Al Principado se puede viajar por innumerables razones: sus paisajes, su gastronomía, sus ciudades históricas, sus playas salvajes… Pero hay una que es menos común, viajar para observar los osos pardos en Asturias. Si te atraen las rutas por parques naturales, eres amante de la fauna y no te dan pereza las caminatas, este artículo es para ti. Es necesario llevar prismáticos para ver los osos pardos en Asturias. © Victor Garcia No está de más empezar este artículo con un cuento que, a decir verdad, no es un cuento: “Érase una vez un parque de Oviedo donde vivían ‘felices’ –¡dentro de una jaula redonda!– dos osos, Petra y Perico. Perico, murió a los cuatro años de su cautiverio. El oso, convertido en un armazón peludo, fue disecado y paseado por distintos almacenes comarcales hasta que terminó decorando la sala de un ayuntamiento. El cadáver de Petra, fallecida muchos años después, fue donado a la ciencia. Cuentan los lugareños más longevos que, en el parque, todavía se puede vislumbrar el cerco del círculo de la jaula. Fin”.
Desafortunadamente no es un relato del Medievo, cuando los osos tenían que luchar contra los humanos para conquistar el territorio. No hay más que recordar la historia del oso que mató a Fáfila, elegido tras la muerte de su padre, don Pelayo, para ocupar el trono asturiano cuando la capital era Cangas de Onís… allá por el año 739. La historia –y la vida– de la osa Petra acabó en 1976. Para algunos ¡no hace tanto! En aquella época, en la década de los años 50 del pasado siglo, cuando empezó el calvario de Petra y Perico, no había televisión, ni mucho menos Internet, lo que hacía que los espacios verdes de algunas ciudades se transformaran en mini-zoos donde los niños podían ver animales salvajes.
Todo ha cambiado… o, por lo menos, en lo relativo al respeto por los osos pardos en Asturias.
El cuento ha cambiado mucho del pasado (lugareños posan con un oso que han cazado) al presente (protección del animal). © Pedro Grifol El oso pardo en Asturias, un animal icónico El oso pardo que tiene su hábitat en la Cordillera Cantábrica , especialmente en la que corresponde a Asturias, tuvo su momento crítico hace algunos años cuando la población estuvo a punto de extinguirse. En 1973 había menos de 50 osos, y en 1989 solo se tenían localizadas seis osas con sus crías. En la actualidad, la población de osos pardos se estima en unos 300 ejemplares que campan a sus anchas por el paraíso natural asturiano.
Punto de observación La Penona, en el P. N. Narcea de Gaña. © Pedro Grifol No cabe duda de que, por lo menos al respecto, tenemos que reconocer la labor de la Fundación Oso Pardo o FOP (fundacionosopardo.org), que este año cumple 30 años, y cuyos objetivos son la conservación y restauración de los hábitats para la especie, el seguimiento de la población osera, la lucha contra el furtivismo, la educación ambiental y la prevención de conflictos entre humanos y osos.
A otro nivel, trabaja y contribuye activamente la ONG The European Nature Trust (TENT) cuya misión es, igualmente, proteger y restaurar las áreas silvestres que, en palabras de Paul Lister, su fundador, resume de la siguiente manera: “España ha conservado con orgullo gran parte de su vida salvaje. Dado que gran parte de la megafauna europea se ha perdido, especies emblemáticas, como el oso pardo, aún deambulan por los valles de la Cordillera Cantábrica. Para el futuro de la biodiversidad europea, estas especies, y todos los agentes que forman el ecosistema ibérico, deben prosperar. Nuestra visión compartida es la de una Iberia más salvaje, donde los humanos coexistan con poblaciones de vida silvestre”.
Parque Nacional de Somiedo. © Pedro Grifol Avistamiento de osos pardos en Asturias Descubrir la belleza de muchos lugares de Asturias y ver uno de sus tesoros más protegidos, el oso pardo, es un viaje que podemos hacer de una manera organizada . Ya que, ‘por libre’, sólo los cazadores furtivos llegan a ver al oso de cerca cara a cara… ¡como para hacerse un selfie !
