La excursión a Abu Simbel suele aparecer como opcional en la mayoría de los viajes que se organizan por Egipto pero aquí te explicamos por qué es imprescindible. También te damos algunas claves para organizar una visita a Abu Simbel y aprovecharla al máximo. Será un lugar que quedará para siempre en tu memoria.
Entrada del templo principal de Abu Simbel con los cuatro colosos de Ramsés II al amanecer. © Susana García Abu Simbel, cuyo recinto arqueológico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es uno de esos rincones del mundo que hay que visitar al menos una vez en la vida. Así que, si vas a viajar a Egipto, no dudes ni un momento en contratar la excursión a Abu Simbel , será probablemente el dinero mejor invertido de tu viaje. La majestuosidad de los templos es sólo comparable con la historia que los rodea y sus detalles y misterios añaden interés a un lugar de por sí difícil de describir con palabras. Aunque es una escapada breve que suele venir definida por las agencias de viajes y los guías turísticos, te damos algunas claves para que sea todo un éxito y aproveches al máximo las horas que pases en este yacimiento arqueológico.
Un poco de historia El complejo arqueológico de Abu Simbel se encuentra en al sur de Egipto , frente al lago Nasser, y fue excavado en la roca a lo largo de más de 70 metros. El primero que lo descubrió fue el suizo Johann Ludwig en 1813, aunque la totalidad del conjunto fue desvelada en 1817 por el italiano Giovanni Battista Belzoni. La seca arena del desierto consiguió su preservación en muy buen estado.
El templo principal de Abu Simbel Construido por Ramsés II , el gran faraón del Imperio Nuevo, en el siglo XIII a.C., su función era conmemorar la famosa batalla de Qadesh contra los hititas y lanzar un mensaje de poderío hacia las tierras de Nubia con los cuatro imponentes colosos. El templo principal se levantó en honor de los dioses Re Haractes, Amón-Re, Ptah Sikar Osiris y del propio Ramsés II deificado, como demuestran las cuatro estatuas construidas en el sanctasanctórum. Unas estatuas sobre las que se produce un curioso efecto, ya que el 22 de febrero y el 22 de octubre entra la luz al fondo del templo para iluminarlas (excepto la de Ptah Sikar Osiris por ser una deidad funeraria).
Cámara interior del templo con las estatuas de los tres dioses a los que está dedicado y de Ramsés II. © SG Los cuatros colosos de Ramsés II que reciben en la entrada tienen más de veinte metros de altura y el interior del templo está decorado con unos delicados relieves que narran las victorias militares y los logros de este faraón.
El templo de Nefertari El segundo templo del recinto está dedicado a Nefertari , la esposa favorita de Ramsés II, y cuenta también con preciosos relieves. En la fachada hay seis estatuas, cuatro de Ramsés II y dos de Nefertari, todas del mismo tamaño (10 metros de altura), un hecho curioso ya que era habitual representar siempre más grande al faráon. El templo está dedicado a Hathor , la diosa del amor y la belleza, que solía mostrarse con orejas de vaca, y en su interior se pueden ver los típicos capiteles hathoricos con la cabeza de esta diosa.
Fachada del templo de Abu Simbel dedicado a Nefertari. © SG El traslado del templo La majestuosidad del conjunto sorprende cuando se conoce que su historia va más allá de su valor como muestra impecable de los templos del Antiguo Egipto. Cuando se realizó la gran obra arquitectónica de la presa del Asuán el templo quedó al filo del agua con serios problemas de inundación. Tras el análisis contrarreloj de diferentes equipos de especialistas de la Unesco, se eligió un proyecto italiano que suponía trasladar, bloque a bloque, el templo a una ubicación más segura a 65 metros de altura. La operación, que se extendió entre 1964 y 1968, fue todo un éxito y hoy en día nos permite seguir disfrutando de este lugar único, tanto por su historia como por su excelente preservación.
Consejos prácticos Cómo llegar a Abu Simbel Hay dos maneras de llegar a Abu Simbel desde Asuán, en avión y por carretera. La primera opción se utilizaba, sobre todo, cuando no era posible garantizar la seguridad del trayecto en coche y hoy en día, en una época en la Egipto está mucho más tranquilo, es la menos utilizada por ser la más cara y porque supone volver a pasar los exhaustivos controles de seguridad de los aeropuertos egipcios. En cualquier caso, es la alternativa que hay que tomar si solo se visita El Cairo y se quiere hacer una escapada a Abu Simbel desde la capital de Egipto .
