Recorrer todo Nepal en 5 días es imposible así que te proponemos conocer el Valle de Katmandú. En esta escapada visitaremos sus tres ciudades más importantes: Katmandú, Bhaktapur y Patan, que fueron reinos independientes y que concentran siete monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Estanque de Siddha Pokhari, en Bhaktapur. © Pepa García Katmandú, la capital Comenzamos este viaje a Nepal en 5 días recorriendo Katmandú. La capital nepalí palpita con fuerza, no se detiene ni un momento. Los autobuses, desde donde se vocean las paradas, van atestados de gente; los motoristas sortean con pericia a coches y transeúntes; y los viandantes no se inmutan en medio de este caos. La banda sonora de esta ciudad, que tiene más de un millón de habitantes, es el sonido del claxon. El bullicio y la actividad es una constante tanto en las avenidas más transitadas como en el centro histórico.
Plaza Durbar La plaza Durbar (‘durbar’ significa palacio) y sus alrededores son el mejor lugar para comenzar el recorrido por la capital. Entre sorprendentes templos y palacios de los siglos XVII y XVIII se arremolinan grupos de estudiantes uniformados, vendedoras de flores, rickshaws, carritos de vendedores que ofrecen granadas y mujeres (sobre todo mujeres) que realizan ofrendas a los dioses.
Calles de Katmandú. © Pepa García Cerca de la plaza se alza un lugar silencioso y sagrado, es Kumari Bahal , la casa de la Kumari o diosa viviente. La reencarnación humana de la deidad hindú Durga es elegida entre numerosas aspirantes a la edad de 4 ó 5 años y permanece en este lugar hasta la pubertad, solo sale al exterior en las festividades.
Barrio de Thamel Si la plaza Durbar representa la parte espiritual de la capital, el barrio de Thamel es la mundana, la favorita de los viajeros y otras gentes de paso. En esta zona se pueden encontrar hoteles, pensiones para mochileros y centenares de tiendas de artesanía, recuerdos y ropa de montaña (aprovecha la ocasión porque hay buenas marcas a precios asequibles).
Swayambhunath o templo de los Monos. ©P.G. Templo de los Monos Si nos alejamos del centro podremos visitar los dos templos más significativos de Katmandú. Al primero de ellos, Swayambhunath (o templo de los Monos), se accede a través de una larguísima y empinada escalera (o bien en coche, pero eso no tiene mérito). Una estupa blanca, coronada por una cúpula dorada, es el centro de este impresionante conjunto cuyo origen se encuentra envuelto en la leyenda. Los ritos alrededor de la misma son habituales: hacer girar los rodillos de oración, encender velas o ser bendecidos por un sacerdote forman parte del día a día.
Estupa de Boudhanath. © Pepa García Estupa de Boudhanath El segundo, la estupa de Boudhanath , es el santuario budista más importante fuera de Tíbet y se encuentra integrado en el entramado urbano, en una plaza circular repleta de comercios. Los monjes, con sus túnicas tibetanas, recorren el perímetro del templo, entran y salen de los pequeños monasterios que la rodean y, también, se toman algo en los cafés. Las cafeterías y bares circundantes suelen tener terrazas que se convierten en maravillosos miradores de todo el conjunto.
Una madre y su hijo asisten con sus mejores galas a un ritual en Bhaktapur. ©P.G. Bhaktapur, ciudad de rituales En tu reto viajero de conocer algo de Nepal en 5 días, debes incluir la ciudad de Bhaktapur, uno de esos lugares que vive ajeno al paso del tiempo. Quizás se detuvo en aquella época de esplendor en la que se construían sus maravillosos templos y palacios. Si pudiésemos admirarla desde el aire veríamos que su perímetro tiene forma de paloma en vuelo y localizaríamos enseguida la hermosa plaza Durbar , los templos de Nyatapola y de Bhairavnath , el gran estanque de Siddha Pokhari , el sinuoso entramado de calles y el espacio donde los alfareros secan sus jarras al sol.
Taller de costura en Bhaktapur. ©P.G. En la plaza Dattatreya incluso podríamos seguir visualmente a una joven con sari rojo que se acerca con flores a un altar, a un grupo de colegiales que compra helados en un motocarro y a un barbero que parlotea mientras rasura a un cliente.
Taller de costura en Bhaktapur.©P.G. Rituales ancestrales Pero la mirada no tardaría en fijarse en la humareda que sale de un pequeño santuario . Un grupo de músicos gira, tocando sus tambores, alrededor del mismo. Les siguen jóvenes con platos de frutas y ofrendas florales, niñas con velas y un anciano que porta la cabeza de una cabra sobre un plato de metal. El protagonista del festejo se mantiene, hasta el momento, al margen. Un niño de unos nueve años, con aspecto formal, recibe las bendiciones de un sacerdote mientras le preparan para el paso a la pubertad.