Aunque el avistamiento de osos pardos en libertad no es tarea fácil, la emoción de la búsqueda está garantizada porque mientras esperamos la aparición del oso, como el paisaje asturiano se muestra tan impactante, podemos disfrutar de cómo, entre bosques y roquedos, pasean, saltan y retozan ciervos, rebecos, corzos, lobos y zorros, a la par que en algodonado azul infinito planean majestuosas águilas imperiales…
Aunque los osos han tenido algún encuentro con los lugareños que pueblan las zonas rurales, las consecuencias no han pasado del susto; sin embargo, una descontrolada invasión turística puede acarrear graves consecuencias, por lo que es recomendable confiar en los guías especializados que conocen bien las épocas, las horas, los momentos y las zonas donde los osos pueden verse.
Punto de observación de oso pardos La Peral. © Pedro Grifol La primavera, la mejor estación para ver osos Luis Frechilla, miembro de la agencia Wild Spain Travel , naturalista y artista (a él se deben los dibujos que ilustran las cartelas de algunos puntos de observación) nos informa con su experiencia de campo: “Es más fácil verlos en primavera, antes de que aumente el calor. Curiosamente, las hembras con sus crías y los machos suelen estar en lugares diferentes; las hembras buscan alimento fácil y proximidad al refugio y se mueven en áreas relativamente reducidas. Los machos tienen más horizonte y, además del alimento, les influye la proximidad a las hembras. Machos, hembras y crías son bastante exquisitos en la búsqueda de alimentos: brotes jóvenes, hojas tiernas, bayas, frutos carnosos… lo que les obliga a dedicar mucho tiempo a la alimentación; sobre todo, en calveros, piornales, pastizales y en los estrechos y empinados canales de los roquedos calizos. Su alimento favorito son las cerezas y los arándanos ”.
Osa con tres crías en Asturias. © Victor García Animales promiscuos por naturaleza No hay nada mejor que juntarse con expertos. Víctor Trabau es un veterano guía –¡de 29 años!– que dirige su empresa Trabau Ecoturismo y que también es tixileiro (o cunqueiro), un oficio que le enseñó su tío y del cual presume de que él es último artesano que queda en Asturias , y que consiste en extraerle a un tosco bloque de madera de abedul, fresno o nogal un cuenco pulido a mano.
Víctor sabe y ama tanto a su tierra que cuando habla sus palabras parecen surgidas de la ciencia infusa: “Los osos son animales promiscuos –explica Trabau (que es como le llaman en el pueblo)– el vínculo de pareja dura unos días, y los machos no colaboran en la cría. El celo tiene lugar en primavera y principios de verano, los partos se producen en enero en la osera, y los oseznos, que aquí llamamos ‘esbardos’, permanecen con su madre entre 16 y 18 meses , por lo que las hembras, en el mejor de los casos, paren cada dos años. Ese es uno de los problemas que ha contribuido al peligro de extinción. En los meses de primavera, los osos cortejan a las hembras con paciencia y no siempre son bien recibidos.
Víctor García Trabau, guía y tixileiro. © Pedro Grifol “En la estación de celo los machos realizan largos desplazamientos para buscar hembras. Las osas también son promiscuas y copulan con el mayor número posible de machos, al parecer como un mecanismo para evitar el futuro infanticidio de sus crías ya que con frecuencia el oso macho mata a las crías que no son suyas para que la hembra vuelva a estar en celo, otro de los problemas para el crecimiento de la especie. Estudios recientes han confirmado que ellas no son capaces de saber quién es el padre real. Cuando la hembra es fecundada no comienza la gestación ya que el óvulo fecundado flota libremente en el útero y no se implanta hasta el otoño. Solo entonces comienza la verdadera gestación, que dura unos dos meses. En plena hibernación y en la seguridad de la osera, la hembra pare de una a tres crías, con frecuencia de distintos padres ”.
