Os proponemos una ruta llena de aromas y colores por los bellos jardines de la Costa Azul. Un recorrido perfecto para realizar en coche con amigas o en familia con el que descubriréis la antigua tradición perfumista de esta preciosa costa. Fiesta de la Rosa en Grasse. © Camille Moirenc La Costa Azul, también llamada la Riviera Francesa, –encantadora, elegante y llena de chic francés– es la parte del litoral mediterráneo en el sureste galo que se prolonga hasta Italia. Hermosas y célebres localidades costeras como Antibes, Cannes, Niza, Saint-Tropez o Menton; y preciosos pueblos del interior como Grasse, capital mundial de la Perfumería, llenan de cultura, de arte, buen vivir y aromas esta preciosa zona.
La diversidad de paisajes y su cálido clima han contribuido a hacer históricamente de la Costa Azul un vergel exuberante y exótico de jardines y flores con uno de los patrimonios botánicos y de perfumería más importantes del mundo . Fueron los ingleses, expertos en botánica, los que, a finales del siglo XIX, introdujeron muchas variedades de plantas y especies exóticas de todo el mundo, creando los primeros jardines floridos. A principios del siglo XX, la Costa Azul se convirtió en el jardín de invierno de la aristocracia europea, que construyó bonitas villas y parques, inaugurando el turismo en la región.
Saint Jean Cap Ferrat. © Camille Moirenc Actualmente existen más de 60 jardines abiertos al público en la Costa Azul: con vistas al mar, exóticos, botánicos, histórico-medievales, de museos, y de flores (rosas, jazmines, claveles, violetas, mimosas…) para perfumes. Porque la Costa Azul es, además, una tierra de fragancias con flores de todo tipo que crecen durante todo el año, lo que ha impulsado a la industria de los perfumes y a la cultura de la flor cortada manualmente, siendo el mayor productor de ésta en Francia.
Jardín Olbius Riquer en Hyeres. © Julien Mauceri Recorrido por los jardines más espectaculares de la Costa Azul En primer lugar, es de obligada visita el Jardín Olbius-Ruquier en la ciudad de Hyeres , al este de Tolón, en el litoral. Este jardín “africano” de palmeras (las primeras llegaron sobre 1830), limoneros, naranjos, cactus, bananeros y ficus (entre otras especies) está favorecido por la calidez del clima y las protecciones del relieve que han propiciado un microclima. Gracias a ello, se han desarrollado estas especies exóticas, únicas en la Francia metropolitana, perfectamente integradas hoy en el paisaje mediterráneo de olivos y cipreses. El jardín alberga monos, ciervos y aves acuáticas. Para los más pequeños, hay paseos en poni, en trenecito y tiovivos.
Siguiendo por la costa, llegamos al Cabo de Antibes , entre Cannes y Niza. Un lugar paradisiaco de villas, hoteles, flores y una vegetación maravillosa, donde nos encontraremos con el Jardín de la Villa Thuret . El botanista Gustave Thuret creó este jardín botánico en 1857 para aclimatar plantas y árboles traídos de países más cálidos. Ejemplo de ello fueron los primeros eucaliptus llegados de Australia. El jardín posee 4 hectáreas con 3.000 especies que incluyen una magnífica colección de plantas y árboles exóticos como unas impresionantes palmeras. La escritora George Sand dijo de este lugar “es el jardín más bello que he visto en mi vida”. El jardín Thuret es sede del Laboratorio de Investigación Científica Botánica.
Jardín Botánico de la Villa Thuret. © Camille Moirenc La siguiente etapa es Niza , la bellísima capital de la Costa Azul, cuya privilegiada ubicación entre mar y montaña no puede pasarse por alto. Sede de la Batalla de las Flores , durante el Carnaval, y con uno de los mercados de flores más importantes de Francia, Niza posee, también, un bellísimo jardín botánico: el Parque Phoenix . 1.500 especies vegetales de todo el planeta en 7 hectáreas, un gran lago con fósiles vegetales vivos, pájaros exóticos, tortugas, un invernadero gigante y una pirámide azteca con una espléndida colección de mariposas caracterizan este espacio verde.
En la preciosa localidad costera de Saint Jean Cap Ferrat , descubriremos uno de los jardines más espectaculares de la Costa Azul. Los Jardines de la Villa Ephrussi de Rothschild están ubicados en un lugar privilegiado, al lado del mar. Este palacio a la italiana de fachada rosada fue concebido por la baronesa Beatriz Ephrussi de Rothschild en 1905 para acoger su colección de arte de 5.000 obras.
La villa renacentista tiene vistas panorámicas del mar y sus 7 hectáreas de jardines temáticos son magníficos.
