Una experiencia que no puedes perderte si tienes previsto un viaje a Japón, ya sea en familia, con amigas o con tu pareja, es alojarte en un hotel tradicional o ‘ryokan’. Muchos de ellos, sobre todo en la zona de Hakone, cuentan con aguas termales, los llamados ‘onsen’.
Onsen en un Ryokan. © Rockzheart/Adobe Stock Actualizado mayo 2024.
Tendría que ser obligatorio alojarse, al menos una noche, en un ryokan en un viaje a Japón ya que es una de las mejores formas de conocer de primera mano esa cultura japonesa que en ocasiones nos resulta tan marciana. Estos espacios minimalistas, de suelo de tatami, puertas correderas y suave decoración en madera y papel, reflejan ese gusto japonés por lo sencillo y delicado y por los espacios despejados. Y, desde luego, es mucho más fácil entender las famosas reglas y teorías del orden de Marie Kondo tras haber pasado por uno de estos hoteles.
La importancia de la indumentaria Los hay de varias categorías pero todos cumplen una serie de normas que conviene saber antes de llegar para estar preparados. Lo primero es que en la misma recepción (o como mucho en la entrada de tu habitación) la persona del hotel que te recibe y te lo enseña, conocida como Nakai-san y perfectamente ataviada al estilo japonés, te haga quitarte los zapatos. Los japoneses dan mucha importancia a la limpieza y no entran con el calzado de la calle ni a sus casas, así que mucho menos en los espacios ocupados por el delicado suelo de esteras del tatami de estas estancias.
Vista del monte Fuji desde un Ryokan. © Lukyeee_nuttawut/Adobe Stock En la habitación te estarán esperando un yukata (un kimono sencillo de algodón); unas chanclas de madera para utilizar en el hotel; y unos calcetines especialmente diseñados para poder llevar con las chanclas de dedo. Los japoneses no suelen decir que no a nada ni imponen las normas, pero te comentarán que la forma más confortable de moverte por el hotel es llevando esas prendas. Lo usarás para ir a desayunar, a cenar, al onsen e, incluso, al karaoke (muchos ryokan cuentan con uno). Y hay que reconocer que tienen razón, es una forma comodísima de pasar la tarde. Y, como todos los huéspedes van igual, no se hace tan raro eso de ir en bata por un hotel.
Habitaciones minimalistas Otra cosa que hay que tener en cuenta en los ryokan es que son hoteles tan minimalistas que apenas cuentan con armarios . Están pensados para estancias cortas de una noche o dos (surgieron para dar albergue a los viajeros japoneses de paso y hoy en día acuden muchos turistas locales a descansar durante el fin de semana). Trata de acudir ligero de equipaje y así no romperás, con las maletas en medio, la armonía de la habitación.
Para dormir, los más turísticos disponen de las habitaciones japonesas, donde se extiende un futón (colchón fino) directamente sobre el suelo de tatami, y habitaciones de estilo más occidental (con camas bajas). No seré yo quien reniegue de la comodidad de una cama occidental, pero ya que estás en Japón prueba al menos una noche a dormir en el suelo para vivir la experiencia completa.
Cama en un futón sobre el tatami. © Amnach/Adobe Stock Dónde y cómo disfrutar de un onsen El encanto de estos hoteles, además de su decoración y su estilo tradicional, es sin duda poder disfrutar de las aguas termales. En un país con más de cien volcanes activos, surgen en muchos lugares. En la zona de Hakone, alrededor del famoso monte Fuji , se concentran muchos Ryokan con onsen donde disfrutar de estas aguas, aunque hay también en otros lugares del país como en Takayama, Kusatsu o Beppo. Incluso en ciudades como Kioto o Tokio puedes encontrar algunos, aunque la experiencia en una localidad pequeña es totalmente distinta y con más encanto.
Aguas termales Hay que tener en cuenta que la palabra onsen se refiere a aguas termales . Algunas son públicas y no pertenecen a ningún hotel, aunque para los viajeros lo más cómodo es alojarse en estos Ryokan ya que proporcionan una experiencia tradicional completa. De hecho, algunos de ellos disponen de habitaciones con bañeras al aire libre donde poder disfrutar de estas aguas en total privacidad.
Bañera privada con agua termal en el Ryokan Hidatei Hanaougi. © Susana García En cualquier caso, tienes que ir sí o sí a ver el onsen del hotel ya que son siempre diferentes. Están separados por sexos y en diferentes horas se intercambian los asignados a cada sexo ya que al estar en la naturaleza todos son diferentes. Acudes con tu yukata y en una taquilla te desvistes completamente (no están permitidos los bañadores). Verás una zona previa con duchas, jabón y unas pequeñas banquetas para sentarte mientras te aseas (y así no salpicar); en la cultura japonesa hay que entrar limpio a las bañeras y a los onsen (en los que no se puede utilizar el jabón).
Después, ya puedes acudir a la zona de baño, pero ten en cuenta una cosa: el agua está caliente, muy caliente o para escaldar, así que ten cuidado con los tiempos que pasas en cada sitio para que no te dé una bajada de tensión. Después, una ducha y de lo más relajada puedes seguir con tu tarde en el ryokan.
Pasillo de acceso a la zona del onsen del Ryokan Gora Kadan. © Susana García Algunos de ellos como el Gora Kadan , en Hakone, cuentan con zonas de baños familiares, donde podrás reservar una franja horaria para poder disfrutar de esta experiencia con toda la familia sin tener que hacerlo separados por sexos.
Qué comer en un ryokan Uno de los mayores alicientes de alojarse en estos hoteles tradicionales es poder disfrutar de su gastronomía, que muestra también el gusto por el detalle y lo delicado de la cultura japonesa. Eso sí, ten en cuenta que no puedes elegir el menú. Estará compuesto por infinidad de delicias japonesas en pequeño formato que incluirán, entre otros bocados, sashimi, brotes de bambú, carne wagyu a la plancha, arroz y sopa de miso.
Presentación de la cena en el Ryokan Hidatei Hanaougi. © Susana García En muchos de estos Ryokan el desayuno es también japonés, por lo que prepárate para comenzar el día tomando té, pescado, arroz y sopa de miso. Quizá necesites después parar a tomar un café pero ¡disfruta de la experiencia!
Aperitivos de la cena del Gora Kadan. © Susana García Consejos Etheria En un itinerario por Japón de Kioto a Tokio (o la inversa) es fácil alojarse en un ryokan en la ruta en lugares como Hakone o Takayama. Dos muy recomendables son Gora Kadan (Hakone) o Hidatei Hanaougi (Takayama).
Si vas a estar sólo en Tokio podrás también hacer una escapada a estos hoteles al menos una noche, la ciudad balneario de Hakone se encuentra a tan solo dos horas en coche.
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