Gozo forma parte, junto a Malta y Comino, del archipiélago maltés. Es una isla perfecta para reencontrarte contigo misma mientras disfrutas del ecoturismo (del real). Granjas familiares, cultivos ecológicos, paseos en barco y vida saludable es lo que encontrarás en su territorio. Sigue leyendo para saber qué ver y hacer en Gozo, pero ¡cuidado! porque corres el riesgo de querer hacer las maletas ya mismo.
Vista del puerto de Gozo. © Etheria Magazine Actualizado mayo. de 2024 No es la isla más conocida del Mediterráneo y puede que ni tan siquiera hayas oído hablar de ella, pero eso es un punto a su favor. En este artículo te contaremos qué ver y hacer en Gozo con todo lujo de detalles, para que decidas si esta isla es (o no) para ti. Primero comencemos localizando a Gozo en el mapa. Busca el archipiélago maltés , donde se sitúa la isla de Malta. Al lado de la misma se encuentran dos islas más pequeñas: Gozo y Comino. Lo más frecuente es que los viajeros aprovechen su viaje a Malta para hacer una excursión a ambas islitas, pero nosotras te sugerimos que organices un combinado real, y que reserves 3 o 4 días para «gozar» (chiste fácil) de todo lo que ofrece Gozo. Eso es lo que hicimos nosotras y nos pareció sencillo, barato y mucho más relajante. Te damos todos los detalles.
Cómo llegar a Gozo Gozo no tiene aeropuerto, por lo que tendrás que volar a Malta, donde tomarás un ferry que te deje en la isla. Al puerto de embarque, que se encuentra a una media hora de trayecto del aeropuerto, puedes llegar en transporte público o bien alquilar un coche, que podrás embarcar y emplear para recorrer Gozo. El precio del billete del ferry para un pasajero (sin coche) está en torno a 5 euros. Aunque esta isla puede parecer minúscula en el mapa –tiene 14 kilómetros de largo y unos 7 de ancho–, para disfrutar sin prisas de todo lo que ofrece, es mejor tener claro qué ver y hacer en Gozo.
Victoria, la histórica capital de la isla Gozo. © Catalina Gonzalez Qué ver en Gozo Victoria, capital de Gozo Victoria, la antigua Rabat, tiene la dimensión perfecta para recorrerla a pie disfrutando del paseo. Si llegas temprano, puedes comenzar desayunando en el Café Jubilee (si el tiempo lo permite, en las mesas situadas a la entrada) para tomarle el pulso a la ciudad. Si te apetece interactuar con la población local puedes continuar la jornada paseando por el mercado It-Tokk y por la plaza central.
Comienza el día con un buen desayuno en el Café Jubilee, en Victoria. © Etheria Magazine Tras la primera interacción local toca abstraerse paseando por la Citadel , el casco histórico de Victoria, donde las construcciones de piedra amarilla caliza son una constante. Calles y callejones, escasas tiendas y restaurantes, algunos museos y buenas vistas del entorno son sus puntos fuertes. No dejes de entrar en la bellísima Catedral.
Templos de Ggantija Si te gusta la Historia este es un excelente lugar para bucear en el pasado y acercarte a civilizaciones pasadas que nos han dejado construcciones tan interesantes como los templos de Ggantija , declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En las ruinas de estos templos, que se mantienen en pie sin sujeción alguna, aún se puede intuir la gran dimensión del complejo datado entre el 3600 y el 3200 a.C.
Templos de Ggantija , Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. © Etheria Magazine Gruta de Calipso Con menos matices históricos –pero mucho más legendarios– está la gruta de Calipso , que suele identificar con la cueva que mencionó Homero en La Odisea. En este lugar parece ser que la ninfa Calipso retuvo a Ulises durante siete años. Las vistas de la bahía de Ramla que se obtienen desde la terraza ubicada sobre la cueva son bellísimas, por lo que debió estar encantado. El contraste entre la arena, que lanza destellos rojizos, y el mar turquesa es difícil de olvidar. No está de más darse un baño tras visitar la gruta.
Mirador sobre la gruta de Calipso. © Etheria Magazine Salinas de Qbajjar También merece la pena que te acerques a las Salinas de Qbajjar , en Marsalforn, para admirar los cubículos cuadrados de poca profundidad que crearon los romanos para separar el sodio del agua del mar. Es un lugar ideal para los amantes de la fotografía por todas las perspectivas que se pueden localizar.