El trayecto de 300 kilómetros en carretera dura unas cuatro o cuatro horas y media. Permite ver el extenso desierto que ocupa el Egipto que no está pegado al Nilo y en el que los famosos espejismos te sorprenderán continuamente. Se suele parar en alguno de los bares de carretera para ir al baño y comprar algún refresco; y poco más se puede hacer que echar alguna cabezadita o mirar la interminable y recta carretera mientras se escucha música durante el trayecto.
Interior del templo de Abu Simbel. © SG Cómo visitar Abu Simbel Lo mejor es hacerlo con una visita organizada , seguro que al contratar tu viaje a Egipto te dan la opción. Así podrás ir con un guía que te explique todos los detalles de la historia de este singular yacimiento arqueológico. Además, te facilitará las entradas y verificará los horarios de entrada a los templos (que pueden sufrir ligeras variaciones).
También puedes contratar la excursión con Civitatis, que ofrece al viajero todas las las opciones: excursión a Abu Simbel en el día, excursión de dos días a Abu Simbel (con alojamiento en el hotel Seti Abu Simbel) y excursión a Abu Simbel en avión desde El Cairo (con vuelo directo o con escala en Asuán).
Excursión de un día a Abu Simbel El propio trayecto de más de cuatro horas por carretera desde Asuán determina en gran medida la forma de ver Abu Simbel. Es una excursión que se suele realizar antes de embarcar en el crucero en Asuán o después de concluirlo en este mismo puerto, y lo habitual es hacerlo todo en un día. Se sale temprano (muy temprano, sobre las dos de la madrugada) para llegar en torno a las seis y media a los templos. Tras unas horas en ellos, hay que volver a Asuán en el día, por lo que esta visita supone en total más de nueve horas de autobús.
Vista general del yacimiento arqueológico de Abu Simbel. © SG Dormir una noche en Abu Simbel Existe otra opción mucho más cómoda y altamente recomendable, que es pasar una noche en Abu Simbel, en el hotel Seti Abu Simbel . De esta forma la visita se plantea con mucha más tranquilidad y se disfruta el doble. Para empezar, no hace falta madrugar, se puede salir tranquilamente por la mañana para llegar a comer a Abu Simbel. Después, hay tiempo para disfrutar de la piscina del hotel (es preciosa) y del espectáculo de luz y sonido que se celebra por la noche en los templos. Iniciar casi en soledad el camino que lleva hasta ellos y verlos aparecer, ligeramente iluminados, en la oscuridad de la noche es un momento mágico . El idioma de la locución del espectáculo se elige según la nacionalidad de la mayoría de los asistentes, así que con un poco de suerte podrás escucharla directamente en español sin necesidad de auriculares.
? El hotel Seti Abu Simbel es un hotel muy sencillo en sus habitaciones y su oferta gastronómica, pero su situación y su excelente piscina hacen que merezca la pena.
Piscina del hotel Seti Abu Simbel. © SG La otra gran ventaja de dormir en Abu Simbel es poder entrar nada más abrir el templo (a las seis de la mañana). Así se dispone de un buen rato con muy poca gente para recorrerlos con calma y verlos en todo su esplendor con las luces doradas del amanecer. Sobre las seis y media comienzan a llegar los autobuses con los viajeros que han salido en el día, que son muchos, y la experiencia de la visita cambia completamente.
Cuándo visitar Abu Simbel Abu Simbel se encuentra en el sur de Egipto, casi en la frontera con Nubia, y en pleno desierto. Eso hace que sus temperaturas sean extremas, sobre todo en verano. La mejor época para visitarlo es de octubre a abril , pero si vas a hacer el viaje en verano no renuncies a esta etapa tan inolvidable por el calor. Tendrás que ir con ropa de algodón muy ligera, gorro, gafas de sol y protección solar. Y llevar una botella con agua para ir hidratándote todo el tiempo.
Al visitar los templos en Egipto es muy útil llevar un abanico ya que el calor se concentra en el interior por la falta de ventilación y mover el aire a tu alrededor reducirá la sensación de agobio. En verano tendrás la ventaja de que suele haber menos gente y se puede disfrutar del espacio con más tranquilidad.
¿Es necesario contratar un seguro de viaje para Egipto? ✅ Es imprescindible disponer de un seguro si viajas a EGIPTO . Si has reservado el viaje en una agencia, comprueba que llevas incluido uno combinado. Y si no está incluido o viajas por tu cuenta, tendrás que contratar un seguro con una agencia especializada y fiable como INTERMUNDIAL, que te hará un 15% de DESCUENTO , si usas el enlace anterior, por ser lector/a de ETHERIA MAGAZINE. Puedes elegir entre un seguro para este viaje en concreto o uno ANUAL , que te saldrá a cuenta si realizas más de un viaje al año.
Capitel con la imagen de la diosa Hathor en el templo de Nefertari. © SG También te puede interesar:
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