‘Viaje a la Alcarria’ es, seguramente, el viaje más célebre de Camilo José Cela, un itinerario que el Premio Nobel inmortalizó en un libro magistral. El trayecto comenzaba en Madrid y el primer destino era Guadalajara, pero acabó parando en Pastrana, Torija, Cívica, Masegoso, Cifuentes, Zorita, Gárgoles de Arriba, Budia, Sacedón, Tendilla, La Puerta, Casasana, Pareja, Durón, El Olivar, Valdenoches… Te contamos esta ruta de novela. Brihuega, el «Jardín de la Alcarria». Actualizado enero de 2022 6 de junio de 1946 es la fecha en la que Camilo José Cela, mochila al hombro, se pusiera a caminar desde Madrid hasta un lugar inédito para él, en el centro de la Península, donde se cruzó con personajes que nunca habría soñado y con entornos naturales que le dejaron un gran impacto. Su intención inicial era salir “a que no le pasase nada”. Sin embargo, aquel viaje de 10 días quedó resumido con mimo en un cuaderno que sería el germen de uno de los textos esenciales de la Literatura española del siglo XX. En 2022 se cumplen 20 años del fallecimiento del escritor, sucedió exactamente el 17 de enero, y 76 de aquel viaje. Vamos a recordar ambas efemérides siguiendo las huellas de Cela por pueblos, monumentos y caminos.
Con el libro de Cela entre las manos Vamos a emprender nuestro particular viaje a la Alcarria siguiendo los pasos del autor de ‘La colmena’. Lo vamos a hacer con la guía magistral de su libro, un texto del que se enorgullecen, y mucho, los alcarreños. Un destino que está a un tiro de piedra de Madrid y que depara muchos momentos felices, “un hermoso país al que a la gente no le da la gana ir” , como escribió el premio Nobel.
Hay quien se ha atrevido a repetir el itinerario de Cela andando , deleitándose en cada paso, en un recorrido de, exactamente, 293,9 kilómetros. Pero la esencia de la Alcarria también se puede descubrir en un viaje de apenas dos o tres días en automóvil o en moto . Sólo en en este tiempo uno se puede empapar del alma de un pueblo que, además, está bendecido por la naturaleza y el agua.
Museo del Viaje a la Alcarria, en Torija (Guadalajara). A la Alcarria en tren desde Atocha Camilo José Cela partió de la estación de Atocha en un tren de Cercanías que le condujo a Guadalajara , donde descubrió el palacio del Duque del Infantado en ruinas, “en el suelo. Es una pena”, dijo. Hoy, este espectacular edificio del siglo XV luce su cuidada rehabilitación y espera ser incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
La primera parada que hace Cela es Torija , una localidad situada a 23 kilómetros de Guadalajara y que alberga un interesante Museo del Viaje a la Alcarria , con recuerdos del escritor gallego. Después siguió rumbo a Brihuega , esa localidad que “tiene un color gris azulado”, según dejó dicho Cela. Está junto al valle del Tajuña y cuenta con un atractivo y monumental casco histórico con varias iglesias románicas, entre las que sobresalen las de San Felipe o la de Santa María de la Peña, patrona de la villa.
Vista de Brihuega y una de sus bodegas subterráneas. Masegoso, un pueblo “de color plata” La tercera etapa nos conduce a Masegoso , un pueblo de “color plata” que cuenta con un curioso Museo del Pastor. Y de aquí a Cifuentes , considerada la capital de la Alcarria y cuyo nombre evoca los muchos manantiales que conforman el río homónimo. Cela se detuvo en sus calles y quedó fascinado, entre otras muchas cosas, con la iglesia del Salvador.
Después de seis kilómetros, se alcanza Gárgoles de Abajo , una pequeña población en la que abundan las cuevas y las bodegas subterráneas que vienen almacenando vino desde el siglo XII. Y un poco más allá, Trillo , denominado “el oasis de la Alcarria” porque aquí desemboca el río Cifuentes y el cauce se deshace en cascacas, riachuelos y torrentes. Hay un puente del siglo XVI que cruza sus orillas y que se encuentra a dos pasos de la iglesia de Santa María de la Estrella, del siglo XVI, y de la abadía de Santa María de Óvila, del siglo XII, hoy en ruinas.
