Sania Jelic nos cuenta su experiencia en Ruanda, un país que se está reinventando de la mejor manera y que es, hoy en día, el país más seguro de todo el continente. Sigue leyendo para descubrir en su guía de Ruanda los lugares imprescindibles y algunos proyectos femeninos de lo más interesante que ha descubierto en su viaje sola por África.
Sania en el FIka Cafe de Kigali. © Sania Jelic. Recuerdo las imágenes inverosímiles de violencia y matanza en las iglesias, cadáveres esparcidos en la tierra, ríos de personas huyendo con sus pertenencias en la cabeza hacia campos de refugiados. Se me quedó en la retina. Era el genocidio que comenzó el 6 de abril de 1994. Aquella locura colectiva duró 100 días en los que se produjeron matanzas de alrededor de un millón de personas, violaciones de hasta 500.000 mujeres y desplazamientos forzosos de millones de personas hacia campos de refugiados improvisados en el Congo (entonces Zaire), Uganda, Tanzania y Burundi.
El país continúa marcado por esa tragedia y, aunque el proceso de conciliación se inició ya hace tiempo, se necesitarán varias generaciones más para poder comenzar a desarrollar la confianza en el prójimo. Decidí incluir Ruanda en mi ruta por África porque quería observar cómo afrontaba el país esta nueva etapa.
Ruanda se reinventa La transformación de la sociedad después del genocidio en 1994 es profunda y así lo demuestran algunos datos como que la Constitución exige que el 30% de los puestos electos sean mujeres. Actualmente ese porcentaje es del 61%, el más alto del mundo .
Hoy en día, Ruanda es el quinto país más seguro del mundo (y el más seguro en África) y cuenta con un crecimiento económico anual del 8% (entre los años 1995-2019), con sectores como el turismo y la minería en pleno auge. El país es muy limpio a raíz del Umuganda, un sistema de trabajo obligatorio de limpieza comunitario un día al mes. Esta actividad busca crear unidad en la sociedad hacia un bienestar común.
La segregación de personas por etnias quedó abolida y actualmente hay más de 250 Centros de Memoria del Genocidio registrados y se sigue trabajando en la búsqueda de fosas comunes. Eso sí, sigue habiendo varios millones de personas en el exilio y el camino hacia la sanación del país será largo.
Sania en moto-taxi por Kigali. © Sania Jelic. Centro memorial de genocidio, Kigali La visita al Centro Memorial de Genocidio en Kigali, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es prácticamente obligatoria. El centro fue inaugurado en 2006 y reúne los restos mortales de unas 250.000 víctimas. Es uno de los seis centros memoriales más grandes del país y su objetivo principal es aclarar los acontecimientos que llevaron al genocidio, con una vista critica al papel de la comunidad internacional. Incluye restos humanos y armas, además de una galería de fotos y vídeos grabados por algunos supervivientes. También retrata otros cuatro genocidios del siglo XX: Alemania, Japón, Camboya y Bosnia. A nivel personal, fue una visita muy dura.
Coincidí con una delegación de Naciones Unidas que venía a conmemorar el 30 aniversario del genocidio. Los representantes se turnaban para firmar en el libro de visitas debajo del cartel: “Hemos fallado en Ruanda. Hemos fallado en Srebrenica. Pero vosotros estáis escribiendo un futuro diferente”. Ban Ki Moon, UN Secretario General 2007-2016. Aquella escena me dejó un sabor agridulce.
Nyamata Centro Memorial. © Sania Jelic. Tuve la oportunidad de compartir el transporte con un periodista japonés, que se alojaba en mismo hostal, así que fuimos a visitar el Centro Memorial Nyamata , donde unos 10.000 tutsis refugiados en una iglesia fueron asesinados. Ahí yacen los restos de unas 50.000 víctimas de los pueblos aledaños. A pocos kilómetros está el Centro Memorial Ntarama , donde otras 5.000 personas fueron asesinadas en otra iglesia.
