Macao fue una de las primeras colonias portuguesas en Asia, un idilio que se prolongó durante 400 años, hasta 1999 cuando fue devuelta a China. Desde entonces funciona como una región administrativa especial (RAE) y disfruta de 50 años de transición política. La fusión y la convivencia de la cultura de estos dos países es su principal atractivo.
Novios con la iglesia de San Pablo al fondo. 1. Raíces portuguesas La arquitectura y la gastronomía de Macao están marcadas por la presencia portuguesa durante cuatro siglos. Esta convivencia cultural ha dejado un amplio conjunto de edificios que reflejan su pasado colonial y también numerosas recetas que recuerdan a Portugal. Calzadas, templos, rótulos y azulejos conviven con edificios orientales, y carteles luminosos.
Templo de A-Má, en Macao. 2. Templo de A-Má Los farolillos rojos y el incienso colgando en espirales humeantes es una constante en templos como el A-Má, el más antiguo de Macao (incluso estaba allí antes de que se fundase la ciudad). Los creyentes suben y bajan peldaños buscando el altar de su deidad para rezar o dejar sus ofrendas. Confucionismo, budismo o taoísmo conviven allí en armonía. Al llegar o al marcharse suelen acariciar las cabezas de alguno de los dos leones que flanquean la puerta pidiendo fertilidad o sabiduría y salud.
La Casa do Mandarin, una visita obligada en Macao 3. Casa do Mandarín La Casa do Mandarin perteneció a Zheng Guanying, un reconocido pensador y escritor chino. Tras flanquear su puerta circular se adivina una vivienda de estilo ecléctico distribuida en patios y con elementos orientales y occidentales.
En los parques se pasea, se descansa y se practica taichi (Macao). 4. Taichí en el Jardín de Camoes Muchos macaenses acuden a parques como el Jardín de Camoes para pasear con sus pájaros enjaulados, practicar taichí, recorrer sus senderos o, incluso, ¡para ensayar una ópera china!
Vistas de Macao desde la fortaleza do Monte 5. Las mejores vistas de Macao La mejor manera de hacerte una idea de Macao es verla en conjunto desde alguno de sus miradores. Entre los que mejores vistas proporcionan están la fortaleza do Monte (junto al Museo de Historia), el faro de Guía , una construcción del siglo XIX en la colina homónima, y desde la colina donde se encuentra la ermita de Nossa Senhora da Penha .
Pasear con un arnés a casi 400 metros de altura en la Torre de Macao 6. Vértigo en la Torre de Macao La torre de Macao no solo ofrece grandes panorámicas desde sus 388 metros de altura, sino que te da la oportunidad de desafiar el vértigo saliendo al exterior con un arnés o saltando al vacío (algo más de 300 €).
En el Mercado Rojo de Macao los animales llegan vivos. 7. Todo al rojo En Macao el color rojo representa suerte y prosperidad, pero también es el tono y nombre de su mayor mercado y del barrio más bohemio. En el Mercado Rojo , el más concurrido de la ciudad, la vida y la muerte forman parte del ecosistema, ya que sacrifican, ante tus ojos, a peces y aves. También impregnado de rojo, en puertas y ventanas, está la Rua da Felicidade . El ambiente alternativo de antaño y los clubes clandestinos han pasado a convertirse en bares y cafeterías para todos los públicos.
Taipa, en Macao, cuenta con una villa histórica de gran colorido: las Casas-Museo. 8. Taipa, vuelta a los orígenes Una vez visitada la zona peninsular de Macao merece la pena recorrer la parte insular. La densidad de población y el desarrollo turístico de Taipa son inferiores a los de Macao pero cuenta con grandes atractivos como: las casas-museo, la iglesia de Nossa Senhora do Carmo, el templo de Pak Tai y un conjunto de calles comerciales y de restaurantes muy interesantes.
Pasear en góndola en The Venetian Hotel de Macao recuerda a Las Vegas. 9. Cotai, el lujo extremo Cotai es un istmo artificial que enlaza Coloane con Taipa. Su nombre surgió de la unión de las primeras sílabas de ambos enclaves. En Cotai todo es sorprendente: hoteles, casinos, estructuras… Quien ha visitado Las Vegas reconocerá aquí a su hermana gemela. Incluso cuenta con su propio The Venetian Hotel y gondoleros que entonan el ‘Oh sole mío’ mientras pasean a los clientes por los canales.
En un viaje a Macao, no deben faltar los ricos pasteles de nata de Coloane. 10. Coloane, el pulmón de Macao Coloane es un lugar de retiro para desconectar del ritmo frenético cotidiano. En este lugar se puede disfrutar del silencio, de la naturaleza y de una deliciosa comida con vistas al mar. En la villa de Coloane, además, preparan unos ricos pasteles de nata y se pueden ver osos panda.
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