Si buscas una excusa original para viajar a Costa Rica, te daremos una que te sorprenderá: admirar el quetzal, el ave sagrada de los aztecas, en su hábitat. Tras caminar por los bosques costarricenses y cumplir este sueño, continúa viaje descubriendo qué se cuece en los fogones de San José, la capital del país. Apetecible, ¿verdad? Alrededores del Trogón Lodge, en San Gerardo de Dota. © P. Grifol En su cuarto y último viaje (corría el año 1502), Colón estuvo 15 días en Costa Rica, más o menos el mismo tiempo que permanecen los turistas hoy en día en sus vacaciones. Varias expediciones fracasaron en el empeño de colonizar la nueva tierra ‘descubierta’, por obra y gracia de las tácticas de guerrilla bien organizada por los indígenas que obstaculizaban la conquista. Veinte años tardaron aquellos aguerridos españoles de antaño en obtener resultados positivos para La Corona; y no fue hasta 1522, que el capitán Gil González Dávila logró establecer una colonia permanente –más o menos estable–, regresando a España con sus tropas bien diezmadas, pero con un cargamento de oro, vanagloriándose además de que había convertido a miles de indígenas al catolicismo y definiendo el nuevo territorio colonial como “la costa rica».
La verdad es que Costa Rica no era tan rica… ni en oro ni en minerales preciosos ¡Pero sí era rica! Era rica en lo mismo que aun hoy permanece intacto (o casi): en su exuberante paisaje selvático , en el exotismo de su fauna y flora, en el carácter abierto de sus gentes y en su orgullo para conservar la biodiversidad. Hoy, dependiendo del lugar que pisemos de la tierra costarricense, así veremos un paisaje diferente. En esta ocasión, nos adentramos en el Valle Central , corazón del país, para ver al ave sagrada de los antiguos nativos ‘ticos’. ¿Te apetece conocer el hábitat del quetzal en Costa Rica?
Aves en el entorno del Mirador de Miriam. © Pedro Grifol Parque Nacional Los Quetzales, en busca del ave sagrada El Parque Nacional Los Quetzales es un área de conservación natural situada a unos 75 kilómetros al sureste de San José, capital del país. Constituye uno de los lugares del mundo con mayor cantidad y variedad de aves : yigüirros, tangaras, pavas, momotos, oropéndolas, trogones, gavilanes, reinitas, trepadores, carpinteros, colibríes, tucanes… Pero la estrella de sus bosques es el que fuera pájaro sagrado de aztecas y mayas: el divino quetzal .
Quetzal en Costa Rica. © Instituto Costarricense de Turismo Cómo es el quetzal El macho quetzal, con su preciosa cola verde iridiscente, su copete erizado (a lo ‘punki’) y su pecho rojo, deslumbró a los pueblos precolombinos. Según narra una leyenda maya, el quetzal nació del soplido del dios Kukulkán. De su exhalación, las flores de un árbol, de nombre guayacán, cayeron; y mientras llegaban al suelo, tomaron la forma de esta exótica ave. Ahora, olvidémonos de la leyenda para centrarnos en la tradición: es símbolo de abundancia y poder, y su plumaje se utilizaba para adornar los tocados de los reyes . Las aves se capturaban para ser desplumadas, pero matarlas estaba prohibido… ¡que es casi peor! Porque, desprovistas de plumaje, quedaban abandonadas a merced de jaguares y cocodrilos. Y, aparte leyendas y tradiciones, la Historia nos cuenta que el quetzal perdió su protección después de que Hernán Cortés arrasara el Imperio azteca, momento desde el cual su número menguó considerablemente.
En nuestro presente, es un ave protegida en los países por donde vuela… Y en Costa Rica ha encontrado espacios donde anidar en paz.
En náhuatl (idioma mexica), quetzal se puede traducir como: ‘cola de plumas brillantes’
Por cierto, y para no llevarse desilusiones, las hembras son parduzcas y carecen de las coloridas serpentinas de la cola; por lo cual, para la foto, mejor buscar un macho. Cosas de la selección natural estética.
Penacho de Moctezuma. Weltmuseum (Viena). En el Weltmuseum , de Viena se expone el único penacho confeccionado con plumas de quetzal que se conserva en el mundo, atribuido a Moctezuma. Una pieza que sigue ocasionando conflicto, ya que el gobierno mexicano sigue demandando su regreso.
Qué debes saber para ver al quetzal en Costa Rica El quetzal habita en tupidas áreas cubiertas de vegetación. No le gusta el sol, razón por la cual su avistamiento tiene que hacerse al amanecer , cuando la neblina cubre las copas de los árboles y la temperatura es baja. Cuando llueve, vuela entre la lluvia.
Ten en cuenta que debes llevar unos buenos prismáticos porque el quetzal vuela alto . Con suerte, podremos fotografiarlos a esas horas, naturalmente provistos de trípode y teleobjetivo. Los senderos para adentrarse en el bosque son accesibles y están bien señalizados. La arteria que da vida al parque es el río Savegre , cristalino y caudaloso, con varias cascadas, y con puentes que lo cruzan.
