Tres días en Tokio es el tiempo mínimo que necesitarás en una viaje por Japón para llevarte en la retina lo fundamental de esta gran metrópoli, aunque seguro que querrás quedarte mucho más. Viaja con tus amigas, con tu pareja o en familia y descubre la magia de la capital japonesa. Barriles en el jardín del santuario sintoísta de Meiji. © Susana García Tokio es una ciudad tan fascinante que podrías quedarte en ella semanas sin aburrirte lo más mínimo. Aquí, a la sucesión de barrios diferentes, cada uno con su personalidad, se suman los japoneses como un atractivo más, ya que la capital recoge probablemente a los miembros más variopintos del país. La cultura japonesa toma en su capital su forma más loca, capaz de combinar disciplinados y silenciosos ejecutivos con la explosión de color de la cultura kawai; y las tiendas tradicionales con edificios enteros dedicados a juegos Arcade. Luces, carteles futuristas y gente, mucha gente, formarán parte de tu día a día en esta gran ciudad.
Un mundo sorprendente para el occidental que cree haberlo visto ya casi todo y que a veces piensa equivocadamente que todas las grandes ciudades se parecen. Si viajas a Japón es imprescindible pasar unos días en Tokio.
Día 1. Oeste de Tokio, visitas imprescindibles Santuario Meiji Para comenzar, nada mejor que uno de los oasis de paz y silencio de la ciudad, el santuario sintoísta Meiji , ubicado en medio de un gran parque con inmensos toris y árboles que ofrece un agradable paseo hasta llegar al santuario. Seguro que te haces una foto frente a los grandes y coloridos barriles de vino que regaló la región de Borgoña al emperador para que fueran consagrados en este lugar.
Uno de los toris del santuario de Meiji. © SG Cuando llegues al santuario será difícil abstraerse a la costumbre de abrazarse debajo de los árboles sagrados , ya que dicen que esto es garantía de un matrimonio feliz y armonía en la familia. Un ‘abracito’ no cuesta nada y tampoco es cuestión de jugarse la felicidad conyugal por tan poco. Como en el resto de templos y santuarios que encontrarás en un viaje a Japón , distinguirás claramente la zona para purificarse y las tiendas de amuletos y petición de deseos, que puedes dejar escritos en unas bonitas tablas de madera para ver si los dioses sintoístas se acuerdan de ti.
Monjes sintoístas en Meiji. © SG Barrio de Harajuku Desde el santuario de Meiji, lo mejor es acercase caminando al cercano barrio de Harajuku para ver de primera mano uno de esos contrastes culturales que tanto sorprenden en Tokio. Este barrio cuenta con su zona de ‘cultura kawai’ en la calle Takeshita y alrededores, que puede traducirse como la exaltación de lo más ‘mono’ (cute en inglés), lo que supone una sucesión de lo más sorprendente: de chicas vestidas como muñecas, locales con fotomatones para hacerte fotos retocadas en este estilo, tiendas de ropa y objetos en colores pastel con dulces ojitos… y hasta heladerías con helados con esta estética y restaurantes donde lo ‘kawai’ está presente en la comida, la decoración, las camareras y la música, como el Kawaii Monster Cafe .
Camarera del Kawai Monster Cafe. © SG Podrás pasar horas deambulando por este barrio habitado por japoneses de imagen extravagante, que suponen un contraste absoluto con esos otros que te encontrarás en el resto de la ciudad, uniformados en colores neutros con ropa amplia y queriendo pasar desapercibidos.
Foto a un ‘helado kawai’ y algodón de azúcar en Harajuku. © SG Cruce de Shibuya Lo mejor es bajar callejeando entre tiendas por la curiosa Cat Street hasta llegar a uno de los lugares más populares de Tokio: el cruce de Shibuya (dicen que el más transitado del mundo), un lugar donde varias calles se entrelazan en una enorme encrucijada en la que todo funciona perfectamente y, milagrosamente, los peatones no se chocan entre ellos, muestra de la sincronización japonesa (si no fuera por los turistas que cámara en mano interrumpen y se tropiezan).
Puedes subir a la primera planta del Starbucks de la plaza de Shibuya para ver desde arriba la peculiar coreografía que se organiza en este cruce.
Como curiosidad, veras a grupos de turistas frente a la estatua de un perro en la entrada a la estación de Shibuya: es un homenaje a Hachiko , un perro que estuvo esperando a que su dueño saliera de la estación durante una década después de su muerte.
Barrio de Shinjuku Después, acércate al barrio de Shinjuku , el centro de ocio de la ciudad, lleno de bares, salas de pachinko (un curioso juego de bolas japonés similar a las tragaperras) y el barrio rojo de Kabukicho. En esta zona se encuentra el Museo Samurai , donde explican la historia y tradiciones de estos guerreros en una visita guiada (en inglés) y donde podrás ver (y probarte) sus historiados trajes. Una visita obligada si viajas con niños.
Espectáculo en el Museo Samurai. © SG Día 2. Centro de Tokio Palacio Imperial Para empezar el día de forma tranquila tras tanta modernidad del día anterior, nada mejor que empezar frente al Palacio Imperial , símbolo del valor que la cultura japonesa le da a la tradición representada en la figura del emperador. No se puede visitar por dentro, pero merece la pena acercarse para verlo desde fuera en mitad de sus jardines y para hacerse una foto frente al puente conocido como Nijubashi . Este palacio fue en origen la sede el shongunato de Tokugawa y se reconstruyó tras el bombardeo de 1945. Actualmente, continua siendo la residencia oficial del venerado emperador y su familia. Está en una isla rodeada de canales en medio de un enorme parque bordeado por un bonito paseo en el que verás a muchos japoneses practicando jogging.
