Los cortijos andaluces son el lugar perfecto para encontrarse con las amigas en agradables entornos naturales que invitan a dar largos paseos y a tener enriquecedoras charlas. Estas nueve fincas que te recomendamos están repartidas por las provincias de Córdoba, Granada, Almería, Cádiz y Málaga.
© Finca La Donaira (Serranía de Ronda, Málaga). Actualizado en marzo de 2024
Trata de imaginar que no tienes nada que hacer excepto disfrutar de un tiempo fabuloso, de una copa de vino y paseos tranquilos. De respirar los aromas del campo bajo el sol primaveral de Andalucía, que ya calienta… Tu única misión será distinguir los trinos de los pájaros que se oyen al amanecer y que al atardecer se arremolinan en las copas de los árboles…
En los cortijos andaluces se celebra la vida en cada pequeño detalle y los rincones están repletos de coloridas adelfas, naranjos, limoneros… Huele a azahar y el sol hace sombras en sus paredes encaladas salpicadas de macetas con geranios y gitanillas. A lejos, se oyen los perros ladrar y las labores del campo andaluz se presienten.
¿A que apetece? Pues en la actualidad muchos de estos cortijos andaluces, algunos históricos, se han convertido en alojamientos sensoriales. La mayoría, no todos, están conducidos por extranjeros que decidieron quedarse aquí para siempre. Te contamos cuáles son algunos de estos lugares para dar la bienvenida a la primavera en Andalucía.
© Finca Maltés del Fraile (Almería). Finca Maltés (Níjar, Almería) Pocos lugares resultan tan maravillosamente alejados de todo y de todos como la comarca del Cabo de Gata-Níjar , un paraíso con unos paisajes desérticos espectaculares que el mismo Hollywood supo apreciar, y que son el telón de fondo de este cortijo donde cada detalle es un canto a la naturaleza. Precisamente este estar alejado y desconectado del mundo es lo que más se disfruta en la finca Maltés del Fraile , después de un día recorriendo algunas de las mejores playas vírgenes de Europa, o haciendo senderismo por el parque natural. Silencio, noches estrelladas, desayunos con productos de la zona y decenas de animalillos silvestres que van saliendo a tu paso por los jardines, desde camaleones a todo tipo de pájaros… Además, puedes venir con tu mascota porque también son petfriendly .
Más información en Tel. +34 950 889 580
Además de habitaciones © Cortijo Bablou cuenta con una caravana gitana. Cortijo Bablou (Arcos de la Frontera, Cádiz) Cuando a lo que aspiras durante tus días soleados es a descubrir los alrededores montando en bicicleta, a echarte una siesta en una hamaca a la sombra de los olivos, a recolectar frutas del huerto, a probar vinos de la tierra… entonces el Cortijo Bablou te enamora. También sus propietarios, un simpático matrimonio francés que regentaban un riad en Marrakech y que lo cambiaron por este antiguo cortijo de Arcos de la Frontera . La diversión está asegurada si te alojas en lo que llaman la Caravana Gitana , con vistas al Valle de Guadalate. El agradable jardín está rodeado de olivos con los que ellos mismos producen el aceite que tomarás durante las comidas. Bárbara se encargará de que disfrutes también del desayuno: con las mermeladas que elaboran, con huevos de las gallinas que ellos mismos crían y del pan de la Sierra, todos productos de kilómetro de 0.
Más información en el Tel. 691 016 576
© Finca Las Encinas (Córdoba). Finca Las Encinas (Los Juncares, Córdoba) Junto al pantano de Iznájar, en el corazón de la Sierra Subbética, entre olivares donde se produce el mejor aceite de oliva del mundo, las cuatro habitaciones de la Finca Las Encinas son el lugar perfecto para recargar las pilas. Además de las vistas espectaculares desde su pérgola (disfrutar de un desayuno o de un atardecer aquí no tiene precio), el sitio es perfecto para recorrer los pueblecitos blancos de los alrededores a un ritmo pausado (en el pantano también se ofrecen muchas actividades en temporada).
Recorridos en bicicleta por la Vía Verde del aceite , visitas a almazaras, bodegas centenarias colindantes y artesanos de la zona… Además, el interiorismo rústico de sus habitaciones es deliciosamente auténtico: vigas toscas, gruesas paredes blancas y cabeceros hechos con puertas viejas. Sus propietarios, un matrimonio formado por un londinense y una japonesa, se enamoraron del lugar y abandonaron sus trabajos en La City para dedicarse aquí a cuidar a sus huéspedes y mostrarles este pedacito de paraíso andaluz. Sus cursos de cocina son también de lo más apreciado. Este es, sin duda, uno de los cortijos andaluces más atractivos de Córdoba.
© Cortijo La Almunia (Granada). Cortijo La Almunia (Monachil, Granada) Cerca de la Alhambra, pero suficientemente lejos como para no estar en el meollo, este es uno de los cortijos andaluces de Granada más deseados para los amantes de la motañana. Ubicado en Monachil , localidad que es prácticamente la puerta a Sierra Nevada, su diseño, las vistas desde las 15 habitaciones –que miran todas a la montaña–, sobre pequeñas terrazas, el sonido del rumor del agua a través de las acequias.… No se le puede pedir más al cortijo La Almunia. Pionero en turismo sostenible, desde el hotel salen cientos de rutas a pie, incluida la del Desfiladero de los Cahorros, y dando un paseo cuesta abajo estarás en el centro del pueblo en unos minutos. En coche, solo te separan 15 minutos de la Alhambra y 20 minutos de las playas de la Costa Tropical.
