El ambiente nostálgico de Praga y su amplio catálogo monumental es la carta de presentación de la República Checa; sin embargo, basta salir de ese perímetro mágico para descubrir un país repleto de paisajes frondosos y una vida que transcurre a un ritmo más pausado. Recorrer en coche o en tren el este de Chequia invita a vivir el asombro en cada parada. ¿Nos acompañas a las regiones de Olomouc y Moravia-Silesia?
La ribera del Moldava está llena de vida.© Pepa García El amanecer desde el Puente de Carlos, las vistas de la Ciudad Vieja desde la torre del Reloj del Ayuntamiento, un paseo por la ribera del Moldava, el barrio judío, el Castillo, la Casa Municipal… la lista de deberes que solemos llevar apuntados cuando viajamos a Praga puede llegar a ser infinita. Ese plano de papel lleno de círculos a boli que solíamos llevar en el pasado se ha sustituido por las aplicaciones móviles que dirigen nuestros pasos inevitablemente hacia los hitos imprescindibles de Praga. Todos parecemos formar parte de un videojuego donde el objetivo es capturar el mayor número de fotografías y monumentos. Sin embargo, te proponemos cambiar el rol de viajero y convertirte en una persona local un poco despistada que camina hacia donde le lleva su intuición para descubrir no sólo la magnificencia de la capital, que tarde o temprano aparecerá ante tus ojos, sino también esa otra ciudad, quizás más huidiza, que permanece ajena al trajín del turista.
Panorámica de la plaza de la Ciudad Vieja desde la Torre del Reloj. © Pepa G. Ruta por el este de Chequia, de Olomouc a Ostrava Tras empaparte de las mil maravillas de Praga, de su vida cultural, de esa atmósfera tranquila tan difícil de encontrar en otras capital europeas, te sugerimos salir de su epicentro para descubrir la energía que emana de regiones como Olomouc y Moravia-Silesia . Ambas se complementan a la perfección para ofrecer un viaje que se salga de los circuitos habituales. Las distancias son asumibles para un itinerario de un mínimo de cuatro o cinco días en los que es posible moverse en tren aunque ir en coche facilitará llegar a los lugares menos conocidos. Haz la maleta que partimos.
Olomouc, señorial y animada Aunque puede que no hayas escuchado hablar de Olomouc fue una de las ciudades más importantes del antiguo reino de Moravia. Dado su elevado estatus no debe sorprenderte que acoja una de las universidades más antiguas del país o que los monumentos salgan al encuentro en cada plaza. Uno que, sin duda, no pasa desapercibido es la Columna de la Santísima Trinidad , incluida en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. Se trata de un conjunto escultórico barroco erigido para agradecer el fin de la peste. Es el de mayor tamaño de Europa Central. Dada su altura, 32 metros, es interesante verlo también desde la cercana torre del Ayuntamiento.
Columna de la Santísima Trinidad de Olomouc. © Pepa García Reloj astronómico y catedral Ya que estás en la Plaza Alta, aprovecha también para admirar sus fuentes monumentales y el reloj astronómico que, aunque se construyó en el siglo XV fue modificado cinco siglos después en plena etapa comunista. Sus figuras religiosas fueron sustituidas por trabajadores que ejercen distintas profesiones. Y aquellas que no se pierden una fuente, aquí tendrán diversión porque se pueden contar hasta ocho, casi todas históricas a excepción de las dos últimas que son de tiempos más recientes.
En el paseo por Olomouc tampoco se debe pasar por alto la bella Catedral de Wenceslao con sus altísimas torres custodiando la fachada principal. Junto a la misma, el Museo de la Archidiócesis muestra sus tesoros sacros y alguna carroza dorada.
Fuente frente al Ayuntamiento de Olomouc. © Pepa García Dónde comer en Olomouc Además de darle gusto a la vista, esta ciudad también invita a gozar con el paladar ya que cuenta con decenas de restaurantes de calidad. Entre ellos están el Bistró Nº 66 (Šemberova 66/9), que ofrece una rica cocina local y buenas carnes a la brasa, y Eatery & Bakery cuya carta se adapta a la estacionalidad de los ingredientes.
Y si te quieres llevar un souvenir , los quesitos curados de Olomouc son toda una institución, incluso tienen un museo y una fiesta dedicada a ellos.
