Si estás hasta el moño de películas melosas como ‘Bridget Jones’ o ‘Notting Hill’, de paseos románticos por Hyde Park y de los pétalos de rosa en forma de corazón junto a una botella de champán, sigue leyendo. Estas ocho pistas en la ciudad del Támesis serán perfectas para celebrar el amor sin tanta cursilería. Skyline con el perf de The Shard. © visitlondon.com/Jon Reid Londres es una de esas ciudades que tiene muchos viajes: sola, con amigas, en pareja, en familia, para desconectar, para ir de tiendas, para ver un espectáculo, para visitar museos… Conectada con las ciudades españolas con infinidad de vuelos, en este artículo te descubrimos ocho planes románticos en Londres, que incluyen algunos de sus lugares secretos y menos conocidos para que puedas disfrutarlos con tu pareja.
Planes románticos en Londres: 1. Cóctel en las alturas . 2. Delicatessen francesas a lo ‘british’ . 3. Un festival de orquídeas . 4. Cine con manta ‘cashmere’ . 5. Cerveza para valientes . 6. Decir ‘te quiero’ en un susurro . 7. De postre, helado . 8. Dormir en un antiguo parque de bomberos .
1. Cóctel en las alturas Las más románticas creerán que el London Eye es la opción ideal, bien por ellas. Pero hay otras alternativas. El famoso Sky Garden apodado como el Walkie-Talkie, acoge en el piso 35 un precioso jardín urbano que ha dado mucho de que hablar desde su apertura en 2014. Con vistas de 360 grados a casi 150 metros de altura, tomarse un cóctel en su Sky Pod Bar resulta más que alucinante.
Sky Garden. El Aqua Shard, emplazado en uno de los símbolos del skyline londinense, The Shard , es otra opción de mucha altura. Su Atrium Bar es tan emocionante como su vista panorámica y ofrece un menú en el que reina la ginebra, al más puro estilo british . También nos quedamos con The Culpeper , una preciosa terraza cubierta, con chimeneas personales, cócteles aromatizados con hierbas de su invernadero, una amplia selección de vinos ingleses y, cómo no, vistas sugerentes de la City.
2. Delicatessen francesas a lo ‘british’ El sábado es el día del Broadway Market . Este mercadillo con 3.000 años de historia, situado en el auténtico East London, es hoy un punto neurálgico vanguardista alejado de los radares turísticos. Aunque los puestos de la calle solo están ese día de la semana, a lado y lado hay tiendas, cafés, restaurantes, librerías y bares abiertos todos los días.
Ambiente y productos en © Broadway Market Uno de ellos es L’Eau à la Bouche , un café y tienda de delicatessen atendida por su propietario, francés por supuesto. Desde carnes y quesos hasta aceitunas y ensaladas, este es el lugar ideal para bocaditos de calidad. Aunque, sin duda, el mejor plan será tomar un café y un trozo de tarta en alguna de sus mesas de fuera, con vistas al desfile de gente del mercadillo.
3. Un festival de orquídeas Las orquídeas no forman parte del típico ramo de flores que se regala por San Valentín, pero en este paseo por Londres estamos huyendo de lo ordinario. Así que ponemos nuestra mira en el maravilloso festival de orquídeas que cada año tiene lugar en los Kew Gardens (Royal Botanic Gardens).
Orquídeas en Kew Garden. © Kew’s Orchid Festival/ Jeff Eden Dentro del Conservatorio Princesa de Gales os veréis transportados a un paraíso fascinante que evoca sonidos, olores y colores de este inquietante archipiélago. A través de un viaje inmersivo, con la orquídea como protagonista, os sentiréis en medio de la vida silvestre y la cultura indonesias. Vaya forma de celebrar el amor ¿no?
4. Cine con manta ‘cashmere’ Que estas pistas para dos estén fuera del cliché no quiere decir que no sean románticas; una sesión de cine en The Electric Cinema , sí que lo es. Emplazado en el barrio de Notting Hill, el cine más antiguo de Londres (abrió sus puertas en 1910) aún conserva su aspecto original casi intacto tras su renovación en 2002. ¿Qué cambió? Desde entonces la sala cuenta con 98 amplios sillones de cuero, en reemplazo de las antiguas 240 sillas, seis camas dobles gigantes con forro de terciopelo en primera fila y dos enormes sofás en lo más alto.