Más información en laalmuniadelvalle.com
© Habitación de la finca La Donaira (Serranía de Ronda, Málaga). Finca La Donaira (Montecorto, Málaga) Si no has oído hablar de la Finca La Donaira , ese “eco retiro de lujo discreto, granja orgánica y centro ecuestre” de caballos lusitanos, en lo alto de la Serranía de Ronda, ya es hora de que lo hagas porque aunque no puedas o no se te presente la oportunidad de ir, es inspirador. Son solo nueve habitaciones pero sus espacios, la experiencia y la atmósfera que se respira aquí es maravillosa –podríamos decir única en su especie en todo el territorio nacional–.
Si tienes la fortuna de pasar por aquí, aprovecha para probar su meditación en la cama de abejas, a través de las que relajarse y percibir el sonido, sus olores, su vibración… También su spa y sus masajes o su cocina ecológica, sin olvidar perderte (y encontrarte) por las rutas senderistas. La decoración y los rincones para la contemplación que encuentras por la finca son… un lujo. ¿Por qué no saludar a la primavera tumbados a la sombra de una antigua encina de 700 años?
Más información en ladonaira.com
© Cortijo Bravo (Málaga). Cortijo Bravo (Benamocarra, Málaga) En la Axarquía , también a tiro de piedra del Mediterráneo, pero enclavado en una zona rural, en Benamocarra , se encuentra uno de los cortijos andaluces perfectos para una escapada con amigas. En Cortijo Bravo podréis disfrutar de la gastronomía malagueña, y de paso recorrer también algunos de los pueblos blancos con más encanto de Andalucía: los pueblos de la Axarquía malagueña y también las encantadoras localidades de la costa malagueña –Torre del Mar te pilla a tiro de piedra y Nerja a solo 30 minutos–. Sus 21 habitaciones están pensadas para que se cuele el campo en su interior, con sus aromas. Y en el interior una decoración típica de las casas señoriales andaluzas.
Más información en hotelcortijobravo.com
© Cortijo Santa Clara, en Carmona (Sevilla). Cortijo Santa Clara (Carmona, Sevilla) Este cortijo-aldea, que continúa en la familia de los Condes de Gálvez, da la sensación de entrar a una especie de ciudad andaluza (los cortijos en su origen eran algo parecido: de ahí que mantenga aún la panadería, herrería, la capilla, los campos de labranza, las escuelas e incluso algunos talleres…). Levantado en una de las ciudades con más encanto de Sevilla, a 15 km de Carmona , Santa Clara resume de un plumazo la esencia de estas construcciones andaluzas sin olvidarse de ningún detalle. Las cinco casitas del Cortijo Santa Clara , a cada cual más coqueta, están decoradas con muchísimo encanto. Algunas, incluso, cuentan con jardines privados, y salidas directas al campo, donde te esperan las rutas de los girasoles o la de los manantiales.
Más información en cortijosantaclara.es
© Cortijo El Guarda (Cádiz). Cortijo El Guarda (Alcalá del Valle, Cádiz) No hay nada como como tomarse una copa desde la terraza superior de este auténtico cortijo andaluz de 500 años, viendo como el sol se oculta por un horizonte recortado por todo el olivar. Desde este paraíso de paredes encaladas en blanco, recorrer toda la Sierra de Cádiz, sobre todo los pueblos blancos de Alcalá del Valle, Setenil y Olvera, es una experiencia que desestresa a la más necesitada. Suelos enchinados, rincones para la ensoñación, noches estrelladas… y la posibilidad de disfrutar de carta de masajes o de una lectura apacible en la antigua biblioteca del Cortijo El Guarda.
© Patio del Molino del Arco, en Ronda. Molino del Arco (Ronda, Málaga) Ronda es una ciudad única en su especie. Romántica, atractiva, misteriosa… No en vano los viajeros románticos la elevaron al Olimpo de los destinos mundiales y esta magia aún perdura, y tiene como consecuencia que esté sembrada de recónditos alojamientos con muchísimo encanto: los cortijos que encontrarás por esa zona son muchos y muy cuidados. Molino del Arco , por ejemplo, es un cortijo-almazara del siglo XVIII, a solo 8 kilómetros de la ciudad, para que podáis recorrerla y perderos por sus calles a gusto.
Su interior de 21 habitaciones tiene una autenticidad que atrapa: techos abuhardillados, vigas de madera… Y en el exterior, el campo en todo su esplendor y una alberca con una magia brutal. Además, en su restaurante podrás probar lo mejor de la gastronomía rondeña en la que por supuesto, los vinos y los aceites –como manda la tradición– son para hacer la ola, y si quieres visitar alguna bodega, la Serranía de Ronda cuenta con varias de ellas –la de Descalzos Viejos es una maravilla–.
Más información en hotelmolinodelarco.com
© Molino del Arco (Ronda). Además de los cortijos andaluces, te puede interesar…
10 planes originales con amigas en Sevilla .
10 actividades para enamorarte de Vejer de la Frontera .
Road trip por la Axarquía malagueña .