Excursión desde Olomouc: castillo de Bouzov Tanto si te quedas a dormir en Olomouc (el hotel NH Collection Olomouc Congress es muy confortable) como si vas a seguir camino, a media hora hay una visita que te gustará: el castillo de Bouzov . Puede que ya te suene porque ha aparecido en diversas películas, pero no hay nada como recorrerlo tú misma disfrutando de su romántica estampa. Estuvo controlado por los caballeros de la orden teutónica desde el siglo XV pero su impronta se debe a las reformas del siglo XIX. Se ha conservado muy bien y cuenta con un interesante mobiliario (fíjate en las alfombras de osos). Además, si te enamoras de su capilla neogótica incluso podrás casarte allí por un módico alquiler (unos 400 euros).
Interior del castillo de Bouzov. © Pepa García Moravia-Silesia, verde e industrial El viaje continúa y la siguiente parada lleva a descubrir uno de los pueblos más bonitos de Chequia: Štramberk, después continuaremos hacia las montañas de Beskydy, uno de los paraísos naturales de Moravia.
Štramberk A unos 72 kilómetros de Olomouc, unos 50 minutos por carretera, la torre de Štramberk (Truba) te saludará desde su privilegiada altura. Desde su mirador, a casi 40 metros, la localidad parece una maqueta compuesta por casitas de colores que se concentran alrededor del núcleo para luego dispersarse por las colinas boscosas del entorno. Estas bonitas viviendas con tejados a dos aguas y jardines repletos de rosales animan el paseo por sus pintorescas calles.
Si eres de hacer visitas, hay algunas que resultan esenciales como la cilíndrica torre Truba , que ya hemos comentado, que es lo poco que queda del antiguo castillo Strallenberg; y los museos de Títeres, de la Prehistoria y de los Juguetes. Pero si hay dos lugares que te dejarán un gran sabor de boca, esos son la fábrica local cerveza situada en la plaza principal, y el obrador que elabora las famosas orejas de Štramberk. Esta masa de harina, miel y especias recuerda una historia militar que seguro te contarán allí mismo… Llévate una bolsa de orejas de recuerdo de su tienda.
Štramberk. © Pepa García Casas de muñecas en Pustevny Si la arquitectura de Štramberk enamora, la siguiente visita no se queda atrás. El coche se debe dejar en Ráztoka donde se toma el telesilla (fue el primero de Europa) que sube a Pustevny . La subida, casi rozando las copas de los árboles, es prolongada y emocionante. Una vez arriba, en sólo unos minutos se llega a dos preciosas casas de madera: Libušín y Maměnka , que funcionan ahora como hotel y restaurante. Diseñadas por Dušan Jurkovič en el siglo XIX (reconstruidas posteriormente) parecen haber salido de un cuento de hadas. Puedes quedarte a comer para comprobar la calidad de su cocina tradicional. Y si eres de bocata, también encontrarás prados y miradores donde comer con las mejores vistas.
En Pustevny se encuentran Libušín y Maměnka, dos preciosas casas de madera. © Pepa G. Sendero de Valaška Una vez repuestas las fuerzas, continúa haciendo una agradable caminata por el Sendero de Valaška que te regalará panorámicas de las montañas Beskydy. El camino, que inicialmente es de subida y de tierra, pronto aboca en unas pasarelas de madera anchas y accesibles, con opción de cruzar un puente tibetano. A través de las pasarelas se llega a una zona de juegos y a un mirador con suelo y paredes de cristal. Ese es el lugar para hacerte la mejor foto del viaje, casi suspendida en el aire y con las montañas y el cielo al fondo.
📍No te despistes si quieres bajar en teleférico, ya que cierra temprano y tendrás que bajar caminando por la montaña (no es tan complicado).
Sendero de Valaška. © Pepa García Dónde dormir A pocos kilómetros se sitúan dos alojamientos que son idóneos para disfrutar de la naturaleza. El Golf Resort Ostravice (ostravice-golf.cz) está formado por cabañas de madera y un edificio central con restaurante y servicio a los golfistas. Si prefieres algo más sofisticado, allí te espera el hotel Miura (miura.cz) que es, en sí mismo, una obra de arte. De arquitectura moderna y con grandes esculturas de David Černý rodeando el edificio, alberga en su interior cientos de obras artísticas además de un excelente restaurante. Sin duda, toda una experiencia alojarse o comer en este hotel.
