Descubre interesantes excursiones por la Sierra de Entzia a través de siete planes que te desvelarán los sugerentes paisajes de una frontera casi desconocida. Esta sierra alavesa se levanta sobre la llanada como una ola de roca que pone límites a la de Urbasa (Navarra) con grandes hayedos, oníricos laberintos de roca, historias de caminantes y huellas megalíticas que te van a prendar. Misterioso paisaje de la Sierra de Entzia. Cuando lo cotidiano se hace menos llevadero y las ganas de desconectar del ruido mental y físico se imponen para salir de la rutina, es hora de despertar los sentidos dibujando nuevas sendas viajeras al ritmo de antaño: transitándolas a pie, pues dejarán marca imborrable en tu mapa mental. Nos vamos a Salvatierra una vieja encrucijada de caminos entre antiguas tierras de vascones y visigodos. En pleno camino compostelano, desde su casco medieval de fachadas blasonadas, es una base ideal de la Llanada Alavesa para realizar algunas excursiones por la Sierra de Entzia .
La iglesia de Santa María, en Salvatierra, en pleno Camino de Santiago. 1. Desde el Mediterráneo a Compostela Los primeros en llegar a Salvatierra son los caminantes compostelanos y vienen haciendo desde el Medievo, cuando el más popular de los senderos de la época conectó dos de sus principales rutas en la localidad. No era extraño que fuese señalado, pues desde la Edad del Bronce se sabe de la presencia humana. Aquí confluye la variante francesa compostelana –conecta el Mediterráneo con Aquitania– con el camino vasco que, procedente de Baiona, llega a través de Guipúzcoa. Desde Salvatierra continúan juntos, tal y como hace mil años, en un único sendero que atraviesa tierras palentinas y leonesas. ¡Anímate a realizar un tramo de este camino, la longitud la decides tú!
Laberinto entre las calizas de Katarri y Arno, en la sierra de Entzia. 2. Descubre laberintos pétreos en el bosque Con los campos agrícolas rodeando Salvatierra, la sierra luce aún más espectacular de buena mañana, mientras preparamos la mochila para hacer camino. Las múltiples sendas de Entzia prometen que disfrutaremos en pleno hayedo, como el que alcanzamos desde el puerto de Opakua, adonde llega una tradicional cañada ganadera. Esta cañada se utiliza para subir los rebaños a los jugosos pastos estivales de la altiplanicie de Entzia. A su alrededor crecen magníficas hayas centenarias que dejan al aire hermosas raíces, auténticas esculturas de lo natural a punto de abrazarte.
Más adelante, los laberintos de las erosionadas calizas de Katarri y Arno invitan a perderte entre singulares figuras pétreas, y hayas y arbustos creciendo entre oquedades. Desde siluetas de elefantes a misteriosos arcos que parecen abrir puertas a una catedral de árboles, la diversión está asegurada. Olvídate del GPS y déjate llevar por su fantasioso aspecto cubierto de musgo. Esta es otra de las excursiones por la Sierra de Entzia desde Salvatierra que no te debes perder.
Colorida imagen de Salvatierra. 3. Salvatierra, parada y fonda Como los caminantes auténticos al caer la tarde, hay que regresar a Salvatierra. Allí el descanso está garantizado en la casa de labranza secular Zadorra Etxea , sobre todo si vamos con un grupo de amigas (puede acoger hasta 12 personas), o buscamos un alojamiento comprometido con la sostenibilidad. Un paseo por la villa y sus calles medievales lleva por el recinto amurallado. Allí las viviendas históricas exhiben blasones de un pasado ligado a la posición estratégica de la localidad desde tiempos romanos, al hallarse junto a la calzada entre Astorga y Burdeos.
La arquitectura de las iglesias de Santa María y de San Juan Bautista es rotunda, auténticas fortalezas en pleno casco urbano. Sin dejar el casco histórico, en la calle Mayor , igual que los peregrinos que buscan sellar su credencial, tenemos una cita ineludible con la gastronomía vasca en el Jose Mari Jatetxea . Más conocido como El Gordo, es un buen lugar donde saborear pintxos, llevarnos el bocata para hacer alguna de las excursiones por la Sierra de Entzia o reponer fuerzas dejándonos agasajar en su mesa.
