Cuando la orilla del mar no está cerca y apetece refrescarse, una de las propuestas más apetecibles en Salamanca son las pozas, ríos y piscinas naturales de la Sierra de Francia. Esta tierra rica en cultura, naturaleza, gastronomía y vinos, es también un planazo para una escapada de interior en verano.
Piscina natural de Montemayor del Río. © Pepa García Para enamorarse de la Sierra de Francia basta dejarse llevar por sus carreteras secundarias y darse el capricho de parar en cada uno de sus quince pueblos o en sus bosques encantados. Si el viaje a este rincón de la provincia de Salamanca tiene lugar en verano, también se puede conocer su faceta más refrescante a través de sus ríos, pozas, piscinas naturales y pequeños oasis donde el agua fresca de la sierra se acumula forjando parajes de gran belleza. Algunos de éstos se sitúan en entornos donde hay merenderos e incluso servicio de restaurante, una ocasión excepcional para degustar la sabrosa cocina serrana y sus vinos realizados con la uva autóctona, la rufete.
📍No te pierdas el artículo: Ruta del Vino de la Sierra de Francia, un brindis con amigas en Salamanca .
Piscinas naturales de la Sierra de Francia Si te apetece cambiar el agua salada por la dulce y la muchedumbre costera por la tranquilidad de la naturaleza, no dejes de reservar un fin de semana para gozar del bonito entorno de la Sierra de Francia . Además, el cercano río Alagón invita a descubrir la emoción que generan deportes como el rafting, el piragüismo o las rutas en kayak. Encontrarás itinerarios con diversos niveles de dificultad y que se ajustan a todas las edades.
Piscina y Charco de la Cruz, en Villanueva del Conde Esta población, que guarda gran encanto en sus calles y que cuenta con unos sorprendentes murales callejeros , es nuestra primera propuesta entre las piscinas naturales de la Sierra de Francia. El artífice de llevar el frescor hasta este lugar es el arroyo de San Benito , que forma una piscina de aguas cristalinas que llega directamente de las estribaciones montañosas de la Sierra de Francia. Es un lugar idóneo para ir a pasar el día ya que cuenta con barbacoas, zonas de sombra y un chiringuito donde degustar ricas carnes a la brasa .
Se encuentra a 2 kilómetros de Villanueva, bajando por la carretera que lleva a Garcibuey. Eso sí, hay que estar pendientes para tomar la desviación por la antigua carretera antes de atravesar el viaducto y allí, entre montañas, aparecerán diversas zonas de baño para refrescarse, entre las que destacan la gran piscina y el Charco de la Cruz, denominado así por la forma del mismo
Piscina natural de Villanueva del Conde. © Turismo de Sierra de Francia Playa natural del Alagón, en Sotoserrano Otra de las joyas a tener en cuenta cuando se buscan las mejores piscinas naturales de la Sierra de Francia es Sotoserrano. Y esto es así porque es una de las zonas más tranquilas de la Vega de Francia. Si te apetece hacer una escapada de fin de semana, una excelente opción es el Camping Vega de Francia , a unos tres kilómetros de Sotoserrano y a 400 metros de altitud. El lugar no puede ser más agradable, con sus cabañas de madera y zona de acampada, su ambiente familiar y su exuberante entorno natural. La playa natural del río Alagón está al lado, rodeada de montañas, con mucha arboleda y zonas de sombra.
Si te gusta el deporte, aquí podrás pescar, practicar piragüismo, cicloturismo e incluso alquilar una embarcación. Y para recuperar fuerzas, nada mejor que probar las delicias caseras que preparan en el restaurante y el chiringuito. Este es uno de esos lugares que pocos conocen fuera de la región.
📍No dejes de explorar el entorno porque casi en cada recodo se descubren sorpresas como las pozas naturales del río Batuecas (entre el monasterio del Santo Desierto de San José y el canchal de las Cabras Pintadas), entre las cuales destaca el Charco del Rey .
Piscina natural de Salamanca. © Turismo Sierra de Francia El «río» de Montemayor del Río Este municipio, que casi linda con Cáceres, es uno de esos lugares poco conocidos pero sorprendentes de Salamanca. Es un placer recorrer su cuidado casco urbano, sus plazoletas animadas con terrazas y, cómo no, su precioso y bien conservado castillo. En el interior de la fortaleza además, se sitúa un excelente restaurante donde te animamos a darte un capricho. Pero si lo que quieres es refrescarte en aguas naturales lo mejor es que te acerques a la parte baja del pueblo, por donde pasa el río Cuerpo de Hombre, afluente del Alagón. La explanada, junto a un bonito puente de piedra, está cubierta de césped natural donde tomar el sol o comer después de bañarte en las gélidas aguas de este cauce que llega directamente de la Sierra de Béjar.
Agradable zona recreativa donde darse un baño en Montemayor del Río. © Pepa García El Charco del Pozo, en Valero Si aún no has escuchado hablar de la piscina natural de Valero, toma nota porque es de fácil acceso y resulta idónea y segura para darse un chapuzón. Se conoce como El Charco del Pozo y está muy cerca del núcleo urbano. Su origen se remonta a 1985 cuando se decidió aprovechar la antigua fábrica de electricidad de la localidad. Dispone de vestuarios y baños.
Además, entre los Puentes del Alagón (donde está la gasolinera) y el pueblo de Valero, se ubica El Piélago , la poza natural que forma el río Alagón poco después de juntarse con el río Quilama. Perfecta para ir en familia y para quienes disfrutan nadando.
Muchas piscinas naturales cuenta con barandilla para facilitar el acceso. © Turismo Sª Francia Piscina natural de San Martín del Castañar Las propuestas de piscinas naturales en la Sierra de Salamanca continúan en San Martín del Castañar, una de las poblaciones más bonitas de la mancomunidad. A su atractivo arquitectónico, monumentos y buenos restaurantes, se suma una agenda festiva que por sí sola justifica un viaje a la población. Si acudes en verano, no dejes de acercarte a la piscina natural del arroyo Canderuelo . Es un espacio muy cuidado, con césped, vestuarios y un merendero. Es un lugar idóneo para pasar el día de pícnic o bien se puede aprovechar la cercanía de San Martín a este enclave natural para ir a comer a alguno de sus restaurantes.
Martín del Castañar. © CC Estanque La Palla, en Garcibuey Terminamos esta visita a la Sierra de Francia con una recomendación diferente ya que “no” es una piscina natural sino un antiguo depósito de riego que se construyó en 1940 para ofrecer servicio a los agricultores de Garcibuey. Sin embargo, eso no impide que el ‘Estanque de La Palla’ , cuyo agua llega del arroyo de La Palla, sea el destino de numerosos locales y visitantes cada verano. El estanque tiene unos dos metros de profundidad y se puede bajar por una escalera, por lo que entrar y salir no supone ningún problema. Además, tiene un chiringuito en el que degustar los ricos sabores locales.
Piscina situada junto a El Pipero. © Pepa García Santibáñez de la Sierra Las anteriores piscinas naturales son las más conocidas pero te aseguramos que descubrirás sobre el terreno muchas otras como la situada junto al restaurante El Pipero, en Santibáñez de la Sierra . Localízala en tu GPS porque la zona recreativa, la piscina natural y la sabrosa comida del establecimiento merecen mucho la pena. Comida casera de calidad y a precios asequibles.
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El Bordado serrano, candidato a Bien de Interés Cultural Inmaterial .