Existen ciudades como Nantes en las que ya sabes que hay detalles sorprendentes en todos sus rincones. Este destino francés no sólo logra sacarte un «oooh» en sus monumentos y calles sino que esa sorpresa se traslada también a las propuestas de alojamiento. Si te gustan las experiencias diferentes, no te pierdas estos hoteles originales en Nantes.
Dream Jungle, la creación de Makiko Furuichi en el hotel Amiral. © Jean Dominique Billaud/ LVAN La ciudad de Nantes y el arte forman un tándem que no se puede separar. Al pasear por sus calles, las obras contemporáneas asaltan desde un espacio público repleto de patrimonio histórico. Una escapada de arte a Nantes se puede realizar en cualquier estación del año, más allá del famoso festival de verano El Viaje a Nantes . Basta seguir la línea verde que recorre las calles para descubrir un interesante recorrido artístico. Para completar la experiencia se ofrecen desde hace cinco años diversas habitaciones decoradas por artistas que permiten dormir en una obra de arte. Estos 22 alojamientos consiguen que también las noches sean creativas.
Hoteles originales de Nantes Miranda #F98181, la vida en colores El primero que te recomendamos es una suite del hotel Mercure de Nantes donde la artista Elsa Tomkowiak ha realizado una divertida intervención. La habitación se llena de color hasta lograr diluir los límites entre pintura y escultura. Dormir en esta suite permite sentir los amplios brochazos de la artista. Este deseo de movimiento, propagación y velocidad del color se refleja también en los títulos que Tomkowiak elige para sus obras, a menudo inspirados en la forma en la que la meteorología denomina convencionalmente a los anticiclones, tormentas y huracanes. El nombre de esta habitación, Miranda #F98181, hace referencia a la protagonista femenina de La tempestad , de William Shakespeare, cuya fuerza de amor vence vanidades y luchas de poder.
Miranda#F98181, Mercure Nantes Centre Grand Hôtel. © J-D Billaud -LVAN Amours: Le D’Ô, flotar en un barco Atracado en el dique Henri-Barbusse, este antiguo barco fluvial de los años 30 se ha convertido en una auténtica burbuja flotante. Cortando, ensamblando y pegando formas elementales, Karina Bisch toma elementos del arte moderno y popular, círculos, rombos, cuadrados y rayas, pero los utiliza de una forma poco convencional. Como si se tratara de un cuadro vivo, con ese aspecto de mantel colorido y alegre el barco ilumina el paisaje. Su tejado de formas superpuestas, que se asemeja a un patchwork , recuerda a plantas flotando. En el interior, la sinfonía de formas y colores sigue por todas partes. Un espacio inusual y atípico, abierto hacia el exterior a través de grandes ventanales, que ofrecen unas vistas singulares de la ciudad y del río Erdre.
Amour – Péniche le D’Ô. © Jean-Dominique Billaud – LVAN, ADAGP 2019 Dream jungle, dormir en una acuarela Makiko Furuichi, artista japonesa, ha personalizado una habitación del hotel Amiral, Dream jungle . Pintó a la acuarela paredes, techo, muebles y tejidos: escritorio, cabecera, cortinas y cojines. El espacio ha sido invadido por una densa vegetación tras la que se ocultan unos personajes que acuden a observar a los recién llegados con una mezcla de miedo, curiosidad y diversión. Dream jungle transforma el dormitorio en un refugio de los sueños, en el que el cliente está tan cautivado por la suavidad de las formas orgánicas y los colores vivos como maravillado por la profusión de los dibujos. La experiencia se culmina con una original edición de A dream of them de Jon Chandler, que evoca lo invisible, los fantasmas y los extraterrestres que ocupan nuestros sueños.
Dream Jungle, Hotel Amiral. © Jean Dominique Billadu – LVAN Micr’Home, belleza urbana La obra Micr’Home de Myrtille Drouet se sitúa a 5 metros sobre una calle estrecha. Compuesto por tres niveles de dos metros de ancho, este alojamiento tan singular no deja indiferente a nadie. Su fachada negra, sus encajes metálicos que medio ocultan las ventanas, el bosque de pájaros de origami colgado del porche, todo está hecho para llamar la atención de los transeúntes en la concurrida rue de la Fosse. Dentro de estos bloques suspendidos se esconde un apartamento completo con una habitación de 26 m2. Un espacio optimizado y acogedor, cuya columna vertebral es la escalera de caracol que demuestra que la vida urbana se hace más fuera que dentro y que no necesitamos grandes espacios para construir nuestros nidos.
Micr’Home, en Nantes. © Philippe Piron – LVAN Habitación 107, un invernadero zen En la habitación 107 del Hotel Océania , Justin Weiler ha transformado el espacio en una especie de invernadero gracias a grandes vidrieras pintadas que cubren los laterales y separan el interior del exterior. Tumbados o de pie, los huéspedes tienen la oportunidad de formar parte de la obra, deleitándose con el baile de la luz, principal material utilizado por el artista. Las aberturas arquitectónicas dejan pasar la luz a través de sus líneas verticales, pintadas con tinta china, creando un decorado diferente según la hora del día. Al atardecer, las rayas que proyecta la obra en la habitación recuerdan a las rayas de las cebras presentes en la pared del bar del hotel. La creatividad del artista ofrece una versión original de este clásico hotel.
Chambre 107, en el hotel Océania. © Jean Dominique Billaud – LVAN Cellule Vitale, en el hotel Le Cambronne Un recipiente para cada quehacer cotidiano es la propuesta del escultor Simon Thiou con su obra Cellule Vitale, una de las habitaciones de Le Cambronne, uno de los hoteles originales en Nantes que recomendamos. El artista aporta una reflexión sobre el entorno doméstico. Una obra para inventar una forma utópica de vivir donde cada función de la vida diaria se almacena en su contenedor. La ducha, el inodoro, el armario, un espacio de lectura, una gramola o una biblioteca, todos estos lugares se asientan sobre ruedas. Este principio permite a los clientes apropiarse del espacio organizando el mobiliario de color negro y gris según sus necesidades. Gracias a este ambiente propicio para la introspección, el artista nos invita a proyectar nuevos pensamientos y a cultivar la imaginación.
Cellule Vitale en el Hotel Le Cambronne. © Jean Dominique Billaud – LVAN También te puede interesar…
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