Entorno de Trogón Lodge, en San Gerardo Dota. © Pedro Grifol Dónde dormir y comer en la zona Hay pocas opciones de alojamiento, pero buenas y acogedoras, que se encuentran en San Gerardo de Dota , junto a la carretera que va a Chirripó. Efraín Chacón fue el pionero del turismo rural de la zona. Llegó en 1954, abriendo camino a machete. El gobierno le permitió registrar la propiedad después de diez años de trabajar la tierra. Y vaya si la trabajó. Sembró de todo… Incluso ‘sembró’ truchas en el río que atraviesa el valle.
Hoy en día, la familia Chacón regentan el Hotel Savegre , el establecimiento con más solera de la zona, con carácter y con spa ; y donde el autor de este reportaje introdujo el cóctel ‘Pura Vida’ para su carta de bar (haz clic en la imagen inferior para ver la elaboración del cóctel en dicho hotel).
Cóctel ‘Pura Vida’, publicado en Grifol’s Bar. (Haz clic ▶️ en la imagen para ver el vídeo) En lo profundo de un valle montañoso se encuentra Trogón Lodge . Allí, el verde es eterno, el aire tonificante y fresco; y por las noches hace frío (está a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar). Tiene senderos privados perfectamente transitables.
Un lugar que no hay que perderse es el Mirador de Miriam’s , una acogedora casa de comidas donde la trucha a la plancha está deliciosa, y desde donde podemos observar multicolores colibríes, mirlos, tucanes, ardillas y monos que visitan su balcón mirador. Y también tiene algunas cabañas para alojarse.
Trogón Lodge, en San Gerardo de Dota. © P. Grifol Los nuevos sabores de San José San José –Chepe para los amigos– es la capital del país. Y nada mejor que empezar la visita por su famoso Mercado Central , que no es un mercado cualquiera. Punto turístico por excelencia, donde cinco generaciones –desde 1880– han ido superponiendo sus raíces en los puestos de venta (que aquí llaman ‘tramos’). La peculiar configuración de los negocios hace que saltemos de uno a otro tramo sin apenas mover un paso.
Mercado Central de San José. © Pedro Grifol Siguiendo pasos epicúreos, el Mercado Central de San José es uno de los lugares más adecuados para practicar el placer del conocimiento gastronómico y la amistad ¡con moderación!
Epicuro de Samos preconizaba que la moderación, el conocimiento y gastar el tiempo con amigos eran los fundamentos del hedonismo.
Después de instruirnos sobre la cocina tradicional ¡y probar de todo! recomendamos contrastar la clásica experiencia gustativa del ‘Gallo Pinto’, el plato nacional (huevos fritos con una mezcla de arroz con frijoles, queso y plátano), con la novedosa cocina costarricense.
Vendedora del Mercado Central de San José. © Pedro Grifol Cocina creativa en San José, 3 restaurantes que no debes perderte Atendiendo a los fogones más sofisticados de Chepe , tenemos que citar su nouvelle cuisine , que no es otra cosa que la recuperación de los tradicionales sabores de las diversas regiones del país pasadas por el tamiz de la cocina contemporánea, pero con talento innovador y personalidad.
Gallo pinto, en el restaurante Silvestre de San José. © Pedro Grifol El menú llamado ‘Ida y Vuelta’ del restaurante Silvestre nos permite viajar al paladar de la historia culinaria del país. El chef Santiago Fernández Benedetto ha creado una identidad gastronómica que eleva su cocina a lo que se cuece en el universo gastronómico actual, pero con sabores autóctonos ticos. Sabores totalmente desconocidos para los europeos.
Restaurante Silvestre, en San José (Costa Rica). © Pedro Grifol El emplatado de toda la secuencia en la mesa, en un menaje cerámico fabricado especialmente para cada paso del menú, eleva la experiencia sensorial a una vivencia imborrable. El postre Esferas , hecho con mouse de guayaba, cacao crujiente y crema de leche casera, es una excelente muestra de la imaginación de este chef-artista.
Tournant es el otro restaurante de moda e inmerso en la evolución de la cocina local. Un lugar sencillamente adorable, con terraza, jardín, velas… y un más que original menú. Sus chefs, Ximena Vicente y Greivin Rojas, han conseguido cambiar los gustos de los gastro-ticos más exigentes de la capital.
Greivin Rojas, chef del restaurante Tournant, posando con un plato de calamares y papas. © P.Grifol Y en Cump a nis , conocido también como La Panadería, encontramos un surtido de frutas, panes, tartas y batidos difícil de igualar en otro lugar.
Feliz aventura selvática y feliz degustación.
Restaurante Cumpanis. © Pedro Grifol En busca del quetzal en Costa Rica | Etheria Magazine Cómo llegar Existen vuelos directos y diarios desde Madrid y Barcelona con Iberia a San José, la capital de Costa Rica.
Requisitos de entrada en Costa Rica Pasaporte en regla para ciudadanos españoles con validez mínima de seis meses.Pasaporte COVID con las dosis completadas.
*Consulta novedades en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Cuál es la mejor época para viajar a Costa Rica Costa Rica tienes temperaturas agradables propias del trópico, que varían con los cambios de altitud y de la humedad. Durante todo el año oscilan entre 21º y 25º C; pero en la estación lluviosa (de mayo a noviembre) los chaparrones son casi diarios, por lo que hay que llevar a mano un chubasquero.
Más información Instituto Costarricense de Turismo .
Turismo de Costa Rica .
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