Un viaje a Cantabria con niños siempre sale bien porque tiene unas dimensiones muy manejables, ofrece naturaleza, cultura y una excelente gastronomía. Pocos lugares combinan ratos de diversión en prados con ciudades históricas y unas playas increíbles. Sigue leyendo para saber cómo aprovechar 3 o 4 días en Cantabria.
Playa de Suances (Cantabria). © Susana García Las tierras cántabras son un destino perfecto para cualquier tipo de viaje, y si decides visitar Cantabria con niños verás como se suceden un sinfín de planes a cual más entretenido. Además, todo en medio de una naturaleza que se desborda y ofrece paisajes de foto allá por donde vayas. Y con lugares donde la historia y el arte toman protagonismo sin quitar un ápice de diversión. Aquí te contamos algunas de las citas imprescindibles si viajas a Cantabria con niños.
Excursiones ideales con niños en Cantabria 1. Santillana del Mar Es probable que ya se haya dicho todo de Santillana del Mar , incluso aquello tan repetido de que “ni es santa, ni es llana, ni tiene mar”. Pero pasear por sus calles empedradas rodeadas de edificios históricos, donde parece que nada se sale del decorado, explica al instante por qué es uno de los lugares más visitados de España.
Si viajas a Cantabria con niños merece la pena alojarse en la ciudad. No sólo por ser un excelente punto de partida para las excursiones por Cantabria; sino porque permite disfrutar de un paseo nocturno por el casco histórico cuando los autobuses de turistas se marchan y se queda en calma. Santillana invita a pasear y parece que todos los recorridos descienden hasta la Colegiata de Santa Juliana . Es el edificio más importante, cuya iglesia románica y su delicioso claustro merecen una visita. No dejes de detenerte en su interior para admirar los ornamentados relieves de sus capiteles.
Capitel del claustro de la Colegiata de Santa Juliana (Santillana del Mar). © SG 2. Cuevas de Altamira El plato fuerte de una visita a Santillana es la visita al Museo de Altamira y su Neocueva , situados a dos kilómetros con un acceso bien señalizado. Se ubican junto a la Cueva de Altamira (donde no se puede entrar por temas de conservación); fue hallada en 1879 por Marcelino Sanz de Sautuola y supuso el descubrimiento del arte rupestre paleolítico. Es una visita imprescindible, didáctica y divertida para pequeños y mayores.
El Museo explica de una manera muy visual, con más de 400 objetos arqueológicos, la evolución de los homínidos en la Prehistoria, sobre todo la de los grupos cazadores-recolectores del Paleolítico Superior.
Existe un programa de “Altamira en Familia ” que incluye la Museoteca (un espacio convertido en “Territorio del Bisonte Rojo” donde se aprende sobre los colores y formas del arte Paleolítico); e itinerarios autoguiados para familias .
La entrada a la Neocueva no defrauda. Combina una reproducción exacta de la cueva de Altamira (antes de los derrumbes prehistóricos y las modificaciones que sufrieron tras su descubrimiento) con unas holografías que explican cómo era la vida cotidiana de los habitantes de las cuevas. A pesar de ser una reproducción, no deja de intimidar, sobrecoger y emocionar . Merece la pena detenerse en el Museo para ver un vídeo en el que se explica cómo se llevó a cabo la construcción de esta Neocueva; un hito casi tan sorprendente como la cueva misma.
Bisontes de la Neocueva de Altamira (Cantabria). 3. Suances, día de playa Suances , a tan sólo 10 kilómetros de Santillana del Mar, es un lugar imprescindible para ir con los niños en un viaje a Cantabria en familia por su maravillosa playa y el paseo marítimo que la enmarca. Es enorme, preciosa por su forma y paisaje y, si hace buen tiempo, uno de los mejores lugares para darse un baño en Cantabria (aunque hay muchos más). Los más pequeños querrán pasar todo el tiempo posible jugando en la arena por lo que quedará poco tiempo para dar una vuelta por la localidad. Lo mejor es comer en algún restaurante del paseo marítimo, como El Marinero (restauranteelmarinero.com). Aquí es aconsejable degustar pescado y, concretamente, la especialidad local: las rabas de calamar.