Las heridas de la población son profundas. En 1999 se formó la Unidad Nacional de Reconciliación que buscaba ser la plataforma de promoción de la unidad del pueblo y ayudar a la resolución de los conflictos entre las partes. A eso se añadieron posteriormente los procesos Gacaca (que tuvieron lugar entre los años 2002 y 2012), donde se procesaron unos 2 millones de casos.
Kigali, una capital sin centro Kigali es una ciudad muy moderna e increíblemente limpia, lujosa y ordenada. No tiene un centro histórico, sino que se extiende entre muchas colinas y tiene 1,3 millones de habitantes. Se ve mucha inversión inmobiliaria y las avenidas y los edificios son espectaculares. Además los vehículos en las carreteras son muchos de alta gama y están surgiendo numerosos centros comerciales. En Kigali están las oficinas de muchas ONG internacionales y las oficinas representantes de las compañías mineras. La comunidad de expatriados es notable, aunque la ciudad no ofrece precisamente muchas alternativas para el ocio.
Mercado de Kimironko Merece la pena la visita al mercado de Kimironko, es enorme y puede llegar a abrumar con la cantidad de puestos y oferta. Ahí conocí a Ikuzwe (se la puede contactar a través de su perfil de Facebook, Ikuzwe Olive Vava), que tiene su puesto de artesanía, y que me ayudó a elegir y encontrar la mejor relación calidad-precio de algunos bonitos souvenirs que compré.
Puesto de Ikuzwe en el mercado de Kimironko. © Sania Jelic. La peculiaridad del mercado de Kimironko son los puestos de costura. Hay una veintena de costureros con sus máquinas de coser y los clientes pueden elegir la tela y encargar las prendas que se confeccionan al momento. La experiencia es intensa y divertida.
El Hotel Rwanda En 2004 se estrenó la película ‘Hotel Rwanda’ cuyo objetivo era dar a conocer diversos aspectos del genocidio, la corrupción, el papel de los medios y el grado de violencia alcanzado, incluyendo la actuación de Naciones Unidas. La película fue nominada para numerosos premios y referida como ‘La lista de Schindler’ africana. Cuenta el inicio del genocidio en la capital y la historia de la salvación de más de mil refugiados tutsi gracias al entonces director del Hotel Rwanda, Paul Rusesabagina. No obstante, el papel del mismo fue posteriormente cuestionado. Aun así, la película sirvió para dar a conocer diferentes ángulos de la tragedia.
Fui a buscar el hotel. Me encontré con la sorpresa de que el edificio que se usó para el rodaje de la película ‘Hotel Rwanda’ es uno en Johannesburgo, en Sudáfrica. El nombre del establecimiento en Kigali es hoy Hotel Des Mille Collines , y no exhibe ninguna referencia a la película. Se puede entrar libremente y pasear hasta la zona de la piscina y bar. No obstante, el ambiente me pareció muy artificial, como una burbuja en la realidad del país.
Fotografía de un bebé gorila de un viaje anterior de Sania a Uganda. © Sania Jelic Ruanda, una joya de la naturaleza El sector turístico está en auge y es, sobre todo, gracias al atractivo natural de Ruanda. El país está ubicado en la región de los Grandes Lagos, y tiene tres importantes parques naturales. El más importante es el Parque Nacional de los Volcanes , que se encuentra a unas 4 horas de coche de Kigali. Incluye la cadena montañosa que se extiende en la RD Congo y Uganda donde habitan unos 1.000 gorilas que circulan entre Ruanda y Uganda. El acceso a la zona está muy controlado y hay que tramitar el permiso para hacer el trekking e ir a buscar a los gorilas en las montañas con guías especializados en grupos reducidos. Este permiso (de máximo 1 hora) cuesta 1.500US$ en Ruanda. Se hace rotación de las familias de gorilas que se visitan, para que no se acostumbren demasiado a la presencia humana. Yo viví esta experiencia única en 2019, en Uganda, donde es más barato (en aquel momento costaba 600$).
Además, está el Parque Nacional de Akagera , a unas 3 horas de Kigali, donde se pueden ver los cinco grandes (león, búfalo, leopardo, rinoceronte y elefante), y el Parque Nacional Bosque Nyungwe , donde hay una gran colonia de chimpancés.
