A pesar del típico tópico de que Varsovia era una ciudad imponente hasta que la guerra la destruyó, cuanto más la conoces, más te enamoras de ella. Y si no me crees… ¡haz la prueba! Te contamos qué ver en Varsovia en un fin de semana para que no te pierdas nada.
Contraste entre la Varsovia socialista y la actual. Hacemos una escapada rápida a Varsovia y, en un par de días, desgranamos los secretos de la capital polaca que aúna una arquitectura única con una historia trepidante. Una ciudad donde la Ciudad Vieja contrasta con los nuevos rascacielos del siglo XXI, pero también con los edificios construidos durante la dictadura comunista. Te contamos qué ver en Varsovia en un fin de semana para que no te pierdas ningún detalle.
Primer día en Varsovia La Ciudad Vieja y el Museo de Madame Curie Sobre los restos de la Ciudad Vieja , y gracias a unos bocetos de Canaletto, se reedificó con maestría el casco viejo de la capital polaca. La metrópolis crece a pasos agigantados y los rascacielos de cristal testimonian su incorporación al siglo XXI. Aún así, sigue sobresaliendo la sólida estructura del Palacio de la Cultura y de la Ciencia , regalo de la Unión Soviética en los años 50 a sus países satélite. Este edificio actualmente alberga cines, teatros, oficinas y salas de fiesta como la célebre Kongresowa .
Sala Kongresowa con rascacielos al fondo. Dedica la primera mañana a dar un tranquilo paseo por la Ciudad Vieja hasta llegar a la Plaza del Mercado , que está rodeada de coloridas casas barrocas. Pasando bajo la barbacana se entra en la llamada Ciudad Nueva donde el 7 de Noviembre de 1867 nació una de las mujeres más ilustres de la historia, María Sklodowska, más conocida como Madame Curie . En lo que fue su hogar se encuentra el Museo dedicado a su vida y su obra.
Cerca del Museo Maria Sklodowska-Curie, en un antiguo palacete, se sitúa el hotel Mamaison Le Regina Warsow, que es muy aconsejable.
Casas barrocas de la Ciudad Vieja reconstruidas según los bocetos de Canaletto. Caminando desde la Ciudad Vieja por la monumental avenida Krakowskie Przedmiescie se llega a Nowy Swiat , la calle del Nuevo Mundo, aunque en realidad es una de las más antiguas y con más sabor de la ciudad. Sus casas de corte neoclásico llenan los bajos de tiendas de diseño. Es ineludible parar y tomar un chocolate en el A.Blikle (www.blikle.pl) donde, se supone, nacieron los donuts .
Tiendas de diseño en las callejuelas de la Avenida de Ujazdowski. La Universidad de Varsovia La Librería de la Universidad de Varsovia, levantada en 1999, es un ejemplo de la fusión arquitectónica con la naturaleza. Su verdosa estructura férrea se camufla entre la vegetación desde donde se contempla el río Vístula. Para comer, nada mejor que los famosos pierogis (empanadillas) polacos de Zapiecek .
Librería de la Universidad. Calle Ujazdowski y Parque de Lazenki La tarde se puede dedicar a la calle Ujazdowski , antigua Vía Real, que comenzaba en el castillo de la Ciudad Vieja, discurría entre palacios y casonas de magnates convertidas en embajadas, y continuaba por el bellísimo Parque de Lazenki , cuyos bosques guardan celosamente el monumento al gran compositor y pianista Federico Chopin. En esta escultura, que Waclaw Szymanowski realizó en 1926, la mano del compositor parece fundirse con uno de los sauces del parque, igual que sus notas lo hicieron con los paisajes polacos.
El siguiente objetivo es el Castillo de Ujazdowski convertido en Centro de Arte Contemporáneo con facilidades de luz y sonido para exposiciones fotográficas y cinematográficas; después, puedes pasear por la amplia avenida de Ujazdowski , sorteando a los muchos ciclistas que circulan por sus rutas y observando las fachadas de los palacetes. Entra en alguna de las atractivas tiendas que adornan Ujazdowski y Mokotowska y, finalmente en esta última, date el gusto de caer en la dulce tentación del salón de té de Magda Gessler .
El Palacio de la Cultura y de la Ciencia contrasta con el Hard Rock Café (Izq.). Tetería de Magda Gessler (Dcha.) Varsovia es famosa por su jazz, de hecho su Jazz Jamboree, que data de 1956, es el más antiguo de Europa. Un buen sitio para cenar, tomar un par de vodkas y escuchar muy buen jazz es 12 on 14 Jazz Club.
Segundo día: del pasado al futuro varsoviano Museo de la Sublevación de Varsovia y Chlodna A la mañana siguiente te aconsejamos acercarte al Museo de la Sublevación de Varsovia, inaugurado en el 60 aniversario de su estallido. Es una visita imprescindible para comprender la historia de la ciudad. Agniezka Holland lo cuenta en su película, de 1990, Europa Europa .
Museo de la Sublevación. Muy cerca del museo se encuentra Chlodna, antiguo ghetto de Varsovia que últimamente se ha convertido en la calle de moda, llena de restaurantes y bares estupendos donde tomar una deliciosa caña polaca Tyskie, Zubr, o Zywiec, rubia y espesa. Termina el paseo comiendo en La Taberna bajo el Cerdo Rojo (czerwonywieprz.pl/) donde, tras la decoración comunista, el atuendo guerrero de los camareros y las alusiones sarcásticas de la carta, se disfruta de una sabrosa cocina polaca: codillo, costillas de cerdo, pato asado…
Bistro Jazz, comer con música de jazz. Barrio de Praga En lo que queda del día estaría bien cruzar el Vístula para conocer el barrio de Praga , al que no afectaron los bombardeos y sigue teniendo la chispa de antaño, de cuando se le consideraba una zona de dudosa reputación en la que la picaresca era la nota predominante. Lo más difícil de encontrar estaba en Praga, ya fuera salmón, caviar o samovares auténticos. Hoy, por las tiendas y galerías de Soho Factory sopla un aire bohemio que reafirma la vestimenta descuidada y estilosa de la gente que las frecuenta. Para conocer la nueva escena gastronómica de Varsovia no pases de largo ante el Jazz Bistro , deliciosos platos al son de jazz.
Información práctica sobre Varsovia Hotel Polonia Palac e (www.poloniapalace.com). Abierto desde 1913, tras una minuciosa restauración ha vuelto a resplandecer con el sabor de antaño y los adelantos modernos. Su céntrica situación es idónea para moverse por la ciudad.
Para darte un homenaje culinario, es muy recomendable el palaciego restaurante Bazyliszek (bazyliszek.waw.pl/en/), un clásico de gastronomía tradicional
Más información en la Oficina Nacional de Turismo de Polonia de Madrid.
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