Museo del Pastor, en Masegoso (Guadalajara). De Trillo a Viana de Mondéjar Cela realizó en mula el tramo siguiente, el que parte de Trillo en dirección a Viana de Mondéjar. Hoy ya no quedan carros ni burros en la Alcarria. Lejos queda burro Gorrión que el autor de ‘Madera de bol’ describió con ternura en su novela: “Gorrión en la albarda lleva cosido un papel que dice: Cógeme, que mi amo ha muerto”. Poco después Cela descubre, “erizadas, violentas, las Tetas de Viana” y, aunque hay senderos que conducen hasta la cima, el escritor declinó la invitación.
Una de. las pequeñas cascadas del río Cifuentes, en Trillo. Después de pasar La Puerta y el río Solana por uno de los puentes medievales más emblemáticos de la Alcarria, Cela llega a Budia , “un pueblo grande con casas antiguas, con un pasado probablemente esplendoroso. Las calles tienen nombres nobles, sonoros…”. Y bajando hacia Durón desde El Olivar, el viajero de hoy se encontrará con algo que Cela no pudo ver porque no existía: el pantano de Entrepeñas . Y es que las obras públicas han reorganizado en los últimos años la geografía de la Alcarria, aunque permanecen, yendo hacia Pareja, las colmenas, esas misteriosas cajas a las que hizo mención nuestro Nobel.
Monasterio de Santa María de Monsalud. Monasterio de Monsalud, terminando el viaje a la Alcarria Llegamos ya al último tramo de nuestro viaje a la Alcarria, pero antes hacemos una parada técnica en Casasana para contemplar el increíble monasterio de Santa María de Monsalud, de la orden del Císter, fundado a finales del siglo XII y que hoy se encuentra prácticamene en ruinas. Y, antes de llegar a Pastrana, uno de los destinos estrella de la ruta, hay que pasar, es obligado, por el animado y rico pueblo de Sacedón .
Retrato de la Princesa de Éboli en el Palacio Ducal de Pastrana. Regada por el río Arles, la monumental Pastrana tiene un trazado medieval y una historia que está ligada a la de nombres tan imprescindibles como la princesa de Éboli, que estuvo prisionera más de 11 años en el Palacio Ducal, o Santa Teresa, que fundó aquí el convento del Carmen en 1569. Es obligatorio visitar el Museo de la Colegiata , que alberga los espectaculares tapices a los que se refirió Cela y que entonces no se encontraban allí a pesar de que el pueblo los reclamaba con insistencia. “Y un día y otro”, escribió el Nobel, “pero sus voces caen al vacío”. Una vez más, Pastrana se vinculaba, esta vez con Cela, a la historia de la literatura, ya que antes Moratín escribió en esta villa ‘El sí de las niñas’.
Detalle de uno de los tapices de la Colegiata de Pastrana. Una antigua ciudad visigoda Y ahora sí que llegamos al final del recorrido por la Alcarria. Toca decir adiós, pero antes hay que pasar por Zorita de los Canes y visitar el Parque Arqueológico de Recópolis , las ruinas de una antigua ciudad visigoda situada en una curva del Tajo y que cuenta con una alcazaba árabe del siglo IX que, al parecer, tuvo un papel esencial en la Reconquista.
El Parque Arqueológico de Recópolis se encuentra en Zorita de los Canes. 15 de junio de 1946 . Ese día, Camilo José Cela da por finalizalizado su viaje a la Alcarria. El escritor regresa a Madrid. Lo hizo con pena, con melancolía y con el ferviente deseo de trasladar a sus lectores todo lo que había visto y y anotado levemente en su cuaderno. Fue uno de los viajes que forjaron el alma de Cela. Y el de la Alcarria.
*Aquí puedes descargarte un pdf para hacer el Viaje a la Alcarria en coche .
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