Puente Nijubashi y Palacio Imperial. © SG Mercado Tsukiji Después, acércate al mercado de pescado de Tsukiji , donde encontrarás desde tiendas de pescado fresco y puestos callejeros de sushi hasta comercios con todo tipo de menaje de cocina. Si eres amante de la gastronomía japonesa, no dudes en apuntarte a una clase para hacer sushi en la Tokyo Sushi Academy donde después podrás degustar tus elaboraciones.
Puesto en el mercado de pescado de Tsukiji. © SG Barrio de Ginza De regreso hacia la zona del Palacio Imperial, descubrirás el famoso barrio de Ginza, donde conviven grandes almacenes y comercios de grandes (y caras) marcas con tiendas tradicionales de kimonos y galletas, en medio de los habituales, grandes y luminosos carteles comerciales. Puedes pasear hasta llegar a la Estación Central , una de las paradas obligadas. Por fuera es un bonito edificio de ladrillo rojo muy parecido al de la estación de Ámsterdam, pero lo más interesante está en el subsuelo.
Baja por cualquiera de los accesos a la Estación Central y encontrarás una ciudad paralela bajo tierra, con decenas de tiendas y restaurantes de todo tipo donde te aseguro que es muy fácil perderse.
Todo con cientos de japoneses que caminan deprisa, ordenados y en silencio en un lugar pensado para que no necesiten ni siquiera subir a la ciudad en sus transbordos o paren a hacer sus compras y cenen antes de llegar a su casa. Encontrarás incluso ‘barrios’ de tiendas temáticas dentro de esta maraña de calles del subsuelo.
Torre de Tokio. © Yu Kato Miradores de Tokio Para terminar el día, puedes acercarte a alguno de los miradores para contemplar Tokio desde las alturas. El del Gobierno Metropolitano , en Shinjuku, es gratuito y también puedes subir a la Torre de Tokio o a Mori Tower (en Roppongi Hills) previo pago, este último con terraza al aire libre.
Día 3. Norte de Tokio Templo Senso-ji y alrededores Uno de los lugares más visitados de Tokio es el templo Senso-ji , conocido también como Asakusa Kannon, ya que fue en su origen creado en el siglo VII para la diosa budista de la piedad, Kannon. Y Asakusa es el nombre de este barrio que fue creciendo con los siglos alrededor de este lugar. El templo, aunque tuvo que ser reconstruido tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, mantiene su estructura tradicional y un aire mágico a pesar de lo concurrido que está siempre. Verás mucha gente alrededor de un enorme quemador de incienso, acércate porque dicen que el humo te purifica y no tendrás enfermedades. Si no eres supersticiosa al menos confía en el «por si acaso».
No te pierdas el pabellón principal, la pagoda y, por supuesto, la calle Nakamise , llena de pequeñas tiendas donde encontrar productos tradicionales japoneses, que lleva hasta la puerta Kaminarimon, donde pasarás bajo su enorme linterna roja.
Calle Nakamise. © SG Como curiosidad, si caminas en la calle paralela a la concurrida Nakamise, encontrarás algunas tiendas interesantes, como una que resulta muy curiosa a los ojos de un occidental, Replica Foods , dedicada a elaborar copias de comida tan perfectas que te costará creer que son de cera. Cuando estés en Japón te darás cuenta de que son tremendamente populares en los restaurantes, la mayoría hacen estas réplicas para sus escaparates. Seguro que te llevás alguna como recuerdo. Además encontrarás pastelerías y una tienda con bonitos kimonos para comprar o alquilar.
Barrio Akihabara. © SG Barrio Akihabara Para terminar el día, desplázate hasta el barrio de Akihabara , el de los videojuegos y el anime. Te sorprenderán las tiendas de Manga, los enormes edificios dedicados a marcas clásicas de videojuegos, las tiendas-museos para coleccionistas con todo tipo de figuritas retro de comics y superhéroes… Y las luces, las pantallas gigantes y la gente que por aquí transita. Es otro de los lugares de la ciudad para ver a los japoneses más peculiares, con esa imagen mezcla de aniñada, andrógina y ultramoderna.
Tokio | Guía básica de viaje Cómo llegar a Tokio Iberia cuenta con vuelos directos desde Madrid a Tokio. También puedes volar desde España con otras compañías como Finnair, Emirates o Japan Airlines. Consulta frecuencias.
Cómo moverte en Tokio Es casi imprescindible tener conexión en el móvil para poder consultar Google Maps y no perderte entre los nombres de calles escritas en japonés. Será de una ayuda inestimable para saber cómo desplazarte ya que podrás coger el Metro, autobuses, trenes… Para no perder la conexión lo mejor es un pocket wifi . Otra opción es coger un taxi, aunque ten en cuenta que la comunicación con los taxistas no siempre es fluida, muchos no saben nada de inglés, necesitarás también Google Maps para enseñarle donde quieres ir.
Helados en Harajuku. © SG Dónde comer en Tokio La oferta de restaurantes en Tokio es casi infinita, podrás elegir desde lugares de comida rápida hasta restaurantes de lujo. Si eres cinéfilo, no puedes perderte Gopanchi Nishiazabu , famoso por ser uno de los escenarios de la película Kill Bill. Para darte un capricho y probar la mejor carne de kobe y el mejor marisco, puedes ir a Ukai Tei , excelente pero con precios de restaurante con varias estrellas Michelin (aproximadamente a mediodía desde 85 euros y por la noche desde 150 por persona). Si quieres probar la experiencia de un kaiten sushi (restaurantes en los que los platos van en una cinta transportadora) en el edificio Kitte cerca de la Estación Central está Nemuro Hanamaru y en la zona del mercado de Tsukiji Sushi Zanmai .
Más información en la web de la Oficina de Turismo de Japón
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