguna vez aterrizaba en otra cama.
Un trágico final para Denys Finch Hatton En la mañana del 14 de mayo de 1931, Denys Finch Hatton voló por encima de los elefantes del hoy Parque Nacional de Tsavo y luego descendió en picado hacia el suelo estallando en llamas. Denys murió y fue enterrado en las colinas de Ngong , donde un obelisco marca hoy la ubicación de su tumba.
Cuenta la leyenda que una pareja de leones hace guardia en el lugar… La leyenda tiene su gracia pero no es verdad. Ningún león es capaz de custodiar el sepulcro del matador de sus antepasados.
Aquí acaba la historia de la aventura africana de Karen Blixen … “basada en hechos reales” tal y como reza en los títulos de crédito de la famosa película ‘Memorias de África’.
Beryl Markham, una mujer con una historia apasionante. Beryl Markham, una mujer todoterreno Probablemente si la avioneta de Denys no se hubiera estrellado, el final de la novela de Karen Blixen habría sido muy distinto, porque cuando ocurrió la desgracia, el ‘fiel’ enamorado de Karen mantenía una relación clandestina, desde hacía un año, con otra mujer que se llamaba Beryl.
Beryl era todo un personaje, una mujer digna de protagonizar la mitad de esta historia de nuestra sección Mujeres con historia. Beryl Clutterbuck nació en Ashwell, Inglaterra, en 1902. Cuando tenía cuatro años su padre se trasladó a Kenia para dedicarse al negocio familiar de adiestramiento de caballos. Su madre no pudo soportar la vida en África y regresó a Inglaterra, por lo que Beryl se educó con su padre. Aprendió swahili, cazó animales salvajes con los kikuyus y se dedicó la doma equina, convirtiéndose en la primera mujer entrenadora de caballos con licencia del país .
Beryl entabló amistad con Karen, ya que las dos pertenecían al pequeño grupo social de extranjeros selectos afincados en Kenia. Se habían conocido en el aristocrático Club Muthaiga de Nairobi.
Pasión por la aviación Cuando Beryl voló por primera vez con Denys Finch Hatton (la pareja de Karen) sintió una atracción irresistible por la aviación. Beryl amplió el objeto de sus atracciones al piloto… que se convirtió en su amante.
Beryl Markham mantuvo un idilio con Denys Finch (Robert Redford). Poco después de la muerte de Denys, Beryl se enamoró de Tom Campbell , otro piloto de la pandilla, con quién verdaderamente aprendió a volar. Durante años se dedicó al transporte de pasajeros a lugares de difícil acceso y a localizar animales desde el aire para orientar a los cazadores. Como aviadora, impulsiva y ambiciosa, quiso emular a Amelia Earhart e impresionar a quién, según algunos, fue el verdadero amor de su vida, el piloto Tom Campbell. Para ello decidió volar de Europa a Nueva York, un trayecto que nadie había hecho debido a que los vientos dominantes soplan en la dirección opuesta.
El 4 de septiembre de 1936 despegó de Abingdon, en Inglaterra, rumbo a Nueva York. El vuelo se truncó al helarse la gasolina y tener que efectuar un aterrizaje de emergencia en Canadá. Aunque no cumplió con el objetivo de su misión, Beryl se convirtió en la primera mujer que cruzó en solitario el océano de este a oeste a bordo de un avión, y en la primera persona que voló de Inglaterra a Norteamérica sin escalas . Tom Campbell, con el que Beryl había roto la relación hacía años, murió en un accidente de aviación el 19 de septiembre de ese mismo año.
Beryl Markham cruzó sola el Atlántico de este a oeste en avión. Un affaire real Cuando alcanzó la fama como aviadora el apellido de Beryl era Markham, ya que estaba casada con Mansfield Markham, un rico aristócrata que pidió el divorcio después del vuelo transatlántico acusándola de infidelidad. Las malas lenguas decían que Beryl tenía un romance con el príncipe Enrique de Gloucester, el hijo de Jorge V del Inglaterra . Affaire que la ‘distinguida’ familia Windsor ocultaba celosamente. Puede que las habladurías tuvieran fundamento, pero la realidad es que el ligue con el príncipe duró poco, ya que enseguida fue sustituido por el aviador Hubert Broad . Mansfield Markham no pudo imputar al príncipe Enrique, pero sí nombró al piloto Hubert Broad como co-demandado en su divorcio de Beryl; y como la relación con el aviador pudo probarse, obtuvo el divorcio.
‘Out of África, de Karen Blixen, y ‘Al oeste con la noche’, de Beryl Markham. Una gran escritora En 1938 Beryl se trasladó a vivir a Estados Unidos, y en Hollywood conoció al novelista francés Antoine Saint-Exupéry –autor de ‘El Principito’– que, a la sazón, también era piloto, y con quién tuvo la pertinente relación amorosa. Él, la animó a escribir el libro que la hizo famosa: Al oeste con la noche , que se publicó en 1942, cinco años después que el de Memorias de África de Karen Blixen.
Hemingway llegó a decir del libro de Beryl: “Está escrito tan bien, que me siento totalmente avergonzado de mí como escritor” . Gracias a las ventas de su libro, Beryl Markham pudo disfrutar de una cómoda situación financiera durante los últimos años de su vida. Volvió a África, donde esta piloto y ‘cazadora de pilotos’ acabó sus aventuras a los 84 años.
Casa Museo de Karen Blixen en Nairobi. © Pedro Grifol Lejos de África Por su parte Karen, después de la muerte de Denys (en 1931) volvió a su país, a la casa que habían comprado sus padres en Rungstedlund, a escasos kilómetros de la capital danesa. Nunca más volvió a pisar Kenia.
A partir de aquí, todos sabemos que “Karen tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong”. La novela fue llevada al cine en 1985, producida y dirigida por Sydney Pollack, con Meryl Streep, Robert Redford y Klaus Maria Brandauer como protagonistas del trío amoroso.
La película, que adolece de cursis secuencias atiborradas de tópicos hollywoodenses, obtuvo 7 oscars : mejor película, director, dirección artística, guion adaptado, fotografía y sonido (incluida la pegajosa banda sonora compuesta por John Barry); pero de haber existido un oscar a la mejor promoción turística lo hubiera ganado también, pues ‘Memorias de África’ supuso la mejor campaña que jamás se haya hecho para promocionar Kenia . Los folletos de las agencias de viaje se llenaron con fotos de atardeceres encendidos y mesas instaladas a la luz de la luna en los hoteles de lujo, y como la película se rodó en los lugares africanos en los que había sucedido todo, contribuyó al mito de viajar al escenario de los hechos.
Interior de la casa de Karen Blixen, en Nairobi. © Pedro Grifol La baronesa Blixen, o Isak Dinesen, o Karen Dinesen (los 3 nombres que usó en su vida literaria) fue candidata al premio Nobel en dos ocasiones, que no ganó. Falleció en Dinamarca en 1962 a la edad de 77 años. Su casa en Nairobi fue convertida en museo en 1986, un año después de haberse rodado la película, y cada año peregrinan unas 50.000 personas venidas de todo el mundo para visitarla.
Esperamos volver pronto a ese mundo repleto de animales salvajes y de culturas que han sobrevivido al Covid-19… Y donde si te despistas del grupo, todavía te puede comer un león. África no ha cambiado tanto. Y lo que tampoco ha cambiado tanto son los escarceos erótico-festivos de las celebrities .
Más información: Oficina de Turismo de Kenia .Casa-Museo de Karen Blixen en Nairobi .
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