Playa de Suances (Cantabria). 4. Laberinto de Villa Presente Una actividad divertida adecuada para realizar con toda la familia (y, a ser posible, por la tarde) es el laberinto de Villa Presente (reserva previamente en la web). Este laberinto realizado con setos de gran altura es un auténtico reto y se puede tardar más de una hora en salir . Es una buena manera de pasar un buen rato con los niños a los que les encanta esta aventura. Más info en www.laberintodevillapresente.es
© Laberinto de Villapresente. 5. San Vicente de la Barquera La villa marinera de San Vicente de la Barquera es uno de los pueblos más bonitos y animados de Cantabria. En su casco histórico, llamado Puebla Vieja, es aconsejable subir hasta el Castillo del Rey , del siglo XIII; y a la iglesia de Santa María de los Apóstoles . Además de un interesante casco histórico, cuenta con playas como la de Oyambte, los arenales de Merón y la ría de San Vicente. Aunque una de sus imágenes más icónicas es la del Puente de la Maza , que con sus 32 ojos era uno de los más largos de España cuando se construyó en el siglo XV.
San Vicente de la Barquera (Cantabria). 6. Parque de Cabárceno con niños El Parque de Cabárceno , a 33 kilómetros de Santillana del Mar, es un lugar imprescindible para pasar un día con los niños. Las 150 especies animales del parque se encuentran en un régimen de semilibertad, por lo que es imprescindible ir con coche para moverse por los más de 20 kilómetros de carreteras que recorren el parque. De esta manera no solo se disfruta de los animales sino también de los maravillosos paisajes.
Dando de comer a los elefantes en la Visita Salvaje de Cabárceno (Cantabria). © SG Una opción interesante (y no precisamente barata) si se viaja a Cantabria en familia es realizar la Visita Salvaje , en la que un guía del parque te lleva en su jeep para realizar el itinerario. Además de aportar sus conocimientos, permite acceder a lugares como la zona de los osos pardo (es impresionante verlos de cerca separados sólo por la ventanilla del coche) y, entre otras opciones, dar de comer a elefantes y rinocerontes.
Además de los animales, en Cabárceno no hay que perderse un recorrido en el telecabina . También es interesante tener en cuenta sus zonas de recreo, los miradores, el parque infantil y las posibles opciones para comer, incluidos merenderos.
7. Cueva de El Soplao A 42 kilómetros de Santillana del Mar se encuentra la Cueva del Soplao, exactamente en la sierra de Arnero. Esta joya geológica, descubierta por los mineros de la zona a principios del siglo XX, no es tan conocida como debiera. La visita es muy cómoda para ir con niños, ya que comienza con un tramo en un curioso tren minero y continua con un cómodo paseo a pie a través de las galerías, donde la explicación, las luces y los sonidos transportan durante una hora a un lugar mágico. El entorno es, como casi cualquier paisaje cántabro, de cine y la cueva cuenta con algunos servicios como cafetería, consigna o tienda de recuerdos para hacer más cómoda la visita.
Vista desde el coche dentro del recinto de los osos en la Visita Salvaje de Cabárceno. © SG Consejos necesarios para viajar a Cantabria con niños 1. El itinerario que refleja el reportaje, donde se ha tomado como punto de partida Santillana del Mar, se puede realizar en unas 4 o 5 noches. Por supuesto, se puede ampliar más días con otros atractivos de Cantabria tanto de la costa como de los pueblos de interior.
2. Las entradas del Museo de Altamira se pueden comprar con antelación en las oficinas del Banco Santander, en sus cajeros y en una web del Banco Santander. Al llegar se reserva hora para visitar la Neocueva. La visita a la Museoteca para niños no necesita reserva, y los folletos para las visitas autoguiadas se entregan a la llegada.
3. Laberinto de Villapresente . Es recomendable reservar a través de la web las entradas, ya que en temporada alta se suelen formar bastantes colas.
4. Parque de Cabárceno . En la web está toda la información para organizar la visita y los precios de la entrada normal y de la Visita Salvaje. Hay numerosas llamadas a la atención de por dónde se puede transitar a pie, la velocidad a la que tienen que ir los coches y advierten de que no hay que acercarse demasiado ni dar de comer a los animales. Es importante cumplirlas y cuando se visita el parque se percibe que no todo el mundo hace caso. Son indicaciones no sólo para cuidar mejor el parque, también son medidas de seguridad.
5. Cueva de El Soplao . No está permitida la entrada con sillitas infantiles pero proporcionan mochilas portabebés. No hay que olvidar que la temperatura se mantiene regular a unos 12 ºC, por lo que, aunque se vaya en verano, hay que llevar algo de abrigo y un buen calzado. Los adultos pueden realizar una ruta más completa de dos horas y media. Es recomendable comprar las entradas con antelación en la web de la cueva.
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