En el centro, tenemos el jardín a la francesa (de reminiscencias versallescas), con juegos de agua musicales, que imita el puente de un trasatlántico. Más abajo, está el jardín español de estilo andaluz. El jardín florentino con un efebo de mármol entre cipreses, el jardín lapidario romántico, el jardín japonés, el jardín exótico, el jardín anglo-provenzal y una espléndida rosaleda completan este hermosísimo parque que no debemos perdernos.
Rosaleda del Jardín de Villa Ephrussi. Continuando nuestro viaje en dirección a Menton, encontramos varias etapas interesantes. En la localidad de Eze se encuentra uno de los mejores jardines exóticos de Francia. El Jardín exótico de Eze posee una colección extraordinaria de cactus, entre esculturas femeninas y cascadas. Situado en un pico de 400 metros por encima del mar, las vistas a la costa y a Córcega son extraordinarias. Para los amantes de los perfumes, se pueden visitar las míticas perfumerías como Fragonard y Gallimard.
Por otro lado, si entramos en Mónaco , llama la atención el Jardín Exótico , con un microclima que favorece una variada flora semi-desértica de México y África Austral. Suspendido en un acantilado, el panorama sobre la costa y el Mar Mediterráneo es grandioso. En 2021 está cerrado por obras de mejora, pero volverá a abrir en 2022.
Fiesta del Limón en Menton. © Georges Veran Menton, capital de los jardines Llegar a Menton es descubrir la capital de los jardines de la Costa Azul. La ciudad es un gran jardín florido desde el siglo XVIII gracias a la aportación de los ingleses. Poseedora del clima más cálido de la Costa Azul, Menton ostenta una exuberante vegetación tropical, palmeras y limoneros. No en vano, se la considera la ‘capital del limón’ por su altísima producción, lo que le ha valido la Indicación Geográfica Protegida (IGP) para su “limón de Menton”.
Os proponemos cinco visitas espectaculares a sus jardines: El Jardín Serre de la Madone está situado en la parte alta de Menton. Sus especies tropicales fueron traídas por Sir Lawrence Jonhston entre 1924 y 1939. Es monumento histórico desde 1990. Su jardín botánico de variedades exóticas es único y está distribuido en pequeños espacios en terrazas, entre estatuas, fuentes y pájaros. Además, posee hasta una especie no identificada de árbol.
El Jardín Val Rameh fue creado en 1905 por Percy Racliff alrededor de la villa Val Rameh. Hoy es la sede mediterránea del Museo de Historia Natural. Tiene hermosas vistas al mar y a la ciudad antigua. Presenta 700 especies vegetales de América, Australia y Asia y un ejemplar del Sophora toromino , el árbol mítico de la Isla de Pascua.
Flor de loto en el Jardín de Val Rahmeh, en Menton. El Jardín del Palacio de Carnoles promete un delicioso paseo entre flores de naranjos, limoneros y jazmines. Antigua residencia de verano de los Príncipes de Mónaco, el jardín alberga más de 130 variedades de cítricos. Abierto solo los fines de semana.
Jardín de Fontana Rosa fue creado por Blasco Ibáñez en 1921, en torno a la villa donde residió el escritor. Este exuberante, original y encantador jardín de aire español posee un porche con cerámicas de grandes nombres de la literatura (Cervantes, Balzac, Dickens…). Visita guiada con la Maison du Patrimoine de Menton .
Jardín de María Serena . Considerado el jardín más cálido de la Francia Metropolitana (nunca hace menos de 5ºC), posee unas espectaculares palmeras. Situado al borde del mar en el barrio de la Pequeña África, su vegetación proviene de Brasil y de África del Sur. Fue construido según los planos de Charles Garnier, célebre arquitecto de la Ópera Garnier de París.
Jardín de María Serena en Menton. Rutas por los jardines más sobresalientes de la Riviera: Existen varias rutas organizadas por el Turismo de la Costa Azul para descubrir algunos de estos jardines (incluyendo alojamiento en algunos casos). Se pueden visitar 14 paraísos verdes tanto en el litoral como en el interior. Además, existe la posibilidad de visitar jardines privados de la mano de su propietario.
La Ruta de los Perfumes El centro neurálgico de esta ruta se encuentra en la bella ciudad de Grasse , en el interior, desde la que se tienen impresionantes vistas sobre la costa. Declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO por su saber hacer relacionado con el perfume, Grasse está rodeada de campos aromáticos de flores, rosas, jazmines, lavanda, azahar, lilas…, que forman la materia prima de esencias y suntuosos perfumes. Además, es la Capital Mundial de la Perfumería.