Ostrava y sus altibajos Subamos de nuevo al coche para llegar hasta Ostrava, la tercera ciudad más poblada de Chequia. La primera panorámica de esta urbe –y la que te permite ubicar sus hitos– es el mirador, a unos 75 metros, de la torre del Ayuntamiento Nuevo (Nová Radnice). Este edificio, de estética modernista, fue construido en 1930 y desde arriba permite constatar su historia industrial, sus avenidas ordenadas y el río que atraviesa el plano urbano. Y si aún no has subido a un ascensor páternoster , aquí encontrarás uno que une el primer y el cuarto piso. Recuerda que debes bajar en marcha porque no se detiene NUNCA…
Las principales visitas que se realizan en Ostrava están relacionadas con la industria y las minas pero tampoco hay que dejar de pasear por sus calles donde se descubren bonitos edificios, espacios acogedores como la Plaza Masaryk , varios museos, la efervescente vida juvenil que se agolpa en las terrazas y chiringuitos de la ribera del río… Y, por supuesto, la fiesta que tan bien saben aprovechar los universitarios en la calle Stodolní . Esta es una de esas ciudades-erasmus a la que acuden cientos de estudiantes cada curso y que insuflan vida con su juventud.
Ostrava. © Pepa García Un poco de historia Ostrava era en el siglo XIX el principal centro industrial de Chequia, los filones de carbón que se hallaron en el siglo XVIII convirtieron una modesta población artesana en una puntera urbe industrial y minera. Éste es el motivo de que las visitas fabriles sean tan imprescindibles en esta ciudad. La más conocida es DOV (Dolní oblast Vítkovice), la antigua planta metalúrgica de Vítkovice , una ciudad de acero compuesta de viejas estructuras, altos hornos, torres (como la Bolt Tower)… que recuerdan la importancia que adquirió la metalurgia en este lugar.
Hoy día ya no está en funcionamiento pero se ha convertido en un espacio de cultura y ocio que cuenta con dos museos, un auditorio, una torre con dos cafeterías panorámicas e interesantes visitas guiadas. Este es también el privilegiado escenario donde se celebran en verano festivales tan importantes como Colours of Ostrava o Beats for Love .
A pocos kilómetros, la experiencia puede continuar en el Parque Landek (landekpark.cz) donde se han creado una serie de actividades recreativas para el visitante alrededor de la infraestructura minera. Una de las visitas es al antiguo pabellón donde se cambiaban de ropa los mineros y que funciona con un sistema de poleas que deja la ropa suspendida de una cadena en el aire. Y, por último, se puede recorrer la mina de carbón Michal (dul-michal.cz) para sentir cómo era una jornada minera y las duras condiciones a las que debían enfrentarse los trabajadores.
Visita guiada a Dolní Vítkovice. © Pepa G. Una visita más: castillo Silesiano Si te queda tiempo, no dejes de acercarte al Castillo Silesiano de Ostrava . Construido en el siglo XIII, muestra una impronta renacentista tras haber sido renovado completamente en el siglo XVI. La mayor curiosidad de este edificio es que, debido a la actividad minera, los cimientos no aguantaron y se hundió 16 metros hacia abajo. Hoy día es un lugar seguro, está abierto al público y cuenta con interesantes exposiciones.
Dónde dormir Si buscas un hotel céntrico en Ostrava desde el que ir caminando por el centro o salir de fiesta sin miedo a quedarte sin taxi, toma nota del Hotel Imperial (yršova 1250, imperialhotelostrava.com), un cuatro estrellas idóneo para recorrer la ciudad.
Dónde comer En Ostrava la oferta gastronómica es variada y se pueden encontrar buenos restaurantes tanto de cocina local como internacional, incluso algunos que ofrecen una mezcla de ambas. Entre nuestros favoritos están Restaurante Loft (Macharova 105 /16, city-city.cz) y La Petite Conversation (Tyršova 31, lapeco.cz).
Más información sobre Olomouc y Moravia-Silesia en Visit Czechia .
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