Barranco de los Molineros en la sierra de Entzia (Álava). 4. El cañón de los molineros El río Musitu , en un paraje solitario y tupido de bosques, ha quebrado la montaña con un profundo acantilado trazando el barranco de Igoroin . Hayas, arces y quejigos acompañan en el camino que se inicia en el pequeño pueblo de Musitu , dejando los enclaves más secos a las encinas, hasta llegar al molino de Igoroin.
Entre las ruinas del lugar incluso se adivina el poblado que acogió una pequeña comunidad dedicada a la molienda durante más de 300 años. En 1962 se marchó la última familia molinera, pero el río ha seguido tallando espectaculares cascadas barranco arriba. Estos saltos de agua los podemos disfrutar apenas a 200 metros del molino en la senda que nos lleva hasta el pueblo de Roitegui.
Ruta de los menhires y dólmenes de la Sierra de Entzia. 5. Entre dólmenes y menhires La naturaleza se junta con las historias más ancestrales al buscar algunas de las abundantes huellas megalíticas serranas. Basta con alcanzar las campas de Legaire y divisar, en medio del herbazal, el dolmen de Mendiluze y los tres menhires a su alrededor. Son la huella de antiguos caminos, cuando el hombre del Neolítico se asentó y comenzó a pastorear el ganado en estas montañas.
Estamos en el lugar que reúne más menhires del País Vasco, así que conviene buscar otros ocho menhires más que, aunque caídos y en fragmentos, siguen resultando impresionantes porque algunos, como el de Lekuona , sobrepasan los cuatro metros. Sin embargo, los más vistosos son los cuatro menhires en pie que rodean el crómlech de Mendiluze y que señalan los puntos cardinales.
Crómlech de Mendiluze, en la Sierra de Entzia. Hay quien afirma que el dolmen de Sorginetxe es una “casa de brujas”, aunque con 4.500 años de historia es más bien un homenaje funerario, considerado entre los monumentos megalíticos más extraordinarios de las tierras vascas. Todavía más antiguo, y apenas a 8 kilómetros de Salvatierra, en Eguilaz , se halla el dolmen de Aitzkomendi . En este lugar de enterramiento, de bella silueta con sus enormes lajas de piedra, incluso se han hallado restos funerarios, y botones de la casaca de un soldado napoleónico.
Cascada de Toberia, en un impactante entorno natural. 6. Cascada de Toberia, el rincón más hermoso de Álava De la comarca de la Llanada Alavesa no conviene marcharse sin ir al lugar que afirman que es el más hermoso de Álava, la cascada de Toberia . Se encuentra en la vertiente norte de la sierra y hay que llegar hasta el pueblo de Andoain para iniciar la senda que, junto al río, entre hayas y robles centenarios, lleva al nacimiento del mismo. Allí, la roca de toba calcárea origina unas llamativas cascadas que se desprenden en infinitos hilos de agua en época de lluvias.
Robledal centenario entre los pueblos de Muniain y Okariz. 7. Bosque medieval a la vista Al pie de la sierra y junto al nacimiento del río Zadorra , son muchos años los que suman los árboles del bosque que se extiende entre los pueblos de Muniain y Okariz . En este lugar se reúnen más de 600 ejemplares, y cada uno ostenta, al menos, 500 años de vida. Algunos ya vivían cuando los peregrinos medievales empezaron a transitar por el Camino de Santiago. Los longevos robles sorprenden no sólo con su diámetro sino por sus formas inverosímiles, pues eran talados para aprovechar su madera. El paso del tiempo en sus cortezas no ha hecho más que tallar un panorama sobresaliente de robles trasmochos que nos costará abandonar.
También te puede interesar… Paisajes del agua en los 10 mejores cañones del País Vasco .
País Vasco Francés, una ruta llena de elegancia y sabor .
‘Hondalea’, la escultura de Cristina Iglesias que iluminará el faro de la isla de Santa Clara .