Bonitas salinas romanas de la isla de Gozo. © Andrew Slifkin Grandes templos de Gozo En algunas de las poblaciones que irán surgiendo al desplazarte en coche, te llamarán la atención el desproporcionado tamaño de los templos respecto a la dimensión de las localidades. Para en algunas de ellas para visitarlos porque también tienen interiores sorprendentes (parecen catedrales).
Algunas de las iglesias más curiosas son la basílica San Pedro y San Pablo , en Nadur; Ta’ Pinu , en Gharb, cuyo santuario es un punto de peregrinaje; la basílica de San Jorge y la Catedral , ambas en la capital– y la de San Juan Bautista , en Xewkija, que imita a la veneciana Santa María de la Salud. En algunas de ellas os tendréis que cubrir los hombros si vais en tirantes (es más higiénico llevar el vuestro, aunque también suele haber disponibles en la entrada).
Basílica del Santuario Nacional de la Santísima Virgen de Ta ‘Pinu. © Timofey Borozdin Qué comer en Gozo No hay nada mejor que pasear para que se abra el apetito y poder disfrutar de los manjares de la isla, donde el pescado es el protagonista. En restaurantes como el de Ta’ Rikardu , en la capital, el dicho «del campo a la mesa» se cumple a rajatabla. Dispone de huerto que le proporciona las verduras y de un rebaño de cabras que le surte de leche para elaborar ricos quesos. Si algún cliente lo solicita no tiene ningún problema en llevarle a ver la finca.
Para conocer in situ los productos y cultivos gozitanos , no hay nada mejor que visitar granjas ecológicas como la de Ta’ Mena Estate donde, además de hacer una visita guiada para ver los viñedos, los olivos o las hortalizas, podrás comprar riquísimas conservas.
Y, si te quedas con ganas de más, en la factoría Savina (en Xewkija) podrás probar (y llevarte) licor de higo chumbo o de algarrobo. La gastronomía gozitana se nutre especialmente de lo que le regala la tierra y el mar: pescado, conejo, quesos, tomate, etc.
El pescado es una de las mejores elecciones en Gozo. © Etheria Magazine Qué hacer en Gozo para divertirse Buceo en Gozo Gran parte de las actividades que puedes hacer en Gozo están relacionadas con el mar. En las tres islas maltesas se cumplen todos los tópicos relativos a la descripción del agua del mar: transparente, cristalina, turquesa y azulada, fondos irresistibles, etc. Y todo ello, además, de una forma superlativa. Esta belleza se extiende tanto a las playas –que, aunque no son muchas, son suficientes para acoger a los visitantes– como al mundo submarino. Aunque el número de viajeros que acude para hacer su bautizo submarino es elevado, hay otros que repiten para enfrentarse a la inmersión en el Blue Hole –un profundo agujero que da miedo solo de oírlo–.
Paseo en barco por la costa de Gozo. © Etheria Magazine Playa o kayak, tú decides Si prefieres disfrutar del mar sin dejar de sentir la brisa en la cara, las propuestas son igual de atractivas: playas de arena blanca o rojiza, excursión en kayak o navegar en una embarcación.
El kayaking es muy sencillo y permite combinar la actividad con el desembarco en distintos puntos de la costa para comer, descansar, darse un baño o, simplemente, tomar un helado del “barco de los helados” (los hay en Blue Lagoon).
Bellas aguas turquesas de la isla de Comino. © Etheria Magazine Excursión a la isla de Comino El barco es otra opción más cómoda para recorrer los recovecos de la costa. La bahía de San Blas, la de Ramla o llegar a la famosa Blue Lagoon de la vecina isla de Comino son algunos puntos donde anclar y disfrutar del agua cristalina. Es, además, la única manera de visitar las grutas que salpican el litoral, sólo en Comino hay una decena de ellas. Cada una tiene su historia y en muchas de ellas han sido rodadas escenas de grandes producciones cinematográficas como El conde de Montecristo .
Guía de viaje | Etheria Magazine ¿Cómo llegar a Gozo?
Vuela hasta Malta (hay líneas low cost ) y, una vez, allí, dirígete hasta el muelle de donde parte el ferry a Gozo (20 minutos). Si has alquilado coche puedes embarcarlo para moverte por la isla en libertad.
Más información en Turismo de Gozo.
Cocina casera del restaurante Ta’ Rikardu. © Etheria Magazine También en Etheria Magazine
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