El fuego, las flores, la fruta, la música y el incienso acompañan los momentos más trascendentales en la vida de los hinduistas. Todos ellos confluyen para llegar al éxtasis sensorial.
Pashupatinath: la ciudad de los muertos A orillas del río Bagmati la vida y la muerte se confunden. En este lugar se alza Pashupatinath, un complejo religioso, recogido en la lista de monumentos Patrimonio de la Humanidad, donde se dice el último adiós a los fallecidos. El templo de Shiva Pashupati (dios de los animales), que da nombre al conjunto, solo puede ser visitado por los hindúes. Sin embargo, sí está permitida la asistencia a las cremaciones que se realizan a lo largo de este afluente del Ganges. Desde unas concurridas escalinatas, situadas frente al ghat de las cremaciones, se puede observar todo el proceso.
Rito funerario en Pashupatinath, la ‘Ciudad de los muertos’. ©P.G. Un viaje hacia la muerte El ritual transcurre de forma metódica, sin prisas, honrando el paso al más allá del muerto. Se prepara el cuerpo, la pira y, finalmente, se añade paja a la que se prende fuego. El humo asciende en densas columnas y lo envuelve todo. El aire trae consigo una mezcla de aroma a mantequilla y especias (elementos añadidos a la pira para enmascarar otros olores menos agradables). En cuatro o cinco horas el cuerpo se habrá consumido y las cenizas se lanzarán a las aguas del río para que realicen su último viaje hasta el Ganges . El primer paso para la reencarnación culmina de esta manera, con la ventaja de que al haber realizado aquí la cremación del cuerpo opta a hacerlo en forma humana.
Además del bello templo de tejados dorados dedicado a Shiva, otras construcciones menores forman parte de este recinto al que peregrinan miles de hinduistas de todos los rincones del país. Por los intensos tonos amarillos de su maquillaje no pasan desapercibidos los, también presentes, saddhus (o santones), quienes a través de la meditación y una vida contemplativa intentan liberarse de lo material.
Plaza Durbar de Patan (Nepal). ©Pepa García Patan, la ciudad de la belleza Patan, también conocida como Lalitpur (que significa “ciudad de la belleza”), se encuentra a unos 5 km de Katmandú y tiene unos doscientos mil habitantes. Se la conoce principalmente por el valor de su artesanía y por sus antiguas técnicas de esculpido. Al igual que Katmandú y Bhaktapur cuenta con una impresionante plaza Durbar que concentra pagodas y palacios en perfecto estado (apenas sufrió daños durante el seísmo de 2015). Los ornamentados templos de esta plaza, de los siglos XIV a XVIII, el Palacio Real custodiado por dos leones de piedra en la entrada (en su interior se halla el Museo de Historia) y el Golden Temple o Templo Dorado son visitas imprescindibles.
Palacio Dorado. Niños sacerdotes Que no os sorprenda ver en el Palacio Dorado a un niño menor de 12 años como sumo sacerdote , ya que este cargo se confía a jóvenes –que se alternan cada 30 días–, durante los cuales no pueden cambiar de túnica. Igual de joven es la kumari de Patan, cuyo santuario se puede visitar también. El arte de los trabajos en metal lo podemos comprobar en algún taller donde crean cuencos tibetanos a partir de siete metales, según dicen con efecto sanador. Pruébalo en las sesiones gratuitas de los talleres. Somos conscientes de que esta escapada se te quedará corta. Si dispones de más tiempo te sugerimos que te dirijas a Pokhara para realizar un trekking por la montaña durante otros 5 días.
Guía de Nepal | Etheria Magazine ¿Qué necesito para viajar a Nepal? Se precisa pasaporte –con una validez mínima de 6 meses– y visado.
¿Cómo llegar a Nepal? Qatar Airways dispone de conexiones a Katmandú viaje Doha.
¿Dónde dormir en Nepal? En las ciudades mencionadas en el recorrido existen decenas de hoteles de todas las categorías, desde las más modestas y económicas hasta los mencionados a continuación.
Hyatt Regency Kathmandu . Este cinco estrellas es uno de los mejores hoteles de la ciudad. Dispone de piscina y spa.Club Himalaya Nagarkot . Situado a poca distancia de Bhaktapur y con unas vistas excelentes del Himalaya.
📌 Recomendaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores .
También te puede interesar…. Qué ver en el norte de India: 10 colores del Rajastán .
¿Puedo viajar sola o con amigas a India?
Una maleta para…. India .