El curioso inicio de la industria del perfume en Grasse se remonta al siglo XVI. Todo empezó con la costumbre de los guantes perfumados, signo de nobleza, que puso de moda Catalina de Medicis.
Los curtidores de la zona, conscientes del fuerte olor del cuero, tuvieron la idea de perfumarlo, cultivando rosas y jazmines que alimentaron los alambiques de los primeros perfumistas.
Jardín del Museo Internacional de la Perfumería. © Camille Moirenc Con la competencia de París en el XIX, los perfumistas de Grasse se especializan en la materia prima, convirtiéndose en el primer productor mundial en flores para perfumes. En la actualidad, Grasse acoge una de las dos únicas escuelas especializadas de Francia en “narices” (solo hay 40 narices en el mundo que puedan componer un perfume inédito). En 2021, la capital del perfume conmemora los 100 años del N5 de Coco Chanel, elaborado con las flores de Grasse y uno de los más vendidos en el mundo.
Grasse ofrece numerosas actividades alrededor del Perfume. Por un lado, es fundamental realizar una visita al Museo Internacional de la Perfumería (MIP). Esta institución, además de tener unos preciosos jardines, alberga en su interior toda la información necesaria para conocer la historia del perfume a través de los siglos, la fabricación y extracción de las esencias, la producción de flores y las técnicas de marketing de los frascos. El MIP es también un museo “Kid’s Friendly”, proponiendo actividades lúdicas y pedagógicas para niños. Y ofrece originales sesiones de “Yoga perfumado”, en las que cada clase está asociada a un aceite esencial o perfume.
Grasse. En Grasse, también, se pueden visitar numerosas fábricas de Perfumes, algunas de gran tradición, consideradas entre las mejores del mundo, donde, además de comprar fragancias a precio de fábrica, se realizan visitas a las instalaciones. Existen cursillos de creación de perfumes con la posibilidad de llevarse el que uno haya creado. Destacan la Perfumería Galimard (la más antigua de Grasse, creada en 1747, siendo ya entonces proveedora de la Corte de Luis XIV), la Perfumería Molinard y la Perfumería Fragonard (que este año presenta actividades entorno a la flor de la pasión). Estas dos últimas organizan, en los alrededores de Grasse, visitas a los campos de jazmines y rosas como el Domaine de Manon o el Mas de l´Olivine.
La ruta de los campos de flores para perfumes se prolonga hasta tres preciosos pueblos cercanos: Tourettes-sur-Loup (denominado el país de las violetas por su inmensa producción, destinada a la perfumería, a los licores y a la confitería); Gourdon (con su perfumería La Source Parfumée); y el pueblo de Vallauris , cuya cooperativa está especializada en el azahar.
Gourdon. © Pierre Behar Ruta de la Mimosa La ruta de la Mimosa es una visita obligada, de enero a marzo, para todos los amantes de la botánica y de la primavera ya que esta planta con sus arbustos dorados de botoncitos amarillos la anuncia. Esencia de origen australiano, llegó a la Costa Azul a finales del XIX.
La ruta recorre, alrededor de las mimosas, 130 kilómetros en 8 etapas y se inicia en Bormes-les-Mimosas , considerada una de las ciudades floridas más bellas de Francia. Situada en la costa, este pueblo añadió a su nombre la palabra “Mimosas”, en 1968, como homenaje a su cultura floral. En esta localidad, se pueden visitar el Parque del Cigaloun, de eucaliptus y cedros, y el Parque González (éste solo con visitas guiadas de la Oficina de Turismo), con una colección de 250 especies de plantas australianas y tropicales.
La ruta continúa por Sainte-Maxime, Le Rayol-Canadel-sur-Mer, Saint-Raphaël, Tanneron, Pégomas y Mandelieu-La Napoule (recomendable visitar los bellos jardines del Castillo de la Napoule), sede de la Fiesta de la Mimosa , donde se utilizan 12 toneladas de esta flor en decoraciones. La ruta finaliza en Grasse.
Mimosas. © Camille Moirenc Agenda de las mejores fiestas de jardines y flores en la Costa Azul: Enero a marzo: Fiesta de la mimosa Febrero/marzo: Carnaval de Niza y Fiesta de los limones en Menton. Marzo: Combate naval florido en Villefranche-sur-Mer, Fiesta de la violeta en Tourettes-sur-Loup. Abril: Festival de los jardines de la Costa Azul (celebrado cada dos años) Mayo: Fiesta de la rosa en Grasse, Fiesta del azahar en Vallauris Golfe-Juan. Junio: Mes del jardín en Menton Agosto: Fiesta del jazmín en Grasse Septiembre: Fiesta de la Santa Flor en Niza
Más información en la página web de la Costa Azul .
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