Este 2023 se cumplen 95 años desde que el rey Alfonso XIII inaugurara el primer parador de la red, el de Gredos. En este tiempo la cartera de hoteles se ha multiplicado y ya casi llegan a un centenar. Entre ellos, uno que destaca por su historia, entorno natural e impecable servicio es el Parador de Cangas de Onís.
Planta baja del claustro del Parador de Cangas de Onís. El Parador de Cangas de Onís es un fascinante hotel que ocupa el antiguo monasterio de San Pedro de Villanueva, uno de los edificios históricos más emblemáticos de Asturias. Sus orígenes están intrínsecamente ligados al linaje de los primeros reyes astures, ya que fue construido en tiempos de Alfonso I, esposo de la reina Ermesinda, hija de don Pelayo, en memoria del rey Favila.
El monasterio tuvo una relevante función como panteón real y basílica en sus inicios, aunque, con el paso del tiempo, gran parte de su estructura original se ha perdido y destacan los hermosos adornos de las reformas barrocas que se llevaron a cabo en épocas posteriores.
Panorámica del parador Cangas de Onís. Tras un período de abandono en el siglo XIX, este lugar histórico fue cuidadosamente restaurado y reabierto como alojamiento en 1998, convirtiéndose en el encantador Parador de Cangas de Onís. Conmemorando 25 años desde su apertura como hotel, esta joya arquitectónica nos ofrece una experiencia única que combina el legado histórico de Asturias con todas las comodidades modernas.
📍Curiosidad : Uno de los elementos más alabados del edificio son los capiteles historiados de su portada románica, sobre todo las escenas que cuentan la despedida de Favila (hijo de don Pelayo y segundo rey de Asturias, entre 737 y 739) de su esposa y su posterior muerte por el ataque de un oso.
Capiteles historiados en la portada de la iglesia del monasterio de San Pedro de Villanueva. Un remanso de paz Las 64 habitaciones del parador son amplias y rezuman historia gracias a sus muros de piedra y al mobiliario que las viste. En las zonas comunes, se encuentran rincones para la lectura o para abandonarse a la contemplación. Prueba a sentarte en alguno de los bancos de los corredores del claustro para escuchar el silencio o el repiqueteo de la lluvia durante aquellos días en los que no te apetezca salir. Todo el equipo, muchos de ellos vecinos de localidades cercanas, te harán sentir como en casa. Y, si vas con niños, seguro que os proponen algún divertido juego de misterio para tenerlos entretenidos.
Planta superior con una pequeña biblioteca y rincones para sentarse. La cocina del parador La fama de los restaurantes de los paradores se puede considerar bien merecida, como demuestra el del Parador de Cangas de Onís, donde no faltan los guisos con raíces asturianas.
Borona (o boroña), un pan de maíz relleno de carnes, chorizo y panceta. En la cocina del parador se preparan con cariño fabadas y verdinas del huerto, boronas (masa de maíz con un contundente relleno de chorizos y carnes variadas), jugosa ternera con IGP (Indicación Geográfica Protegida), pescados de Rula (de Lastes, Ribadesella y Llanes) y postres tradicionales como el arroz con leche caramelizado.Cheesebar
Arroz con leche caramelizado, fabada asturiana, tronco de solomillo ibérico con salsa de queso. Excursiones desde el parador Desde el Parador de Cangas de Onís se pueden realizar excursiones para disfrutar del entorno. Si te gustan las caminatas puedes acercarte al Parque Nacional de los Picos de Europa ; si eres más de playas, no te pierdas la de Gulpiyuri , en medio de un prado y alejada del mar (en la zona oriental); si eres muy activo, no dejes de realizar el descenso del Sella ; y si optas por un plan tranquilo, ¿por qué no acercarte a la Sierra del Sueve para ver a los caballos asturcones en libertad (en agosto se celebra la Fiesta del Asturcón donde intentan domarlos en la Majada de Espineres), visitas Cabrales para probar el famoso queso e ir a su museo, o bien optas por conocer la Cueva de Tito Bustillo ?
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Y para terminar un intenso día de actividades, no existe un plan mejor que relajarte en su espacio wellness , ubicado junto al manantial y al pozo de los monjes, o recibir un masaje a base de hierbas benedictinas .
Parador de Cangas de Onís. 4 estrellas
Fotos: Paradores/ Etheria Magazine