Parque Nacional de Nyungwe. © Faustin T. Los precios de los safaris en Ruanda son altos. Para intentar controlar los gastos, lo mejor es combinar la visita a diferentes parques y luego ir a ver los gorilas en Uganda, cruzando la frontera y visitando el Parque Nacional Bwindi Rainforest.
Mujeres emprendedoras en Ruanda Judith Safari En Kigali tuve la suerte de conocer a Judith Uwimana, la fundadora de la agencia de viajes Judith Safaris . La peculiaridad de esta agencia es que contrata únicamente mujeres. Me gustó mucho su concepto de mezcla de cultura, historia, naturaleza, comodidad y seguridad, además de su pragmatismo. Su conocimiento de terreno es profundo y su oferta turística está muy bien adaptada a mostrar la versatilidad y realidad del país. Esta mujer emprendedora y luchadora, que comenzó como una de las pocas conductoras de taxi en Kigali, ahora tiene un establecimiento B&B, el café/restaurante Fika Caffe y la agencia de viajes. Su visión es crear una empresa de taxis donde sólo trabajen mujeres conductoras.
NGO Nyamirambo Women’s Center El Nyamirambo Women’s Center (www.nwc-umutima.org) es uno de los ejemplos de las iniciativas que están surgiendo en Ruanda para el empoderamiento de las mujeres. Se encuentra en Kigali y fue fundado en 2007 para ayudar a víctimas de violencia de género a través de la formación. Hoy en día este centro emplea a cincuenta costureras que venden productos textiles para la vestimenta y para la casa bajo su propia marca, Umutima . Además, organizan talleres de formación de costura, apoyan proyectos de emprendimiento de las socias, realizan visitas guiadas a los turistas y promocionan la gastronomía local. Es un bello ejemplo de una asociación bien organizada, con sanos pilares económicos, basada en el trabajo, la perseverancia y las buenas prácticas.
Taller de mujeres costureras en Kigali. © Sania Jelic. Grupo de percusión Ingoma Ruanda es un país patriarcal. No obstante, la desaparición de tantos hombres en el genocidio de 1994 ha ocasionado cambios profundos en ese ámbito. Las mujeres se han tenido que hacer cargo de lo que quedaba y después de la tragedia la sociedad ya no pueden volver a ser como antes. Un ejemplo es la creación del grupo de percusión Ingoma en Butare, a unas 3 horas de Kigali, ya que antes sólo los hombres podían tocar estos tambores. Quería ir a visitarlas y conocer su historia de primera mano, no obstante, no fue posible por las fechas en las que estuve ahí.
Consejos prácticos Tarjeta SIM Como en otros países de la región, lo mejor es comprar una tarjeta SIM local. Eso sí, hay que tener cuidado porque la picaresca está siempre presente. Lo mejor es ir a una tienda oficial (no comprarlas en el aeropuerto) y comprobar el precio on line . Después de instalar la SIM, hay que mirar los GB disponibles, ya que se corre el riesgo de que te den una SIM con menos GB de los que hayas comprado.
Transporte Se pueden utilizar los autobuses locales entre localidades y Uber en la ciudad. Es conveniente bajar la APP YEGO (www.yegomoto.com), a través de la cual se puede pedir un taxi (coche, más conveniente cuando llueve o si hace frío) o moto-taxi. Si no, hay que negociar con los conductores de taxi porque el precio de inicio para los turistas blancos suele ser algún importe disparatado en dólares.
Para moverse dentro de la ciudad lo mejor son los moto-taxis , que es lo que utiliza la población local, y no es necesario pedirlo a través de la app porque son omnipresentes. El casco es obligatorio en la moto, por lo que recomiendo llevar un buf alrededor del cuello, que se puede subir al pelo antes de poner el casco. Los conductores de motos no tienen smartphones ni usan mapas. Así que si no conocen una dirección se consultan entre ellos, lo que convierte cada trayecto en una pequeña odisea. Yo intentaba dar indicaciones con mi móvil y Google maps. Pero no se fiaban mucho.
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