Alojarse en un Parador es una apuesta segura que sabes que te va a aportar algo más que el hecho de dormir en un hotel. En algunos como el recién renovado Parador de León supone alojarse entre los antiguos muros del Hostal de San Marcos, y dormir rodeado de cientos de obras de arte, una experiencia que te hará sentir parte de la Historia. Escalera del Parador de León. Hay Paradores que ocupan espacios históricos y ese es uno de sus mayores alicientes, el poder dormir literalmente como una auténtica reina, emulando épocas pasadas entre muros que si contaran historias tendrían para noches enteras de relatos. Pero en el Parador de León se va un paso más allá. Está ubicado en el antiguo Hostal de San Marcos que, para empezar, es una de las joyas arquitectónicas de la ciudad (que tiene muchas), un lugar imprescindible en una visita turística te alojes o no en él. Y este 2020 vuelve completamente renovado y con vocación de retomar su función de punto de encuentro de la vida social leonesa.
Fachada del Parador de León. Solamente asomarse a la plaza que precede a su magnífica fachada plateresca es una visita obligada en León. Podríamos dedicar párrafos a sus elementos arquitectónicos, a la forma de sus ventanas de medio punto, a los medallones con personajes grecolatinos de su zócalo o a describir los elementos barrocos que se añadieron posteriormente. Pero es que esta fachada tiene algo más. Quizá sea su formidable presencia en la plaza de San Marcos o el saberla viva después de siete siglos como antesala de uno de los mejores Paradores de España.
Un edificio totalmente renovado El Parador de León abre sus puertas con categoría de cinco estrellas , tras tres años en los que ha vivido una reforma integral, y aparece como una perfecta mezcla entre la parte histórica del edificio y los nuevos elementos de arquitectura moderna que aportan actualidad y calidez.
Claustro del Parador de León. Eso sí, en cuanto entras al Parador, te transmite esa sobriedad que, basada en materiales nobles y naturales como la madera, contribuye a mantener ese espíritu de edificio histórico al que no renuncia. Si hay algo que se percibe en cada rincón tras esta renovación es precisamente el respeto a esa Historia que hace tan valioso a este edificio.
La decoración ha estado en las manos del estudio Merry que ha sabido cómo transmitir la sensación de lujo que requiere un establecimiento de cinco estrellas con la sobriedad que demanda un edificio como este. Según palabras del responsable del estudio, Alfonso Merry del Val “el Hostal de San Marcos es tan potente que la decoración no se debe notar, como cuando se restaura un buen cuadro”.
Pasillos y salas como galerías de arte Si hay algo que atesoran los Paradores históricos son las obras de arte que han ido guardando a lo largo de siglos de historia. En el caso del Parador de León alcanzan la cifra de 500 piezas artísticas, muchas de las cuales han sido restauradas durante los tres años que ha durado la reforma y otras han llegado desde otros Paradores. Para que todo tuviera sentido y darles el valor que se merecen, se ha recurrido a expertos en arte para crear un formato expositivo con sentido y que haga que los huéspedes se sientan como en un auténtico museo.
Relieve de ‘El Descendimiento’ de Juan de Juni. Entre las obras del Renacimiento, destaca el relieve del Descendimiento y el altar de El Nacimiento de Cristo, además de la sillería del coro de la iglesia y el artesonado de la sala capitular, del siglo XVI.
Atrio del hotel con el techo de Lucio Muñoz. Si ponemos la atención en la obra contemporánea veremos como gira en torno a tres elementos: el techo de Lucio Muñoz (que se ha recuperado de uno de los antiguos salones y ahora luce altísimo sobre la cafetería), los artistas de la Segunda Escuela de Vallecas y la Escuela de Madrid y las obras de José Vela Zanetti . Unas obras que se muestran de la mejor forma posible, enmarcadas entre los elementos arquitectónicos del edificio histórico.
Un poco de historia No nos resistimos a poner al edificio del Hostal de San Marcos en contexto, que es la mejor forma de dar valor a su origen y a la transformación que ha vivido para llegar a ser un hotel de lujo.
Sala con techo artesonado. Aunque su origen como hospital de San Marcos se remonta a la época medieval, su base se debe al empeño de Fernando el Católico, maestre de la Orden de Santiago, que quiso construir el grandioso edificio en el que se convertiría siglos después. Sin embargo, no fue un camino fácil: a mediados del siglo XVI las obras se paralizaron y no se retomaron hasta el siglo XVII, para concluirse en 1720. Eso sí, siempre ligado al Camino de Santiago en su versión francesa, que tiene a León como una de sus paradas imprescindibles y para el que sirvió de hospital y hospedería. Después, el Hostal de San Marcos vivió tiempos convulsos y llegó a ser desde depósito de sementales del ejército hasta cárcel durante la Guerra Civil.
A partir de 1965 inició su vida como hotel y pasó a Paradores en 1986 como uno de sus Paradores históricos más emblemáticos, posición que ha salido reforzada tras la reciente reforma.
Habitaciones El Parador de León cuenta con 51 habitaciones decoradas en tonos neutros, con magníficas telas, alfombras y suelos de madera. Éstas se dividen en Dobles Estándar, Superiores, Junior Suite y dos Suites. Además, dispone de dos habitaciones adaptadas para clientes con necesidades especiales.
Habitación del Parador Hostal de San Marcos. En estas habitaciones se siente de manera muy especial ese lujo sin estridencias que caracteriza a todo el hotel. Y se puede notar cómo se han recuperado más de 600 piezas del mobiliario que había antes de la reforma, en muchos casos dándoles otro uso. Como curiosidad, los cabeceros de las camas son las antiguas puertas restauradas.
Gastronomía Los Paradores han conseguido hacer de sus restaurantes unos espacios para el disfrute de la gastronomía que trascienden el propio lugar donde se encuentran, y que cuentan con alicientes suficientes para acercarse a ellos te alojes o no en el Parador. Este es el caso del restaurante Rey Don Sancho , ubicado en una preciosa sala plateresca. Al frente está Agapito Cristóbal , una auténtica institución en la cocina leonesa con veinticinco años de experiencia en este restaurante.
Restaurante Rey Don Sancho. Como no podía ser de otra manera, la carta se basa en los productos y platos tradicionales de León, pero dándoles un toque creativo que los actualiza y los hace incluso más apetecibles.
Entre las especialidades que seguro que no te resistes a probar están la morcilla leonesa, la cecina, la sopa de cocido maragato o las patatas a la importancia con congrio. Y, por supuesto, el cordero lechal asado, uno de los platos estrella.
Gastronomía del Parador de León. Una cocina que además está en continua revisión, con platos estacionales y sugerencias diarias fuera de carta que hacen que cada visita que hagas a este restaurante sea diferente.
Espacios singulares Un Parador como éste está repleto de espacios singulares. Coger un libro y deambular por sus estancias buscando un rincón donde detenerte a degustar la lectura se convertirá en una actividad más de tu escapada a León. Quizá te decidas por el Claustro o por la Sala Capitular , por la bonita terraza o por una mesa en la cafetería, bajo el altísimo techo de Lucio Muñoz que se eleva en un atrio moderno sobre todos los pisos del Parador.
Rincón perfecto para la lectura en el Parador de León. Parador de León Pza. de San Marcos, 7. León. Tel. +34 987237300 Precio de habitación doble para dos personas desde 200 Euros.
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48 horas en León .
Fotografías cedidas por © Paradores.