Sala de © The Electric Cinema en Notting Hill. La experiencia, en la que se pueden ver desde películas de estreno hasta cine de culto, ‘remakes’ y filmes clásicos, se completa con mantas de cashmere y servicio de camareros que llevan a tu mesa cócteles, pintas de cerveza o vino. El spot perfecto para un beso.
5. Cerveza para valientes Si os asustan los fantasmas no deberíais acercaros a The Grenadier , porque dicen que está embrujado; aunque en el sótano hay colgado un crucifijo para proteger a los clientes, así que no tenéis de qué preocuparos. Este legendario pub, situado en Belgrave Square, tiene en su haber 300 años de historia y el techo forrado de billetes. Cuenta la leyenda que el Grenadier es el hogar del joven Cedric, un soldado que fue atrapado engañando a las cartas y golpeado por ello hasta la muerte. Ahora los visitantes dejan billetes en el techo para intentar pagar su deuda, cosa que no parece funcionar, pues el pobre sigue merodeando por los pasillos.
Interior de © The Grenadier Fantasma aparte, será un privilegio tomar una pinta de cerveza o una copa de su selección de vinos clásicos en esta auténtica joya londinense, escondida en un callejón de Wilton Mews. No dejéis de probar su célebre beef Wellington acompañado de setas trufadas.
6. Decir ‘te quiero’ en un susurro ¿Sabías que al interior de la cúpula de la Catedral de St. Paul encontrarás una Galería de los Susurros? Se encuentra tras subir 257 escalones y recibe su nombre de una encantadora peculiaridad en su construcción. Poneros frente a frente, separados por el abismo de la altura de la cúpula y susurrad ‘te quiero’; gracias a uno de los fenómenos auditivos más sorprendentes del mundo, lo oiréis al otro lado.
St. Paul’s Cathedral. © visitlondon.com/Jon Reid Además de esta declaración de amor, seguid subiendo –528 escalones más– hasta la Golden Gallery en el punto más alto de la cúpula, a 111 metros del suelo. Las vistas panorámicas de la ciudad son inigualables. O bajad hasta la cripta donde están enterrados los héroes de la nación.
7. De postre, helado Está bien, dijimos que nada de cursilerías, pero la heladería más empalagosa de Londres lo amerita. Hablamos de Milk Train , que se ha convertido también en un fenómeno viral. Situada en el corazón de Covent Garden y con una estética vintage, su local, con un precioso arco de flores, es lugar elegido por los comensales para ‘postear’ sus increíbles helados en Instagram. Aunque el lugar es lo de menos, cuando se trata de semejante perfección de helado.
Imaginativos y deliciosos helados en © Milk Train En cucurucho o en tarrina, de sabores estacionales, con toppings de toda clase –desde palomitas, galletas oreo y barquillos hasta dulces en forma de corazón– y decorados según la época del año. La guinda del pastel es terminarlo con una nube de algodón de azúcar, por una libra más, y estaría listo para el coma diabético.
8. Dormir en un antiguo parque de bomberos Dormir en un hotel excepcional es una parte básica de una escapada romántica y sabemos que en Londres la elección se vuelve difícil con tanta oferta. ¿Qué tal una antigua estación de bomberos reconvertida en una especie de vivienda particular? Se trata de Chiltern Firehouse , un suntuoso hotel de tan solo 26 habitaciones en el que cada huésped es atendido por su propio conserje personal.
Hotel © Chiltern Firehouse. Ubicado en el corazón del barrio de Marylebone, este parque de bomberos construido en 1889 fue cuidadosamente restaurado por el hotelero André Balazs. Con encanto histórico, servicio de primera y decoración muy british , pasar una noche aquí será una experiencia especial e íntima y os dará la sensación de estar hospedados en una casa privada más que en un hotel.
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