Paisaje desde el punto de observación La Peral. © Pedro Grifol En busca de osos pardos en Asturias Dicho todo lo anterior, e informados también sobre las precauciones a tomar por si acaso algún oso viene a saludarnos de cerca, podemos emprender la búsqueda por las verdes montañas de Asturias.
De ‘buena hora’ se forman los grupos de turistas junto a los equipos de profesionales que se disponen a emplazar a los turistas en los enclaves específicos y previamente seleccionados en plena montaña. El equipo de guías lleva potentes telescopios y prismáticos , razón por la cual es recomendable ir acompañados por expertos , ya que es la única manera de ver (un poco más grande) los osos en la lejanía que campan por los claros de los frondosos bosques y por las rocosas laderas. La perspicacia con la que suelen descubrirlos entre la maleza o sobre una roca es asombrosa.
Lagos de Saliencia y su entorno. © Pedro Grifol Durante el recorrido vemos huellas y marcas de garras en algunos árboles y unas peculiares estructuras pétreas en forma de herradura, llamadas cortines , construidas para proteger las colmenas mieleras para que los osos no puedan acceder a ellas. Sabido es que la miel es otro de sus alimentos favoritos . También, y en zonas más aisladas, perviven aldeas con casas de teito , es decir: con techo hecho con escobas de ramas. Algunas tienen 300 años.
Braña Arbellales, con las típicas casas de teito. © Pedro Grifol Se puede tardar bastante tiempo en divisar osos (o no), quizá horas… o quizá no los veamos, todo hay que advertirlo. De cualquier manera, en la paciente espera, reflexionamos sobre todo lo que hemos aprendido y procedemos a tomar el bocadillo tentempié. Después, le daremos tiempo al tiempo para que nuestros deseos se cumplan. Si aparece el oso, el recuerdo será para toda la vida.
Señales de garras en un árbol y cortín (colmena protegida de los osos). © Pedro Grifol Preguntas frecuentes sobre los osos pardos en Asturias 1.¿Dónde hay que ir para ver osos pardos en Asturias?
Existen muchos lugares de avistamiento de osos pardos en Asturias, pero lo más recomendable es realizar los ‘safaris’ con alguna empresa como Trabau Ecoturismo . En estos momentos hay también otras dos empresas con precios similares.
2. ¿Se pueden hacer las rutas de los osos por libre?
Se puede intentar ver osos ‘por libre’, pero hay que llevar los telescopios pertinentes, porque lo más probable es que no los veas sin que los guías hayan rastreado visualmente los puntos de avistamiento. Ellos son profesionales y saben en qué lugar pueden estar por la mañana o por la tarde… dependiendo del tiempo y de la época en la que vayas.
3. ¿Qué otras visitas se pueden hacer alrededor en un viaje para ver osos pardos en Asturias?
En una excursión para ver osos pardos en Asturias se puede empezar visitando la Casa del Oso de Pola de Somiedo . Tienen teléfono (985763406), pero la visita se gestiona a través de la Fundación Oso Pardo (fundacionosopardo.org); y el Ecomuseo de Somiedo (www.somiedo.es), en Veigas, donde se puede aprovechar para ver cómo se construían las casas de teito de escoba.
📌También se pueden hacer rutas de senderismo por el Parque Nacional de Muniellos , Reserva de la Biosfera, pero allí no hay osos.
4. ¿En qué lugar interesa dormir si se hace la ruta de los osos pardos de Asturias?
Un buen lugar para dormir si se quiere tratar de ver osos pardos en Asturias es Pola de Somiedo , donde se encuentra el Palacio Flórez-Estrada (www.florezestrada.com). En Somiedo hay una casa rural: Buenamadre (www.buenamadre.com)
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